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"Changing History, Unchanging Heart" (Magnus B.)
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"Changing History, Unchanging Heart" (Magnus B.)
Alec jamás había visto lluvia como esa, el cielo parecía decidido a venirse abajo y colapsarlo todo pero no le venía mal un poco de agua todo había ido tan rápido que vamos ni siquiera el mismo podría haber pensado que las cosas terminarían o quizás comenzarían. Había estado cazando con Jace e Izzy un par de demonios Fantasmas y terminaron encontrándose incluso con rapiñadores pero nada de lo que no pudieran encargarse y solo terminaron con un par de rasguños y ellos decidieron volver al instituto seguro que Jace vería a Clary e Izzy iría perfectamente a ver a Simón ella sabía que eso cabrearía a sus padres pero esa era su hermana. Alec caminaba bajo la lluvia mientras el agua disolvía la sangre de algunos de los rasguños sobreviviría y no sería un cazador de sombras completo si no tenia cicatrices para probarlo.
Mantenía su “No relación” con Magnus en secreto incluso cuando Jace y el resto quisieron ir al mundo de las Hadas él prefirió quedarse para pasar tiempo con Magnus; aunque todos sospechaban él prefería mantener los muros a su alrededor levantados no quería terminar siendo repudiado o exiliado por ser quien era.
Sin rumbo ninguno miraba los letreros los Mundanos pasaban de el tal cual como pasaban de largo sin notar a los demonios que le rodeaban, aun estaba latente la amenaza de Valentine con dos de los tres instrumentos mortales a Alec le parecía algo sano y en cierta forma bueno que nadie supiera donde se encontraba el tercer instrumento.
Los pies de Alec se movían sin siquiera estar pensándolo ¿Quizás si lo hacía? Al darse cuenta se encontraba frente al departamento de Magnus Bane, desde hacia un tiempo tenía claro lo que sentía por el Brujo pero prefería ocultarlo tras un gran “No estoy preparado” incluso le debía mucho a Magnus ya que cuando se ofreció de conejillo de indias para la runa sin miedo de Clary fue Magnus quien evito que hiciera algo de lo que quizás luego terminara arrepintiéndose.
Escurriendo agua de todas partes bajo la capucha del traje lo que hizo fue bajarla y toco la puerta, los guantes mojados dejaron una marca húmeda en la puerta y allí estaba frente a la casa de El Gran Brujo de Brooklyn. Sonrió para sí mismo recordando el momento que compartieron en aquella camioneta flotante cuando le ofreció su energía para evitar que cayera inconsciente y ayudar a los demás cazadores que seguían en el barco.
Miraba sus botas mientras esperaba que Magnus abriera la puerta, ellos tenían esta extraña relación y cada vez que iba a verle el pelinegro no tenía la más remota idea de que decir al verle “Hola” o “Nos vemos de nuevo” tenía claro que Jace se burlaría de él solo de escucharle pero ahora no quería pensar en eso, estaba intentando aclarar sus sentimientos y despejar esa idea de que lo que sentía era amor por Jace y antes que pudiera seguir pensando en cualquier cosa la puerta comenzó a abrirse.
Mantenía su “No relación” con Magnus en secreto incluso cuando Jace y el resto quisieron ir al mundo de las Hadas él prefirió quedarse para pasar tiempo con Magnus; aunque todos sospechaban él prefería mantener los muros a su alrededor levantados no quería terminar siendo repudiado o exiliado por ser quien era.
Sin rumbo ninguno miraba los letreros los Mundanos pasaban de el tal cual como pasaban de largo sin notar a los demonios que le rodeaban, aun estaba latente la amenaza de Valentine con dos de los tres instrumentos mortales a Alec le parecía algo sano y en cierta forma bueno que nadie supiera donde se encontraba el tercer instrumento.
Los pies de Alec se movían sin siquiera estar pensándolo ¿Quizás si lo hacía? Al darse cuenta se encontraba frente al departamento de Magnus Bane, desde hacia un tiempo tenía claro lo que sentía por el Brujo pero prefería ocultarlo tras un gran “No estoy preparado” incluso le debía mucho a Magnus ya que cuando se ofreció de conejillo de indias para la runa sin miedo de Clary fue Magnus quien evito que hiciera algo de lo que quizás luego terminara arrepintiéndose.
Escurriendo agua de todas partes bajo la capucha del traje lo que hizo fue bajarla y toco la puerta, los guantes mojados dejaron una marca húmeda en la puerta y allí estaba frente a la casa de El Gran Brujo de Brooklyn. Sonrió para sí mismo recordando el momento que compartieron en aquella camioneta flotante cuando le ofreció su energía para evitar que cayera inconsciente y ayudar a los demás cazadores que seguían en el barco.
Miraba sus botas mientras esperaba que Magnus abriera la puerta, ellos tenían esta extraña relación y cada vez que iba a verle el pelinegro no tenía la más remota idea de que decir al verle “Hola” o “Nos vemos de nuevo” tenía claro que Jace se burlaría de él solo de escucharle pero ahora no quería pensar en eso, estaba intentando aclarar sus sentimientos y despejar esa idea de que lo que sentía era amor por Jace y antes que pudiera seguir pensando en cualquier cosa la puerta comenzó a abrirse.
Invitado- Invitado
Re: "Changing History, Unchanging Heart" (Magnus B.)
El día había sido tranquilo, pero que tranquilo. Aburrido, había sido aburrido no estaba acostumbrado a pasar una tarde tan aburridas como esas. Desde lo sucedido en el barco no pasaba nada divertido o entretenido, solo muchos trabajos aburridos que si pocimas para dormir, etc. Ni si quiera podía esperar con alegría a que viniera Jocelyn con su hija para volver a coserle el bloqueo que tenía en su mente. No podía negar que era una de mis mayores obras, tanto que había pecado de orgulloso y había grabado mi nombre a fuego en su mente. En palabras más llanas, le había firmado dentro de la cabeza. Por eso habían conseguido conocer al adorable Alec. Tenía mi combinación favorita, ojos azules y cabello negros. Tampoco sabía nada de él desde ese momento, no quería agobiarle al respecto.
Estaba claro que me quería y él sabía a perfectamente que yo le quería. Sin embargo ese joven con toda la presión de la clave y con esos pensamientos que tenía hacia su parabatai no podía dar un paso en lo nuestro. Para mí solo era una excusa, pero él era como era y lo quería como tal. Aunque a veces me cansara de tener que ocultarlo a pesar de saber que era importante como él.
Como el día había sido sumamente aburrido solo me había dedicado a leer poseía. Me encantaba a pesar de que se me diera mal escribir versos. La tarde se me fue entera en eso. Leyendo sin detenerme, mientras que mi gato iba de un lado a otro, en una ocasión me había dedicado a realizar magia, creando la imagen de un ratón para que mi gato fuera detrás de el. Era divertido verlo, como se agazapaba y saltaba sobre él y cuando caía el ratón desaparecida en chispas azules. No había nada más divertido que eso. Ya casi entrada la noche alguien llamó a mi puerta, al estar tan sumergido en mi lectura no me había dado cuenta de la hora que era y que, en algún punto de la tarde, noche o lo que fuera había comenzando a lloviznar. Lo único que podía ver era una paca de agua bajando del cielo. Doblé la esquina de la página y dejé el libro sobre la mesa y bajé a abrir la puerta. Al hacerlo enarqué una ceja de incredulidad al ver a Alec. Le miré de arriba abajo, estaba empapado, por culpa de la lluvia pero lo que más me llamó la atención fue verle los múltiples cortes.
-¿Estás bien? -pregunté al chico que estaba delante mí. -¿Y los demás? -normalmente hubiera cobrado por todos los servicios prestados hacia esos nefilims, pero gracias a él no les había cobrado ni un solo centavo. -Entra vamos. -le cogí del brazo y lo metí dentro. Subía hasta mi loft y cerré la puerta de una patada. -siéntate, te curare esas heridas. ¿Qué fue? -pregunté refiriéndome a los demonios. Lo más probable es que eso fuera la causa más probable, dado su oficio. Iba pasando mis manos a centímetros de la piel mientras que esperaba que contestara a mis preguntas.
Estaba claro que me quería y él sabía a perfectamente que yo le quería. Sin embargo ese joven con toda la presión de la clave y con esos pensamientos que tenía hacia su parabatai no podía dar un paso en lo nuestro. Para mí solo era una excusa, pero él era como era y lo quería como tal. Aunque a veces me cansara de tener que ocultarlo a pesar de saber que era importante como él.
Como el día había sido sumamente aburrido solo me había dedicado a leer poseía. Me encantaba a pesar de que se me diera mal escribir versos. La tarde se me fue entera en eso. Leyendo sin detenerme, mientras que mi gato iba de un lado a otro, en una ocasión me había dedicado a realizar magia, creando la imagen de un ratón para que mi gato fuera detrás de el. Era divertido verlo, como se agazapaba y saltaba sobre él y cuando caía el ratón desaparecida en chispas azules. No había nada más divertido que eso. Ya casi entrada la noche alguien llamó a mi puerta, al estar tan sumergido en mi lectura no me había dado cuenta de la hora que era y que, en algún punto de la tarde, noche o lo que fuera había comenzando a lloviznar. Lo único que podía ver era una paca de agua bajando del cielo. Doblé la esquina de la página y dejé el libro sobre la mesa y bajé a abrir la puerta. Al hacerlo enarqué una ceja de incredulidad al ver a Alec. Le miré de arriba abajo, estaba empapado, por culpa de la lluvia pero lo que más me llamó la atención fue verle los múltiples cortes.
-¿Estás bien? -pregunté al chico que estaba delante mí. -¿Y los demás? -normalmente hubiera cobrado por todos los servicios prestados hacia esos nefilims, pero gracias a él no les había cobrado ni un solo centavo. -Entra vamos. -le cogí del brazo y lo metí dentro. Subía hasta mi loft y cerré la puerta de una patada. -siéntate, te curare esas heridas. ¿Qué fue? -pregunté refiriéndome a los demonios. Lo más probable es que eso fuera la causa más probable, dado su oficio. Iba pasando mis manos a centímetros de la piel mientras que esperaba que contestara a mis preguntas.
Off: está perfect
Magnus Bane- Brujo
- Mensajes : 49
Fecha de inscripción : 01/05/2014
Re: "Changing History, Unchanging Heart" (Magnus B.)
El frio tensaba la piel de Alec a pesar de ser Nehilims en español hijos de ángeles ellos sentían igual que los mortales ciertas sensaciones, como el frio, el calor el resto del mundo ellos lo percibían de manera diferente digamos que podrían percibir la verdadera naturaleza de las cosas algo que los mundanos no hacían y era bueno en cierta forma no se imaginaba a ninguno de ellos cara a cara con un Demonio. Los ojos azules de Alec percibieron la figura de Magnus quien abrió la puerta las heridas del cazador no le dolían quizás el ardor por el agua pero en cierta forma se había acostumbrado al dolor en los últimos combates. El pelinegro sacudió su cabello quitando el exceso de agua y aun de esa forma el cabello quedo en el mismo lugar de siempre como si ya estuviera amaestrado para hacerlo, mojado el azul de sus pupilas destacaba mas y se centro en la mirada gatuna del brujo – Lo estoy – respondió a Magnus.
El gran Brujo había sido de ayuda a los cazadores desde el momento en que le conocieron, salvando a Alec cuando fue envenenado y casi muere por aquel demonio, salvándole de nuevo de la runa improvisada de Clary y si seguía pensando no se concentraría nunca en la conversación con el.
Dio un paso dentro de la casa escurriendo menos agua ya que donde había estado parado antes poco más y se formaba un lago – Jace e Izzy fueron de regreso al instituto y yo termine aquí – No le diría que su subconsciente estaba pensando en él y que no tenía claro como sus pies lo habían llevado hasta allí, Magnus había ayudado a los cazadores sin cobrar nada e incluso lo volvería a hacer ya que Alec también aprovecharía esa oportunidad para hablarle sobre abrir el portal hacia Idris una reunión se celebraría allí.
Era bueno que ya el consejo no estuviera ensañado en contra de Jace o al menos eso creía el chico de ojos azules la ventaja es que él estaría en el consejo siendo el hermano mayor y podría decir por fin lo que pensaba, el orgullo lo inflaba cuando recordaba que sería el primer hijo de los Lightwood en estar en el consejo. El tacto del brujo en su brazo le hizo sentir calor olvidando la lluvia o incluso que estaba empapado y sentía frio.
Alec intento buscar las palabras en su cabeza mientras miraba con atención como Magnus le tocaba, el tono rojo cubrió las blancas mejillas del cazador y vamos que odiaba ser como un libro abierto para ciertas situaciones – Fue un grupo de demonios fantasmas y luego los Rapiñadores, al final este fue el resultado – Si le hubiesen preguntado a Jace seguro diría algo como “Debiste ver al otro sujeto” o algo por el estilo pero al contrario que su familia el pelinegro era mas metódico.
Alec miro a Presidente Miau y luego se concentro en el brujo, ya habían pasado la parte del “Hola ¿Cómo estás?” así que su mente rebuscaba acerca de qué hablar – No era mi intención interrumpir, lo que sea que hicieras – le dijo y si el chico era educado que podría hacerse.
El gran Brujo había sido de ayuda a los cazadores desde el momento en que le conocieron, salvando a Alec cuando fue envenenado y casi muere por aquel demonio, salvándole de nuevo de la runa improvisada de Clary y si seguía pensando no se concentraría nunca en la conversación con el.
Dio un paso dentro de la casa escurriendo menos agua ya que donde había estado parado antes poco más y se formaba un lago – Jace e Izzy fueron de regreso al instituto y yo termine aquí – No le diría que su subconsciente estaba pensando en él y que no tenía claro como sus pies lo habían llevado hasta allí, Magnus había ayudado a los cazadores sin cobrar nada e incluso lo volvería a hacer ya que Alec también aprovecharía esa oportunidad para hablarle sobre abrir el portal hacia Idris una reunión se celebraría allí.
Era bueno que ya el consejo no estuviera ensañado en contra de Jace o al menos eso creía el chico de ojos azules la ventaja es que él estaría en el consejo siendo el hermano mayor y podría decir por fin lo que pensaba, el orgullo lo inflaba cuando recordaba que sería el primer hijo de los Lightwood en estar en el consejo. El tacto del brujo en su brazo le hizo sentir calor olvidando la lluvia o incluso que estaba empapado y sentía frio.
Alec intento buscar las palabras en su cabeza mientras miraba con atención como Magnus le tocaba, el tono rojo cubrió las blancas mejillas del cazador y vamos que odiaba ser como un libro abierto para ciertas situaciones – Fue un grupo de demonios fantasmas y luego los Rapiñadores, al final este fue el resultado – Si le hubiesen preguntado a Jace seguro diría algo como “Debiste ver al otro sujeto” o algo por el estilo pero al contrario que su familia el pelinegro era mas metódico.
Alec miro a Presidente Miau y luego se concentro en el brujo, ya habían pasado la parte del “Hola ¿Cómo estás?” así que su mente rebuscaba acerca de qué hablar – No era mi intención interrumpir, lo que sea que hicieras – le dijo y si el chico era educado que podría hacerse.
Invitado- Invitado
Re: "Changing History, Unchanging Heart" (Magnus B.)
En las condiciones en las que se encontraba le hacían brillar todavía más sus ojos azules y su color de pelo, de por si negro, quedaba todavía más negro por culpa de la lluvia. No dije nada ante esa visión, a pesar de que me diera ganas de empujarlo contra la pared y no soltarlo por un largo periodo de tiempo, pero eso ya vendría más adelante, o eso creía. Me contestó que estaba bien, así que me relaje por completo, me aparté para que Alec pudiera entrar. Me contó lo que habían hecho los demás y al escuchar lo que había pasado con él sonreí a medio lado.
-¿De verdad? -dije como si mis palabras guardaban un enigma. Estaba bastante claro lo que el cazador de sombras sentía por mí, y estaba más que claro lo que yo sentía a su vez por él. Eso no era ningún secreto para nadie. Le cogí del brazo y lo llevé a mi apartamento, le hice sentarse en una silla mientras comenzaba a curar a sus heridas. Por suerte no tenía veneno en su organismo, de reojo vi como sus mejillas se teñían de color rojo y yo sonreí, mirándole de reojo de manera pícara.
Me encantaba que los colores le subieran, sobre todo si era mi culpa y por algo tan insignificante como que le estuviera tocando. No dije nada al respecto.
Me contó contra quienes habían luchado, los últimos eran estúpidos pero tenían, desgraciadamente, un veneno bastante potente. Tenían que tener algo para compensar el poco cerebro que tenían con algo. Acabé de curarle enseguida y los dos nos quedamos en silencio, se podía decir que era algo incómodo pero yo me estaba divirtiendo bastante ante su visión avergonzada. Pidió disculpas y solté algo entre un suspiro y una sonrisa, chasqueé los dedos e hice aparecer una toalla que estaba en el baño. Era de color negro tan parecido al suyo.
-Sécate. -le dije mientras me ponía de pie. -Voy a ver si has dejado ropa de la última vez que te quedaste. -Me dirigí a mi cuarto y dejé la puerta entre abierta por si me quería decir algo. Presidente Miau se había quedado junto con mi nefilim.
Todo estaba tan desordenado como siempre, así que tarde un poco en encontrar lo que buscaba. Volví al salón con él. -Aquí tienes, ropa limpia y seca. -volví a ocupar el asiento. -Si te quieres duchar, ya sabes donde está el baño. -le dije y esperé pacientemente a que hiciera lo que tuviera que hacer, mientras que volví a coger el libro de poesía y me sentaba en el sofá que ocupaba antes de la aparición de Alec. Alcé la cabeza cuando apareció de nuevo y nos quedamos unos segundos en silencio. Acabé sonriendo.
-¿Por qué no admites de una vez que querías verme? -mis ojos de gato brillaron ante mis palabras.
-¿De verdad? -dije como si mis palabras guardaban un enigma. Estaba bastante claro lo que el cazador de sombras sentía por mí, y estaba más que claro lo que yo sentía a su vez por él. Eso no era ningún secreto para nadie. Le cogí del brazo y lo llevé a mi apartamento, le hice sentarse en una silla mientras comenzaba a curar a sus heridas. Por suerte no tenía veneno en su organismo, de reojo vi como sus mejillas se teñían de color rojo y yo sonreí, mirándole de reojo de manera pícara.
Me encantaba que los colores le subieran, sobre todo si era mi culpa y por algo tan insignificante como que le estuviera tocando. No dije nada al respecto.
Me contó contra quienes habían luchado, los últimos eran estúpidos pero tenían, desgraciadamente, un veneno bastante potente. Tenían que tener algo para compensar el poco cerebro que tenían con algo. Acabé de curarle enseguida y los dos nos quedamos en silencio, se podía decir que era algo incómodo pero yo me estaba divirtiendo bastante ante su visión avergonzada. Pidió disculpas y solté algo entre un suspiro y una sonrisa, chasqueé los dedos e hice aparecer una toalla que estaba en el baño. Era de color negro tan parecido al suyo.
-Sécate. -le dije mientras me ponía de pie. -Voy a ver si has dejado ropa de la última vez que te quedaste. -Me dirigí a mi cuarto y dejé la puerta entre abierta por si me quería decir algo. Presidente Miau se había quedado junto con mi nefilim.
Todo estaba tan desordenado como siempre, así que tarde un poco en encontrar lo que buscaba. Volví al salón con él. -Aquí tienes, ropa limpia y seca. -volví a ocupar el asiento. -Si te quieres duchar, ya sabes donde está el baño. -le dije y esperé pacientemente a que hiciera lo que tuviera que hacer, mientras que volví a coger el libro de poesía y me sentaba en el sofá que ocupaba antes de la aparición de Alec. Alcé la cabeza cuando apareció de nuevo y nos quedamos unos segundos en silencio. Acabé sonriendo.
-¿Por qué no admites de una vez que querías verme? -mis ojos de gato brillaron ante mis palabras.
Magnus Bane- Brujo
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Fecha de inscripción : 01/05/2014
Re: "Changing History, Unchanging Heart" (Magnus B.)
No quería admitirlo esa era la palabra no quería, Alec se negaba a Admitir que sentía algo por el brujo quizás porque no se había sentido así ni con su amor platónico por su parabatai o quizás no había sentido eso jamás. Alec se concentro en el departamento de Magnus y seguía igual que la primera vez que puso un pie allí era lo que llamarían un orden dentro del desorden el cazador de sombras se preguntaba cómo era capaz de encontrar algo entre tantas cosas, sus ojos azules se paseaban por toda la habitación hasta llegar de nuevo al brujo quien curo sus heridas dios lo que menos quería que Magnus pensara es que había terminado allí para que le curara, el podía hacer eso con un Iratze la verdad no sabía por qué había llegado allí o si lo sabía y era que quería ver al gran Brujo de Brooklyn y sus ojos de gato.
Termino sonriendo pero lo oculto cuando Magnus le pregunto si era verdad lo que estaba diciendo – Lo es, no quiero que pienses que vine aquí para que me curaras…- dios ¿Por qué esas palabras habían salido de su boca? Ahora tendría que encontrar que mas decir ya que Alec no era de los que dejaban oraciones a medio terminar, quizás era un trastorno obsesivo compulsivo.
En su vida había muchos Quizás, es posible, la verdad es que su vida no era sencilla y menos con las leyes sobre los Cazadores que resultaban homosexuales pero el despejo su mente de esas cosas concentrándose en Magnus curándolo y de la nada hizo aparecer una toalla que Alec aprovecho para secarse el cabello mientras el otro mencionaba ropa que quizás había dejado allí. Solo dios sabía que si había otro color aun más rojo sus mejillas lo tendrían, Alec aprovecho que Magnus rebuscaba entre sus cosas para sonrojarse y sonreír al mismo tiempo si no podía negar que se había divertido.
Tomo la ropa que encontró y decidió aprovechar la hospitalidad de su ¿Novio? ¿Amigo con beneficios? Diablos todo era complicado desde su mente hasta la realidad ya que tenía claro que Magnus no le esperaría eternamente – Tomare una ducha entonces – Los cazadores no se enfermaban pero olía a lluvia y tierra mojada, además ese olor a demonio no era algo bueno de traer encima. Antes de marcharse se detuvo para mirar a Magnus y allí se detuvieron ambas miradas los ojos azules y la mirada felina de Magnus y todo quedo en silencio, no un silencio tenso sino interesante.
Alec considero ese el mejor momento para terminar la frase que había cortado – No vine a que me curaras, vine a verte – eso se llamaba sinceridad y no había necesitado una runa de Sin miedo para poder hablar o algo por el esto sin decir más fue a quitarse el agua de la lluvia y vaya que le gustaba estar cerca de Magnus solo que los muros que el pelinegro había levantado a su alrededor “No dejes que sepan” “No sientas” algo parecido el mantenía fuera a la gente solo dejaba que se acercaran lo que les importaban y Magnus lo hacía solo que no sabía cómo bajar las barreras que mantuvo por tanto.
La ducha fue rápida, lo suficiente para quitar el olor a lluvia y comenzó a secarse y vestirse, por ultimo fue secarse el cabello y salió de nuevo a donde estaba Magnus aun si colocarse la camisa y secando su cabello – Lamento si lo hago complicado, normalmente no dejo a las personas entrar pero de alguna forma te has colado y yo soy complicado pero de verdad me alegra que entraras– dijo mientras miraba a Magnus esperaba que supiera de que estaba hablando o en verdad estaría avergonzado, nadie se acercaba al frío y Metódico Alec además de sus hermanos y Jace que era más que un hermano ya que su vinculo de Parabatai los hacía más que hermanos pero en ese momento lo que si tenía claro el Cazador de sombras es que no quería perder a Magnus.
Termino sonriendo pero lo oculto cuando Magnus le pregunto si era verdad lo que estaba diciendo – Lo es, no quiero que pienses que vine aquí para que me curaras…- dios ¿Por qué esas palabras habían salido de su boca? Ahora tendría que encontrar que mas decir ya que Alec no era de los que dejaban oraciones a medio terminar, quizás era un trastorno obsesivo compulsivo.
En su vida había muchos Quizás, es posible, la verdad es que su vida no era sencilla y menos con las leyes sobre los Cazadores que resultaban homosexuales pero el despejo su mente de esas cosas concentrándose en Magnus curándolo y de la nada hizo aparecer una toalla que Alec aprovecho para secarse el cabello mientras el otro mencionaba ropa que quizás había dejado allí. Solo dios sabía que si había otro color aun más rojo sus mejillas lo tendrían, Alec aprovecho que Magnus rebuscaba entre sus cosas para sonrojarse y sonreír al mismo tiempo si no podía negar que se había divertido.
Tomo la ropa que encontró y decidió aprovechar la hospitalidad de su ¿Novio? ¿Amigo con beneficios? Diablos todo era complicado desde su mente hasta la realidad ya que tenía claro que Magnus no le esperaría eternamente – Tomare una ducha entonces – Los cazadores no se enfermaban pero olía a lluvia y tierra mojada, además ese olor a demonio no era algo bueno de traer encima. Antes de marcharse se detuvo para mirar a Magnus y allí se detuvieron ambas miradas los ojos azules y la mirada felina de Magnus y todo quedo en silencio, no un silencio tenso sino interesante.
Alec considero ese el mejor momento para terminar la frase que había cortado – No vine a que me curaras, vine a verte – eso se llamaba sinceridad y no había necesitado una runa de Sin miedo para poder hablar o algo por el esto sin decir más fue a quitarse el agua de la lluvia y vaya que le gustaba estar cerca de Magnus solo que los muros que el pelinegro había levantado a su alrededor “No dejes que sepan” “No sientas” algo parecido el mantenía fuera a la gente solo dejaba que se acercaran lo que les importaban y Magnus lo hacía solo que no sabía cómo bajar las barreras que mantuvo por tanto.
La ducha fue rápida, lo suficiente para quitar el olor a lluvia y comenzó a secarse y vestirse, por ultimo fue secarse el cabello y salió de nuevo a donde estaba Magnus aun si colocarse la camisa y secando su cabello – Lamento si lo hago complicado, normalmente no dejo a las personas entrar pero de alguna forma te has colado y yo soy complicado pero de verdad me alegra que entraras– dijo mientras miraba a Magnus esperaba que supiera de que estaba hablando o en verdad estaría avergonzado, nadie se acercaba al frío y Metódico Alec además de sus hermanos y Jace que era más que un hermano ya que su vinculo de Parabatai los hacía más que hermanos pero en ese momento lo que si tenía claro el Cazador de sombras es que no quería perder a Magnus.
Invitado- Invitado
Re: "Changing History, Unchanging Heart" (Magnus B.)
Le miré y me reí.
-De acuerdo. -le dije con una gran sonrisa en mis labios. Había decidido curarlo porque quería. -No podía dejarte con las heridas, ¿qué clase de novio-no-oficial sería? -me reí. Terminé de curarle. -Listo. -al cederle una ducha, ropa limpia y seca decidió tomarse una ducha. No hacía falta que le dijera por donde tenía que ir, el sabía perfectamente el camino. No era la primera vez que había estado en mi casa, y sinceramente esperaba que no fuera la ultima. Sin embargo, antes de irse clavó su mirada azul, que tanto me volvía loco, en mis ojos y dijo aquellas palabras, que hicieron que le mirara sorprendido hasta que desapareció de mi vista dentro del baño. Cuando lo hice solté una risa.
-Pero que astuto. -dije en voz baja, pensando lo mucho que me había gustado lo que me acababa de decir. Me senté en mi sillón y comencé a leer por donde lo había dejado con una sonrisa en los labios. Sin duda era astuto, no sabía cuanto me gustaba que dijera esas cosas, sobre todo cuando parecía que estaba dando lo mejor de él al decirlas en voz alta. Un claro indicio que se estaba esforzando. Al ver a Alec, muchas veces no podía impedir ver grandes ojos grises y testarudos en mi mente. Hacía ya un par de semanas que no sabía de Tessa y me pregunté, como reaccionaría al descubrir que mi amante era un descendiente de ella, no directo ya que él pertenecía a la descendencia de la hermana de ese chico. Una pena que se perdieran con él sus ojos azules de un color casi violetas, iguales que el de su hermana a pesar de que esta si había pasado a sus hijos ese color de ojos tan particular. No podía decir que echaba de menos esa época, pero tampoco podía decir que no la echaba de menos. Todo lo pasado se añoraba, y más siendo alguien como yo, pero el presente era lo que yo vivía, porque futuro tenía para un largo rato. Hasta que dejara de sentir, dejara que la edad me consumiera, como había hecho con mi querido amigo Ragnor. Me había estado carteando con él, supongo que debería decírselo a Alec, para que este se lo dijera a Clary, aunque poco me importaba si se lo dijera o no. Yo haría lo que tendría que hacer y punto.
Se duchó rápido y cuando salió levanté la mirada y le dedique una sonrisa tras unos momentos de guardar silencio. El comenzó a hablar y yo le miré fijamente, ladeé un poco la cabeza extrañado.
-¿De qué hablas? -sabía de que estaba hablando, pero al hacerme el loco solo conseguiría avergonzado y al hacerlo sonreí de oreja a oreja. Me levanté dejando caer el libro sobre el sillón, me acerqué a él y le levanté el mentón con un dedo para bajar mi rostro y presionar mis labios contra los suyos. Después de eso, hice un poco más profundo mi beso, para separarme con los ojos brillantes. -Sabrás que ya que me he colado no voy a salir tan fácilmente y tampoco quiero salir. -mi sonrisa gatuna seguía presente. Alec era lo suficientemente alto para que no tuviera que agachar mucho la cabeza para mantener mis ojos de gato en sus ojos azules.
-De acuerdo. -le dije con una gran sonrisa en mis labios. Había decidido curarlo porque quería. -No podía dejarte con las heridas, ¿qué clase de novio-no-oficial sería? -me reí. Terminé de curarle. -Listo. -al cederle una ducha, ropa limpia y seca decidió tomarse una ducha. No hacía falta que le dijera por donde tenía que ir, el sabía perfectamente el camino. No era la primera vez que había estado en mi casa, y sinceramente esperaba que no fuera la ultima. Sin embargo, antes de irse clavó su mirada azul, que tanto me volvía loco, en mis ojos y dijo aquellas palabras, que hicieron que le mirara sorprendido hasta que desapareció de mi vista dentro del baño. Cuando lo hice solté una risa.
-Pero que astuto. -dije en voz baja, pensando lo mucho que me había gustado lo que me acababa de decir. Me senté en mi sillón y comencé a leer por donde lo había dejado con una sonrisa en los labios. Sin duda era astuto, no sabía cuanto me gustaba que dijera esas cosas, sobre todo cuando parecía que estaba dando lo mejor de él al decirlas en voz alta. Un claro indicio que se estaba esforzando. Al ver a Alec, muchas veces no podía impedir ver grandes ojos grises y testarudos en mi mente. Hacía ya un par de semanas que no sabía de Tessa y me pregunté, como reaccionaría al descubrir que mi amante era un descendiente de ella, no directo ya que él pertenecía a la descendencia de la hermana de ese chico. Una pena que se perdieran con él sus ojos azules de un color casi violetas, iguales que el de su hermana a pesar de que esta si había pasado a sus hijos ese color de ojos tan particular. No podía decir que echaba de menos esa época, pero tampoco podía decir que no la echaba de menos. Todo lo pasado se añoraba, y más siendo alguien como yo, pero el presente era lo que yo vivía, porque futuro tenía para un largo rato. Hasta que dejara de sentir, dejara que la edad me consumiera, como había hecho con mi querido amigo Ragnor. Me había estado carteando con él, supongo que debería decírselo a Alec, para que este se lo dijera a Clary, aunque poco me importaba si se lo dijera o no. Yo haría lo que tendría que hacer y punto.
Se duchó rápido y cuando salió levanté la mirada y le dedique una sonrisa tras unos momentos de guardar silencio. El comenzó a hablar y yo le miré fijamente, ladeé un poco la cabeza extrañado.
-¿De qué hablas? -sabía de que estaba hablando, pero al hacerme el loco solo conseguiría avergonzado y al hacerlo sonreí de oreja a oreja. Me levanté dejando caer el libro sobre el sillón, me acerqué a él y le levanté el mentón con un dedo para bajar mi rostro y presionar mis labios contra los suyos. Después de eso, hice un poco más profundo mi beso, para separarme con los ojos brillantes. -Sabrás que ya que me he colado no voy a salir tan fácilmente y tampoco quiero salir. -mi sonrisa gatuna seguía presente. Alec era lo suficientemente alto para que no tuviera que agachar mucho la cabeza para mantener mis ojos de gato en sus ojos azules.
Off: Perdona la tardanza u.u
Magnus Bane- Brujo
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