Clary Fray

Clary ha sido una chica normal hasta hace poco. Sencilla y despreocupada, solía tener la mentalidad de una típica adolescente corriente, sin más preocupaciones que ir al instituto, salir con sus amigos y tener las típicas broncas de adolescente con su madre. Es amistosa y bastante sociable, cariñosa y dulce con las personas que aprecia, directa y valiente. No le gusta callarse las cosas y suele decir siempre lo que piensa, aunque a veces no se da cuenta de que eso no siempre es bueno, al menos no de la forma tan directa en que ella se muestra. Tiene un lado muy impulsivo, y aunque es inteligente y creativa, no suele pensar mucho cuando hay alguien importante para ella en peligro. También es talentosa y muy imaginativa, pues ha heredado de su madre su pasión por el arte y la habilidad al respecto. Se le da muy bien dibujar y es algo que le encanta, lo que se suma a su afición por el manga y anime, afición que comparte con su mejor amigo Simon. Clary es una chica con un gran sentido de la justicia, siempre intenta luchar por lo que cree que es correcto. A veces puede ser también algo insegura, sobre todo en cuanto a su aspecto y habilidades, siendo más modesta de lo que debería.

La vida de Clary cambió radicalmente no hace mucho. Durante toda su vida, ella creyó ser una adolescente normal, con los problemas y ambiciones de una chica normal y corriente de su edad. Vivía en un pequeño apartamento con su madre, Jocelyn, recibiendo las habituales visitas de Luke, un amigo de la infancia de su madre. Solía pasar las tardes con su mejor amigo Simon, ir al instituto y hacer vida normal, hasta que un día, en su cumpleaños, decidió ir con Simon a la discoteca de moda Pandemonium y contempló lo que en un principio parecía ser un asesinato.
Desde ese momento, la vida de Clary dio un giro completo. Conoció a uno de los chicos que había visto en la discoteca, Jace Wayland, quien le dijo que ella no era una humana corriente, y que lo que mató en esa discoteca era un demonio, pero antes de que pudiera entenderlo, su madre fue secuestrada.
Jace llevó a Clary a un instituto oculto por magia, donde aprendió que su madre había sido una Cazadora de Sombras, mitad humanos, mitad ángeles, o Nefilims, destinados a eliminar el mal del mundo y combatir con demonios y criaturas subterráneas, como vampiros o licántropos.
Con la ayuda de Jace, Clary inicia toda una aventura para intentar encontrar un mágico objeto desaparecido hace tiempo, la Copa Mortal, y tratar de encontrar a su madre. Esto le lleva a encontrarse cara a cara con Valentine, su verdadero padre, que planea utilizar las armas de los Nefilims para controlar demonios y acabar con La Clave y todos aquellos Cazadores de Sombras que se enfrenten a él.
Poco a poco, Clary, junto a su amigo Simon, entran en ese mundo mágico, pero lleno de peligros. En el transcurso de sus aventuras, Clary se enamora de Jace, sin saber que Valentine les tenía preparada la noticia de que son hermanos, lo que rompe el corazón a ambos. Sin poder olvidar su amor por Jace, ni corresponder del todo a Simon, Clary intenta centrar toda su atención en rescatar a su madre y frustrar los planes de su padre, aprendiendo a controlar sus dones, pero le resulta muy difícil estar cerca de Jace y el haber tenido que cambiar toda su vida. Solo espera que su madre pueda despertar pronto, quizá con la vana ilusión de que, cuando vea a Jace, les dirá que todo ha sido una broma de mal gusto, pues sabe que nunca podrá mirar al chico que ama como a un hermano.