Kamui \\ ID

La primera impresión que tendrás sobre Kamui, es que parece un caballero, y de hecho, lo es. Lo que no sabes es que si eres víctima de su caballerosidad, lo serás también de otras cosas. Tras esa sonrisa misteriosa, se encuentra toda la naturaleza de un demonio seductor. No hay persona que se le resista, al menos no eternamente. Si te quiere, te tendrá, aunque sólo seas un capricho para él. Es frío y calculador, tiene muy bien establecidas sus metas, pero no todo es lograr lo que quiere. También tiene tiempo para divertirse. Las salidas nocturnas son su especialidad, y las discotecas, lugares perfectos para encontrar víctimas y compañeros de cama.

Detesta a los ángeles, son su opuesto y uno muy desagradable. Aunque tienen su encanto, y ha hecho caer a más de uno. Le agradan los subterráneos más que los humanos, aunque es capaz de encontrar bella a cualquier persona, sin importar su raza... o casi. Siente un desagrado especial por los nefilims, uno equiparable al que siente por los arcángeles. En muchos casos, uno de los hijos de Raziel es capaz de desatar su furia y su sed de venganza, ya que desprecia a los que asesinan a los suyos. Por la misma razón siente un especial apego por los brujos, ya que sólo con la invocación de uno de ellos es capaz de volver a la Tierra.

Aunque pocos lo saben, Kamui tiene una afición por las artes. Aprecia desde la literatura hasta las artes plásticas, pero es la música su preferida. Canta y compone, y lo hace tan bien que utiliza su melodiosa voz para encandilar.

Si bien no es alguien que parezca sensible, en el fondo lo es, aunque muchas veces sólo por experimentar las mismas emociones humanas. Se ha enamorado hasta la locura y ha disfrutado de que le rompan el corazón, porque así puede aprender mucho más sobre los humanos. Tal vez sólo sea que se encapriche, pero siempre es bueno experimentar. Aunque si sus emociones son sinceras, eso es un misterio. Quizá en algunas ocasiones, lo sean.

Kamui nació como los demonios de su clase, del deseo y la lujuria de los primeros mortales. Si bien su misión no era la de ser un guerrero del Infierno, aprendió a luchar desde muy joven, aunque su principal arma siempre fue él mismo. Con su encanto, logró seducir a hombres y mujeres por igual que terminaron por ser aborrecidos por Dios. Esta siempre ha sido la misión de Kamui.

Si bien la mayoría de los ángeles y demonios se concentraron en Europa, Kamui eligió Oriente y se estableció en Japón. Ahí desató el caos, incitando a hombres y mujeres a entregarse a sus más oscuras pasiones. Fue considerado incluso como un dios, y con los años se convirtió en daimyo. Desde esa posición de poder, protegió y promovió a prostitutas, geishas y prostitutos. Creo el lado divertido en una tierra llena de misticismo y guerra.

A lo largo del tiempo ha engendrado bastantes hijos e hijas brujos, aunque siempre elige con cuidado a la fémina que habrá de ganar tal honor. A veces no es tan importante un hijo y sólo lo es el sexo. En todo caso, ha tenido hijos por capricho o por curiosidad, más que por otra razón.

Durante la era moderna sólo necesitó cambiar un poco sus técnicas. El misticismo que siempre lo envolvió no servía para explicar sus andanzas y los embarazos y acostones no deseados, pero Kamui siempre fue alguien que se adaptó a todo.

Hace unos diez años, Kamui cedió a su deseo de convertirse en músico. Se convirtió en cantante y pronto destacó en ese país al que había elegido como hogar. Su carisma y ahora su reputación, le permitieron continuar de mejor forma su misión como demonio. Actualmente se ha internacionalizado al mudarse a Nueva York, donde ya ha conquistado al público norteamericano.