Noche de fiesta (Jace Wayland)

Esta noche le había tocado Pandemonium, y no fue por simple casualidad. Cada noche salía de caza a algún lugar distinto, para que nunca lo encontrarán sus hermanos o Clary, aunque duda que esta última lo busqué, no quería arriesgarse a ser encontrado.
Caminando entre los presentes recuerda el momento en el cual conoció a Clary, estaba dentro de una especie de armario, con ellos y los veía e intento defender al demonio pensando que él y Alec e Izzy eran una especie de delincuentes asesinos... sigue pensando en ella, en como se veía esa noche y cuan valiente parecía ser, intentando frenarlos siendo solamente ella contra tres nephilim entrenados.

Suspira observando que no había actividad demoníaca, no por ahora, pero no se iría a otro lugar, simplemente no tenía ganas más que estar lejos y dejar de pensar por un segundo. Camino hasta la barra, se sentó sobre un banco frente al barman y le pidió un poco de Whisky apoyando los codos sobre la mesa, quien lo miro raro uno segundos, claro, él sabía que era un Nephilim.

La observo detenidamente dando un trago a su bebida pero no sabía quien era, claro, conocía a muchas personas pero casi nunca se interesaba en saber siquiera el nombre de ellas, no era suficientemente importante. Entrecerró los ojos y asintió con una sonrisa de lado —El que viste y calza —Dijo confirmando a la jovencita quien era el, aunque no era ninguna novedad, casi todos lo conocían.

Corrió la vista hacia su bebida, le dio otro trago un poco más profundo y una vez vacío pidió otro. Después de todo, no es que ahora vaya a irse de caza por la ciudad, así que en el estado en que terminara no le importaba demasiado —Y yo no sabía que los perritos andaban solos sin su grupo de pares— Agregó mirando hacia la chica que cada vez le encontraba cara conocida, seguramente la habrá visto más de una vez pero nunca le presto más atención, o tal vez si y no lo recuerda. No es que una persona pueda recordar siempre con quien habla o conoce, menos Jace que directamente no le importa si lo recuerda o no. Levanto el nuevo vaso de whisky dedicándoselo elevando una ceja y le dio un gran trago nuevamente.

—Bueno —Dijo tranquilo terminando el vaso de whisky —sos una manada de vos misma y yo soy un nephilim descarriado que está buscando escapar por medio de bebidas mundanas como el whisky—Le aseguró pidiendo un último trago al barman, qué seguramente, por lo que veía era una clase de submundo pero no tenia demasiado deseos de saber que era exactamente, parecía un hada.

No había que ser un genio para saber que algo estaba sucediendo con Jace, no era de tomar y siempre se descargaba cazando hasta sentir los músculos tensarse, pero cuando no tenía su primera opción tenía que busca otra que sea tan efectiva como la primera, aunque sea menos sana, pues mañana estará con un gran dolor de cabeza y será incapaz de aguantar las voces de nadie, se quedará todo el día en la cama y solo estará listo por la noche para tal vez salir a cazar. Aunque en ese plan de colarse la borrachera de su vida encontraba algo demasiado tentador: pensar en su dolor de cabeza y dormir a pensar en como estará su hermana, como la estará pasando, o en que planes está su padre o si su madre sigue media muerta. Definitivamente la borrachera era su nuevo plan.

Seguía observando a la chica que estaba dispuesta a hablarle hasta que se cansé, y sí, la recordó en la manada de Luke una vez la vio junto a Maia ¿o era otra chica? pero a la chica está si la recordaba, le había parecido bonita pero eso nomas, no se parecía a Clary, en nada. Tal vez tenía que dejar de comparar a las chicas con su hermana, pero era algo que no podía en absoluto.

La mira y se encoje de hombros, podría decirle que no, que quería estar solo, pero como estaba sucediendo bastante a menudo, sus pensamientos no encajan con lo que su cuerpo hacia. Tenía el vaso en sus manos, vacío, lo iba girando en sus dedos con la vista fija en ellos. —No— Le dijo quedadamente con su voz neutral —Jace Wayland no sufre de amor... —Agrego bajando el vaso y haciendo señas para que se lo vuelvan a servir.

—¿A vos que te trajo acá perrita? —Le preguntó girándose a ella está vez —¿Tus dueños se cansaron de tirarte la pelotita para jugar? —Volvió a preguntar irónicamente girándose para recibir otra vez el vaso de whisky,  pero está vez le dio solo un pequeño sorbo, dejándolo sobre la barra con el codo apoyado también mientras de fondo escuchaba las canciones mundanas que se bailaban en el lugar, no le gustaba esa música, de hecho no le gustaba casi nada relacionado con el mundo mundano pero él había decidido venir aquí y por eso tenía que acostumbrarse al ruido aunque siga prefiriendo la compañía de Bach.