Pidiendo ayuda… (Kyo)

Oh no, la hago llorar. ¿Por qué siempre las mujeres lloran? Bueno, también los chicos pasivos lindos, lloran cuando no saben qué hacer y lloran cuando yo digo cosas que son verdades directas y a la cara.

- ¡Por supuesto que es más complicado! El amor de tu vida corre peligro, preferirías morir antes que ver que a él le toquen un solo cabello, tú harás todo el trabajo y no le dirás absolutamente nada a él hasta que todo sea seguro, no importa lo que a ti te pase, no te atreverás a hacer un hechizo sobre nadie para protegerte a ti misma mientras exista una ínfima posibilidad de que eso dañe ligeramente al amor de tu vida. Mujeres... luego por qué soy gay.

Suspiro fastidiado y dejo que lloriquée otro poco. Seguro está pensando que soy un maldito imbécil, y francamente, no la culparía. Si serlo significa que pienso que es tonta, pues lo soy.

- ¿Y no se te ha ocurrido pedirle ayuda a tu amorcito? Aunque sea mundano, hay mucho que puede hacer. Son una gran pareja, no eres capaz de pedirle ayuda a él que lo tienes más cerca y prefieres venir a buscarme y terminar amargándonos mutuamente la noche. ¿Ves por qué pienso que el amor te hace estúpido? En lugar de meterte en problemas por un hombre, podrías estar buscando un mentor o mentora, entrando a bibliotecas, no sé, mil cosas. Hasta practicando tú sola puedes aprender mucho. Yo aprendí solo magia elemental y alquimia, sin libros. Pero no debes dejar que te ciegue ni tu amor, ni tu miedo, ni todas esas tonterías que traes en la cabeza y que no veo que te sirvan más que para llorar.

Ay Kyosuke, ¡qué malo eres! Pero es que me desespera ver gente estupidizada por el amor. Yo sí que no fui así jamás.

Mi diversión de la noche va a salir por la puerta y en el momento en el que en lugar de abofetearme, lanzarme un hechizo, lloriquear más, decir que soy cruel, o cualquier reacción que me hubiera esperado, ella sólo se levanta. Si bien es cierto que me desespera la gente que está dispuesta a darlo todo por amor, también siento una especie de ternura por los brujos que no han aprendido nada. No sé de dónde es y por ende quién sería el gran brujo responsable en cierto modo de ella, pero vino a mí y no a Magnus Bane.

- Espera. Te mentí.

No sé si volteará o no, pero para reforzar mis palabras, levanto la mano izquierda y con un pase, cierro la puerta con llave, dejando que se escuche. Aún no va a irse.

- Es cierto, estuve enamorado, dos veces. Una más efectiva que la otra. Y él y yo peleamos muchas batallas en una gran guerra, juntos. En equipo siempre fuimos mucho mejor que solos, justamente porque nuestras habilidades eran diferentes. Éramos honestos entre nosotros, éramos samurai y mentir está prohibido. Yo tampoco quería que le pasara nada, habría muerto por él. ¿Pero sabes? Él pensaba lo mismo. Y fue lo que hizo, murió para salvarme.

Relleno de nuevo la taza con sake, la retransformo en vaso y bebo.

- Intento decirte que él puede estar pensando lo mismo y tomando medidas apropiadas. Al menos si te ama como tú a él. Y podría ser peor. Serán más efectivos juntos, luchando contra un enemigo común. Y de todos modos, yo puedo venderte una poción para curarte o curarlo a él, puedo venderte muchas pociones, pero ninguna arregla un corazón roto.

Quito el cerrojo con un nuevo pase y si quiere irse, no la detendré.

Me encojo de hombros, restándole importancia al hecho de que recordé a Ryô y cómo dio su vida por mí. En realidad no di muchos detalles, y está bien en realidad.

- No pasa nada, ya tiene más de 350 años.


No es completamente cierto, porque sí me afecta, pero tampoco es algo como para que me mate, me tire al alcohol o me deprima por semanas. Ya está superado, al menos lo más que se puede. Del todo, nunca, particularmente porque aunque Magnus me hizo superarlo bastante bien, luego lo perdí a él también. Y mi corazón funciona bajo el principio de "un clavo saca otro clavo", y estoy completamente seguro de que jamás volveré a enamorarme, porque no soy tan estúpido.

Dejo que Jane me estreche la mano y veo que se sienta a mi lado. Así que dejo el sake sobre la mesa y vuelvo a cruzar la pierna derecha sobre la izquierda.

- Y te hace estúpido. Haces muchas estupideces por amor. Yo jamás habría sido gran brujo si hubiera estado enamorado durante la guerra o después. El amor también es un lastre, porque empiezas a quitarle valor a tu propia vida y se lo das a la del otro, y no siempre te corresponde. O a veces te corresponde tanto que hace una estupidez mucho más grande y entonces todo se convierte en un concurso para ver quién es más idiota. Sí se está mejor sin el amor, aprendes a valorarte mucho más. Y creéme, no te falta nada cuando no lo tienes, al menos no si eres una persona completa que no va por la vida buscando "su otra mitad".

No entiendo por qué terminamos con esta gran sinceridad entre los dos. Ni siquiera sé si es bueno o me asusta. A veces las mujeres pueden ser muy melodramáticas, y se ve que si Jane se motiva, puede serlo bastante. En cierto modo, la entiendo, pero meterle traumas de los padres es algo que jamás lograré entender. ¿Qué importancia tiene? Ya es cosa del pasado, puedes fácilmente ver a tu padre como donador de esperma, a tu madre como incubadora, y ser feliz.

- Bueno a ver, sí. El amor es como un rayo. No puedes pedir que te caiga uno, pero cuando te cae, no hay nada que hacer. Ya me pasó, y me enamoré como un idiota de Magnus Bane. En cierto modo, creo que sigo loco por él, pero no me impide seguir mi vida ni vivo muerto de miedo porque él esté encantado con un nefilim idiota.

Me encojo de hombros y atraigo mi sake con la mano derecha para poder beber un poco. Adoro esta bebida, aunque pensándolo bien, hay una alemana que también me encanta.

- Y lo de tu padre, ¿qué tienes 20 o algo así? Ya supera eso. Tu padre era un demonio, ¿qué esperabas, que se portara como ángel tierno y encantador? El mío me usó pero fui lo bastante inteligente como para lograr que me enseñara algo de magia que no cualquiera aprende. En todo caso, hay padres mundanos pésimos también, y si te sigues lamentando y recordando cosas que ya pasaron. Deberías mirar hacia adelante, hacia el futuro.

Al menos se le empieza a pasar lo melodramática a la bruja, aunque sigue hablando de ese vampiro como si fuera la única cosa maravillosa de su vida. Yo opino que debería tener otras cosas importantes en su vida, pero tampoco quiero decírselo y provocar una retahíla de "mi vampiro es maravilloso porque bla bla bla", así que me lo guardo y en lugar de eso, continúo bebiendo de mi sake.

- No creo que lo hayas matado. Los demonios no mueren, sólo vuelven al infierno y ahí se quedan hasta que algún brujo los invoca. Si lo mataste de verdad, entonces dejaste que tus poderes se salieran de control y él fue muy estúpido. Si fue lo primero, la verdad en lugar de culpable deberías tener un montón de miedo de que él te buscara, porque seguro que te mata y con sobrada razón. Si es lo segundo, estás mejor sin él, al diablo. Demuestra que fue un inútil.

De repente Jane hace que me sienta enormemente agradecido por tener un padre tan genial. Es cierto que es un maldito, pero al menos no es un inútil. Eso sí que me fastidiaría.

- Claro, sólo mira adelante y deja de cargar cosas absurdas de tu pasado. Dudo que te sirvan, ¿o sí? Sólo te atrapan y no te dejan salir de un círculo vicioso del que no ganas nada.

Levanto mi vaso también y lo vacío de un trago. Siento cómo el licor quema deliciosamente mi garganta.

- ¿Y qué más puedo hacer por ti? Ya hasta te ando aconsejando.