¿Te suena esta canción? [Alison]

Aquella mañana no había recibido ninguna llamada o alarma del Instituto que me instara a pasarme por allí, así que la había aprovechado para hacer las tareas de casa. Después de haber sacado a pasear a Laky y Hollie y haberme duchado, había limpiado toda la casa, mientras escuchaba la música que salía del estéreo de mi salón. La había terminado cerca de la una, así que me había animado a salir a dar un paseo por la ciudad con los perros. Y entonces vi un cartel en la puerta del Java Jones, donde decía que habría un pianista aquella tarde en el café. Cuando volví a casa, ya había decidido que iría aquella tarde a la cafetería.

Después de comer una ensalada de pasta, me dediqué a tocar un poco el piano y el violín. Cerca de las cuatro y media de la tarde, me levanté del asiento del piano y me dirigí a mi cuarto, para cambiarme de ropa. Me puse unos pantalones negros, una camiseta negra con el logo de una banda de rock estampado en el pecho, unas botas de tacón alto que me llegaban un poco más abajo de las rodillas y mi chaleco de cuero negro con capucha. Me maquillé los ojos, dándoles sombras oscuras y rímel a mis pestañas, y después de despedirme de mis perros, cogí mis llaves y salí del apartamento, cerrando después la puerta para que los animales no se salieran.

Llegué al Java Jones hacia las cinco menos diez, a tiempo de pedir una bebida y un aperitivo y sentarme a esperar al artista. Entré al local tranquilamente, ignorando a los adolescentes que se apiñaban en grupitos alrededor de sus mesas, seguramente hablando de sus asignaturas o de sus parejas. Me acerqué al mostrador y una chica de una edad parecida a la mía se me acerco.

-Bienvenida al Java Jones. ¿Qué le gustaría tomar?
-Un capuccino, por favor. Y, si no les importa traérmelo a la mesa…- dije, con una sonrisa.
-Claro, ningún problema. En cuanto esté listo se lo llevo.

Asentí y me dirigí a una mesa que estaba vacía y que tenía dos sillas orientadas hacia el escenario, que tenía un piano colocado y una suave luz iluminándolo. La camarera me trajo el café un par de minutos después, con una chocolatina de acompañamiento, y después se retiró. Suspiré y me enterré en la silla, acomodándome mejor.

Un concierto gratuito de piano. Eso había decidido hacer aquella tarde. Mientras paseaba a los perros había visto en la puerta del Java Jones que se iba a hacer un pequeño concierto de piano, y que era gratis, así que, ya que no había encontrado nada que hacer, me había propuesto ir al bar y escuchar un poco de música tomando un buen café y sin preocuparme de ángeles, demonios y subterráneos. Quería ser una mundana normal durante un día. Una vez que hube comido mi ensalada y me hube vestido, salí a la calle con mi usual ropa ajustada negra, para encaminarme al establecimiento.

Tomé el metro, ya que mi casa estaba algo lejos, y después de unas paradas me bajé en la estación más cercana. De ahí caminé un cuarto de hora hasta llegar por fin al bar. Entré y el calor y el agradable ambiente de la cafetería me alcanzó enseguida, haciendo que en mi rostro se dibujara una sonrisa. Me acerqué a la barra y pedí un capuccino, tras lo cual me senté en una mesa a esperar a que el concierto comenzara. Cuando una camarera me trajo el café con una chocolatina, se retiró y me puse a revolver la bebida. Y fue en ese mismo instante en el que una sombra se abalanzó sobre mi mesa. Rápidamente aparté la taza y me agaché, antes de que el cuerpo de una chica rubia cayera sobre la madera.

- ¿Pero qué…?- cuando volví a incorporarme, vi que la chica, de aspecto joven, se volvía hacia el tipo que la había empujado.

Yo también me levanté, antes de que el tío contestara, y me interpuse entre los dos.

- Creo que sería mejor para todos los presentes que no se iniciara una pelea aquí, sobre todo estando el concierto a punto de empezar- dije. Miré al joven, que tenía una expresión airada-. Largo de aquí- le siseé, y este se marchó, con un rastro de insultos de lo más variado. Me giré hacia la chica, formando una sonrisa amable.-. ¿Estás bien?- pregunté.