Lanzando flechas…. (Roderick W. Kahlër )

La tranquilidad en el taller no era muy a menudo lo que sucedía. Voces y voces de personas que venían a que les checaran el automóvil, la motocicleta o incluso algunas bicicletas eran lo que se escuchaba casi todas las mañanas. El sol entro por las cortinas que cubrían mis ventanas y me dio en la cara, dejándome una muestra de molestia por lo rojo que se puso en mis parpados. Gruñí fuertemente al verme despertado no solo por el ruido y el bullicio sino también por el maldito sol.

Escuche un par de voces gritándose frente a mi puerta, retire las sabanas de mi cuerpo y camine molesto hasta abrir la puerta de color oscuro que separaba mi cuarto del pequeño pasillo. -Váyanse a gritar a otro lado niñatos- les dije a Marcus y a la nueva, ambos me miraron con asombro y una cara de remordimiento se asomo en el rostro del varón. Sabia que me había hecho enojar, me despertaron, pero le entendía, mas su forma de ser conmigo le haría sentirse mal, después hablaría con el de ello. Cerré de nueva cuenta la puerta en sus narices y camine a mi baño personal, lavándome la cara y poniéndome la ropa superior.

Salí finalmente ya vestido y camine por el lugar hasta llegar al taller donde los demás de nuestra manada estaban arreglando los coches que llegaban. Les dedique un buenos días y el aviso de que saldría un rato a caminar e incluso dormir al bosque.

Llegue después de un tiempo hasta el bosque, me baje de la motocicleta en la que llegue ahí y la escondí tras unos arbustos, no quería que unas hadas se al fuesen a robar. Subí hasta lo alto de un árbol y deje que su sombra me cubriera y así dormir tranquilo en una de sus ramas. Estaba tranquilo dormido hasta que sentí el olor de algo, una mujer. -Nefilim...- susurre abriendo los ojos y mirando en efecto a la chica castaña. -Tranquila niña que puedes alarmar a los monstruos del bosque- le comente bromeando desde la rama.