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No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
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No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Estaba claro que Jace iba a oponerse a que fuese a Idris después de la pelea que tuvimos. Hacía ya casi una semana de eso y desde entonces apenas había vuelto a cruzármele, y mucho menos dirigirle la palabra. Sobraba decir que nuestros entrenamientos se habían suspendido desde entonces y no había vuelto a llamarle. Solo había quedado con Valentina el día después, y con Kyo durante la semana alguna que otra vez para ayudarle con sus investigaciones. De hecho había aprovechado para avisarle que, ya que algunos cazadores iban a Idris por lo de Valentine, yo pensaba ir por si podía averiguar algo más sobre el libro del que me habló o sobre lo que podría sernos útil para despertar a mi madre.
Sabía que Jace no querría que fuera, así que, aunque me había dado una hora para estar en el instituto, empecé a arreglarme con tiempo para llegar al menos tres horas antes. Así seguro que no podrían dejarme atrás.
Ya que íbamos a una ciudad de cazadores de sombras lo mejor sería que hiciera equipaje llevando algunas de las cosas de mi madre. A Luke a veces aún se le hacía difícil verme con sus cosas, como si la viese a ella a través de mí. Por eso, aunque se ofreció a acompañarme, insistí en que no sería necesario. Ya ha hecho suficiente por mí, y además él tenía que quedarse aquí con mamá. Ella le necesita más que yo.
Me vestí con unos pantalones de licra ajustados negros, unas botas a la altura de la rodilla, con la punta alargada y algo de tacón, un top negro con escote en forma de corazón y tirantes gruesos, que daba el aspecto de un corsé, con una cremallera plateada a la espalda, y por encima la chaqueta de cuero. Me puse también unos mitones a juego y me dejé suelta mi larga melena pelirroja, ligeramente ondulada. La estela de mi madre iba en el bolsillo derecho de la chaqueta, como habitualmente, y ya tenía el equipaje en una de esas maletas con ruedas.
En cuanto lo tuve todo, me fui camino del instituto, y como imaginaba, llegué unas tres horas antes de la hora acordada, acercándome al patio trasero, donde se suponía que se abriría el portal que nos llevaría a la ciudad.
Desde allí, donde aún no había nadie, mandé a Valen un mensaje por el móvil para decirla que ya estaba aquí.. Le había pedido si podía acompañarnos, ya que ella conocía la ciudad, y me vendría bien que estuviera con nosotros para evitar peleas con Jace. Además, esperaba que ella me apoyase con mi idea de ir.
En cuanto lo hice guardé el móvil de nuevo, tumbé la maleta y me senté en ella a esperar.
Sabía que Jace no querría que fuera, así que, aunque me había dado una hora para estar en el instituto, empecé a arreglarme con tiempo para llegar al menos tres horas antes. Así seguro que no podrían dejarme atrás.
Ya que íbamos a una ciudad de cazadores de sombras lo mejor sería que hiciera equipaje llevando algunas de las cosas de mi madre. A Luke a veces aún se le hacía difícil verme con sus cosas, como si la viese a ella a través de mí. Por eso, aunque se ofreció a acompañarme, insistí en que no sería necesario. Ya ha hecho suficiente por mí, y además él tenía que quedarse aquí con mamá. Ella le necesita más que yo.
Me vestí con unos pantalones de licra ajustados negros, unas botas a la altura de la rodilla, con la punta alargada y algo de tacón, un top negro con escote en forma de corazón y tirantes gruesos, que daba el aspecto de un corsé, con una cremallera plateada a la espalda, y por encima la chaqueta de cuero. Me puse también unos mitones a juego y me dejé suelta mi larga melena pelirroja, ligeramente ondulada. La estela de mi madre iba en el bolsillo derecho de la chaqueta, como habitualmente, y ya tenía el equipaje en una de esas maletas con ruedas.
En cuanto lo tuve todo, me fui camino del instituto, y como imaginaba, llegué unas tres horas antes de la hora acordada, acercándome al patio trasero, donde se suponía que se abriría el portal que nos llevaría a la ciudad.
Desde allí, donde aún no había nadie, mandé a Valen un mensaje por el móvil para decirla que ya estaba aquí.. Le había pedido si podía acompañarnos, ya que ella conocía la ciudad, y me vendría bien que estuviera con nosotros para evitar peleas con Jace. Además, esperaba que ella me apoyase con mi idea de ir.
En cuanto lo hice guardé el móvil de nuevo, tumbé la maleta y me senté en ella a esperar.
Última edición por Clary Fray el Sáb Jul 05, 2014 9:53 am, editado 2 veces
Clary Fray- Nefilims
- Mensajes : 164
Fecha de inscripción : 12/03/2014
Localización : Casa de Luke o Instituto de los Nefilim
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Desde la discusión con Clary había descansado más bien poco, pero estas últimas noches el cansancio se había apoderado de mí y las ojeras habían desaparecido, algo era algo. Era temprano, estaba seguro que todos deberían de estar durmiendo a estas horas. Me levanté y desperecé antes de entrar al baño y darme una ducha. Tenía la esperanza que Clary no llegara a tiempo, de hecho le había dado una hora equivocada, el viaje se realizara dentro de una hora y media o así, le había dicho a la chica que sería más tarde para que no pudiera seguirnos y perdiera la oportunidad de ir a Idris. No quería que fuera, era demasiado peligroso para ella, aunque en realidad fuera una cazadora de sombras. Nadie sabía del poder que tenía sobre las runas, pero tampoco quería que estuviera a tan exposición a la clave. Esta se interesaría demasiado en su poder y eso nunca era bueno. Mi lealtad estaba en la clave, pero eso no significaba que me gustara como hacían las cosas la mayor parte del tiempo. Todos sabíamos que nadie de allí eran unos santos, ni si quiera yo.
La ducha consiguió relajarme y me consolaba el hecho de haberla dado una hora equivocada a Clary. Ella no estaría y yo dirían que me habría enviado un mensaje diciéndome que había cambiado de idea y que prefería quedarse en Nueva York con su madre, Luke y su novio. Esta última opción no me gustaba demasiado, pero no tenía nada mejor que decir, sin contar que eran las únicas personas que la podrían retener en la ciudad. Salí de la ducha y me puse mi equipo de cazador de sombras, era la ropa más cómoda que podía llevar, sin contar el pijama. Al salir, todavía frotando mi cabello con la toalla comencé a ordenar mi cuarto. No soportaba verlo con tanto desorden. Mis cosas se repartían por mi habitación, unas paredes casi desnudas, solo por estanterías llenas de libros. En la mesilla de noche reposaba el libro que me estaba leyendo actualmente, que lo metí en mi bolsa de viaje. Fui a mi escritorio para repasar de nuevo todas armas que había preparado para la salida. Guardé algunas en mi cinturón y todas las demás dentro de la bolsa. La estela también la puse en mi pantalón, aunque normalmente la guardaba dentro del bolsillo de mi cazadora, pero no había necesidad de ponérmela ahora. Me puse las botas salí de mi cuarto.
Iglesia estaba allí esperando con un maullido en la boca, me agaché y le acaricié la cabeza. Tendría comida suficiente, nos habíamos encargado de eso. Fui a la cocina, cogí una única manzana y comencé a comérmela mientras que andaba hacia el ascensor. Quería pasear por los jardines antes de tener que irnos. Nuestra ausencia seguramente no se prolongaría demasiado, pero me gustaría estar un rato a solas antes de volver, repasar mis cosas e irnos. Antes de coger el ascensor pensé en ir y tocar el piano, sin embargo descarte la ida al recordar nuevamente la hora. Al llegar a la planta baja, ya había terminado de desayunar. Salí al exterior y el olor de primera hora de la mañana de Nueva York me saludó. No era desagradable, pero no era comparado con lo que se respiraba en Idris, aire totalmente limpio. Bajé las escaleras y fui a un lateral del instituto y lancé el corazón de la manzana lejos, dentro del jardín del instituto. Tenía curiosidad si después de eso crecería un manzano, aunque lo dudaba. Caminé hasta el patio trasero, allí es donde Magnus abriría el portal, pero encontré una figura que no me esperaba ver.
Clary se encontraba allí, de espaldas a mí vestida completamente de negro y con su melena pelirroja suelta. Sentí que tanto el corazón como el estomago se me encogieron. El deseo de abrazarla y besarla, contra el deseo de que e fuera. No tendría que estar allí, no tendría que haber venido hasta dentro de tres o cuatro horas más tarde. El enfado se apoderó de mi garganta y apreté los puños al verla.
-¿Qué demonios haces aquí? -le pregunté a su espalda. No había hablado con ella desde aquella discusión. Solo le había enviado un mensaje comunicándole la hora de nuestro viaje. No me importaba que descubriera mi mentira, pero me molestaba que no hubiera hecho caso a lo que se le había dicho. Saldríamos dentro de hora y media como mucho y ella estaba allí, exponiéndose ante la clave como animal encerrado en un zoológico.
La ducha consiguió relajarme y me consolaba el hecho de haberla dado una hora equivocada a Clary. Ella no estaría y yo dirían que me habría enviado un mensaje diciéndome que había cambiado de idea y que prefería quedarse en Nueva York con su madre, Luke y su novio. Esta última opción no me gustaba demasiado, pero no tenía nada mejor que decir, sin contar que eran las únicas personas que la podrían retener en la ciudad. Salí de la ducha y me puse mi equipo de cazador de sombras, era la ropa más cómoda que podía llevar, sin contar el pijama. Al salir, todavía frotando mi cabello con la toalla comencé a ordenar mi cuarto. No soportaba verlo con tanto desorden. Mis cosas se repartían por mi habitación, unas paredes casi desnudas, solo por estanterías llenas de libros. En la mesilla de noche reposaba el libro que me estaba leyendo actualmente, que lo metí en mi bolsa de viaje. Fui a mi escritorio para repasar de nuevo todas armas que había preparado para la salida. Guardé algunas en mi cinturón y todas las demás dentro de la bolsa. La estela también la puse en mi pantalón, aunque normalmente la guardaba dentro del bolsillo de mi cazadora, pero no había necesidad de ponérmela ahora. Me puse las botas salí de mi cuarto.
Iglesia estaba allí esperando con un maullido en la boca, me agaché y le acaricié la cabeza. Tendría comida suficiente, nos habíamos encargado de eso. Fui a la cocina, cogí una única manzana y comencé a comérmela mientras que andaba hacia el ascensor. Quería pasear por los jardines antes de tener que irnos. Nuestra ausencia seguramente no se prolongaría demasiado, pero me gustaría estar un rato a solas antes de volver, repasar mis cosas e irnos. Antes de coger el ascensor pensé en ir y tocar el piano, sin embargo descarte la ida al recordar nuevamente la hora. Al llegar a la planta baja, ya había terminado de desayunar. Salí al exterior y el olor de primera hora de la mañana de Nueva York me saludó. No era desagradable, pero no era comparado con lo que se respiraba en Idris, aire totalmente limpio. Bajé las escaleras y fui a un lateral del instituto y lancé el corazón de la manzana lejos, dentro del jardín del instituto. Tenía curiosidad si después de eso crecería un manzano, aunque lo dudaba. Caminé hasta el patio trasero, allí es donde Magnus abriría el portal, pero encontré una figura que no me esperaba ver.
Clary se encontraba allí, de espaldas a mí vestida completamente de negro y con su melena pelirroja suelta. Sentí que tanto el corazón como el estomago se me encogieron. El deseo de abrazarla y besarla, contra el deseo de que e fuera. No tendría que estar allí, no tendría que haber venido hasta dentro de tres o cuatro horas más tarde. El enfado se apoderó de mi garganta y apreté los puños al verla.
-¿Qué demonios haces aquí? -le pregunté a su espalda. No había hablado con ella desde aquella discusión. Solo le había enviado un mensaje comunicándole la hora de nuestro viaje. No me importaba que descubriera mi mentira, pero me molestaba que no hubiera hecho caso a lo que se le había dicho. Saldríamos dentro de hora y media como mucho y ella estaba allí, exponiéndose ante la clave como animal encerrado en un zoológico.
Jace C. Wayland- Nefilims
- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 28/04/2014
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Valentina estaba en la habitación ya bañada y vestida como siempre, sus pantalones de cierto negro dentro de su hermosas botas altas de tacón con cadenas que hacían que tintinear por cualquier lugar en donde se encontraba y atado a su muslo izquierdo el estuche de su estela junto a un cuchillo serafín, una camiseta de tirante que marcaba su busto que dejaba ver las runas tanto de su cuello como se su escote. Estaba habiendo la maleta para ir esa misma mañana a Idris, estaba tensa, nerviosa y agobiada por ir al lugar del que había intentado huir… y además volvería a la casa de sus padres… pues le había ofrecido a Clary quedarse para que estuviéramos seguras… Ella ahora era su amiga, la primera desde la muerte de sus padre… le había confesado su secreto y ella se había apoyado en ella sobre el tema de Valentine… confía en ella como no había confiado en nadie en nueve años y la apoyaría en lo que fuera… incluso y tendría que ir a aquel lugar donde odiaba…
Metió ropa para unos cuantos días… ordenada con minucioso cuidado y encima de esta se encontraba una docena de cuchillo serafines… aunque seguramente el arsenal de su familia seguiría en el cuarto de armas… pero por si un caso metió unas cuantas… La joven se veía bastante cansada, pues llevaba unos días durmiendo bastante mal… era muy difícil volver a su hogar cuando había pasado muchísimo tiempo queriendo huir de allí… huir de sus pesadillas… En eso le llego un mensaje al teléfono, era Clary avisándole que ya estaba abajo….
Entonces cerro la maleta tras hacer metido un par de cosas más y tomo su cazadora de cuero negro y se lo puso se miro al espejo y al ver que sus cabellos estaban secos hizo una cola de caballo alta y es esta hizo una trenza…. Tomo finalmente su arco y su carcaj repleto con flechas y puso la maleta de ruedas y bajo por el ascensor… odiaba ese ascensor no podía creer que un aparato hiciera tantísimo ruido… entonces cuando por fin salió vio a Clary sentada encima de su maleta y a Jace lanzando lo que parecía el corazón de una manzana…. Ella suspiro… sabia que este viaje no iba hacer nada fácil… y conforme se fue acercando puedo escuchar a Jace preguntando qué demonios había aquí…. Ella solo negó con la cabeza y se acerco con paso firme detrás de Jace…
-Vamos a Idris….
Dijo pasándole por al lado y colocando la maleta junto al lado de Clary… a la cual sonrió divertida…. Se veía como una autentica cazadora de sombras, y era fantástico… no podía creer como un chico como Jace…. tan orgulloso de lo que era le negara a su propia hermana esta vida…
-Buenos días Clary… te ves fabulosa… enserio….
Dijo con una sonrías divertida observando a la chica y extendiéndole la mano amistosamente…
Metió ropa para unos cuantos días… ordenada con minucioso cuidado y encima de esta se encontraba una docena de cuchillo serafines… aunque seguramente el arsenal de su familia seguiría en el cuarto de armas… pero por si un caso metió unas cuantas… La joven se veía bastante cansada, pues llevaba unos días durmiendo bastante mal… era muy difícil volver a su hogar cuando había pasado muchísimo tiempo queriendo huir de allí… huir de sus pesadillas… En eso le llego un mensaje al teléfono, era Clary avisándole que ya estaba abajo….
Entonces cerro la maleta tras hacer metido un par de cosas más y tomo su cazadora de cuero negro y se lo puso se miro al espejo y al ver que sus cabellos estaban secos hizo una cola de caballo alta y es esta hizo una trenza…. Tomo finalmente su arco y su carcaj repleto con flechas y puso la maleta de ruedas y bajo por el ascensor… odiaba ese ascensor no podía creer que un aparato hiciera tantísimo ruido… entonces cuando por fin salió vio a Clary sentada encima de su maleta y a Jace lanzando lo que parecía el corazón de una manzana…. Ella suspiro… sabia que este viaje no iba hacer nada fácil… y conforme se fue acercando puedo escuchar a Jace preguntando qué demonios había aquí…. Ella solo negó con la cabeza y se acerco con paso firme detrás de Jace…
-Vamos a Idris….
Dijo pasándole por al lado y colocando la maleta junto al lado de Clary… a la cual sonrió divertida…. Se veía como una autentica cazadora de sombras, y era fantástico… no podía creer como un chico como Jace…. tan orgulloso de lo que era le negara a su propia hermana esta vida…
-Buenos días Clary… te ves fabulosa… enserio….
Dijo con una sonrías divertida observando a la chica y extendiéndole la mano amistosamente…
Valentina Devereaux- Nefilim mod
- Mensajes : 404
Fecha de inscripción : 28/02/2014
Localización : Por aquí por alla
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Desde aquella pelea no había tenido prácticamente ganas de nada, y salvo la tarde que había pasado con Valen o los días en casa de Kyo apenas había hecho nada que mereciera la pena. Así que no me importó pasar cerca de una hora sentada en mi maleta, sin hacer más que juguetear con la estela de mi madre entre mis dedos, contemplándola.
Esperaba poder encontrar algo en Idris que nos ayudase a Kyo y a mí con lo que pudiese faltarnos, y despertarla. Sé que ya no importa en cuanto a lo que mi relación con Jace se refiere, no con todo lo que nos dijimos, pero es mi madre y ahora más que nunca la necesito conmigo. Lo único que lamento es que posiblemente al final tenga que presentarme a la Clave antes de consultarla a ella, porque por lo que me contaron, no se entra en la ciudad sin que te den permiso primero, y para ello tenía que decir quien soy.
Suspiré terminando por guardarme al final la estela en el bolsillo, apoyando los codos en mi regazo y la barbilla entre mis manos, hasta que una molesta voz familiar me hizo dar un pequeño salto.
Me levanté como un resorte, viendo a Jace realmente enfadado. Debería asustarme un poco, después de la última vez, pero supongo que no me importaba en este momento. Su reacción me dejaba claro que, como imaginaba, su idea era dejarme aquí y marcharse antes sin mí.
Esbocé una leve sonrisa orgullosa que no pude contener al haberme anticipado.
- Preferí venir un poco antes para no hacer esperar a nadie. Ya sabes, como cuando vas de vacaciones hay que estar dos horas antes en el aeropuerto no quise arriesgarme a que os fuerais sin mí.
Además, Valen había tenido el detalle de ofrecer que nos quedásemos en su casa, cuando le había pedido que me acompañase. No quería ir sola con Jace después de lo que pasó entre nosotros, y por suerte para mí, antes de que le diese tiempo a quejarse, ella apareció también.
Le dediqué una amistosa sonrisa, que se acentuó algo tímida con su cumplido.
- Gracias... Es de mi madre. Aún no tengo equipo propio.
Comenté, mirando con curiosidad sus botas con cadenas.
- Me gustan tus botas.
No llegaban a los estilizados tacones de Izzy pero estaban muy bien y no parece que fuese a matarse con ellas. Yo aun así seguía escogiendo calzado con poca altura, dentro de lo que me permitían las cosas de mi madre de su época de cazadora. Sobre todo era de lo que más llevaba en mi maleta.
La cogí entonces del asa para arrastrarla, diciéndole a Valentina sinceramente.
- Gracias por venir. No sé qué habría hecho allí sin ti.
Lancé una fugaz mirada a Jace algo apurada tras decir eso. La verdad no hemos hablado desde nuestra pelea por Kyo y no creo que la cosa hubiera ido muy bien de ir los dos solos. Al menos con Valen tenía una amiga con la que poder contar, que no me trataba como una niña estúpida.
Esperaba poder encontrar algo en Idris que nos ayudase a Kyo y a mí con lo que pudiese faltarnos, y despertarla. Sé que ya no importa en cuanto a lo que mi relación con Jace se refiere, no con todo lo que nos dijimos, pero es mi madre y ahora más que nunca la necesito conmigo. Lo único que lamento es que posiblemente al final tenga que presentarme a la Clave antes de consultarla a ella, porque por lo que me contaron, no se entra en la ciudad sin que te den permiso primero, y para ello tenía que decir quien soy.
Suspiré terminando por guardarme al final la estela en el bolsillo, apoyando los codos en mi regazo y la barbilla entre mis manos, hasta que una molesta voz familiar me hizo dar un pequeño salto.
Me levanté como un resorte, viendo a Jace realmente enfadado. Debería asustarme un poco, después de la última vez, pero supongo que no me importaba en este momento. Su reacción me dejaba claro que, como imaginaba, su idea era dejarme aquí y marcharse antes sin mí.
Esbocé una leve sonrisa orgullosa que no pude contener al haberme anticipado.
- Preferí venir un poco antes para no hacer esperar a nadie. Ya sabes, como cuando vas de vacaciones hay que estar dos horas antes en el aeropuerto no quise arriesgarme a que os fuerais sin mí.
Además, Valen había tenido el detalle de ofrecer que nos quedásemos en su casa, cuando le había pedido que me acompañase. No quería ir sola con Jace después de lo que pasó entre nosotros, y por suerte para mí, antes de que le diese tiempo a quejarse, ella apareció también.
Le dediqué una amistosa sonrisa, que se acentuó algo tímida con su cumplido.
- Gracias... Es de mi madre. Aún no tengo equipo propio.
Comenté, mirando con curiosidad sus botas con cadenas.
- Me gustan tus botas.
No llegaban a los estilizados tacones de Izzy pero estaban muy bien y no parece que fuese a matarse con ellas. Yo aun así seguía escogiendo calzado con poca altura, dentro de lo que me permitían las cosas de mi madre de su época de cazadora. Sobre todo era de lo que más llevaba en mi maleta.
La cogí entonces del asa para arrastrarla, diciéndole a Valentina sinceramente.
- Gracias por venir. No sé qué habría hecho allí sin ti.
Lancé una fugaz mirada a Jace algo apurada tras decir eso. La verdad no hemos hablado desde nuestra pelea por Kyo y no creo que la cosa hubiera ido muy bien de ir los dos solos. Al menos con Valen tenía una amiga con la que poder contar, que no me trataba como una niña estúpida.
Clary Fray- Nefilims
- Mensajes : 164
Fecha de inscripción : 12/03/2014
Localización : Casa de Luke o Instituto de los Nefilim
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Había escuchado los pasos detrás de mí, pero al ver a Clary a estas horas en el instituto había acabado con mi paciencia de inmediato y la gota que colmo el vaso fue que Valentina contestara y se fuera a sentarse a su lado. Como si fueran las mejores amigas desde siempre. Ese maldito vampiro estúpido no servía para nada, ni si quiera para dejar encerrada o dormir a Clary en algún lugar hasta que nos fuéramos. Mi hermana contestó a la pregunta que le había dicho y como única respuesta fue mirarla con todo el enfado que sentía, que solía reflejarse como si fueran juego en mis ojos dorados. Las dos chicas comenzaron a hablar, como si ya no tuviéramos bastante con las malditas historias de Isabelle y ahora aguantar a esas dos. Aguantar todo el viaje con Clary, no lo soportaba. No me había movido ni un solo milímetro hasta que me dedicó una mirada furtiva y aparto rápidamente la mirada. Estuve a punto de explotar, si no fuera por la voz de mi parabatai desde la entrada del instituto que me llamaba. Di media vuelta y me apresuré a reunirme con Alec.
Dejé a esas dos solas en el jardín. Estaba de mal humor, de muy mal humor y todo que me conociera mínimamente lo sabría. No hablé en el trayecto del ascensor, ni al bajar. De hecho no hablé en ningún momento. Ayude a mi parabatai, que como siempre había dejado algunas cosas para el final. Alec intentó un par de veces sonsacarme lo que me pasaba, pero en uno de esos momentos miró por la ventana y se quedó totalmente sorprendido, mirando por la ventana y después a mí. Después de eso no intentó hacerme hablar, al parecer lo había entendido a la perfección y comprendió que desistir era la mejor opción en este momento. Estuve de un lado para otro, ayudando a mi parabatai o a Maryse si se presentaba la oportunidad. Lo único que quería era retrasar la salida todo lo posible, no quería verla. No lo soportaba.
Sin embargo Alec recibió una carta de Magnus, diciendo que estaba de camino, seguramente tardaría en llegar porque todavía no era la hora acordaba y como faltaba bastante se iba a tomar su tiempo en acercarse al instituto. Pero sabía perfectamente que tardaría menos de lo esperado solo parar estar un rato con mi parabatai, lo único que no llegaba a comprender del todo era porque no le decía que sí de una buena vez al mago. Pensaba que ya le había quedado bastante claro que aquello que cree sentir por mi solo era una mera ilusión, pero al parecer todavía no lo tenía claro. Fui a mi cuarto y recogí mis cosas y junto a los demás salí al jardín. Esta vez no me detuve ante la visión de Clary, sino que pase de largo con Alec detrás de mí, en un intento de dar su apoyo en silencio. Saqué mi estela y comencé a limarme las uñas para hacer algo y distraerme al mismo tiempo. Antes que nada, Alec me recordó que no íbamos a casa de sus primos, sino a una casa diferente que amablemente Valentina nos cedía y que por eso tenía que comportarme. Solo le dediqué una mirada antes de seguir con mi trabajo con las uñas y la estela. Mi compañero de ojos azules suspiró de resignación mientras que esperábamos a la llegada del mago.
Dejé a esas dos solas en el jardín. Estaba de mal humor, de muy mal humor y todo que me conociera mínimamente lo sabría. No hablé en el trayecto del ascensor, ni al bajar. De hecho no hablé en ningún momento. Ayude a mi parabatai, que como siempre había dejado algunas cosas para el final. Alec intentó un par de veces sonsacarme lo que me pasaba, pero en uno de esos momentos miró por la ventana y se quedó totalmente sorprendido, mirando por la ventana y después a mí. Después de eso no intentó hacerme hablar, al parecer lo había entendido a la perfección y comprendió que desistir era la mejor opción en este momento. Estuve de un lado para otro, ayudando a mi parabatai o a Maryse si se presentaba la oportunidad. Lo único que quería era retrasar la salida todo lo posible, no quería verla. No lo soportaba.
Sin embargo Alec recibió una carta de Magnus, diciendo que estaba de camino, seguramente tardaría en llegar porque todavía no era la hora acordaba y como faltaba bastante se iba a tomar su tiempo en acercarse al instituto. Pero sabía perfectamente que tardaría menos de lo esperado solo parar estar un rato con mi parabatai, lo único que no llegaba a comprender del todo era porque no le decía que sí de una buena vez al mago. Pensaba que ya le había quedado bastante claro que aquello que cree sentir por mi solo era una mera ilusión, pero al parecer todavía no lo tenía claro. Fui a mi cuarto y recogí mis cosas y junto a los demás salí al jardín. Esta vez no me detuve ante la visión de Clary, sino que pase de largo con Alec detrás de mí, en un intento de dar su apoyo en silencio. Saqué mi estela y comencé a limarme las uñas para hacer algo y distraerme al mismo tiempo. Antes que nada, Alec me recordó que no íbamos a casa de sus primos, sino a una casa diferente que amablemente Valentina nos cedía y que por eso tenía que comportarme. Solo le dediqué una mirada antes de seguir con mi trabajo con las uñas y la estela. Mi compañero de ojos azules suspiró de resignación mientras que esperábamos a la llegada del mago.
Jace C. Wayland- Nefilims
- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 28/04/2014
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Valentina observo a Jace cuando le paso por su lado… estaba histérico, parecía que fuese a explotar en cualquier momento, era comprensible y en parte lo entendía, quería proteger a Clary sobre todas las cosas pero pensaba que lo estaba haciendo mal… y en vez de protegerla la incitaba a hacer más cosas riesgosas… como ir a Idris… y por mucho que Jace se esforzara no podía impedir que Clary sea lo que es… una cazadora de sombras, claro que la Clave era su mayor peligro en ese momento pero ella jamás la dejaría sola… además ella era mayor de edad y no la dejaría sola en ningún momento… no permitiría que la Clave la dañara….Siguió caminando escuchando que la joven pelirroja le decía que su ropa era de su madre porque ella aun no tenia su equipo propio y que le gustaban las botas… ella sonrió divertida y mas novio sobre el tacón para mostrarlas bien….
-Gracias… las compre en Idris… así que cuando estemos allá podremos comprarte unas… además… creo que tengo un par de equipos en casa que no me quedan y por eso los deje…. Si quieres cuando lleguemos a casa te los pruebas y si te gustan te los quedas… te parece…
Después Clary le agradeció que viviera con ella y vio como miraba a Jace que se iba del lugar unos momentos después pues un joven de ojos azules y cabello negro como el ébano le llamaba desde la puerta del Instituto… se parecía un poco al pequeño Max… seguramente sería su hermano mayor Alec, el parabatai de Jace y el que tanto Clary como Jace le habían mencionado que era bueno con el arco… Siguió caminando hasta llegar al lateral del Instituto, allí el mago iba a abrir el portar donde irían a Idris... estaba nerviosa pues no sabia como iba a estar su casa… había vuelto desde la muerte de sus padre justo cuando cumplió los dieciocho años pero no lo había soportado y necesitaba irese de allí pero Clary la necesitaba y que mejor lugar que quedarse en casa de ella… era segura y lo suficientemente lejos para mantener a Clary lejos de cualquiere plan que tuviera la Clave… En eso Jace les paso por su lado y justo detrás el chico de ojos azules siguiéndole en silencio… ella sonrió divertida… intentando relajar a Clary sabía que ella estaría más nerviosa ahora que Jace estaba aquí…
-Bueno… Clary… tu tranquila nos vamos a divertir y te ayudare a encontrar lo que necesites para despertar a tu madre…
Dijo con una sonrisa colocando la maleta en el suelo y sentándose por fin en ella mirando a Clary, luego a Jace que se estaba limando las uñas con la estela y después a Alec que hablaba con el rubio sin que ella pudiera escuchar que se decían… mientas esperaban que el mago llegara por fin.
-Gracias… las compre en Idris… así que cuando estemos allá podremos comprarte unas… además… creo que tengo un par de equipos en casa que no me quedan y por eso los deje…. Si quieres cuando lleguemos a casa te los pruebas y si te gustan te los quedas… te parece…
Después Clary le agradeció que viviera con ella y vio como miraba a Jace que se iba del lugar unos momentos después pues un joven de ojos azules y cabello negro como el ébano le llamaba desde la puerta del Instituto… se parecía un poco al pequeño Max… seguramente sería su hermano mayor Alec, el parabatai de Jace y el que tanto Clary como Jace le habían mencionado que era bueno con el arco… Siguió caminando hasta llegar al lateral del Instituto, allí el mago iba a abrir el portar donde irían a Idris... estaba nerviosa pues no sabia como iba a estar su casa… había vuelto desde la muerte de sus padre justo cuando cumplió los dieciocho años pero no lo había soportado y necesitaba irese de allí pero Clary la necesitaba y que mejor lugar que quedarse en casa de ella… era segura y lo suficientemente lejos para mantener a Clary lejos de cualquiere plan que tuviera la Clave… En eso Jace les paso por su lado y justo detrás el chico de ojos azules siguiéndole en silencio… ella sonrió divertida… intentando relajar a Clary sabía que ella estaría más nerviosa ahora que Jace estaba aquí…
-Bueno… Clary… tu tranquila nos vamos a divertir y te ayudare a encontrar lo que necesites para despertar a tu madre…
Dijo con una sonrisa colocando la maleta en el suelo y sentándose por fin en ella mirando a Clary, luego a Jace que se estaba limando las uñas con la estela y después a Alec que hablaba con el rubio sin que ella pudiera escuchar que se decían… mientas esperaban que el mago llegara por fin.
Valentina Devereaux- Nefilim mod
- Mensajes : 404
Fecha de inscripción : 28/02/2014
Localización : Por aquí por alla
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Estaba claro por la reacción de Jace que pretendía dejarme atrás, pero ya había pasado tiempo suficiente como para endurecerme y tratar de ignorarle, a pesar de lo que pueda sentir. En el fondo a él no le importo de la misma manera, para él solo soy la hermana pequeña irresponsable a la que no va a poder dejar atrás, y estaba claro que cualquier avance que pudiéramos haber tenido en nuestra relación al empezar a entrenar juntos se había ido completamente al traste después de lo que había pasado con Kyo.
Ni siquiera me dirigió la palabra después de mi respuesta, que aunque había sonado amable, no había podido contener en una leve sonrisa una pequeña pizca de "fastídiate que no has podido dejarme atrás", pero por suerte Valentina venía detrás de él, así que me centré en saludarla a ella y dejé que Jace hiciera lo que tuviera que hacer cuando Alec le llamó.
Sonreí a mi nueva amiga y me fijé en sus botas, aunque sin poder evitar un leve sonrojo cuando no solo se ofreció a acompañarme a comprar unas, sino también a darme alguno de sus viejos equipos, esbozando una agradecida sonrisa.
- Te lo agradezco mucho, aunque no te preocupes, creo que de momento me apaño con esto. Bastante estás haciendo ya acompañándonos y dejando que nos quedemos en tu casa.
Jace nos ignoró a las dos, y cuando se metió de vuelta al instituto, supongo que para ayudar a Alec con algo, suspiré ligeramente, echando un vistazo hacia donde acababa de irse y mirando a Valentina un poco apurada.
- Creo que va a ser un viaje muy largo... En serio, gracias por venir. Estando como están las cosas no creo que hubiese aguantado las miradas de reproche de Jace sumadas a las de desaprobación de Alec...
Volví a sentarme en mi maleta, mientras Valen se sentaba en la suya a mi lado, y por un momento saqué el móvil, intentando no mirar mucho a Jace cuando pasó de largo y dedicando a Alec una simple sonrisa cordial. Había estado escribiendo un mensaje para Simon, aunque al levantar por un momento la vista, no me percaté de que le daba a la tecla equivocada...
Aún con el móvil en la mano, respondí a Valentina, centrándome en ella y esbozando una sonrisa más amistosa.
- Espero que encontremos algo útil. Además, puede que allí pueda ayudar un poco más a Kyo con los ingredientes del antídoto que está preparando. Aunque me han dicho que el móvil no me funcionará en la ciudad, espero que sí lo haga en las afueras...
Comenté, bajando entonces la mirada al teléfono y fijándome en el último contacto donde había mandado el mensaje de Simon... ¡Jace!
- ¡Oh, mierda!
Dije algo alarmada, aunque más en un susurro molesto, sonrojándome enormemente y mirando por un momento a Valen, antes de mirar fugazmente a Jace y teclear rápidamente un mensaje nuevo...
Por qué no me acostumbraré a mirar bien lo que hago...
Ni siquiera me dirigió la palabra después de mi respuesta, que aunque había sonado amable, no había podido contener en una leve sonrisa una pequeña pizca de "fastídiate que no has podido dejarme atrás", pero por suerte Valentina venía detrás de él, así que me centré en saludarla a ella y dejé que Jace hiciera lo que tuviera que hacer cuando Alec le llamó.
Sonreí a mi nueva amiga y me fijé en sus botas, aunque sin poder evitar un leve sonrojo cuando no solo se ofreció a acompañarme a comprar unas, sino también a darme alguno de sus viejos equipos, esbozando una agradecida sonrisa.
- Te lo agradezco mucho, aunque no te preocupes, creo que de momento me apaño con esto. Bastante estás haciendo ya acompañándonos y dejando que nos quedemos en tu casa.
Jace nos ignoró a las dos, y cuando se metió de vuelta al instituto, supongo que para ayudar a Alec con algo, suspiré ligeramente, echando un vistazo hacia donde acababa de irse y mirando a Valentina un poco apurada.
- Creo que va a ser un viaje muy largo... En serio, gracias por venir. Estando como están las cosas no creo que hubiese aguantado las miradas de reproche de Jace sumadas a las de desaprobación de Alec...
Volví a sentarme en mi maleta, mientras Valen se sentaba en la suya a mi lado, y por un momento saqué el móvil, intentando no mirar mucho a Jace cuando pasó de largo y dedicando a Alec una simple sonrisa cordial. Había estado escribiendo un mensaje para Simon, aunque al levantar por un momento la vista, no me percaté de que le daba a la tecla equivocada...
Aún con el móvil en la mano, respondí a Valentina, centrándome en ella y esbozando una sonrisa más amistosa.
- Espero que encontremos algo útil. Además, puede que allí pueda ayudar un poco más a Kyo con los ingredientes del antídoto que está preparando. Aunque me han dicho que el móvil no me funcionará en la ciudad, espero que sí lo haga en las afueras...
Comenté, bajando entonces la mirada al teléfono y fijándome en el último contacto donde había mandado el mensaje de Simon... ¡Jace!
- ¡Oh, mierda!
Dije algo alarmada, aunque más en un susurro molesto, sonrojándome enormemente y mirando por un momento a Valen, antes de mirar fugazmente a Jace y teclear rápidamente un mensaje nuevo...
Por qué no me acostumbraré a mirar bien lo que hago...
Clary Fray- Nefilims
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Fecha de inscripción : 12/03/2014
Localización : Casa de Luke o Instituto de los Nefilim
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Estaba centrado en mi tarea, pero aún así escuchaba todas las palabras que me decía a Alec. Sabía perfectamente que él tenía razón, y él también sabía que de alguna forma iba acabar haciendo lo que me diera la gana. No me gustaban las barreras y ahora que estábamos en Idris, la tierra de los cazadores haría más lo que me diera la gana. Pensaría seriamente si ir o no a mi antigua casa. Según donde se encontrara la casa de Valentina tardaría más o menos un día, y si tenía un caballo todavía menos. La tecnología no funcionaba allí, así que las largar distancias eran recorridas con caballos. Era un buen método de transporte, animales inteligentes y fieles, eran mejor que algunas personas. Alec, me conocía demasiado e igual que Izzy, el primero no aprobaría la opción de ir a mi antigua casa e Izzy, me acompañaría sin dudarlo aunque no le gustase la idea. No hacía falta decir que nadie sabía mis intenciones, tampoco era necesario que lo supieran, era cosa mía y no de los demás, ni si quiera era asunto de mi parabatai o de mi hermana. Mayormente porque quería protegerles.
En ese momento el móvil comenzó a vibrar en mi bolsillo del pantalón. La tecnología no funcionaba en Idris, pero tal vez ayudaba de algún modo aunque lo dudaba. Moví rápidamente mis dedos sobre el aparato para leer el mensaje que me acababa de llegar: de Clary. Enarqué una ceja, no quería saber nada de ella en aquellos momentos pero mi curiosidad pudo más y abrí el mensaje. Leí rápido el mensaje sin entender muy bien el contenido, ¿de qué demonios estaba hablando? Hasta que leí la ultima parte, que me hizo separarme de la pared, con los ojos abiertos de sorpresa. Alec se sobresaltó que hasta ese momento se había dedicado a mirar la verja en buscar de la figura alta de Magnus. Ese mensaje no era para mí, sino para el Mundano. Estaba más que claro, pero lo que me sorprendió fue la última parte del mensaje: “Aunque ya no estemos juntos...”
Esos dos no estaban saliendo. El corazón me latió con fuerza y el horror me invadió, si antes tenía más o menos un motivo para mantenerme alejado de ella se acababa de pulverizar del todo. ¿Ese mundano no era capaz de hacer algo bien? Aunque ahora fuera un chupasangre, tendría que hacer las cosas bien, de hecho tendría que haberlas hecho mejores, ¿acaso no era un don nato que tenía los vampiros? Pero incluso siendo un subterráneo era un desastre. Alec me quitó el móvil de las manos y leyó el mensaje, eso había pasado a segundo plano. Miré a donde estaba sentando Clary con Valentina contra sus maletas, le miraba totalmente sorprendido y casi horrorizado. La chica estaba tecleando su móvil casi con urgencia y en eso que mi parabatai me dijo que había llegado otro mensaje de ella disculpándose. Tampoco le hice caso, la seguí mirando del mismo modo. Intentando asumir que ahora más que nunca sería difícil estar a su lado. Cogí aire y mi mano se movió por si sola. Dando un fuerte golpe en la pared del instituto. Escuché como la pared temblaba y algunos trozos de piedra caían al suelo del agujero en la pared que acababa de hacer. Fue un movimiento lateral, nada de ir de frente, Alec al procesar rápidamente lo que acababa de hacer me agarró con todos sus fuerzas el brazo y con la otra me agarró el rostro por la mandíbula, la cual apretaba con todas sus fuerzas. Veía el claro enfado de mi parabatai. Me soltó el rostro para, meter el móvil en mi bolsillo y cogerme el brazo para observarme el lateral de la mano, por si me había roto algo o tuviera alguna herida. No tenía nada, pero no le dije nada. Solo me límite a que hiciera lo que tuviera que hacer mientras miraba al otro lado del jardín en dirección contrario de donde se encontraban las chicas.
En ese momento el móvil comenzó a vibrar en mi bolsillo del pantalón. La tecnología no funcionaba en Idris, pero tal vez ayudaba de algún modo aunque lo dudaba. Moví rápidamente mis dedos sobre el aparato para leer el mensaje que me acababa de llegar: de Clary. Enarqué una ceja, no quería saber nada de ella en aquellos momentos pero mi curiosidad pudo más y abrí el mensaje. Leí rápido el mensaje sin entender muy bien el contenido, ¿de qué demonios estaba hablando? Hasta que leí la ultima parte, que me hizo separarme de la pared, con los ojos abiertos de sorpresa. Alec se sobresaltó que hasta ese momento se había dedicado a mirar la verja en buscar de la figura alta de Magnus. Ese mensaje no era para mí, sino para el Mundano. Estaba más que claro, pero lo que me sorprendió fue la última parte del mensaje: “Aunque ya no estemos juntos...”
Esos dos no estaban saliendo. El corazón me latió con fuerza y el horror me invadió, si antes tenía más o menos un motivo para mantenerme alejado de ella se acababa de pulverizar del todo. ¿Ese mundano no era capaz de hacer algo bien? Aunque ahora fuera un chupasangre, tendría que hacer las cosas bien, de hecho tendría que haberlas hecho mejores, ¿acaso no era un don nato que tenía los vampiros? Pero incluso siendo un subterráneo era un desastre. Alec me quitó el móvil de las manos y leyó el mensaje, eso había pasado a segundo plano. Miré a donde estaba sentando Clary con Valentina contra sus maletas, le miraba totalmente sorprendido y casi horrorizado. La chica estaba tecleando su móvil casi con urgencia y en eso que mi parabatai me dijo que había llegado otro mensaje de ella disculpándose. Tampoco le hice caso, la seguí mirando del mismo modo. Intentando asumir que ahora más que nunca sería difícil estar a su lado. Cogí aire y mi mano se movió por si sola. Dando un fuerte golpe en la pared del instituto. Escuché como la pared temblaba y algunos trozos de piedra caían al suelo del agujero en la pared que acababa de hacer. Fue un movimiento lateral, nada de ir de frente, Alec al procesar rápidamente lo que acababa de hacer me agarró con todos sus fuerzas el brazo y con la otra me agarró el rostro por la mandíbula, la cual apretaba con todas sus fuerzas. Veía el claro enfado de mi parabatai. Me soltó el rostro para, meter el móvil en mi bolsillo y cogerme el brazo para observarme el lateral de la mano, por si me había roto algo o tuviera alguna herida. No tenía nada, pero no le dije nada. Solo me límite a que hiciera lo que tuviera que hacer mientras miraba al otro lado del jardín en dirección contrario de donde se encontraban las chicas.
Jace C. Wayland- Nefilims
- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 28/04/2014
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Valentina sabia que este viaje no iba hacer fácil… tras el comentario de Jace y su cara de estar realmente molesto, no sabía que le estaba molestando más... que ella apoyara a Clary o que esta estuviera aquí lista para ir a Idris… Ella negó con la cabeza al pasar por su lado y acomodo su maleta al lado de Clary y se sentó en ella para después ofrecerle unos equipos de batalla que tenía en Idris, ella le comentaba que no hacia falta que ella ya estaba haciendo demasiado acompañándola y ofreciéndole la casa… eso hizo que a Valentina se le revolviera el estomago… recordar que iba a ir a casa la ponía realmente enferma… pensar que en unas horas estaría entrando por la puerta de la casa…. Tener que quitar y acomodar todo… en su casa…. Que dormiría en su mismo cuarto… que tendría sus mismas cosas de siempre… incluso que comería en el mismo comedor donde había visto a su familia con vida por última vez…. De verdad no creía estar psicológicamente preparada para eso… pero debía ser fuerte… ya tenía bastante con las peleas entre Clary y Jace… debía proteger a su amiga... Luego Jace se marcho y Clary le dijo que sería un viaje largo, sabía que no se refería al trayecto… sino a la situación con Jace, no entendía por qué él se comportaba de esa manera. Ella solo le sonrió divertida empujándola muy suavemente para que se moviera un poco y se animara….
-Por el Ángel, que carácter…. Bueno no te preocupes por nada… nos divertiremos además no es ninguna molestia… es mas Clary… me gustaría mucho que usaras esos equipos…. Nadie más lo va a utilizar… de verdad….
Cuando termino de decir eso Jace y Alec le pasaban por al lado, el rubio se recostaba contra la pared limpiándose con la estela la mugre de las uñas mientras el otro joven le hablaba para después observar con impaciencia hacia el exterior… ¿tantas ganas tendría de ir a Idris? Ella se encogió de hombres extrañada y observo a Clary que escribía un mensaje con su teléfono mientras ella le comentaba a lo que le había dicho de ayudarla a conseguir cosas para salvar a su madre entonces levantar la mirada y le contesto que espera conseguir los ingredientes para Kyo y que le habían dicho que allí no servían las tecnología…. En eso vio como Jace sacaba su móvil también… pero no le tomo importancia….
-No te va a funcionar por qu…
Antes de poder decir nada Clary estaba hablando alarmada y con su rostro ruborizándose y luego mirándola y luego mirando fugaz mente a Jace… ella también giro a verle… estaba con cara de furioso y Alec le estaba arrebatando el teléfono mientras el joven seguía viendo a Clary con una mirada de asombro y horror… estaba totalmente confundida…. Ella volvió a ver a Clary que tecleaba rápidamente…. Y volvía a ver fugazmente a Alec y a Jace
-¿Qué ha pasado?
En eso le quito el teléfono a Clary leyendo los mensajes que había escrito… se quedo confundida…. muy confundida… hasta que comprendió que el primer mensaje no era para Jace… sino para Simon… el mejor amigo de ella... Entonces le devolvió el teléfono y vio como Alec le decía algo a Jace…seguramente el segundo mensaje… ella se tenso un poco al ver a Jace que tomaba aire y que ahora golpeaba con fuerza la pared del Instituto haciendo que esta se agrietara… por instinto su mano derecha acabo en el estuche de su estela donde guardaba un cuchillo serafín y su mano derecha se dirigió al frente de Clary intentando protegerla por si un caso… no le quito los ojos de encima a Jace… ni siquiera cuando su parabatai le tomaba del brazo y de la mandíbula con fuerza… por lo visto intentaba calmarle de algún modo… este guardo el teléfono de Jace y le analizo la mano buscando heridas….
-¿Clary te encuentras bien?
Dijo volviendo a guardar el cuchillo serafín con muchísimo cuidado pero sin quitarle los ojos de encima a Jace…. ¿¡¡¡¡Pero qué demonios acaba de pasar!!? ¿Que es lo que sucedía con ellos dos para que se comportaran así el uno con el otro? ¿Quizás ellos…? No… eso no es posible… negó con la cabeza sacando esos pensamientos de su mente y miro a Clary de nuevo… intentando ver si le había pasado algo….
-Por el Ángel, que carácter…. Bueno no te preocupes por nada… nos divertiremos además no es ninguna molestia… es mas Clary… me gustaría mucho que usaras esos equipos…. Nadie más lo va a utilizar… de verdad….
Cuando termino de decir eso Jace y Alec le pasaban por al lado, el rubio se recostaba contra la pared limpiándose con la estela la mugre de las uñas mientras el otro joven le hablaba para después observar con impaciencia hacia el exterior… ¿tantas ganas tendría de ir a Idris? Ella se encogió de hombres extrañada y observo a Clary que escribía un mensaje con su teléfono mientras ella le comentaba a lo que le había dicho de ayudarla a conseguir cosas para salvar a su madre entonces levantar la mirada y le contesto que espera conseguir los ingredientes para Kyo y que le habían dicho que allí no servían las tecnología…. En eso vio como Jace sacaba su móvil también… pero no le tomo importancia….
-No te va a funcionar por qu…
Antes de poder decir nada Clary estaba hablando alarmada y con su rostro ruborizándose y luego mirándola y luego mirando fugaz mente a Jace… ella también giro a verle… estaba con cara de furioso y Alec le estaba arrebatando el teléfono mientras el joven seguía viendo a Clary con una mirada de asombro y horror… estaba totalmente confundida…. Ella volvió a ver a Clary que tecleaba rápidamente…. Y volvía a ver fugazmente a Alec y a Jace
-¿Qué ha pasado?
En eso le quito el teléfono a Clary leyendo los mensajes que había escrito… se quedo confundida…. muy confundida… hasta que comprendió que el primer mensaje no era para Jace… sino para Simon… el mejor amigo de ella... Entonces le devolvió el teléfono y vio como Alec le decía algo a Jace…seguramente el segundo mensaje… ella se tenso un poco al ver a Jace que tomaba aire y que ahora golpeaba con fuerza la pared del Instituto haciendo que esta se agrietara… por instinto su mano derecha acabo en el estuche de su estela donde guardaba un cuchillo serafín y su mano derecha se dirigió al frente de Clary intentando protegerla por si un caso… no le quito los ojos de encima a Jace… ni siquiera cuando su parabatai le tomaba del brazo y de la mandíbula con fuerza… por lo visto intentaba calmarle de algún modo… este guardo el teléfono de Jace y le analizo la mano buscando heridas….
-¿Clary te encuentras bien?
Dijo volviendo a guardar el cuchillo serafín con muchísimo cuidado pero sin quitarle los ojos de encima a Jace…. ¿¡¡¡¡Pero qué demonios acaba de pasar!!? ¿Que es lo que sucedía con ellos dos para que se comportaran así el uno con el otro? ¿Quizás ellos…? No… eso no es posible… negó con la cabeza sacando esos pensamientos de su mente y miro a Clary de nuevo… intentando ver si le había pasado algo….
Valentina Devereaux- Nefilim mod
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Fecha de inscripción : 28/02/2014
Localización : Por aquí por alla
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Todos estaban apuntados, el viaje a Idris era una cuestión urgente el consejo se reuniría para hablar sobre Valentine y cómo afrontar la situación y al menos Alec agradecía dos cosas estar presente en el consejo y que la cacería de brujas que tenían contra su parabatai se hubiese detenido. El pelinegro había pedido a Magnus que abriera el portal hacia Idris y este le hizo llegar una carta que se encontraba en camino, el sonrojo no se hizo esperar en las mejillas pálidas e Alec pero mantuvo su rostro casi inexpresivo al menos hasta que vio a Jace molesto, no era común verle tan enfadado a menos que las cosas no salieran como él había planeado y aunque el cazador intento sacarle la información de la razón de su molestia pero no consiguió nada al menos por un tiempo, mirando por la ventana noto a Clary con otra chica que no conocía y allí estaba la razón del enojo de Jace el no quería que ella fuera a Idris pero al final Clarissa Fray hacia lo que quería.
En el pasado la relación de Clary y Alec era tan tensa que el viento podría incluso romper el fino hilo que la sostenía, pero en la actualidad algo había cambiado el cazador era más amable o eso creía.
El silencio entonces apareció y Alec vio a su parabatai limarse las uñas con la estela, costumbre que no había perdido desde que tenía memoria y el pelinegro aprovecho para recordarle que no irían directamente a casa de sus primos una vez cruzaran el portal sino irían a otro lugar, Alec solo buscaba conversación intentando distraerse mientras esperaba ver la figura del Gran Brujo de Brooklyn aparecer. Sin embargo, Alec salió de sus pensamientos al escuchar el estruendo junto a él y se trataba de su parabatai, para sorpresa del pelinegro Jace había golpeado la pared y con qué fuerza lo había hecho.
El cazador se movió rápido para evitar que su parabatai golpeara algo más, tomando el brazo y la mandíbula de Jace obligándolo a que se concentrara - ¡Hey mírame, Cálmate! - dijo Alec tranquilamente pero lo suficiente para que Jace le escuchara, el pelinegro estaba molesto por la reacción de su hermano vamos que un simple mensaje de texto no podría provocar tal reacción en el, Clary era su hermana Alec tenía claro lo difícil que resultaría esa situación algo bastante incomodo a decir verdad, mientras revisaba la mano de Jace este no dijo nada y ambos se mantuvieron en silencio y al ver que no tenia herida alguna miro directo a los ojos de su parabatai. - ¿Qué crees que haces? – dijo con aquel tono de voz tranquilo y metódico que acostumbraba a usar, lo que menos quería era que ambos se buscaran un problema o que los demás comenzaran a preguntar lo que no debían, el sabia de la atracción entre ambos pero era mejor dejar ese tema a un lado.
Miro en dirección a Clary y vio como la chica guardaba el cuchillo de Serafín, solo un suspiro escapo de los labios del chico esperaba que no se le hubiese cruzado por la mente atacar a Jace o algo por el estilo – Magnus estará aquí en cualquier momento, abrirá el portal y podrás alejarte lo mas que quieras – No necesitaba que su parabatai le dijera que no quería estar cerca de Clary o que en ese instante no quería hablar o ver a nadie, Alec le conocía eran más que hermanos así que en cierta forma era como si el mismo deseara irse, solo pedia que Magnus llegara antes que terminaran discutiendo y llegando a algo que ni el mismo fuera capaz de detener.
Tenía claro que Jace era la clase de sujeto que no hablaba más de la cuenta, que se mantenía en silencio aun cuando dentro de sí existía un conflicto emocional que amenazaba con consumirle por completo y Alec no preguntaría ya que sabía que no conseguiría más que cabrearle aun mas o no tendría ninguna clase de información, su compañero era capaz de enfrentarse a demonios sin pensárselo pero en cuanto a emociones se trataba Alec y Jace eran similares preferían levantar muros y alejar al mundo, resolverlo ellos mismos por decirlo de alguna forma.
En el pasado la relación de Clary y Alec era tan tensa que el viento podría incluso romper el fino hilo que la sostenía, pero en la actualidad algo había cambiado el cazador era más amable o eso creía.
El silencio entonces apareció y Alec vio a su parabatai limarse las uñas con la estela, costumbre que no había perdido desde que tenía memoria y el pelinegro aprovecho para recordarle que no irían directamente a casa de sus primos una vez cruzaran el portal sino irían a otro lugar, Alec solo buscaba conversación intentando distraerse mientras esperaba ver la figura del Gran Brujo de Brooklyn aparecer. Sin embargo, Alec salió de sus pensamientos al escuchar el estruendo junto a él y se trataba de su parabatai, para sorpresa del pelinegro Jace había golpeado la pared y con qué fuerza lo había hecho.
El cazador se movió rápido para evitar que su parabatai golpeara algo más, tomando el brazo y la mandíbula de Jace obligándolo a que se concentrara - ¡Hey mírame, Cálmate! - dijo Alec tranquilamente pero lo suficiente para que Jace le escuchara, el pelinegro estaba molesto por la reacción de su hermano vamos que un simple mensaje de texto no podría provocar tal reacción en el, Clary era su hermana Alec tenía claro lo difícil que resultaría esa situación algo bastante incomodo a decir verdad, mientras revisaba la mano de Jace este no dijo nada y ambos se mantuvieron en silencio y al ver que no tenia herida alguna miro directo a los ojos de su parabatai. - ¿Qué crees que haces? – dijo con aquel tono de voz tranquilo y metódico que acostumbraba a usar, lo que menos quería era que ambos se buscaran un problema o que los demás comenzaran a preguntar lo que no debían, el sabia de la atracción entre ambos pero era mejor dejar ese tema a un lado.
Miro en dirección a Clary y vio como la chica guardaba el cuchillo de Serafín, solo un suspiro escapo de los labios del chico esperaba que no se le hubiese cruzado por la mente atacar a Jace o algo por el estilo – Magnus estará aquí en cualquier momento, abrirá el portal y podrás alejarte lo mas que quieras – No necesitaba que su parabatai le dijera que no quería estar cerca de Clary o que en ese instante no quería hablar o ver a nadie, Alec le conocía eran más que hermanos así que en cierta forma era como si el mismo deseara irse, solo pedia que Magnus llegara antes que terminaran discutiendo y llegando a algo que ni el mismo fuera capaz de detener.
Tenía claro que Jace era la clase de sujeto que no hablaba más de la cuenta, que se mantenía en silencio aun cuando dentro de sí existía un conflicto emocional que amenazaba con consumirle por completo y Alec no preguntaría ya que sabía que no conseguiría más que cabrearle aun mas o no tendría ninguna clase de información, su compañero era capaz de enfrentarse a demonios sin pensárselo pero en cuanto a emociones se trataba Alec y Jace eran similares preferían levantar muros y alejar al mundo, resolverlo ellos mismos por decirlo de alguna forma.
Invitado- Invitado
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Estaba claro que Jace no tenía pensado dedicarme una palabra más después de su pregunta molesta sobre mi presencia. Obviamente ahora que su idea de dejarme atrás no le ha servido ya no solo está molesto con eso, sino también conmigo, por no hacerle caso... Esa actitud por su parte hace que note una punzada en mi pecho, pues en parte me hace ver que para él solo soy la hermana pequeña inútil y cargante a la que tiene que cuidar. Pensé que podría sentir lo mismo por mí que yo por él, pero seamos lógicos... un chico como él fijándose en una chica como yo... no tiene ningún sentido.
Al menos me quedé más tranquila cuando Valen llegó también, y aproveché que Jace se volvió al instituto a ayudar a Alec para charlar un poco con ella. Incluso me sacó una sonrisa divertida con su comentario, antes de suspirar pacientemente.
- Créeme, aún no le has visto enfadado...
Mi sonrisa se acentuó, amistosa, cuando ella insistió en que me probase sus equipos y los usase si me quedaban bien.
- Gracias... de verdad, por todo. Necesitaba una amiga en esto.
Le dije sinceramente. Hasta que la conocí, solo había tenido a Simon, pero haber podido hacer una amiga de verdad, con la que consultar no solo algunas cosas de chicas, sino también una cazadora de sombras, que pudiese ayudarme en este nuevo mundo en el que me he metido, tiene mucho valor para mí.
Jace y Alec bajaron entonces y me quedé un poco más callada, mandando ese mensaje a Simon, o creyendo que era al número de Simon al que lo mandaba, mientras que Valen me comentaba que no me funcionaría en Idris. Iba a responderla cuando me dí cuenta del fallo, lanzándole a mi amiga una mirada fugaz, con las mejillas algo sonrojadas.
- Me equivoqué de número...
Le susurré apurada, mandando el segundo mensaje, pero en ese momento escuché un fuerte golpe. Apenas alcé la mirada todo fue muy rápido.
Valentina me puso el brazo delante, de forma protectora, mientras vi a Alec acercarse rápidamente a Jace, mirando la mano de él. Al fijarme entonces el boquete de la pared, reaccioné por instinto. Se notó la preocupación en mi rostro y aparté el brazo de Valen sin siquiera darme cuenta, corriendo hacia Jace. Prácticamente me choqué contra Alec al llegar a su lado, haciendo amago de tomar la mano de mi hermano hasta que me fijé que no tenía nada. Al momento me detuve, apenas rozando mis dedos con los suyos un segundo, y aparté mi mano, suspirando aliviada. En ese momento alcé la mirada y me fijé en sus ojos dorados, molestos, apartando la mirada hacia el otro lado del jardín.
Me quedé unos segundos sin saber qué decir, con cierta tristeza en mis ojos verdes, y finalmente suspiré de nuevo, mostrándome más seria y dirigiéndome a él sin importarme demasiado si me escuchaba o no.
- Deberías contener esas rabietas. No vale la pena que te hagas daño por nada que tenga que ver conmigo... por mucho que te enfade soportar a una hermana pequeña que no has pedido...
Me volví, intentando que no se notase demasiado lo dolida que me sentía. Me mataba la idea de que pudiese hacerse daño por mí... y además, él mismo lo dijo cuando me aseguró que no valía lo suficiente como los objetos de los cazadores que le había entregado a Kyo... si ni siquiera lo soy para algo así, menos aún para que se haga daño por mí...
Miré a Alec un poco de reojo. El chico pese a todo parecía intentar a veces tolerarme más de lo habitual, así que me disculpé brevemente por haber estado a punto de estamparme contra él.
- Perdona...
Dije sin más, antes de apartar la mirada de nuevo y volver junto a Valentina, aunque esta vez levantando mi maleta, incapaz de volver a sentarme en ella. Le dediqué a mi amiga una breve sonrisa de disculpa por la forma en que había salido corriendo hacia Jace, y traté de cambiar un poco de tema, para intentar distraerme todo lo posible.
- Bueno, ¿qué me decías de los teléfonos en Idris?
Pese a que no se me quitaba la expresión algo dolida, se notaba que prefería dejarlo estar y distraerme con lo que fuese.
Al menos me quedé más tranquila cuando Valen llegó también, y aproveché que Jace se volvió al instituto a ayudar a Alec para charlar un poco con ella. Incluso me sacó una sonrisa divertida con su comentario, antes de suspirar pacientemente.
- Créeme, aún no le has visto enfadado...
Mi sonrisa se acentuó, amistosa, cuando ella insistió en que me probase sus equipos y los usase si me quedaban bien.
- Gracias... de verdad, por todo. Necesitaba una amiga en esto.
Le dije sinceramente. Hasta que la conocí, solo había tenido a Simon, pero haber podido hacer una amiga de verdad, con la que consultar no solo algunas cosas de chicas, sino también una cazadora de sombras, que pudiese ayudarme en este nuevo mundo en el que me he metido, tiene mucho valor para mí.
Jace y Alec bajaron entonces y me quedé un poco más callada, mandando ese mensaje a Simon, o creyendo que era al número de Simon al que lo mandaba, mientras que Valen me comentaba que no me funcionaría en Idris. Iba a responderla cuando me dí cuenta del fallo, lanzándole a mi amiga una mirada fugaz, con las mejillas algo sonrojadas.
- Me equivoqué de número...
Le susurré apurada, mandando el segundo mensaje, pero en ese momento escuché un fuerte golpe. Apenas alcé la mirada todo fue muy rápido.
Valentina me puso el brazo delante, de forma protectora, mientras vi a Alec acercarse rápidamente a Jace, mirando la mano de él. Al fijarme entonces el boquete de la pared, reaccioné por instinto. Se notó la preocupación en mi rostro y aparté el brazo de Valen sin siquiera darme cuenta, corriendo hacia Jace. Prácticamente me choqué contra Alec al llegar a su lado, haciendo amago de tomar la mano de mi hermano hasta que me fijé que no tenía nada. Al momento me detuve, apenas rozando mis dedos con los suyos un segundo, y aparté mi mano, suspirando aliviada. En ese momento alcé la mirada y me fijé en sus ojos dorados, molestos, apartando la mirada hacia el otro lado del jardín.
Me quedé unos segundos sin saber qué decir, con cierta tristeza en mis ojos verdes, y finalmente suspiré de nuevo, mostrándome más seria y dirigiéndome a él sin importarme demasiado si me escuchaba o no.
- Deberías contener esas rabietas. No vale la pena que te hagas daño por nada que tenga que ver conmigo... por mucho que te enfade soportar a una hermana pequeña que no has pedido...
Me volví, intentando que no se notase demasiado lo dolida que me sentía. Me mataba la idea de que pudiese hacerse daño por mí... y además, él mismo lo dijo cuando me aseguró que no valía lo suficiente como los objetos de los cazadores que le había entregado a Kyo... si ni siquiera lo soy para algo así, menos aún para que se haga daño por mí...
Miré a Alec un poco de reojo. El chico pese a todo parecía intentar a veces tolerarme más de lo habitual, así que me disculpé brevemente por haber estado a punto de estamparme contra él.
- Perdona...
Dije sin más, antes de apartar la mirada de nuevo y volver junto a Valentina, aunque esta vez levantando mi maleta, incapaz de volver a sentarme en ella. Le dediqué a mi amiga una breve sonrisa de disculpa por la forma en que había salido corriendo hacia Jace, y traté de cambiar un poco de tema, para intentar distraerme todo lo posible.
- Bueno, ¿qué me decías de los teléfonos en Idris?
Pese a que no se me quitaba la expresión algo dolida, se notaba que prefería dejarlo estar y distraerme con lo que fuese.
Clary Fray- Nefilims
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Localización : Casa de Luke o Instituto de los Nefilim
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Alec reclamó mi atención y la tuvo por un momento, clavé mis ojos dorados en los azules suyos antes de apartar la mirada, justo cuando mi parabatai se centraba en mi mano. Sabía que no tenía nada, pero si me deshacía de él le pondría más ansioso. Así que era mejor dejarle que compruebe que no tenía nada antes de apartar su mano, tras la comprobación me miró directamente a los ojos y yo le devolví la mirada. Abrí la boca con toda la intención de contestarle, pero otro cuerpo apareció. Uno bajito y pelirrojo, al notar sus dedos rozando los míos aparté rápidamente la mano. Ni si quiera quería que me tocara en aquellos instantes. Nunca había pensado que mi deseo de que alguien se marchara fuera tan grande como en aquellos momentos. Le dediqué únicamente unos segundos de mi mirada antes de apartarla y mirar al otro lado del jardín. Ni si quiera quería verla, no lo soportaba.
-Tienes razón. -le dije mirándola de reojo, con los ojos dorados brillando, de una forma metafórica. - no pedí una hermana. -no podía evitar hacerle daño. Tampoco quería, al parecer eso de hacerle daño estaba a la orden. A mí no me importaba, la deseaba tanto como la odiaba, en aquellos momentos. Se podía decir que el enfado me cegaba completamente, pero me molestaba que yo me esforzara por mantenerla con vida y que ella hiciera lo que le daba la gana. Siempre metiendo la cabeza dentro de la boca del lobo hambriento. Tan estúpida e imprudente. Volví a apartar la mirada, pasando por el rostro de mi parabatai para saber su expresión. Lo más probable es que no estuviera de acuerdo con lo que le acababa de decir, pero no lo sabría hasta que ella no se fuera y mi hermano me dijera todo lo que pensaba. Le escuchaba, puede que muchas veces no le hiciera caso, pero siempre le escuchaba, que tal vez era mucho peor que simplemente no escucharlo. Cuando la chica se hubo ido contesté a su pregunta.
-Era pegarle a la pared o ir y acabar con ese maldito mundano bueno para nada. -le dije lleno de rabia. -Lo único que tenía que hacer era retenerla y no ha sido capaz ni si quiera de eso, incluso ahora que se ha convertido en vampiro. Ahora parece mucho más inútil que cuando era humano. -sabía que le debía una grande por haber acabado con el demonio mayor que casi mataba al chico de ojos azules que se encontraba delante de mí y también puede ser que yo le diera mi sangre para que pudiera sobrevivir, pero aun así a mí me parecía insuficiente por lo que hizo. Sin embargo no quitaba el hecho de que fuera alguien con una existencia inútil en aquellos momentos.
Alec intentó tranquilizarme, intentado que viera el lado positivo de esto. Que pronto llegaría el brujo y yo podría alejarme todo lo que me diera la gana cuando atravesáramos el portal. Solo esperaba que no tardara mucho más en hacerlo. No aguantaba más todo esto. En lo que transcurría mis pensamientos el mago apareció atravesando a pie el jardín. Su alta figura se paró delante de Maryse con la que intercambiaron un par de palabras antes de comenzar los preparativos para el portal. Miré atentamente a mi parabatai cuando el mago apareció. Siempre era bastante curioso como podía verse Alec en presencia el brujo, al cual miré de nuevo y que de esta distancia podía ver la purpurina y la sombra de ojos que adornaba su rostro.
-Vamos... -me acerqué al lugar de donde se encontraba el mago, que inmediatamente miró primero a mi hermano y después a mí.
-Tienes razón. -le dije mirándola de reojo, con los ojos dorados brillando, de una forma metafórica. - no pedí una hermana. -no podía evitar hacerle daño. Tampoco quería, al parecer eso de hacerle daño estaba a la orden. A mí no me importaba, la deseaba tanto como la odiaba, en aquellos momentos. Se podía decir que el enfado me cegaba completamente, pero me molestaba que yo me esforzara por mantenerla con vida y que ella hiciera lo que le daba la gana. Siempre metiendo la cabeza dentro de la boca del lobo hambriento. Tan estúpida e imprudente. Volví a apartar la mirada, pasando por el rostro de mi parabatai para saber su expresión. Lo más probable es que no estuviera de acuerdo con lo que le acababa de decir, pero no lo sabría hasta que ella no se fuera y mi hermano me dijera todo lo que pensaba. Le escuchaba, puede que muchas veces no le hiciera caso, pero siempre le escuchaba, que tal vez era mucho peor que simplemente no escucharlo. Cuando la chica se hubo ido contesté a su pregunta.
-Era pegarle a la pared o ir y acabar con ese maldito mundano bueno para nada. -le dije lleno de rabia. -Lo único que tenía que hacer era retenerla y no ha sido capaz ni si quiera de eso, incluso ahora que se ha convertido en vampiro. Ahora parece mucho más inútil que cuando era humano. -sabía que le debía una grande por haber acabado con el demonio mayor que casi mataba al chico de ojos azules que se encontraba delante de mí y también puede ser que yo le diera mi sangre para que pudiera sobrevivir, pero aun así a mí me parecía insuficiente por lo que hizo. Sin embargo no quitaba el hecho de que fuera alguien con una existencia inútil en aquellos momentos.
Alec intentó tranquilizarme, intentado que viera el lado positivo de esto. Que pronto llegaría el brujo y yo podría alejarme todo lo que me diera la gana cuando atravesáramos el portal. Solo esperaba que no tardara mucho más en hacerlo. No aguantaba más todo esto. En lo que transcurría mis pensamientos el mago apareció atravesando a pie el jardín. Su alta figura se paró delante de Maryse con la que intercambiaron un par de palabras antes de comenzar los preparativos para el portal. Miré atentamente a mi parabatai cuando el mago apareció. Siempre era bastante curioso como podía verse Alec en presencia el brujo, al cual miré de nuevo y que de esta distancia podía ver la purpurina y la sombra de ojos que adornaba su rostro.
-Vamos... -me acerqué al lugar de donde se encontraba el mago, que inmediatamente miró primero a mi hermano y después a mí.
Jace C. Wayland- Nefilims
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Fecha de inscripción : 28/04/2014
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Se podía notar que Jace no estaba nada contento con la presencia de Clary, seguramente quería dejarla atrás para que no fuera a Idris… lo entendía un poco pero lo entendía… los miembros de la Clave era personas crueles y si descubrían el poder de Clary seguramente la usaran de carne de caño… en primera fina contra Valentine… que sin dudarlo la mataría…. Eso hombre no tenia corazón… en eso ella le comento que el rubio tenía mucho carácter… haciendo que la pelirroja soltara una pequeña risita y después le diera las gracias por ayudarla… por lo menos lo había logrado, pues desde que Jace apareció junto al joven de ojos azules, Clary estaba muchísimo mas tensa y entonces ella comenzó a escribir un mensaje… porque estaba tan nerviosa en su presencia, algo raro había entre ellos dos… pero seguía sin saber que podía ser…
De repente Clary soltó un ¡Oh, mierda! Y la miro tanto a ella como a Jace y cuando le pregunto qué había pasado ella le comento que se había equivocado de número… Valentina lo supuso al ver la reacción de Jace que en ese instante golpeaba la pared ella por instinto coloco su mano delante de Clary y tomo su cuchillo serafín… obviamente no iba a atacar a Jace… pero la había entrenado para eso… siempre debía estar alerta ante todo y ante todos… sin importar nada…. Eso se lo debía al duro entrenamiento de sus padres que incluso cuando dormía iban a entrenarla para que siempre estuviera atenta asta dormida… entonces vio a Alec tomar del rostro a Jace… se podía notar la confianza entre ellos pues Jace pareció calmarse un poco…. Y en entonces Clary aparto su mano y salió corriendo al lado de su hermano ella camino dos pasos y se detuvo allí… no iba a meterse pero estaría atenta por si la necesitaba…. Escucho las tristes palabras de Clary… de verdad le dolía que Jace la viera como la hermana inútil… pero más le dolía que él sufriera algún tipo de daño por su culpa… de verdad le quería… pero algo en su actitud de decía a Valentina que no era algo tan simple como un cariño de hermanos quizás había algo mas… Pero la voz dura y seca de Jace la saco de pensamiento… incluso ella, que no sabía mucho de su historia le hizo daño el comentario…esas seis palabras que se notaban como puñales directo al corazón de su hermana… Valentina no pudo evitar negar con la cabeza con un bufido… pero que le pasaba a ese chico… ella solo quería ayudarlo… ayudar a su madre…. No lo hacía ni para molestarlo a él ni a nadie más….
Entonces Clary volvió a su lado comentando otra vez lo del teléfono… ella le sonrió amistosa… obviamente quería cambiar de tema y ella no iba a decir nada… solo le lanzo una mirada triste hacia Jace que en ese momento hablaba con si parabatai… como se podía ser tan imbécil y cabron… en fin… ella solo tomo su maleta y le tomo la mano a Clary apretándosela intentando darle ánimos…
-No los teléfonos no funcionan en Idris… pero en mi casa nos vamos a divertir… hay una laguna con patos donde podremos nadar… y si quieres podemos ir a entrenar… en sótano de la casa está equipado para eso…
Dijo amistosa viendo como un hombre alto y delgado pero en forma, con cabello negro y todo bañado en purpurina que hacían que brillara como una bola de espejos en una discoteca de los ochenta, ella le sonrió a Clary mientras Jace y Alec se acercaron hacia donde se encontraba el brujo…. La miradas que este le dio al ojiazul…. Hicieron que valentina frunciera el gesto… esa era una de sus grandes virtudes tenía el don de la observación… pero en ese momento bebía estar pendiente de Clary…. A la cual sonrió divertida…
-Al parecer ya nos vamos a ir…. Nos vamos a divertir… y tranquila no te pasara nada…
Dijo con una sonrisa caminando con ella hacia donde se encontraba los dejas intentando poner a Clary lo mas lejos de Jace que pudiera… en cierta forma ella vino para eso para que ellos dos no se mataran entre ellos…
De repente Clary soltó un ¡Oh, mierda! Y la miro tanto a ella como a Jace y cuando le pregunto qué había pasado ella le comento que se había equivocado de número… Valentina lo supuso al ver la reacción de Jace que en ese instante golpeaba la pared ella por instinto coloco su mano delante de Clary y tomo su cuchillo serafín… obviamente no iba a atacar a Jace… pero la había entrenado para eso… siempre debía estar alerta ante todo y ante todos… sin importar nada…. Eso se lo debía al duro entrenamiento de sus padres que incluso cuando dormía iban a entrenarla para que siempre estuviera atenta asta dormida… entonces vio a Alec tomar del rostro a Jace… se podía notar la confianza entre ellos pues Jace pareció calmarse un poco…. Y en entonces Clary aparto su mano y salió corriendo al lado de su hermano ella camino dos pasos y se detuvo allí… no iba a meterse pero estaría atenta por si la necesitaba…. Escucho las tristes palabras de Clary… de verdad le dolía que Jace la viera como la hermana inútil… pero más le dolía que él sufriera algún tipo de daño por su culpa… de verdad le quería… pero algo en su actitud de decía a Valentina que no era algo tan simple como un cariño de hermanos quizás había algo mas… Pero la voz dura y seca de Jace la saco de pensamiento… incluso ella, que no sabía mucho de su historia le hizo daño el comentario…esas seis palabras que se notaban como puñales directo al corazón de su hermana… Valentina no pudo evitar negar con la cabeza con un bufido… pero que le pasaba a ese chico… ella solo quería ayudarlo… ayudar a su madre…. No lo hacía ni para molestarlo a él ni a nadie más….
Entonces Clary volvió a su lado comentando otra vez lo del teléfono… ella le sonrió amistosa… obviamente quería cambiar de tema y ella no iba a decir nada… solo le lanzo una mirada triste hacia Jace que en ese momento hablaba con si parabatai… como se podía ser tan imbécil y cabron… en fin… ella solo tomo su maleta y le tomo la mano a Clary apretándosela intentando darle ánimos…
-No los teléfonos no funcionan en Idris… pero en mi casa nos vamos a divertir… hay una laguna con patos donde podremos nadar… y si quieres podemos ir a entrenar… en sótano de la casa está equipado para eso…
Dijo amistosa viendo como un hombre alto y delgado pero en forma, con cabello negro y todo bañado en purpurina que hacían que brillara como una bola de espejos en una discoteca de los ochenta, ella le sonrió a Clary mientras Jace y Alec se acercaron hacia donde se encontraba el brujo…. La miradas que este le dio al ojiazul…. Hicieron que valentina frunciera el gesto… esa era una de sus grandes virtudes tenía el don de la observación… pero en ese momento bebía estar pendiente de Clary…. A la cual sonrió divertida…
-Al parecer ya nos vamos a ir…. Nos vamos a divertir… y tranquila no te pasara nada…
Dijo con una sonrisa caminando con ella hacia donde se encontraba los dejas intentando poner a Clary lo mas lejos de Jace que pudiera… en cierta forma ella vino para eso para que ellos dos no se mataran entre ellos…
Valentina Devereaux- Nefilim mod
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Localización : Por aquí por alla
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Jace tenía carácter, Alec tenía muy claro que su Parabatai era un sujeto de pocas palabras y de muchas palabras por lo que en lo profundo no le sorprendió que hubiese golpeado la pared o ido a matar algo claro estaba que eso no quitaba la preocupación del pelinegro por quien consideraba más que su hermano. Antes que el cazador de ojos azules pudiera decir absolutamente nada llego Clary y no pudieron continuar hablando sabía que Jace detestaba estar cerca de ella y para explicarlo de una forma sencilla Alec podía entender a su parabatai incluso llegaba a sentir cuanto le dolía a pesar que él no dijera absolutamente nada, no era bueno con las emociones y Alec tampoco así que punto ¿o no?.
Alec escucho atentamente como Clary intentaba calmarlo pidiéndole que no se preocupara por cosas referente a ella y debía admitir que su relación con la chica había cambiado dramáticamente, ya no odiaba a Clary ni había vuelto a amenazarla con matarla lo que era bueno pero de la boca de Jace salieron esas palabras contra Clary y el chico sabia que el solo intentaba alejarla, de una manera agresiva por decirlo así – No te preocupes – respondió el pelinegro cuando Clary se disculpo por haber tropezado con él para llegar a su parabatai.
Clary entonces desapareció volviendo con la chica y Alec concentro su mirada en su parabatai, sabía que hablarle así a Clary estaba matándolo a ambos y vamos el destino, el universo, dios o quien quiera no podía ser aun más cruel de lo que ya era. Alec tomaba consejos de Jace aunque no lo admitiera y viceversa – Entonces puntos a la pared – respondió Alec ir a matar al mundano definitivamente haría que Clary le odiara por el resto de su vida.
-Simón es…..Simón – declaro el cazador y posiblemente Jace tenía razón la única cosa que este le había pedido al mundano era que mantuviera alejada a Clary no solo de todas esas situaciones sino que incluso de el mismo, ella había descubierto su habilidad pero el único problema era que no había sido entrenada como una de ellos por lo que simplemente corría peligros innecesarios.
A pesar que Alec estaba algo molesto por cómo había hablado con Clary no le diría nada, tenía claro que su Parabatai tenía más que suficiente con todo lo que estaba ocurriendo y poniéndole mas presión no mejoraría la situación solo estaría allí para evitar que hiciera daño a alguien en un ataque de ira o incluso llegase a hacerse daño el mismo. Antes de continuar la conversación apareció la figura de Magnus Bane y allí estaban las dos personas que negaban su relación, Alec diciendo que solo era un amigo a pesar que su Parabatai sospechaba y vaya que tenía un olfato para resolver misterios y además, Alec era el único que pensaba que nadie sabía de su relación con el Brujo.
El cazador pelinegro estaba tenso, el brujo hablaba con su madre y fue su parabatai quien lo saco de sus pensamientos cuando comenzó la marcha, Magnus llevaba como de costumbre la purpurina y su parafernalia acostumbrada por decirlo así y cuando su mirada enfoco a los cazadores de sombras al primero que miro fue a Alec quien cruzo sus ojos azules con los rasgos felinos de Bane. Jace parecía divertido con la reacción tensa de Alec y era cierto, el cazador parecía estar mucho más serio que de costumbre y quizás era porque Maryse su madre estaba allí o quizás estaba acostumbrado a actuar de esa manera.
-Entonces, ¿Todo está en orden? – se animo a decir, tenía claro que debía contarle a su familia de su relación con el Gran brujo de Brooklyn era necesario hacerlo pero seguía sin sentirse preparado quizás necesitaba algo de inspiración para dar el paso final Incluso Magnus había llegado a decirle que no quería estar viéndose con él a escondidas únicamente lo que hacía que Alec tuviera que tomar una decisión y pronto; el pelinegro sabía que su Parabatai conocía la relación por lo que en cuanto intercambio miradas con Magnus lo hacía con el resto e intentaba mantenerse relajado….¿Era posible para Alec relajarse?. No quería meter prisa al asunto pero ya que nadie decía mucho y su madre solo estaba centrada en lo que diría al consejo solo quería ayudarlos a todos en cierta forma, su parabatai no quería estar cerca de Clary ni Simón ya que sería capaz de matarlo era un vampiro así que técnicamente era el trabajo de los cazadores.
Alec escucho atentamente como Clary intentaba calmarlo pidiéndole que no se preocupara por cosas referente a ella y debía admitir que su relación con la chica había cambiado dramáticamente, ya no odiaba a Clary ni había vuelto a amenazarla con matarla lo que era bueno pero de la boca de Jace salieron esas palabras contra Clary y el chico sabia que el solo intentaba alejarla, de una manera agresiva por decirlo así – No te preocupes – respondió el pelinegro cuando Clary se disculpo por haber tropezado con él para llegar a su parabatai.
Clary entonces desapareció volviendo con la chica y Alec concentro su mirada en su parabatai, sabía que hablarle así a Clary estaba matándolo a ambos y vamos el destino, el universo, dios o quien quiera no podía ser aun más cruel de lo que ya era. Alec tomaba consejos de Jace aunque no lo admitiera y viceversa – Entonces puntos a la pared – respondió Alec ir a matar al mundano definitivamente haría que Clary le odiara por el resto de su vida.
-Simón es…..Simón – declaro el cazador y posiblemente Jace tenía razón la única cosa que este le había pedido al mundano era que mantuviera alejada a Clary no solo de todas esas situaciones sino que incluso de el mismo, ella había descubierto su habilidad pero el único problema era que no había sido entrenada como una de ellos por lo que simplemente corría peligros innecesarios.
A pesar que Alec estaba algo molesto por cómo había hablado con Clary no le diría nada, tenía claro que su Parabatai tenía más que suficiente con todo lo que estaba ocurriendo y poniéndole mas presión no mejoraría la situación solo estaría allí para evitar que hiciera daño a alguien en un ataque de ira o incluso llegase a hacerse daño el mismo. Antes de continuar la conversación apareció la figura de Magnus Bane y allí estaban las dos personas que negaban su relación, Alec diciendo que solo era un amigo a pesar que su Parabatai sospechaba y vaya que tenía un olfato para resolver misterios y además, Alec era el único que pensaba que nadie sabía de su relación con el Brujo.
El cazador pelinegro estaba tenso, el brujo hablaba con su madre y fue su parabatai quien lo saco de sus pensamientos cuando comenzó la marcha, Magnus llevaba como de costumbre la purpurina y su parafernalia acostumbrada por decirlo así y cuando su mirada enfoco a los cazadores de sombras al primero que miro fue a Alec quien cruzo sus ojos azules con los rasgos felinos de Bane. Jace parecía divertido con la reacción tensa de Alec y era cierto, el cazador parecía estar mucho más serio que de costumbre y quizás era porque Maryse su madre estaba allí o quizás estaba acostumbrado a actuar de esa manera.
-Entonces, ¿Todo está en orden? – se animo a decir, tenía claro que debía contarle a su familia de su relación con el Gran brujo de Brooklyn era necesario hacerlo pero seguía sin sentirse preparado quizás necesitaba algo de inspiración para dar el paso final Incluso Magnus había llegado a decirle que no quería estar viéndose con él a escondidas únicamente lo que hacía que Alec tuviera que tomar una decisión y pronto; el pelinegro sabía que su Parabatai conocía la relación por lo que en cuanto intercambio miradas con Magnus lo hacía con el resto e intentaba mantenerse relajado….¿Era posible para Alec relajarse?. No quería meter prisa al asunto pero ya que nadie decía mucho y su madre solo estaba centrada en lo que diría al consejo solo quería ayudarlos a todos en cierta forma, su parabatai no quería estar cerca de Clary ni Simón ya que sería capaz de matarlo era un vampiro así que técnicamente era el trabajo de los cazadores.
Invitado- Invitado
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Fue algo instintivo y supongo que, aunque lo intente, no puedo evitarlo.
Cuando pensé que Jace podría haberse hecho daño, ignorando la pose protectora de Valentina, corrí hacia él con una expresión preocupada y haciendo amago de tomar su mano para comprobar que no tuviera nada serio. Apenas se quedó en un simple roce ce mis dedos en los suyos cuando me percaté de que estaba bien, pero él apartó la mano con brusquedad, haciendo que alejase también la mía y sintiera una horrible punzada en mi pecho.
¿Tanto asco le daba por lo que había hecho al pedir ayuda a Kyo que ni siquiera soportaba que le rozase?
Bajé la mirada, dolida y algo avergonzada, pero aun así no quería que pudiera hacerse daño por mi culpa, ni siquiera por frustración o por no quererme cerca de él. Si tanto me odia, me mantendré todo lo lejos que pueda, pero no soportaría que se hiciera daño por mi culpa.
Tenía que decírselo, y cuando lo hice, estaba claro que no me quería cerca de él. Ni siquiera fui capaz de mirarle con esa respuesta, y con un leve brillo en mis ojos verdes, conteniendo las lágrimas, simplemente asentí sin mirarle y me volví, suspirando por un momento para intentar calmarme y dejarlo estar.
Me disculpé con Alec por haber estado a punto de arrollarlo hace un momento, y su respuesta con un tono más tranquilo y amable me hizo esbozar hacia él una leve sonrisa triste pero agradecida.
Quizá debería hablar con él cuando lleguemos a Idris, me gustaría hacerlo, disculparme por lo que le dije en su momento sobre Jace, aquella vez que tanto se enfadó conmigo, y quizá poder decirle que cuide de mi hermano por mí. Sé que es algo que no necesitaría decirle, Alec y Jace están muy unidos y son realmente como hermanos, pero aun así me gustaría decirle que, si yo no puedo estar cerca de Jace, al menos me deja más tranquila que él lo esté.
Volví junto a Valentina, pero no quise volver a sentarme. Estaba demasiado tensa, así que simplemente intenté cambiar de tema, aunque se notaba la tristeza en mi mirada por la respuesta de Jace.
Ella no me dijo nada, ni siquiera me preguntó si iba todo bien, solo respondió como si nada, haciéndome esbozar una sonrisa amistosa y agradecida.
- Bueno, supongo que podré sobrevivir unos días sin teléfono. Sería genial que entrenásemos juntas, me vendría bien, aunque de haber sabido que íbamos a bañarnos en un lago me habría traído el bañador.
Comenté, dejando por un momento las bromas y esbozando una sonrisa sincera y algo más animada.
- Gracias... de verdad. Por todo.
No solo lo decía por haber tenido el tacto de seguirme la corriente y no insistir en Jace, sino también por todo lo que estaba haciendo estos días, volviendo a un lugar que le traía tantos recuerdos para acompañarme y ayudarme, y por su apoyo con todo esto. Realmente es una gran amiga.
Apenas dijo que parecía que ya nos marchábamos, me volví para ver cómo se acercaba Magnus, con su habitual atuendo llamativo y la purpurina. Se centró lo primero en Alec, como era de esperar, y esbocé una leve sonrisa entre cálida y nostálgica al ver cómo se miraban el uno al otro. Me alegraba por Alec y en cierto modo le tenía un poco de envidia sana. Se nota que para él aún no es fácil y no parece que quiera que se sepa de momento lo que parece que tiene con Magnus, pero al menos ellos, a su manera, pueden estar juntos porque es lo que quieren.
Asentí a Valentina y le dije quién era el brujo.
- Valen, él es Magnus Bane, el Gran Brujo de Brooklyn. Conoce a mi madre desde hace tiempo y fue él quien me tuvo apartada del mundo de las sombras por petición de ella. Ha intentado ayudarnos a despertarla, pero no ha podido por el momento.
Por eso yo había recurrido a Kyo. Cuando nos conocimos me dijo que conocía a Magnus, pero no sé si le habrá dicho que ahora él también me está ayudando o le habrá preguntado por ese Libro de lo blanco o algo así, que supuestamente debería buscar en Idris.
Cogiendo mi maleta, esperé a que Magnus nos indicase a dónde debíamos ir para abrir el portal y poder marcharnos por fin. Cuanto antes lleguemos, antes podré ponerme a buscar y terminar cuanto antes.
Cuando pensé que Jace podría haberse hecho daño, ignorando la pose protectora de Valentina, corrí hacia él con una expresión preocupada y haciendo amago de tomar su mano para comprobar que no tuviera nada serio. Apenas se quedó en un simple roce ce mis dedos en los suyos cuando me percaté de que estaba bien, pero él apartó la mano con brusquedad, haciendo que alejase también la mía y sintiera una horrible punzada en mi pecho.
¿Tanto asco le daba por lo que había hecho al pedir ayuda a Kyo que ni siquiera soportaba que le rozase?
Bajé la mirada, dolida y algo avergonzada, pero aun así no quería que pudiera hacerse daño por mi culpa, ni siquiera por frustración o por no quererme cerca de él. Si tanto me odia, me mantendré todo lo lejos que pueda, pero no soportaría que se hiciera daño por mi culpa.
Tenía que decírselo, y cuando lo hice, estaba claro que no me quería cerca de él. Ni siquiera fui capaz de mirarle con esa respuesta, y con un leve brillo en mis ojos verdes, conteniendo las lágrimas, simplemente asentí sin mirarle y me volví, suspirando por un momento para intentar calmarme y dejarlo estar.
Me disculpé con Alec por haber estado a punto de arrollarlo hace un momento, y su respuesta con un tono más tranquilo y amable me hizo esbozar hacia él una leve sonrisa triste pero agradecida.
Quizá debería hablar con él cuando lleguemos a Idris, me gustaría hacerlo, disculparme por lo que le dije en su momento sobre Jace, aquella vez que tanto se enfadó conmigo, y quizá poder decirle que cuide de mi hermano por mí. Sé que es algo que no necesitaría decirle, Alec y Jace están muy unidos y son realmente como hermanos, pero aun así me gustaría decirle que, si yo no puedo estar cerca de Jace, al menos me deja más tranquila que él lo esté.
Volví junto a Valentina, pero no quise volver a sentarme. Estaba demasiado tensa, así que simplemente intenté cambiar de tema, aunque se notaba la tristeza en mi mirada por la respuesta de Jace.
Ella no me dijo nada, ni siquiera me preguntó si iba todo bien, solo respondió como si nada, haciéndome esbozar una sonrisa amistosa y agradecida.
- Bueno, supongo que podré sobrevivir unos días sin teléfono. Sería genial que entrenásemos juntas, me vendría bien, aunque de haber sabido que íbamos a bañarnos en un lago me habría traído el bañador.
Comenté, dejando por un momento las bromas y esbozando una sonrisa sincera y algo más animada.
- Gracias... de verdad. Por todo.
No solo lo decía por haber tenido el tacto de seguirme la corriente y no insistir en Jace, sino también por todo lo que estaba haciendo estos días, volviendo a un lugar que le traía tantos recuerdos para acompañarme y ayudarme, y por su apoyo con todo esto. Realmente es una gran amiga.
Apenas dijo que parecía que ya nos marchábamos, me volví para ver cómo se acercaba Magnus, con su habitual atuendo llamativo y la purpurina. Se centró lo primero en Alec, como era de esperar, y esbocé una leve sonrisa entre cálida y nostálgica al ver cómo se miraban el uno al otro. Me alegraba por Alec y en cierto modo le tenía un poco de envidia sana. Se nota que para él aún no es fácil y no parece que quiera que se sepa de momento lo que parece que tiene con Magnus, pero al menos ellos, a su manera, pueden estar juntos porque es lo que quieren.
Asentí a Valentina y le dije quién era el brujo.
- Valen, él es Magnus Bane, el Gran Brujo de Brooklyn. Conoce a mi madre desde hace tiempo y fue él quien me tuvo apartada del mundo de las sombras por petición de ella. Ha intentado ayudarnos a despertarla, pero no ha podido por el momento.
Por eso yo había recurrido a Kyo. Cuando nos conocimos me dijo que conocía a Magnus, pero no sé si le habrá dicho que ahora él también me está ayudando o le habrá preguntado por ese Libro de lo blanco o algo así, que supuestamente debería buscar en Idris.
Cogiendo mi maleta, esperé a que Magnus nos indicase a dónde debíamos ir para abrir el portal y poder marcharnos por fin. Cuanto antes lleguemos, antes podré ponerme a buscar y terminar cuanto antes.
Clary Fray- Nefilims
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Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Solo ignoré todo aquello que estuviera a más de dos metros de distancia de mí, por mi propio bien y por el bien de los demás. Solo quería prestar atención a mi parabatai y a la entrada de la cerca que indicaba los límites del instituto, esperando a que Magnus apareciera de una vez por todas. Pero tras darle un puñetazo a la pared Clary tuvo que acercarse con esa expresión preocupada, solo al verla tenía ganas de abrazarla y asegurarle que todo estaba bien... Sin embargo eso era mentira, nada estaba bien. Todo se había estropeado hace bastante tiempo, nos gustara o no nos gustara. Las cosas eran de ese modo, y no podíamos hacer nada contra de ello.
Cuando Clary se fue, tras decirle tales palabras y percibir la reacción de Valentina que sinceramente me daba igual, solo conseguía que me enfadara aún más. Ella no tenía ni idea de lo que estaba pasando, así que era mejor que se abstuviera de hacer cualquier tipo de comentario al respecto. No lo dije en voz alta, no tenía ganas de tener otra discusión con algunas de las personas que viajaremos juntos. Centré mi atención a mi compañero de batallas, ya que la estaba llamando con su mirada. Sabía lo que quería decirme con esa mirada. Sabía que comprendía lo que me pasaba cada vez que le hablaba de ese modo a la pequeña pelirroja, lo sabía perfectamente y eso me daba algo de rabia. Esa pena y ese dolor solo tendría que cargarlo yo, no mi compañero, no era justo para él pero aun así él lo hacía por mí, como yo lo hubiera hecho por él. También sabía que estaba molesto conmigo por como le había hablado a la chica, pero me había salido de manera natural, aunque esas formas también me hiciera daño a mí. Suspiré y sonreí a medio lado al escuchar su comentario sobre la pared, miré donde le había pegado el puñetazo, tal vez si que me había dejado llevar demasiado por las emociones.
-Aunque sea Simon, los dos sabemos que puede hacer algunas cosas bien. -dije mientras recordaba aquella tarde en el antiguo zaguán de Clary cuando el mundano nos salvó la vida con el arco. -Ya podría hacer esta como es debido.
En ese momento el gran brujo de Brooklyn apareció. Se lo indiqué a Alec y este me siguió cuando comencé a acercarme donde estaba Magnus y mi madre adoptiva. A cada paso que dábamos Alec parecía mucho más nervioso que derivaba a una postura totalmente tiesa, me daba miedo que en aquel estado se le olvidara respirar para no acercarse más al brujo. Miré al suelo, en un intento de esconder la sonrisa que se iba a formar a mis labios. Entendía porque estaba de ese modo y también me molestaba que mi parabatai tuviera que andar con pies de plomo por una tontería como aquella. Alec tenía sus gustos... ¿qué más daba? Eso no le quitaba lo valiente y lo sobreprotector que era con todos nosotros. Seguiría siendo el mejor con el arco, seguirá siendo aquel chico que nos echara la bronca a sus hermanos menores, los que nos seguirá para protegernos y el que devolverá el puñetazo si uno intenta darle antes. Era mi parabatai y si para mí no cambiaba nada que sus gustos fueran esos, antes los ojos de los demás tampoco tendría que variar la misión que tenían de él... Como si tuviera que implantar mi idea a golpes. Alec se animó a preguntar algo, me mordí el labio y miré a un lado, para que mi parabatai no notara mi sonrisa, aunque por mi postura sabría perfectamente que me estaba divirtiendo. En ese momento apareció Clary y Valentina, presentándole el mago a la chica nueva.
Cuando Clary se fue, tras decirle tales palabras y percibir la reacción de Valentina que sinceramente me daba igual, solo conseguía que me enfadara aún más. Ella no tenía ni idea de lo que estaba pasando, así que era mejor que se abstuviera de hacer cualquier tipo de comentario al respecto. No lo dije en voz alta, no tenía ganas de tener otra discusión con algunas de las personas que viajaremos juntos. Centré mi atención a mi compañero de batallas, ya que la estaba llamando con su mirada. Sabía lo que quería decirme con esa mirada. Sabía que comprendía lo que me pasaba cada vez que le hablaba de ese modo a la pequeña pelirroja, lo sabía perfectamente y eso me daba algo de rabia. Esa pena y ese dolor solo tendría que cargarlo yo, no mi compañero, no era justo para él pero aun así él lo hacía por mí, como yo lo hubiera hecho por él. También sabía que estaba molesto conmigo por como le había hablado a la chica, pero me había salido de manera natural, aunque esas formas también me hiciera daño a mí. Suspiré y sonreí a medio lado al escuchar su comentario sobre la pared, miré donde le había pegado el puñetazo, tal vez si que me había dejado llevar demasiado por las emociones.
-Aunque sea Simon, los dos sabemos que puede hacer algunas cosas bien. -dije mientras recordaba aquella tarde en el antiguo zaguán de Clary cuando el mundano nos salvó la vida con el arco. -Ya podría hacer esta como es debido.
En ese momento el gran brujo de Brooklyn apareció. Se lo indiqué a Alec y este me siguió cuando comencé a acercarme donde estaba Magnus y mi madre adoptiva. A cada paso que dábamos Alec parecía mucho más nervioso que derivaba a una postura totalmente tiesa, me daba miedo que en aquel estado se le olvidara respirar para no acercarse más al brujo. Miré al suelo, en un intento de esconder la sonrisa que se iba a formar a mis labios. Entendía porque estaba de ese modo y también me molestaba que mi parabatai tuviera que andar con pies de plomo por una tontería como aquella. Alec tenía sus gustos... ¿qué más daba? Eso no le quitaba lo valiente y lo sobreprotector que era con todos nosotros. Seguiría siendo el mejor con el arco, seguirá siendo aquel chico que nos echara la bronca a sus hermanos menores, los que nos seguirá para protegernos y el que devolverá el puñetazo si uno intenta darle antes. Era mi parabatai y si para mí no cambiaba nada que sus gustos fueran esos, antes los ojos de los demás tampoco tendría que variar la misión que tenían de él... Como si tuviera que implantar mi idea a golpes. Alec se animó a preguntar algo, me mordí el labio y miré a un lado, para que mi parabatai no notara mi sonrisa, aunque por mi postura sabría perfectamente que me estaba divirtiendo. En ese momento apareció Clary y Valentina, presentándole el mago a la chica nueva.
Jace C. Wayland- Nefilims
- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 28/04/2014
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Gratis, iba abrir un portal gratis y solo porque Alec me lo había pedido. Yo el gran brujo de Brooklyn guiado una vez más por los sentimientos iba a perder dinero. No es que me faltase de eso, sin embargo seguía sorprendiéndome como las cosas iban cambiado según los intereses de cada uno. A veces me sentía idiota, solo a veces.
Antes de salir de mi apartamento, me había puesto una camisa rosa eléctrica, unos pantalones azules marinos que hacían juego con la chaqueta del mismo color y unos zapatos del mismo color que la camisa. Mis habituales pelos de punta con purpurina plateada y azul, y la sombra de ojos que llevaba puesta era negra, que resaltaba más el color ambarito de mis ojos. No pensaba esforzarme en llegar temprano, ya que lo hacía gratis que me dejaran hacerlo a mi manera, aunque si hubiera algo de dinero de por medio lo más probable es que hubiera llegado con tiempo de sobra. Así que nada más salir de mi casa esperé a que un taxi pasara, y cuando lo hice le indiqué donde tenía que dejarme. A una manzana de distancia del instituto. No quería llamar la atención por bajarme delante de un lugar desolado para ojos mundanos. Con un movimiento de manos y pequeñas chispas azules el hombre creyó que le pagaba y se fue contento del lugar.
El corto trayecto que me separaba de mi posición al instituto me dediqué a pensar en Alec. Cuando llegará no estaríamos como habíamos estado en mi casa, ni si quiera se acercaría a eso. Sabía que era duro para él tener que dar el paso para decirle la verdad a sus padres, pero no podía negar que me molestaba que me tratara como si fuera alguien lejano, un simple conocido. Es cierto que no siempre lo hacía, pero cuando lo hacía conseguía acabar con mi, casi infinita, paciencia. Llegué al instituto, vi a lo lejos a mi nefilim, junto con su parabatai aleonado que tras sus estancia había dejado un orden riguroso que todavía me costaba desordenar, y algo más cerca estaba Clary. La única criatura que había visto crecer y junto a ella una chica que no sabía de quien se trataba, tampoco me importaba demasiado. La primera que me recibió fue la directora del instituto, como era obvio. Podía ver con claridad el parecido que tenía su madre con sus hijos, sobre todo con su hija. El marido de esta tampoco se quedaba atrás, todos los Lightwood hijos se daban un aire a sus padres, incluso el más pequeño que era el más diferente de todos. Tras intercambiar unas cuantas palabras con la mujer comencé a trabajar, mientras que recordaba como se había creado el portal y recordando vagamente aquel hombre pelirrojo lleno de pecas con acento británico, como todos ellos excepto dos personas.
Llamó mi atención como Alec y Jace se acercaban a la directa del instituto y a mí, con el último en cabeza. El primero parecía tenso, bastante tenso ignoré su reacción ante mi presencia junto con la presencia de su madre, mientras que su parabatai hacía un vago intento de ocultar lo gracioso que le resultaba la situación. En ese momento el chico de ojos azules se dirigió a mí directamente, clavé mis ojos de pupilas verticales en los suyos con la intención de contestar, no obstante la llegada de Clary con la otra chica interrumpió toda respuesta que iba a decir. Escuché las palabras de la chica más baja mientras que analizaba a la recién llegada, cuando terminó de hablar la miré enarcando una ceja.
-Clarissa, tu lengua podría desaparecer un día de estos si no tienes cuidado que dices y a quien se lo dices. -dije mientras sacaba una bolsa de terciopelo verde. Mis palabras eran mitad advertencia y mitad amenaza. Miré a Alec. -Sí, todo en orden. -contesté a su pregunta, para después mirar de nuevo a la insolente pelirroja. -Y también deberías tener cuidado con quien haces tratos. -saqué una tiza de la bolsa y le hablé antes que pudiera decirme nada más. -Soy el gran brujo de Brooklyn, pocas cosas suceden en el submundo sin que yo me entere. Sobre todo cuando le pides a otro brujo para encontrar algo que no está de su mano. La ignorancia, -la miré a sus grandes ojos verdes. - es tu peor enemigo.
Estaba molesto porque la chiquilla le pidiera ayuda a Kyo. No hacía falta que este último me lo dijera, cosa que por el momento no había hecho. Resultaba irónico que ese mismo chico que había dejado en Japón hace siglos estuviera ayudando a una cazadora de sombras, bueno, cazadora de sangre. Sabía que si él no venía hablar conmigo iría yo a hablar con él. Cuando pasaba algo interesante, solo era cuestión de tiempo que todo el mundo de las sombras se enterara. También habían dicho sobre la pelea que había tenido lugar y como un brujo alado se había ido del lugar con ciertos materiales brillantes.
Antes de salir de mi apartamento, me había puesto una camisa rosa eléctrica, unos pantalones azules marinos que hacían juego con la chaqueta del mismo color y unos zapatos del mismo color que la camisa. Mis habituales pelos de punta con purpurina plateada y azul, y la sombra de ojos que llevaba puesta era negra, que resaltaba más el color ambarito de mis ojos. No pensaba esforzarme en llegar temprano, ya que lo hacía gratis que me dejaran hacerlo a mi manera, aunque si hubiera algo de dinero de por medio lo más probable es que hubiera llegado con tiempo de sobra. Así que nada más salir de mi casa esperé a que un taxi pasara, y cuando lo hice le indiqué donde tenía que dejarme. A una manzana de distancia del instituto. No quería llamar la atención por bajarme delante de un lugar desolado para ojos mundanos. Con un movimiento de manos y pequeñas chispas azules el hombre creyó que le pagaba y se fue contento del lugar.
El corto trayecto que me separaba de mi posición al instituto me dediqué a pensar en Alec. Cuando llegará no estaríamos como habíamos estado en mi casa, ni si quiera se acercaría a eso. Sabía que era duro para él tener que dar el paso para decirle la verdad a sus padres, pero no podía negar que me molestaba que me tratara como si fuera alguien lejano, un simple conocido. Es cierto que no siempre lo hacía, pero cuando lo hacía conseguía acabar con mi, casi infinita, paciencia. Llegué al instituto, vi a lo lejos a mi nefilim, junto con su parabatai aleonado que tras sus estancia había dejado un orden riguroso que todavía me costaba desordenar, y algo más cerca estaba Clary. La única criatura que había visto crecer y junto a ella una chica que no sabía de quien se trataba, tampoco me importaba demasiado. La primera que me recibió fue la directora del instituto, como era obvio. Podía ver con claridad el parecido que tenía su madre con sus hijos, sobre todo con su hija. El marido de esta tampoco se quedaba atrás, todos los Lightwood hijos se daban un aire a sus padres, incluso el más pequeño que era el más diferente de todos. Tras intercambiar unas cuantas palabras con la mujer comencé a trabajar, mientras que recordaba como se había creado el portal y recordando vagamente aquel hombre pelirrojo lleno de pecas con acento británico, como todos ellos excepto dos personas.
Llamó mi atención como Alec y Jace se acercaban a la directa del instituto y a mí, con el último en cabeza. El primero parecía tenso, bastante tenso ignoré su reacción ante mi presencia junto con la presencia de su madre, mientras que su parabatai hacía un vago intento de ocultar lo gracioso que le resultaba la situación. En ese momento el chico de ojos azules se dirigió a mí directamente, clavé mis ojos de pupilas verticales en los suyos con la intención de contestar, no obstante la llegada de Clary con la otra chica interrumpió toda respuesta que iba a decir. Escuché las palabras de la chica más baja mientras que analizaba a la recién llegada, cuando terminó de hablar la miré enarcando una ceja.
-Clarissa, tu lengua podría desaparecer un día de estos si no tienes cuidado que dices y a quien se lo dices. -dije mientras sacaba una bolsa de terciopelo verde. Mis palabras eran mitad advertencia y mitad amenaza. Miré a Alec. -Sí, todo en orden. -contesté a su pregunta, para después mirar de nuevo a la insolente pelirroja. -Y también deberías tener cuidado con quien haces tratos. -saqué una tiza de la bolsa y le hablé antes que pudiera decirme nada más. -Soy el gran brujo de Brooklyn, pocas cosas suceden en el submundo sin que yo me entere. Sobre todo cuando le pides a otro brujo para encontrar algo que no está de su mano. La ignorancia, -la miré a sus grandes ojos verdes. - es tu peor enemigo.
Estaba molesto porque la chiquilla le pidiera ayuda a Kyo. No hacía falta que este último me lo dijera, cosa que por el momento no había hecho. Resultaba irónico que ese mismo chico que había dejado en Japón hace siglos estuviera ayudando a una cazadora de sombras, bueno, cazadora de sangre. Sabía que si él no venía hablar conmigo iría yo a hablar con él. Cuando pasaba algo interesante, solo era cuestión de tiempo que todo el mundo de las sombras se enterara. También habían dicho sobre la pelea que había tenido lugar y como un brujo alado se había ido del lugar con ciertos materiales brillantes.
Magnus Bane- Brujo
- Mensajes : 49
Fecha de inscripción : 01/05/2014
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Valentina observaba como la joven de cabellos rojizos corría rápidamente al lado de su hermano cuando golpeo con fuerza la pared del Instituto, de verdad Jace tenía muchísima fuerza, jamás había visto un golpe así… entonces Clary le hablo y casi se podía palpar la preocupación que sentía la chica en el aire… y luego como las palabras del rubio aplastaban todo allí… El rostro de Alec era todo un poema y seguramente el de ella misma también lo era… no podía creer que le allá dicho palabras tan duras a su propia hermana, hasta ella se sentía mal por esas palabras tan fuertes…. En eso Clary se alejo de ellos disculpándose con el chico de los ojos azules y este se pudo hablar con el rubio mientras Clary volvía a su lado, obviamente no pudo escuchar lo que decían aunque lo menos que le importaba era ellos ahora tenía que sentarse en su amiga que al volver a su lado se podía notar que lo menos que quería hacer era hablar el tema y ella no lo iba a tocar…. No quería hacerle más daño del que quizás ya sentía… quizás sería raro que con tan poco tiempo de conocerse la protegiera tanto pero era su amiga… la única que le había tratado como una verdadera persona… no como la hija de los criminales… no sabía bien si era por eso pero de verdad se sentía ella misma con Clary a su lado….En eso escucho su gracias ella chasqueo la lengua y le sonrió apretándole ligeramente el hombro, no había hecho nada y lo que hizo fue por amistad….
Después de unos minutos a lo lejos pudo ver a un chico de unos diecinueve años tenía un aspecto extraño con una camisa rosa eléctrica, unos pantalones y chaqueta azules marinos y unos zapatos tan llamativos como la camisa pero nada como sus cabellos negro en punta con tanta purpurina que parecían relucir…. Pero al verle entrar y ver la reacción del resto supo que era alguien conocido, seguramente el mago que iba a abrir el portal… entonces después de que Jace y Alec caminaran hacia donde se encontraba el chico y la directora del Instituto Clary y ella comenzaron la marcha y mientras caminaban Clary le explicaba quien era él… vio como Alec estaba un poco tenso… quizás por lo que había pasado o… quizás por otra cosa porque al ver como Jace se reía levemente supuso que no era por eso…. En eso las llegaron hasta donde se encontraba el resto de los que iban a viajar y escucho la voz del brujo que le hablaba a la chica… pero que se creía este subterráneo…. Como le podía hablar a una Cazadora de Sombras de esa manera… por muchos que la conociera de toda la vida… no se… bueno la verdad no tenía mucho trato con subterráneos pero si tenía la imagen de su padre y su madre hablando con estos y estaba segura que el trato era muy distinto…. Estuvo a punto de decirle algo cundo este volvió a hablar seguramente sus comentarios vendría a lo que hizo Clary cuando hablo con aquel brujo y tuvo aquella horrible discusión con Jace… si había sido muy imprudente pero si el chico de la purpurina no podía ayudarla era totalmente lógico que buscara a alguien que si lo hiciera o al menos eso haría ella… No dijo nada…. tampoco quería meter más leña al fuego y meterse donde no la llamaran y menos a punto de emprender un viaje tan complicado, su objetivo era ayudar a Clary y eso haría pasase lo que pasase….
-Bueno un gusto conocerte Magnus Bane… Valentina Devereaux
Dijo con una sonrisa extendiéndole el brazo para que este la estrechara… sabía que no era el mejor intento para que nadie pusiera la atención en Clary pero al menos lo intentaría… por lo menos así… aunque fuera por un momento la atención de todos no estaría en Clary sino en ella…
Después de unos minutos a lo lejos pudo ver a un chico de unos diecinueve años tenía un aspecto extraño con una camisa rosa eléctrica, unos pantalones y chaqueta azules marinos y unos zapatos tan llamativos como la camisa pero nada como sus cabellos negro en punta con tanta purpurina que parecían relucir…. Pero al verle entrar y ver la reacción del resto supo que era alguien conocido, seguramente el mago que iba a abrir el portal… entonces después de que Jace y Alec caminaran hacia donde se encontraba el chico y la directora del Instituto Clary y ella comenzaron la marcha y mientras caminaban Clary le explicaba quien era él… vio como Alec estaba un poco tenso… quizás por lo que había pasado o… quizás por otra cosa porque al ver como Jace se reía levemente supuso que no era por eso…. En eso las llegaron hasta donde se encontraba el resto de los que iban a viajar y escucho la voz del brujo que le hablaba a la chica… pero que se creía este subterráneo…. Como le podía hablar a una Cazadora de Sombras de esa manera… por muchos que la conociera de toda la vida… no se… bueno la verdad no tenía mucho trato con subterráneos pero si tenía la imagen de su padre y su madre hablando con estos y estaba segura que el trato era muy distinto…. Estuvo a punto de decirle algo cundo este volvió a hablar seguramente sus comentarios vendría a lo que hizo Clary cuando hablo con aquel brujo y tuvo aquella horrible discusión con Jace… si había sido muy imprudente pero si el chico de la purpurina no podía ayudarla era totalmente lógico que buscara a alguien que si lo hiciera o al menos eso haría ella… No dijo nada…. tampoco quería meter más leña al fuego y meterse donde no la llamaran y menos a punto de emprender un viaje tan complicado, su objetivo era ayudar a Clary y eso haría pasase lo que pasase….
-Bueno un gusto conocerte Magnus Bane… Valentina Devereaux
Dijo con una sonrisa extendiéndole el brazo para que este la estrechara… sabía que no era el mejor intento para que nadie pusiera la atención en Clary pero al menos lo intentaría… por lo menos así… aunque fuera por un momento la atención de todos no estaría en Clary sino en ella…
Valentina Devereaux- Nefilim mod
- Mensajes : 404
Fecha de inscripción : 28/02/2014
Localización : Por aquí por alla
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Jace se había quedado apartado hablando con Alec. Está claro que, por mucho que me duela, no quiere tener nada que ver conmigo, así que lo mejor sería dejarlo estar y centrarme en hablar con Valentina. Agradecía enormemente que hubiera venido con nosotros, porque de no ser así, la verdad no sé muy bien lo que estaría haciendo... Es una situación bastante incómoda.
Me senté con ella y al menos me animó bastante hablando de lo que podríamos hacer en Idris, como ir de compras juntas o bañarnos en algún lago. Sonaba genial, y la verdad, quedarnos en su casa me dejaba más tranquila que ir a esa casa de confianza de los Lightwood. No es que no me fiase de ellos. De hecho de Isabelle y Alec me fío, pero creo que su madre no defendió a Jace lo suficiente de la Inquisidora y eso es algo que no puedo dejar de lado.
Estaba intentando animarme con mi nueva amiga cuando llegó Magnus. Se notó claramente la tensión entre él y Alec y me pregunto si alguna vez Alec se animará a decir que están juntos. Personalmente me alegro mucho por él. Jace tiene de gay lo que Magnus de discreto, así que me alegra que Alec haya encontrado a alguien que pueda corresponderle. Creo que no es algo malo, ni mucho menos, y la Clave, si es que está realmente en contra, debería ser algo menos retrógrada.
En cuanto Valen y yo nos acercamos, le presenté a Magnus, pero su respuesta me hizo tensarme un poco. ¿Por qué se ponía así? Normalmente era bastante simpático.
- Perdona, no pretendía ser una ofensa, solo quería presentaros. Además, a Valen le he contado todo lo que tiene que ver con mi madre, no he dicho nada que ella no sepa ya...
Dije un poco apurada. No sé qué bicho le habrá picado para que parezca estar molesto conmigo, aunque creo que lo entendí cuando insinuó claramente que se había enterado de lo de Kyo. ¿Por qué todos se ponían en su contra? Él ha sido muy bueno conmigo y se ha portado como un amigo cuando más lo he necesitado, igual que Valen. Ni que no tuviera derecho a tratar con más gente que no sean ellos...
Aunque estaba molesta, y se me notaba, respondí sinceramente, pero sin perder la educación. Entiendo que Magnus es poderoso y no se le debería hacer enfadar, pero más que por eso es porque respeto que mi madre confiase en él.
- No es algo que hiciera particularmente a tus espaldas, de hecho no me preocupa que lo sepas ni tú ni nadie. Kyo se ofreció a ayudarme cuando de casualidad nos conocimos en la tienda de comics, y se ha comportado como un buen amigo desde que le conozco. Solo intenta ayudarme con mi madre y yo se lo agradezco, no creo que sea nada malo.
Apenas lo dije fui a recoger mi maleta y esperé a que Magnus abriese el portal, o lo que fuese que tuviera pensado hacer. Ahora Jace no era el único que estaba deseando llegar a Idris para poder alejarse un poco de todo.
Me senté con ella y al menos me animó bastante hablando de lo que podríamos hacer en Idris, como ir de compras juntas o bañarnos en algún lago. Sonaba genial, y la verdad, quedarnos en su casa me dejaba más tranquila que ir a esa casa de confianza de los Lightwood. No es que no me fiase de ellos. De hecho de Isabelle y Alec me fío, pero creo que su madre no defendió a Jace lo suficiente de la Inquisidora y eso es algo que no puedo dejar de lado.
Estaba intentando animarme con mi nueva amiga cuando llegó Magnus. Se notó claramente la tensión entre él y Alec y me pregunto si alguna vez Alec se animará a decir que están juntos. Personalmente me alegro mucho por él. Jace tiene de gay lo que Magnus de discreto, así que me alegra que Alec haya encontrado a alguien que pueda corresponderle. Creo que no es algo malo, ni mucho menos, y la Clave, si es que está realmente en contra, debería ser algo menos retrógrada.
En cuanto Valen y yo nos acercamos, le presenté a Magnus, pero su respuesta me hizo tensarme un poco. ¿Por qué se ponía así? Normalmente era bastante simpático.
- Perdona, no pretendía ser una ofensa, solo quería presentaros. Además, a Valen le he contado todo lo que tiene que ver con mi madre, no he dicho nada que ella no sepa ya...
Dije un poco apurada. No sé qué bicho le habrá picado para que parezca estar molesto conmigo, aunque creo que lo entendí cuando insinuó claramente que se había enterado de lo de Kyo. ¿Por qué todos se ponían en su contra? Él ha sido muy bueno conmigo y se ha portado como un amigo cuando más lo he necesitado, igual que Valen. Ni que no tuviera derecho a tratar con más gente que no sean ellos...
Aunque estaba molesta, y se me notaba, respondí sinceramente, pero sin perder la educación. Entiendo que Magnus es poderoso y no se le debería hacer enfadar, pero más que por eso es porque respeto que mi madre confiase en él.
- No es algo que hiciera particularmente a tus espaldas, de hecho no me preocupa que lo sepas ni tú ni nadie. Kyo se ofreció a ayudarme cuando de casualidad nos conocimos en la tienda de comics, y se ha comportado como un buen amigo desde que le conozco. Solo intenta ayudarme con mi madre y yo se lo agradezco, no creo que sea nada malo.
Apenas lo dije fui a recoger mi maleta y esperé a que Magnus abriese el portal, o lo que fuese que tuviera pensado hacer. Ahora Jace no era el único que estaba deseando llegar a Idris para poder alejarse un poco de todo.
Clary Fray- Nefilims
- Mensajes : 164
Fecha de inscripción : 12/03/2014
Localización : Casa de Luke o Instituto de los Nefilim
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Me quedé apartado del todo cuando Clary se acercó al grupo junto con Valentina. Por un momento me había tranquilizado, riéndome de la escena entre Alec y Magnus. La tensión de Alec y el pasotismo que estaba demostrando el mago ante la actitud de mi parabatai. Entendía a los dos, tal vez más a mi parabatai, pero supongo que si una chica tenía ese comportamiento conmigo, le diría cosas hirientes no actuaría como el mago, pero estaba de parte de mi hermano. Así que, yo solo podía estar ahí en espera a que pasara algo, donde los dos decidieran por fin a hacer algo. Lo esperaba con ansias, de ese modo podría llevarme a algunas personas por delante y con buenos motivos.
Clary hizo las presentaciones, aunque dijo algo que como era lógico, molestó al mago. Me puse tenso cuando le habló de ese modo a mi pelirroja, pero me quedé en el sitio. No iba a intervenir, no era asunto mío. Que empezara a arreglárselas ella sola con sus meteduras de patas. Me centré en la existencia de mi parabatai, e incluso como Maryse le echaba la bronca a Max porque no se estaba comportando como era debido. Por lo menos estaba en el otro extremo del jardín, podía atender a algo lejano a todo esto. Sabía porque le decía esas cosas el brujo. Había escuchado ciertos rumores sobre el gran brujo de Tokio cuando fui a preguntar por él después de nuestro encontronazo. Tal vez hubiera perdido algunos clientes por haber estado preguntando por él, si era así no me daba pena.
Mi madre adoptiva seguía dirigiéndose al pequeño, seguramente para explicarle una y otra vez las cosas, aunque el muchacha había ido muchas más veces que todos sus hermanos mayores juntos. Yo había vivido la mayor parte de mi infancia allí, y los demás habían ido pocas veces, se podían contar con los dedos de una mano. A pesar de estar mirando a otro lado estaba atento a la conversación que había a mi lado.
Clary tras escuchar las palabras del mago intento quitarle importancia al asunto, intentando aclararse. Seguía sintiendo el impulso de interponerme entre los dos, sabía que la muchacha no había hecho la cosa más inteligente del mundo y seguía molesto con ella por eso mismo, pero el mago no tenía que tener especial interés en el asunto. Tal vez si que lo tendría. Esperé a que abriera de una vez el portal, e irnos de una vez por todas a Idris. Solo quería llegar y quedarme en el cuarto que me tocaba para quedarme allí y no hacer nada más.
Clary hizo las presentaciones, aunque dijo algo que como era lógico, molestó al mago. Me puse tenso cuando le habló de ese modo a mi pelirroja, pero me quedé en el sitio. No iba a intervenir, no era asunto mío. Que empezara a arreglárselas ella sola con sus meteduras de patas. Me centré en la existencia de mi parabatai, e incluso como Maryse le echaba la bronca a Max porque no se estaba comportando como era debido. Por lo menos estaba en el otro extremo del jardín, podía atender a algo lejano a todo esto. Sabía porque le decía esas cosas el brujo. Había escuchado ciertos rumores sobre el gran brujo de Tokio cuando fui a preguntar por él después de nuestro encontronazo. Tal vez hubiera perdido algunos clientes por haber estado preguntando por él, si era así no me daba pena.
Mi madre adoptiva seguía dirigiéndose al pequeño, seguramente para explicarle una y otra vez las cosas, aunque el muchacha había ido muchas más veces que todos sus hermanos mayores juntos. Yo había vivido la mayor parte de mi infancia allí, y los demás habían ido pocas veces, se podían contar con los dedos de una mano. A pesar de estar mirando a otro lado estaba atento a la conversación que había a mi lado.
Clary tras escuchar las palabras del mago intento quitarle importancia al asunto, intentando aclararse. Seguía sintiendo el impulso de interponerme entre los dos, sabía que la muchacha no había hecho la cosa más inteligente del mundo y seguía molesto con ella por eso mismo, pero el mago no tenía que tener especial interés en el asunto. Tal vez si que lo tendría. Esperé a que abriera de una vez el portal, e irnos de una vez por todas a Idris. Solo quería llegar y quedarme en el cuarto que me tocaba para quedarme allí y no hacer nada más.
Jace C. Wayland- Nefilims
- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 28/04/2014
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Ignoré a todos, tal vez si Alec me hubiera hablado hubiera sido otra historia... En realidad no, estaba realmente molesto por lo que había hecho la pequeña duende pelirroja. La chica que acompañaba a Clarissa se presentó como Valentina Devereaux y me extendió la mano en modo de saludo. Observé su mano unos escasos segundos antes de clavar mis ojos de gato en los ojos oscuros de la nefilim.
-Encantando. -dije sin tomarle la mano a la joven. Nunca lo había hecho y no pensaba hacerlo ahora después de viejo, tampoco quería cambiar mis encantos por los que se me conocían.
Después del saludo tan cordial con la nueva Nefilim puse toda mi atención a las palabras de la pelirroja, enarqué una ceja con incredulidad al escuchar tantas cosas buenas sobre su nuevo amiguito. Todos los genes de la familia de Jocelyn se había perdido a la hora de tener la esta niña. No tenía ni pizca de la perspicacia que antiguamente tenía su familia generaciones atrás. Se habían perdido con esta niña, porque incluso Jocelyn la tenía. Se había encargado de que Valentine nunca tuviera la copa, mientras que la muchacha se había encargado de dar objetos a un mago que suele usar magia oscura y no precisamente para ayudar al prójimo. Dejé que se fuera a buscar la maleta mientras que le daba vueltas a la tiza entre mis dedos. Me acerqué a la pared donde iba abrir el portal. Si esa muchacha supiera que uno de sus antepasados fueron los que crearon el portal, y saber lo que estaba haciendo ahora. Me daba hasta vergüenza en aquellos momentos, solo quería hacer el portal y dejarlos pasar e irme a mi casa. Sim embargo tenía que intercambiar un par de palabras con Clary antes de que se fuera, tal vez aprendía algo de la conversación. Dije un arco en la pared, uno superior y otro interior, y entre en los dos arcos comencé a dibujar en arcano, mezcladas con algunas runas de los nefilim. No tardé mucho en hacerlo.
-El portal está listo, Clary quédate la última. -le dije con voz autoritaria. -Tenemos una conversación pendiente. -deje que todos entraran y cuando solo quedaban unos pocos para entrar agarré a la muchacha por el brazo y la aparte del grupo. Puede que fuera un movimiento brusco, pero no le había hecho daño de ningún tipo. Tal vez un susto por mi nueva actitud de faceta de enfado, pero a estas alturas ya daba igual.
-Clarissa, no es nada malo que le agradezcas la ayuda. -comencé controlaba mi voz. No era persona de gritar. - Pero tú no conoces a Kyo, a diferencia de mí. Tu crees que lo hace ¿todo el bien de alguien ajeno? No te equivoques, el tiene sus propias metas. Él es como yo, se mueve por sus propios intereses y nunca deja caer algo al vacío porque sí. Ha ganado algo ayudándote, no sé que te ha dicho tu hermano sobre el material que le diste como pago, pero lo que realmente vale y lo que realmente es poderoso no son los instrumentos en sí, sino por el material con el que están hechos. Es difícil de conseguir, difícil de manipular y solo unas personas son capaces de hacerlo. Espero que ninguno de los dos nos arrepintamos por dejar a Kyo por sus anchas. -tal vez así se daba cuenta de algo, tal vez. A estas alturas no esperaba nada impresionante de la chica, por lo menos movido por su inteligencia, porque si nos guiamos por las cosas que hace según le dicte las emociones no hay duda que sobresale por encima del resto. Puede que estuviera siendo duro, pero ella no sabía donde se metía. -Otra cosa, la poción que te dio Kyo no te va a servir de nada. -le avise antes de que se ilusionara con la poción que su amigo Kyo le había hecho con tanto cariño. -No sé que te ha dicho Kyosuke al respecto, pero lo que tomo tu madre está en el libro blanco, -ahora me tocaba aprovecharme un poco a mí, a diferencia de Kyosuke yo no pensaba invocar a demonios para que acabaran con cualquier nefilim que pisara mi jardín. - lo que significa que el único antídoto para tu madre también se encuentra en ese libro. Vamos hacer un trato ¿de acuerdo?, yo te diré a quien puedes buscar para encontrar el libro blanco y a cambio, cuando consigas el libro me lo darás a mí. Tu me das el libro y yo te pagaré, dándote el antídoto de tu madre ¿aceptas? -le pregunté. Antes que comenzara a dudar entre Kyo y yo, aclaré. -Deberías saber que todo lo que sabe Kyosule es a raíz de mis enseñanzas, por si no omitió ese detalle de su larga y entretenida vida.
-Encantando. -dije sin tomarle la mano a la joven. Nunca lo había hecho y no pensaba hacerlo ahora después de viejo, tampoco quería cambiar mis encantos por los que se me conocían.
Después del saludo tan cordial con la nueva Nefilim puse toda mi atención a las palabras de la pelirroja, enarqué una ceja con incredulidad al escuchar tantas cosas buenas sobre su nuevo amiguito. Todos los genes de la familia de Jocelyn se había perdido a la hora de tener la esta niña. No tenía ni pizca de la perspicacia que antiguamente tenía su familia generaciones atrás. Se habían perdido con esta niña, porque incluso Jocelyn la tenía. Se había encargado de que Valentine nunca tuviera la copa, mientras que la muchacha se había encargado de dar objetos a un mago que suele usar magia oscura y no precisamente para ayudar al prójimo. Dejé que se fuera a buscar la maleta mientras que le daba vueltas a la tiza entre mis dedos. Me acerqué a la pared donde iba abrir el portal. Si esa muchacha supiera que uno de sus antepasados fueron los que crearon el portal, y saber lo que estaba haciendo ahora. Me daba hasta vergüenza en aquellos momentos, solo quería hacer el portal y dejarlos pasar e irme a mi casa. Sim embargo tenía que intercambiar un par de palabras con Clary antes de que se fuera, tal vez aprendía algo de la conversación. Dije un arco en la pared, uno superior y otro interior, y entre en los dos arcos comencé a dibujar en arcano, mezcladas con algunas runas de los nefilim. No tardé mucho en hacerlo.
-El portal está listo, Clary quédate la última. -le dije con voz autoritaria. -Tenemos una conversación pendiente. -deje que todos entraran y cuando solo quedaban unos pocos para entrar agarré a la muchacha por el brazo y la aparte del grupo. Puede que fuera un movimiento brusco, pero no le había hecho daño de ningún tipo. Tal vez un susto por mi nueva actitud de faceta de enfado, pero a estas alturas ya daba igual.
-Clarissa, no es nada malo que le agradezcas la ayuda. -comencé controlaba mi voz. No era persona de gritar. - Pero tú no conoces a Kyo, a diferencia de mí. Tu crees que lo hace ¿todo el bien de alguien ajeno? No te equivoques, el tiene sus propias metas. Él es como yo, se mueve por sus propios intereses y nunca deja caer algo al vacío porque sí. Ha ganado algo ayudándote, no sé que te ha dicho tu hermano sobre el material que le diste como pago, pero lo que realmente vale y lo que realmente es poderoso no son los instrumentos en sí, sino por el material con el que están hechos. Es difícil de conseguir, difícil de manipular y solo unas personas son capaces de hacerlo. Espero que ninguno de los dos nos arrepintamos por dejar a Kyo por sus anchas. -tal vez así se daba cuenta de algo, tal vez. A estas alturas no esperaba nada impresionante de la chica, por lo menos movido por su inteligencia, porque si nos guiamos por las cosas que hace según le dicte las emociones no hay duda que sobresale por encima del resto. Puede que estuviera siendo duro, pero ella no sabía donde se metía. -Otra cosa, la poción que te dio Kyo no te va a servir de nada. -le avise antes de que se ilusionara con la poción que su amigo Kyo le había hecho con tanto cariño. -No sé que te ha dicho Kyosuke al respecto, pero lo que tomo tu madre está en el libro blanco, -ahora me tocaba aprovecharme un poco a mí, a diferencia de Kyosuke yo no pensaba invocar a demonios para que acabaran con cualquier nefilim que pisara mi jardín. - lo que significa que el único antídoto para tu madre también se encuentra en ese libro. Vamos hacer un trato ¿de acuerdo?, yo te diré a quien puedes buscar para encontrar el libro blanco y a cambio, cuando consigas el libro me lo darás a mí. Tu me das el libro y yo te pagaré, dándote el antídoto de tu madre ¿aceptas? -le pregunté. Antes que comenzara a dudar entre Kyo y yo, aclaré. -Deberías saber que todo lo que sabe Kyosule es a raíz de mis enseñanzas, por si no omitió ese detalle de su larga y entretenida vida.
Magnus Bane- Brujo
- Mensajes : 49
Fecha de inscripción : 01/05/2014
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
La joven estaba un poco tensa observando atentamente como el mago la miraba su mano y luego sin estrecharla la saludo…. Ella le miro con cierta rudeza no confiaba en los subterráneos, toda su vida le han dicho que los subterráneos eran seres malvados que solo querías seguir infectando gente para poder destruirla… ella no le gustaban nada por eso… pero desde que había llegado a la ciudad había cencido a varios que no se habían comportado nada mal…. Pero sería un pantomima absurda o era mentira las palabras de su padre y de su madre….no lo sabía pero los ojos gatunos del chico clavados en los suyos la hizo retroceder y fruncir el seño mientras bajaba la mano lentamente escuchando como Clary se intentaba defender diciéndole que ella ya me había contado todo… que problema tendría ese mago que todos desconfiaban de él… quizás si sea alguien de poco fiar… quizás cuando vuelve la joven le daría una visita para saber más de él... entonces observo como Jace no le quitaba los ojos de encima al pequeño Max y a la directora del Instituto ella le miro divertida y luego volvió a la situación que estaba… entonces retrocedió junto a Clary para recoger la maletas y largarse de una ves… era la que menos deseaba ir a Idris pero con lo incomodo de la situcion… primero con Jace y luego con Magnus… pues ya quería irse de una ves por todas…
El mago informo que estaba listo el portar y le solicito a Clary que se quedara de ultima… obviamente se quedaría con ella… quizás un poco mas apartada pero si allí para cualquier cosas que se presentara… fuese quien fuese, Magnus era un subterráneo… quizás aliado pero subterráneo al fin y al cabo… y cuando la mayoría de Cazadores ya habían entrado y solo quedaban unos pocos, entre ellos Clary y Valentina, Magnus cogió del brazo a la joven y la alejo de ella… por institor llevo su mano a uno de los cuchillos serafín y miro al chico con desconfianza… aunque manteniendo la distancia… aunque no le agradara quizás el mago le aguadaría y tampoco le dio la sensación que lo hacía para lastimarla, sino para protegerla… no entendía por qué la protegían tanto, Clary tenía un gran don… y tenía mucha valentía en su interior… pero aun así todo la protegía como si se fuera a romper contra el suelo como una muñeca de porcelana… así que se quedo allí parada jugueteando con el cuchillo serafín en sus dedos una y otra vez… lista para lanzar si la situación lo requería…. Estaba muy atenta a los movimientos del brujo de ojos felinos y ropa llamativa...
El mago informo que estaba listo el portar y le solicito a Clary que se quedara de ultima… obviamente se quedaría con ella… quizás un poco mas apartada pero si allí para cualquier cosas que se presentara… fuese quien fuese, Magnus era un subterráneo… quizás aliado pero subterráneo al fin y al cabo… y cuando la mayoría de Cazadores ya habían entrado y solo quedaban unos pocos, entre ellos Clary y Valentina, Magnus cogió del brazo a la joven y la alejo de ella… por institor llevo su mano a uno de los cuchillos serafín y miro al chico con desconfianza… aunque manteniendo la distancia… aunque no le agradara quizás el mago le aguadaría y tampoco le dio la sensación que lo hacía para lastimarla, sino para protegerla… no entendía por qué la protegían tanto, Clary tenía un gran don… y tenía mucha valentía en su interior… pero aun así todo la protegía como si se fuera a romper contra el suelo como una muñeca de porcelana… así que se quedo allí parada jugueteando con el cuchillo serafín en sus dedos una y otra vez… lista para lanzar si la situación lo requería…. Estaba muy atenta a los movimientos del brujo de ojos felinos y ropa llamativa...
Valentina Devereaux- Nefilim mod
- Mensajes : 404
Fecha de inscripción : 28/02/2014
Localización : Por aquí por alla
Re: No tengo por qué pedirte permiso {Valen, Jace, Alec y Magnus}
Si pensaba que la situación no podía ponerse más incómoda, es que no contaba con que Magnus fuese a venir con tal mal humor... y al parecer todo tenía que ver con Kyo. Aunque supongo que el hecho de que Alec siga manteniendo cierta distancia cuando le ve puede que también esté relacionado con su molestia...
Jace no dijo nada, se quedó con Alec mirando al brujo, aunque por un momento me pareció notar en su mirada que estaba preparado para meterse en medio si hiciera falta. A veces me confunde tanto... por un lado esa forma de protegerme, y por otro parece decirme que no soy nada para él... es muy confuso.
Magnus abrió entonces en portal, pero cuando iba a apartarme para entrar con los demás, me cogió del brazo y me detuvo, poniéndome tensa por un momento, aunque cuando dijo que me quedase para hablar al final, simplemente asentí.
Lancé una fugaz mirada a Valentina, al notar que echaba mano al cuchillo apenas el brujo me tocaba.
- Estoy bien, no pasa nada...
Dije, dejando claro que podía hablar sin problema con el brujo, aunque me aparté un paso hacia atrás, con cierta precaución, apenas me soltó.
Me mantuve firme escuchándole, mientras me fijaba que Valentina se quedaba frente al portal, pero esperándome. Atendí a Magnus en cada palabra, pero cuando respondí también lo hice con firmeza y confianza, y bastante seria.
- No pretendo ofenderte, pero creo que a estas alturas posiblemente conozca a Kyo mejor de lo que te conozco a ti. Hemos tratado en más ocasiones y te agradezco que te preocupes por mi madre, si realmente lo haces, o que le salvases la vida a Alec y a Luke, de verdad que te lo agradezco, pero apenas he tratado contigo y con Kyo llevo la última semana hablando con bastante frecuencia. Sé que eres un brujo poderoso, pero es de la única forma en que te veo, como a Maryse, adultos realmente poderosos pero que me hablan como habla un adulto a un niño, no como iguales, o como amigos.
Le dije, esbozando una leve sonrisa cuando me aseguró lo del libro de lo blanco y me dijo que él había enseñado a Kyo.
- Lo sé, Kyo me habló del libro y me dijo que había aprendido de ti, y es por eso que voy a Idris, a buscarlo. Puede que no conozca a Kyo desde hace mucho, y sé que no es un santo, él mismo me lo ha dicho y yo tampoco soy tan inocente... pero le creo cuando me dice que somos amigos.
Mi gesto se volvió serio de nuevo con su propuesta, y aunque lo más importante para mí era y seguiría siendo mi madre, no podía hacer algo así... no podía convertirme en la clase de nefilim de los que Kyo hablaba, como la Clave, sin importarme incumplir promesas o faltar a mi moral por conseguir lo que quiero...
Manteniéndome seria y tras un leve suspiro, le respondí con total sinceridad.
- Ojala pudiera aceptar, pero no puedo, no así... Me gustaría que me ayudases, si es lo que crees correcto, pero prometí a Kyo que le dejaría ver el libro cuando lo consiguiera. Si aceptas que él pueda verlo y que copie lo que necesite, hablaré con él. Le dije que podría quedárselo porque yo solo lo necesitaba para mi madre, puedo hablar con él y decirle que, a cambio de tu ayuda, te lo quedarás tú, pero no romperé mi promesa de dejar que lo vea y apunte lo que necesite... No me sentiría bien si lo hiciera. Y sé que él está haciendo lo que puede por mi madre, no solo por lo que le dí, sino porque es mi amigo. Si es suficiente para ti, te agradeceré tu ayuda.
En cuanto se lo dije, me aparté un par de pasos más, añadiendo algo incómoda.
- Tengo que irme, ya he tenido problemas con Jace por quedarme a solas con un brujo, no quiero que las cosas se pongan peor por hacer lo mismo. Gracias de nuevo por tu ayuda, y supongo que ya me darás una respuesta.
Dije, volviéndome entonces y dedicando una leve sonrisa amistosa a Valentina, para que se quedase tranquila, dispuesta a cruzar el portal con ella.
Jace no dijo nada, se quedó con Alec mirando al brujo, aunque por un momento me pareció notar en su mirada que estaba preparado para meterse en medio si hiciera falta. A veces me confunde tanto... por un lado esa forma de protegerme, y por otro parece decirme que no soy nada para él... es muy confuso.
Magnus abrió entonces en portal, pero cuando iba a apartarme para entrar con los demás, me cogió del brazo y me detuvo, poniéndome tensa por un momento, aunque cuando dijo que me quedase para hablar al final, simplemente asentí.
Lancé una fugaz mirada a Valentina, al notar que echaba mano al cuchillo apenas el brujo me tocaba.
- Estoy bien, no pasa nada...
Dije, dejando claro que podía hablar sin problema con el brujo, aunque me aparté un paso hacia atrás, con cierta precaución, apenas me soltó.
Me mantuve firme escuchándole, mientras me fijaba que Valentina se quedaba frente al portal, pero esperándome. Atendí a Magnus en cada palabra, pero cuando respondí también lo hice con firmeza y confianza, y bastante seria.
- No pretendo ofenderte, pero creo que a estas alturas posiblemente conozca a Kyo mejor de lo que te conozco a ti. Hemos tratado en más ocasiones y te agradezco que te preocupes por mi madre, si realmente lo haces, o que le salvases la vida a Alec y a Luke, de verdad que te lo agradezco, pero apenas he tratado contigo y con Kyo llevo la última semana hablando con bastante frecuencia. Sé que eres un brujo poderoso, pero es de la única forma en que te veo, como a Maryse, adultos realmente poderosos pero que me hablan como habla un adulto a un niño, no como iguales, o como amigos.
Le dije, esbozando una leve sonrisa cuando me aseguró lo del libro de lo blanco y me dijo que él había enseñado a Kyo.
- Lo sé, Kyo me habló del libro y me dijo que había aprendido de ti, y es por eso que voy a Idris, a buscarlo. Puede que no conozca a Kyo desde hace mucho, y sé que no es un santo, él mismo me lo ha dicho y yo tampoco soy tan inocente... pero le creo cuando me dice que somos amigos.
Mi gesto se volvió serio de nuevo con su propuesta, y aunque lo más importante para mí era y seguiría siendo mi madre, no podía hacer algo así... no podía convertirme en la clase de nefilim de los que Kyo hablaba, como la Clave, sin importarme incumplir promesas o faltar a mi moral por conseguir lo que quiero...
Manteniéndome seria y tras un leve suspiro, le respondí con total sinceridad.
- Ojala pudiera aceptar, pero no puedo, no así... Me gustaría que me ayudases, si es lo que crees correcto, pero prometí a Kyo que le dejaría ver el libro cuando lo consiguiera. Si aceptas que él pueda verlo y que copie lo que necesite, hablaré con él. Le dije que podría quedárselo porque yo solo lo necesitaba para mi madre, puedo hablar con él y decirle que, a cambio de tu ayuda, te lo quedarás tú, pero no romperé mi promesa de dejar que lo vea y apunte lo que necesite... No me sentiría bien si lo hiciera. Y sé que él está haciendo lo que puede por mi madre, no solo por lo que le dí, sino porque es mi amigo. Si es suficiente para ti, te agradeceré tu ayuda.
En cuanto se lo dije, me aparté un par de pasos más, añadiendo algo incómoda.
- Tengo que irme, ya he tenido problemas con Jace por quedarme a solas con un brujo, no quiero que las cosas se pongan peor por hacer lo mismo. Gracias de nuevo por tu ayuda, y supongo que ya me darás una respuesta.
Dije, volviéndome entonces y dedicando una leve sonrisa amistosa a Valentina, para que se quedase tranquila, dispuesta a cruzar el portal con ella.
Clary Fray- Nefilims
- Mensajes : 164
Fecha de inscripción : 12/03/2014
Localización : Casa de Luke o Instituto de los Nefilim
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