Un poco de publicidad no le hace daño a nadie. (Libre)

El sol comenzaba a asomarse por la ventana iluminando por completo mi habitación, que por mala suerte, no tenía una cortina que me protegiera de éste. Cogí mi almohada para taparme la cara, muchos podrían decir "Que hermosa mañana, perfecta para despertar temprano" pero a mí me gustaba dormir hasta tarde, o al menos hasta que me dejaran hacerlo, siempre llegaba mi agente sacándome de la cama porque tenía una entrevista, una pasarela, o cualquier cosa que se haya presentado a último minuto. Ser modelo era una montaña rusa, empezaba emocionante, porque no sabes qué te espera más adelante, vas subiendo, comienzas a sentir ese leve cosquilleo en el estomago, llegas a la cima, puedes ver todo el camino, pero tienes miedo y a la vez esa adrenalina que desea que caiga en picada, luego te das cuenta que puedes morir, y que ya no es divertido, justo en esas curvas que parece que el carro saldrá volando por los aires al salirse de las vías, pero luego pasa, y vuelves a sentir ese deseo de no querer bajar porque te gusta la sensación de miedo que te causa... En fin, algo parecido a mi vida, comencé de una forma emocionante, estaba entusiasmada con mis clases, soy una modelo conocida, al menos en gran parte de Norte-América, me encanta ser el centro de atención y que todo el mundo me desee, pero detesto todo el trabajo que ésto requiere, despertar temprano, hacer ejercicio para mantenerse en forma, hacer dietas imposibles, salir a escondidas para no ser fotografiada por los paparazzis, hombres y mujeres horribles babeando encima de mí... Pero lo peor, sin duda alguna, era la voz histérica de mi agente, podía escuchar ahora mismo su voz en mi cabeza, hacía dos días que no me hablaba, ya sentía que estaba ahí conmigo diciéndome que tenía un evento de publicidad... Oh wait ¿Era ella en la contestadora?
Aquí estaba en el zoológico, un día en el que podría estar divirtiéndome, pero lo que sí era cierto, es que los animales eran extraordinarios, tenía un punto a favor el evento, un poco de publicidad no le haría mal a nadie, y más cuando me pagarían por sólo estar parada donde quisiera.
Uno de los reporteros aprovechó el breve receso mental que se habían tomado los otros para analizar las preguntas que querían hacerme. Se llenó de valentía junto con su micro, y sus manos sudorosas- Hola, Charlotte ¿Eres muy amante de los animales? -El hombre acercó tanto el micro a mi cara, que pensé por un momento que tendría que comérmelo y luego responder. Simplemente sonreí para luego añadir mi discurso ya preparado, los demás reporteros se acercaron con sus micros y comenzaron las olas de flash's de cámaras cuando ni siquiera había abierto la boca para hablar. - La verdad es que no mucho, pero los animales del BRONX ZOO son tan hermosos, están tan bien cuidados, y posee tanto espacio que da la impresión de estar viendo a los animales en su habitad natural -Todos asintieron como si mis palabras fuesen la verdad absoluta.