Entre libros y... ¿Cazadora? || (Clary Fray)

La lluvia ligera de esa mañana, había dejado un ligero camino de humedad entre el instituto y la linea hacia caza de Luke. Estaba demasiado ocupada en mis problemas personales, que no había visto a Luke en los últimos días, posiblemente estaba pasándola terrible a consecuencia de mi madre y todas esas historias de Valentine. Ya me había cansado de dar vueltas como león enjaulado dentro de la habitación que me había asignado en el Instituto por si en algún momento me daba la autorización de quedarme. Pero para ser sincera, estar cerca de Jace y saber que no puedo tocarlo, era como la pesadilla que no había tenido antes. Me encontraba paraba delante de la puerta con la mirada puesta cobre la manija. Luke. La estaba pasando mal y yo en mi pequeño mundo de fantasía. Me acomodé la capucha del suéter de satín verde y suspiré ligeramente. Tenía que dejar de pensar en como torturarme a mi misma.

Tal vez acudir a casa de Simon no sería una mala idea. Jace insistía en que usara la runa angelical en mi brazo, pero era invisible gracias a que las mangas lo cubrían. Mi playera de "El monstruo de lago Ness" no era algo que llamara la atención de la gente, no me preocupé demasiado.
" Barnes & Noble" Me detuve en seco y me giré lentamente para poder leer de nuevo el nombre. Era la biblioteca que Jace había comentado en una ocasión. Pues encontrar toda clase de libros ahí, pero no esperes localizar el título "como hacer que mi mejor amigo deje de ser un idiota" recordaba haberle regañado por ese comentario. Nadie llama a Simon idiota. Salvo yo en ocasiones cuando me hace enojar. Me limité a entrar a paso lento. Simon podría esperar. Miré hacia otros lados en espera de no ver a nadie interesante y me encaminé hacia la sección de Ciencia ficción Nadie estaba por aquí. Suerte la mía. Tomé un pequeño libro llamado "La magia negra, en diferentes puntos de vista" fruncí el ceño mientras leía solamente los encabezados. A Magnus no mataría de risa con estos tonto hechizos sin éxito alguno.

Observé las páginas, garabateadas en tinta negra, completamente gruesas, como si lo hubieran hecho hace mucho tiempo, tenía momentos de sobra para pensar en todo lo que me había pasado. Magnus me había dicho que no era un hechizo lo que me pasaba, que nadie manipulaba mis sueños, pero estaba segura de que era algo más que eso.  Estaba un ochenta por ciento segura. Acaricié los dibujos como si los hubiera hecho yo misma y contemple sus descripciones en español y luego en ingles. Nada de latín ni ese idioma que los brujos hablan. Si, a Magnus le vendría la gracia al ver estos libros que los que son como yo era, había hecho esto sin intención alguna. La portada era morada con azul metálico. Mis ojos verdes escanearon todo lo que se extendía sobre las hojas.

¿No te han dicho que no se puede jugar con fuego? Levanté la vista de golpe al escuchar una voz masculina. Para nada conocida. Jace jamás me seguiría a una librería ni nada por el estilo, no es que odiara estos lugares, pero sabía que no lo haría de todas formas. La persona que tenía delante de mí no era para nada conocido, jamás lo había visto, levanté una ceja en su dirección mientras intentaba descifrar quien era o lo que quería. No era vampiro, su piel no era traslúcida como la de ellos, no era cazador, no tenía runas como ellos. Seguramente un mundano, como los  llamaba Jace. Me arremangué el suéter dejando ver la runa angelical. Si era solamente un mundano. Para nada la vería. No estaba hecha para el ojo humana, o eso era lo que Jace decía.
Dejé el libro de nuevo en su lugar mientras acomodaba mi cabello y mi mochila de hombro, cruzaba sobre mi espalda y pecho.
-Eso he escuchado muchas veces- y si que lo había escuchado de voz de Luke diciéndome que no hiciera estupideces con cosas que no conocía. Era de entenderse. -Sin embargo, no soy de las que toman consejos que se que no sirven de nada- Siempre terminaba en problemas. Intentaba buscar otro libro, evitado mis ojos verdes de los suyos café como dos perlas enormes.

¿Como encontrar ese libro? La verdad es que era sencillo y un poco emocionante. Solamente quería leer un libro que me entretuviera lo suficiente para mantener a rayo todos los problemas. Aún escuchaba su voz decirme "Haz lo que tengas que hacer, Clary. Nada de esto tiene que ver contigo. No es tu culpa. Jace..." y de pronto se apagó con millones de bla bla bla. Simon era el único capaz de soportar mi arrogancia y mis palabras groseras. Por el rabillo del ojo, pude ver al chico retroceder. No estaba segura si para evaluarme mejor, que era lo que hacían los chicos normalmente. Y creo que podía decir los mismo de las chicas, la mayoría se detenía a ver a Jace de pies a cabeza, cosa que, aunque sabía de antemano que era su hermana, me ponía loca y celosa.

Escuché la risa del chico, sin embargo no sabía la razón. Busqué con mi dedo índice algún título interesante. Me congelé ante la palabra "Cazadora" Lo sabía? Quien era él? Mi dedo se quedó estancado en un libro llamado "Lupus. Ideas originales" Fruncí el ceño sin apartar la mirada del libro mientras escuchaba con claridad sus palabras. Me enderecé lentamente cuando terminó. Ahora si tenía el derecho de saber con quien estaba tratando por el simple hecho de llamarme Cazadora. Me aclaré la garganta y levanté una de mis cejas, mis ojos verdes se detuvieron a mirar al chico.
-¿Y con quien tengo el gusto de hablar- mi codo se colocó en el estante de madera, apoyándome ligeramente. -Por cierto, me llamo Clarissa, Clarissa Fray. No "Cazador"- enfaticé la palabra entre comillas en mis dedos. Esperaba que al menos, mi nombre no le sonara conocido. La chica que vio a su verdadero padre y la cual estaba enamorada de su hermano. Típico.

Fruncí el ceño ligeramente. Suerte de hablar con él. Vaya, estaba delante de un chico con actitud arrogante igual que Jace. Solo le faltaba decir "soy extremadamente guapo y tus ojos no son dignos de ver mi magnífica persona" Si esas palabras salían de sus labios, no dudaba en tomar un libro de pasta vieja y gruesa y restregárselo en la cara. Pero de lo que si le estaba agradecida es que no conociera mi apellido, al parecer, mi padre no era el hombre más buscado de todos los tiempos. Tenía miedo de que estuviera pegado un cartelón  de colores cafés y amarillos como en el viejo oeste y donde se leyera "se busca" con letras negras y enormes.

" No respondiste a mi pregunta" Rodee los ojos y me giré de nuevo para seguir poniendo atención a los libros. -No tengo intención de cambiar de bando o de irme al "lado oscuro de la fuerza"- bromee con un rodar de ojos, usando las palabras que usaba con Simon. Al menos él si los entendía, me imaginaba que este tipo no lo comprendería de la misma manera. -Esto aquí solo por entretenerme, no para cambiar de nada.- Si Jace supiera donde estaba o con quien estaba, seguramente me arrastraría de este lugar de los cabellos. Ahora viéndolo bien...
-¿Quien eres?- le pregunté mientras volvía a verlo. -No eres vampiro, de esos estoy segura, los he visto- recordé la noche en el hotel, pero lo desterré de mi mente inmediatamente. -No eres un brujo, conozco a uno y bueno...no eres cazador, no tienes marcas. Solo queda uno, pero...lo serás¡- pregunté. Miré a todos lados en espera de que nadie haya escuchado.

"Mucho Star Wars" vaya, si que lo conocía. Me limité a encogerme de hombros mientras lo escuchaba. Estaba acostumbrada a las frases de Simon y había aprendido algo de él. Iba a comenzar a decir más frases que me sabía, pero para entonces, ya lo tenía delante de mi. Su rostro estaba a milímetros del mío. Me enderecé de forma repentina mientras entrecerraba los ojos. Si que yo era la cazadora, pero era inexperta. No, definitivamente no era un vampiro, su cuerpo expedía calor. Como Luke.
-¿Hablando sola?- pregunté mientras me cruzaba de brazos. -Posiblemente seas tu el que habla solo. ¿No lo crees?-

Lo vi caminar hasta la otra sección del libro y no lo pensé dos veces antes de correr tras él. Como era bajita, tenía que dar grandes pasos para alcanzarlo, o al menos, lo suficiente para que solo él me escuchara.
-Eres un licántropo, ¿no es así?- le sonreí a su nuca. -Pero...nunca te he visto con Luke. No es que conozca a todos los que están con él, pero te reconocería, de eso no hay duda- me acomodé la mochila tras mi espalda e intenté seguirle el paso. Como olvidar la primea vez que Luke me dijo lo que era, claro que las cosas para ese entonces ya eran más claras que antes, mi madre Cazadora y Luke, al hombre que creía que conocía a la perfección, era un hombre lobo y para colmo, el líder de la manada de Brooklyn. Este hombre no era para nada un miembro de la manada de Luke.

No se llevaba bien con la mandada de Luke? Esto quiere decir que posiblemente se conozcan y que Luke sabe de su existencia, pero no, él no estaba en la manada de Luke. Si era así, seguramente es parte de otra manada, algo que Luke jamás comentó que hay otra manada aparte de la de él en Nueva York. O era eso o este chico simplemente era solitario, como los licántropos rara vez eran. Me limité a seguirlo mientras lo escuchaba.

"Seguramente lo conoces porque tienes tratos con él ¿No, cazadora?" Me detuve en seco y me cruce de brazos. -Primera, me llamo Clary, no "Cazadora- hice unas comillas en el aire con mis dedos. -Segunda- desvié la mirada mientras hacia un gesto. -Conozco a Luke desde que tengo memoria. Él es como mi padre. Si, si tengo tratos con él, pero no de los que pasan por tu mente- Rodee los ojos y me limité a darle la espalda para seguir buscando algún libro. Era mejor así.

Como es que Luke no me ha contado nada sombre lobos sueltos y merodeando en New York? Aún que imagino que no tiene tiempo para esta clase de cosas, la mayor parte del tiempo se la pasa cuidando de mi madre o en estado de "Zombie lider alfa" que siento que en algún momento, terminará pidiendo de comer sesos en lugar de comida. Me limité a escuchar su parloteo mientras miraba otros libros de ciencia ficción. La verdad no es que fuera una fanática a los libros ni nada de eso, pero el dibujo no me distraía para nada. Terminaba, sin darme cuenta, dibujando ángeles con alas negras o la copa que Valentine, mi padre, tanto aprecia. Tenía miedo de que de ellos emergiera algo que yo misma haya creado.

Me detuve en seco y levanté una ceja sin mirarlo cuando mencionó lo de salir a tomar un café. ¿Por que un licántropo invitaría a una "Cazadora semi-nueva" a tomar café? Si esto no era un plan, era muy bueno para desviar del tema. No quería que pensara que era una lanzada o algo por el estilo, pero tampoco quería que me catalogara como los demás cazadores; despiadados, agresivos, asesinos y si modales. Yo no fui criada como ellos, pero tampoco he salido con otros chicos que no sea Simon. Levanté mi cabeza lentamente y fruncí el ceño -¿Un café?- repetí entre palabras atropelladas. No por nerviosismo, si no por falta de costumbre. -Vamos a hacer esto. Voy contigo a tomar...café o lo que sea- saqué mi celular y observé la hora. -Y tu me cuentas sobre la vida de un licántropo. Luke es uno de ellos...De ustedes- corregí rápidamente. -Pero jamás me ha dicho como trabajan o como se agrupan. Y como sabes, soy Cazadora recién ingresada.- usé las palabras de ingresada de algún nuevo trabajo -Mis compañeros no me hablan mucho respecto a eso. ¿Es un trato?- ladee la cabeza esperando una respuesta.