Un nuevo aliado o un nuevo enemigo? || Kyosuke Nightshadow

La resaca me había cobrado factura por idiota. Me había pasado una muy buena noche en el Pandemonium, pero no me había acordado de la poción hasta hace una hora. En mi defensa diré que el hado de anoche era soberbio, pero eso no quita mi estupidez. Al salir de la corte Seelie, lo primero que hice fue invocar mi maravillosa poción, y me bebí una dosis doble, sólo por precaución. ¡Qué mañana tan espantosa! Aunque al mirar al cielo, lo cierto es que ya no es la mañana, aunque no es importante en realidad.

Paseo por el parque, e invoco un helado de limón, que convierto en eterno y voy comiendo mientras camino. Inevitablemente me topo con un mocoso estorboso, que grita al verme: "¡un ángel malvado!", y es hasta ese momento que me acuerdo de usar glamour. Le lanzo un hechizo al niño, al cabo que nadie está viendo, y cubro mis alas con glamour. Estoy demasiado cansado como para ocultarlas, y no se me da la gana, que venga un estúpido nefilim a decirme algo y lo electrocuto.

Bostezo y me estiro, sin saber si es mejor que me siente a hartarme de helado o no, pero de momento sigo caminando. Hasta que me interrumpe algo realmente asqueroso. Una chica nefilim, obvio por sus runas, tosiendo como si no hubiera un mañana. Pero lo curioso, y apto para molestarla, es su cabello.

- ¡Ay, guácala!

Me siento en la banca cerca de ella, en medio para no aplastarme las alas y la miro, internamente contento por haber encontrado mi primera víctima del día.

- ¿Tienes tuberculosis, nefilim? Bonito cabello, ¿eres hija de Jenova o algo así?

Por supuesto que no espero que entienda, y yo simplemente continúo comiendo helado tan tranquilo, sintiendo mucho mejor mi estómago.

Al parecer no fue tan fuerte el pequeño ataque que me dio de tos, estaba acostumbrada que si esto pasaba no pararía hasta dentro de un buen rato, solté un suspiro y observe el sangrado que estaba en el pañuelo que traía en la mano, la sangre era mas oscura de lo normal mi sangre no era como la de cualquier nefilim. Cerré los ojos y deje que mi cabello se agitara por la leve briza que empezó a correr al abrir los ojos, capte ver algo que no imagine ver nunca por un momento pensé que alucinaba por lo que me pasaba pero cuñado vi al niño estar frente a lo que veía, me di cuenta que no era así. En los años que llevaba de vida, nunca me había tocado ver un brujo con alas de ángel y mucho menos negras, tarde un momento pero desvié mi mirada hacia otro lugar, borrando la impresión de mi rostro. Una leve tos me empezó a atacar de nuevo pero esta vez gracias al ángel era limpia.

Estaba de nuevo viendo el pañuelo ensangrentado, pero en ese momento escuche alguien enfrente de mí, junte mi entrecejo. No porque me llevara mal con los brujos, varios de ellos eran “amigos” pues me ayudaban en algunas cosas aparte de conseguir la droga. –No tienes por qué mirar si te es asqueroso –susurre en forma tranquila y escuchando muy claramente mi acento, que al parecer nunca podría ocultar. Solté un suspiro y levante una ceja al ver que el brujo ya estaba sentado a mi lado, me aleje un poco pues sus alas sí que eran grandes y estorbosas.

Al escuchar su comentario solté un bufido, a pesar de que Killian era un cazador de sombras de los antiguos tenía un gran defecto, le gustaban los videojuegos y el anime. Por lo que casa que podía molestarme me empezaba a hablar sobre eso, y como el brujo a me decía que yo era Jenova o su hija.- Final Fantasy VII? .. -rode los ojos- Que nadie puede inventar algo mejor que eso? –lo dije ya un poco fastidiada, pues es verdad me fastidiaba el que me dijeran así, pero al parecer este brujo se divertía fastidiando a los demás, se le veía en los ojos y en la cara.

Doble el pañuelo y lo guarde en un bolsillo de mi pantalón, la sangre está infectada por lo que no era bueno tirarla por cualquier lugar. Además de que el pañuelo era familiar, cuando llegara a casa lo lavaría. –Ocupas algo? O tu también eres uno de esos que quiere saber lo que paso esos meses de tortura?.–mi voz ya no era tranquila ni de fastidio, era hueca sin sentimiento alguno. Pues así era como me ponía, cuando algún subterráneo solo se acercaba a interrogarme sobre esos meses hace tantos años. - que si es así.. por favor vete retirando.. quiero estar tranquila este día..

Ruedo los ojos, pero debí imaginarme algo así, viniendo de una chica con runas pintadas en la piel. Todos son así, prepotentes y con ganas de que nosotros no existiéramos más que para darles atención.

- Demasiado tarde, te plantaste frente a mí y es imposible no mirarte. Digo, todo el parque te vio toser como Margarita Gautier, no eres exactamente discreta

Como le molesta el espacio que oculto, me estiro un poco y por supuesto que no hago el mínimo esfuerzo para ocupar menos espacio, sino que disimuladamente, trato de ocupar incluso más. También la fastidio con que si es hija de Jenova, pero no esperaba que entendiera. Simplemente me encojo de hombros, y a propósito, cambio lo que dijo, centrando la atención en el videojuego.

- Advent Children, porque Kadaj es genial, o Crisis Core, porque Genesis es Gackt. Aunque para mí, a veces es mejor el XIII. ¿O qué, decías otra cosa?

La ignoro y como de mi helado, pero no tarda en preguntarme si voy a interrogarla como si fuera el ser más interesante sobre el planeta, o la única nefilim con cabello plateado y tosiendo que daba asco. Si quería impresionarme, interesarme, o algo por el estilo, tendría que hacer mucho más, o ser mucho más. Algo como un X-men, me interesaría más, o quitarse en vivo sus runas, lo que fuera, pero toser y tener el cabello plateado, no. Suspiro y vuelvo a poner los ojos en blanco.

- ¿Perdón? En primera, ni que tú me importaras, y en segunda, a mí nadie me corre. ¿Por qué los estúpidos nefilims siempre creen que todo es sobre ellos? Créeme, nosotros tenemos mil y un cosas mucho más importantes que preocuparnos por un maldito nefilim. Por mucho que hagas cosplay de Yazoo.

La verdad me hubiera ido, pero sólo como fastidio mucho más quedándome, pues aquí iba a estar durante un tiempo considerable. Molesto a la nefilim Yazoo, pero la verdad es que está muy amargada, al grado que empieza a darme bastante flojera. Quizá sea mejor que me vaya al Pandermonium o hasta a dormir, no sé. Pero entonces esta chica tiene a bien ofenderme de la peor manera.

- ¿Disculpa? Yo no voy por la vida mandando sacrificar brujos sólo porque quieran casarse con mundanos o con nefilims, y ustedes lo hacen. Tampoco intento someter a todos ni voy por ahí pensando que el mundo me pertenece. Hay una diferencia enorme entre un miembro del consejo de la Clave y un gran brujo, así que mejor conoce antes de abrir tu estúpida boca para insultar como hacen todos ustedes.

¿Cómo se le ocurre a esta mocosa decir que yo soy como un nefilim? Estoy tan molesto que mis ojos brillan un poco más de lo normal, y siento como si tuviera sangre negra bulliendo por mis venas. Esto es el peor insulto en toda la historia de los insultos, y miren que he sido insultado durante 373 años.

Al menos reconoce algo, y eso hace que no empiece a lanzarle chispas violeta o a empeorar su tos con algún hechizo.

- Al menos recapacitas. Eso es muy cierto, los subterráneos tenemos un concepto de belleza muy distinto al de los humanos, que es el que rige a los nefilims, y especialmente los brujos. No rechazaríamos a nadie, aunque tenga la piel azul y el cabello rosa, aunque tenga patas de cabra o escamas. Y de hecho, podemos considerarlos hermosos. Nosotros hemos sufrido ese rechazo y aprendimos muy bien la lección. Y yo por ejemplo, pienso que eres mucho más bonita que el nefilim "normal", porque tu cabello y tu piel te hacen especial.

Encojo una pierna y la miro, divertido.

- Claro, hasta que abres la boca y dices que soy igual a un nefilim.

Me toma completamente por sorpresa que esta chica, pese a lo infecta que debe parecerle a los nefilims, esté de acuerdo conmigo en que la Clave es un asco. No oculto esa sorpresa, aunque tamborileo los dedos sobre una de mis rodillas y termino por sonreír, entre satisfecho y divertido. Más divertido aún cuando envidia a la parejita hetero que se pasea por ahí. A mí la melosidad ya me daba risa, particularmente porque sé que yo he sido extremadamente meloso algunas veces durante mi vida, aunque la última tenía como 150 años. Espero no volver a caer tan bajo.

Le doy también una lección a la nefilim, y le digo que ella es mucho más bonita que el nefilim promedio, justamente porque es diferente físicamente. Me encojo de hombros.

- ¿Tú te gustas a ti misma? De mí han dicho miles de cosas estúpidas, como que soy el demonio alado. En mi país, los ojos violeta son señal de ser un demonio y eso no es bien visto. Tampoco que mi madre no sea japonesa. ¿Y me importa? No, que se jodan. Yo me considero guapo, sexy, único y ningún idiota va a venir a decirme lo contrario. Los ignoro. Tú sí te lo tomas muy a pecho porque te ves acongojada por ello. Ignóralos, darling, en tu raza abundan los imbéciles.

Sale la verdad en un susurro y suspiro fastidiado tras poner los ojos en blanco.

- Vive tu vida y deja que tu familia viva la suya.