Pidiendo ayuda… (Kyo)

Esta no había sido una noche de fiesta. No, hoy había tenido tanta flojera que dormí prácticamente todo el día y luego jugué videojuegos, y vi mi último concierto, recién comprado en Blu-ray. Me había quedado completamente dormido después del concierto, abrazando a mi hermoso gato de ojos tan dispares y ajeno al mundo entero. Sin embargo, el mundo no era ajeno a mí. Mientras murmuraba dormido pedazos de las canciones que tanto adoraba y que acaba de ver por segunda vez, ahora en una grabación y no en vivo, sonó el timbre.

Me costó despertarme y de hecho lo primero que hice fue tratar de lanzarle algo a la puerta, pero estaba dormido con los pies en la almohada y la cabeza del otro lado, así que lo único que me gané fue un rasguño del buen Jinx. Intenté ignorar el sonido del timbre, con la esperanza de que se fuera y me dejara dormir de nuevo, pero sabía que eso no pasaría. De mala gana me levanté, me pasé las manos por el cabello, bostecé y me estiré y tras acomodarme la playera, bajé las escaleras.

- ¡Voy!

El suelo frío me hace despertar un poco más y antes de abrir la puerta compruebo que mi cabello esté en perfecto estado. Mi playera violeta y mi pants negro son el resto de mi indumentaria y cuido no estar enseñando las alas. Quizá sea un mundano y prefiero esconder las alas a cubrirlas con glamour. Abro entonces la puerta.

- ¿Buscas a alguien, chica?

Abro la puerta finalmente, aún medio dormido, pero espero que viéndome fabuloso como siempre. Sorpresivamente es una mujer que no conozco y pienso que quizá esté equivocada de lugar, así que le pregunto a quién busca. Es entonces cuando podría decirse que me despierto por completo.

- ¿Y quién me busca? Poca gente viene a buscarme en esta ciudad y mucho menos a esta hora.

Se nota nerviosa, como si estuviera esperando que le saltaran encima y la mataran. Últimamente todas las mujeres que cruzan mi puerta parecen tener esta cualidad. ¿Por qué no me cae de los cielos un hombre guapo? A ese lo hago pasar en cuanto lo veo.

Me aparto un poco de la puerta para dejarle el paso y que entre, aunque no estoy muy convencido. Aunque en parte me influencia lo alterada que está, es como si fuera a cambiar mi hermosa armonía de pereza. Cierro la puerta tras ella, coloco los pertinentes hechizos y me siento en el sofá de la sala. Observo más detenidamente a mi improvisada visitante y pareciera que ha estado apurada. Si anda tan alterada, quizá sea porque alguien la persigue, y espero no andarme metiendo en problemas de estúpidos cazadores, o terminaría cobrando mucho más. Hay cosas que hago y cosas que no hago a menos que paguen bien.

- Bueno pues, ¿qué quieres de mí? ¿Quieres un té? Te ves alterada, calma.

Con un simple pase, me sirvo té negro cargado, con bastante azúcar. Necesito despertar.

Al menos debe darme su nombre y es hasta gratificante ver lo mucho que la altera decírmelo. Sólo por eso quizá la hago pasar. Creo que le va a dar un colapso en cualquier momento. Entra tan rápido que hasta pongo los ojos en blanco, divertido, y luego cierro mi puerta como debo. Detesto que haya nefilims idiotas merodeando y no me gustan los visitantes inesperados a menos que esté de humor. Lo bueno para ella es que hoy estoy de humor.

Bajo la luz la reconozco como bruja por sus ojos. Y al contrario de ella, yo soy la paz encarnada mientras me siento, me sirvo té y termino por subir los pies al sofá y sentarme con la espalda sobre el descansabrazos, extendiendo mis alas tras el primer sorbo. Ya que es bruja, voy a ser algo teatral.

Espero a que ella me responda y me divierte de nuevo ser famoso. Nunca me he sentido como una celebridad, al menos no últimamente.

- Te hara bien un Xanax y no necesitas receta médica. Eres bruja, ¿no es así? No deberías necesitar tanto de mí, ¿o sí? Parece como si alguien te persiguiera, ¿hiciste enfadar a los nefilims? Sólo di que los amas y te arrepientes y te perdonarán.

Doy otro sorbo a mi delicioso té y dejo la taza flotando a mi lado, lista para que la tome con mi mano izquierda en cuanto quiera.

- Pareces una mundana necesitada de un aborto, ¡compórtate! Shhhh.

Me burlo de ella porque está súper alterada, pero es que vamos, todo en esta vida tiene solución, absolutamente todo. Y ya que los ojos le brillan y es obvio que es bruja porque se parecen a los míos, menos razones tiene para estar así. Bebo tranquilo otro sorbo de té, volviendo a dejar la taza levitando y la miro con un dejo de aburrimiento.

- Me ha perseguido todo el Yamaguchi-gumi de la yakuza, relax. Para todo hay solución y más si te consideran bonita. Y ni siquiera necesitas hacer magia. Ahora que si te parece poco ético, siempre puedes borrar mentes. Verás, si te calmas, verás todo mucho más claro.

Mujeres... sienten hasta un placer malsano al verse histéricas, seguramente. Veo la galleta frente a mí y tras comprobar que no tiene nueces o algo que me desagrade, le doy una mordida. Escucho la petición y aunque yo hasta que tenía como 100 años no sabía ni ocultar bien mis marcas, la miro como si estuviera hasta algo tontita porque no sabe hacer algo tan fácil.

- Mira, la gran mayoría de los integrantes de la mafia son estúpidos humanos. Luego hay mafias con vampiros y wow, sólo sal de día y ya, súper fácil. Yo me he metido con mafias de demonios y son súper divertidas, pero quizá si eres una niña buena no te cueste tan poco trabajo. Y bien, ¿qué quieres? Existen pociones y hechizos para cambiarte el aspecto y yo puedo vendértelos. Si quieres aprender a hacerlo tú sola, lo siento, pero ya no tomo discípulos. Así que decide.

Termino la galleta y vuelvo a tomar mi taza de té.

- En cualquier caso, deja de pensar que tu situación es completamente horrible, para todo hay solución.

- Pero en serio, ¿por qué te complicas la vida? ¿Acaso eres una bruja muy joven, es eso? ¿Qué nadie te ha enseñado nada? Las cosas son sencillas si abres tu mente y dejas de pensar que todo es estúpidamente difícil.

Termino mi té y con un chasquido y un pase, lo convierto en un vaso lleno de lo que parece ser agua, pero que en realidad es sake. Vamos, la mafia es algo súper fácil de tratar, sólo eres peor que ellos y ya, o usas tus encantos, o simplemente les borras la mente. Ella se altera tanto que apunto a su taza. De mi dedo sale un relámpago azul y la taza vuelve a quedar inmóvil. Yo cruzo las piernas, una sobre otra, estiradas sobre el sofá y muevo un poco mis alas. Continúo bebiendo y ella suplica. Oh, eso sí me gusta, suplica porque sabes que yo soy mucho mejor que tú, encanto.

- Cambiar de aspecto es lo más sencillo, se hace con una poción. Pero puedes pasar desapercibida también con un hechizo de invisibilidad o uno de camuflaje. Borrar mentes es lo mejor. Y si tus perseguidores son vampiros, puedes ir a lloriquearle a la Clave, no les agradan los vampiros y sólo inventa que atacaron humanos y ya, listo. Pero si estás tan alterada, no podrás ni aprender la poción, ni aprender un hechizo, ni mucho menos plantarte frente a tus perseguidores y borrarles la mente. Estás a medio paso de que me alteres a mí y te dé una bofetada, así que soluciónalo o no hay trato.

Estiro la mano y atraigo hacia mí un plumón con el que pinto algunos símbolos alquímicos para que mi sake no se termine.

- ¿Y bien? Como dije, puedo venderte la poción, y transmutar tu té en tila, a ver si se te pasa lo histérica.

Vaya, así que la brujita ha aprendido todo sola. De algún modo yo había empezado así, porque lo único que me enseñaron al principio fue magia oscura. Y aprendí bien. Ya luego vino el gran y magnífico Magnus Bane a enseñarme magia más convencional y robarme el corazón. Doy un sorbo a mi sake.

- Ya veo. Bueno pero he visto bastantes brujos en esta ciudad, quizá alguno te enseñe algo. Yo puedo cobrarte por clases, pero sólo te enseñaré una cosa a la vez porque ya tengo una discípula.

Me reacomodo en el asiento, haciendo los hombros y la cabeza hacia atrás, para esconder mis alas. Luego bebo un trago largo de sake y finalmente escucho la pregunta de Jane. Medito un poco cuánto cobrarle. La miro un par de veces y luego lanzo mi vaso y lo retransformo en la taza de té negro.

- Treinta dólares por una dosis y la historia de por qué la necesitas. Y me refiero a toda la historia. Soy curioso y no tengo nada mejor que hacer. No la contaré, por supuesto.

Tranquilamente, bebo otro poco de té, mientras espero la respuesta. Pero en realidad quiero saber cuál es su relación con la mafia, si víctima o desertora.

No esperaba que me abrazara, y de hecho, tiro mi taza y grito.

- ¡Wah, no me abraces!

Tiemblo un poco cuando finalmente me suelta, pero es que odio que las chicas se me lancen, me da demasiada aprensión. Y no entiendo por qué para todo tienen que toquetear y abrazar. Me alegro mucho de ser gay, gracias. No entiendo cómo lo soportan los heterosexuales.

Pido por supuesto dinero, pero además la historia. Limpio el desastre con un movimiento de mano y empiezo a beber de nuevo, mientras escucho impasible. Me lo imaginaba, todos buscan mi ayuda por cosas de amor. Sonaba curioso eso de fingir la muerte y dejar que unos vampiros se lo creyeran, porque si el asesino era un vampiro, el resto seguramente. Y es más que obvio que ella está completamente loca por este tipo. Lo suficiente al menos como para atreverse a contarme su historia, que seguramente ella considera como la cosa más difícil de contar del planeta.

Hasta le brillan los ojos cuando me pregunta si yo he sentido eso y la miro y enarco una ceja. Doy un sorbo largo y hago alarde de mi corazón negro, ese que ha sentido sólo dos veces en casi 400 años.

- Amor y romance... ambos son una pérdida de tiempo y esfuerzo. Son incontables las personas que han venido a mí por ayuda en nombre del amor. Son patéticos. Podrían habérselo ahorrado si no fueran tan estúpidos como para dejar su felicidad en manos de otra persona.

Me levanto y le tiendo la mano, dejando levitar la taza.

- Mis 30 dólares y te subo la poción.

Es más que claro que no comparto su emoción por el amor, y quizá en comentarios de este tipo se nota que no soy tan apegado a mi parte humana y sí a mi parte demonio. En realidad sí creo que puedes amar, pero creo que se hacen muchas estupideces por amor y para prueba, alguien que yo había amado, y yo mismo. Se está mucho mejor sin amor y sólo con ligues ocasionales, incluso pagando por sexo si es necesario. No soy una chica enamoradiza como ella, yo soy alguien que ve los inconvenientes.

Simplemente me levanto y extiendo la mano y pronto, soy treinta dólares más rico. Dejo la taza sobre la mesa con un movimiento de mano y me dispongo a aparecer la poción. Dibujo en el aire un pentagrama, y al terminarlo, tengo en mis manos un pequeño frasco con una poción negra.

- Si no estás apurada, podemos empezar hoy mismo.

Le tiendo la poción.

- Lección uno: no puedes cambiar de aspecto tus marcas, sólo ocultarlas con glamour. La poción sí las oculta. Antes de beberla, visualiza cómo quieres ser después de que te la tomes, o no funcionará y te convertirá en alguien al azar.

Vuelvo a sentarme.

Veo que guarda la poción y yo vuelvo a sentarme, enviando mis dólares a la cartera, doblándolos como si fuera a hacer origami, o quizá un truco de ilusionista. Cruzo la pierna derecha sobre la izquierda y comenzamos. Primero le digo lo que incluía el pago de la poción, es decir, las instrucciones pertinentes. Luego ella me muestra lo que conoce de transformaciones corporales, pero está como ausente, así que chasqueo los dedos y veo salir pequeños brillos violeta.

- Ey, vuelve a la realidad. Veamos... Pues esto que haces, es el principio básico de transformarte completamente. Aunque debes entender que es un poco cansado, y aumente, dependiendo de qué tanto de ti cambies.

Me levanto y me estiro, tronándome después los dedos de ambas manos. Creo que debo darle una demostración.

- El principio es el mismo. Ahora, si vas a hacer una transformación total, es mejor si dejas algo que sea tuyo. Y haz la transformación poco a poco. Por ejemplo...

Me paso una mano por el cabello y lo cubro con glamour para que se vea castaño, luego lo alargo. Toco mis párpados y cubro los ojos con un glamour para que se vean castaños. Me dejo una mano frente a la cara, mientras la otra pasea lentamente por mi cuerpo. Finalmente, cambio mi estatura, quitándole algunos centrímetros, y la ropa. Ahora soy una mujer.


- El último detalle es el más difícil. Debes alterar tus cuerdas vocales.

A mí me parecía un hechizo ocioso, o más bien una serie de hechizos ociosos, quizá porque yo soy muy descarado y prefiero ocultarme entre las sombras siendo el mismo Kyosuke. Pongo una mano sobre mi garganta y cierro los ojos para concentrarme. Luego sonrío, consciente de que tengo la voz dulce de una chica, aunque no tan exagerada como las chicas de anime.

- ¿Qué tal?

Giro una vez, para presumir el vestido corto que me hice.

- ¿Soy bonita, verdad? ¡Parezco modelo!

La joven bruja seguía sumergida en sus pensamientos en su recuerdos en su madre adoptiva, en cómo había luchado por ella… en la traición de su padre que le había hecho desconfiar del amor… ese mismo amor que descubrió gracias a Nick… y que ahora hacia que hiciera locuras para estar junto a él costara lo que costara…de siento modo el mago tenía razón… el amor nos hacia hacer locuras y quizás fuera un sentimiento inútil pero por mucho que intentara sacar de sus pensamiento a Nick jamás podía hacerlo… siempre estaba allí… en su mente y en su corazón… En eso escucho los dedos del chico y vio unas chipas morada revolotear…. Haciendo que el hechizo desapareciera y su cabello volviera a su castaño natural mientras le escuchaba atentamente la explicación que el joven le hacía… la verdad es que cada vez que cambia su pelo siempre se sentía un poco cansada pero nunca lo suficiente como para preocuparse o pensar en ello… entonces ella sintió al escuchar su comentario final y ver como se comenzaba a transformar… primero el cabello, luego los ojos… luego su rostro y cuerpo y por ultimo su altura y vestimenta… ahora era una chica….

-Guaayy!!!

Dijo con una sonrisa atenta a su comentario sobre las cuerdas vocales… eso le parecía un punto muy importante quizás no la reconociera por su aspecto físico pero si por la voz…. Así que miro al chico colocarse la mano en la garganta y cuando volvió a habar era la voz de una chica…. Ella solo rio tras su comentario y le miro… asintiendo…

-Esta fabulosa…. Pero vamos a ver si me sale…

Dijo ella poniéndose de pie y haciendo lo que el chico le dijo primero se concentro en el cabello dejándoselo del mismo color pero muchísimo más corto, luego sus ojos azules se desvanecieron y se volvieron marrón oscuro casi negro… y después fue a su cuerpo y ropa dándole un aspecto masculino y fuerte…. Y se podían ver que su ropa se transformaba en una camisa gris con corbata, pantalones del mismo color aunque un poco más oscuros y zapatos negros…

chico:

-¿¿Que tal??

Le pregunta curiosa y preocupada aunque aun con voz de mujer… primero iría por lo que consideraba mucho más fácil y después lo más difícil… y así también podía descansar un poco… la verdad es que se estaba poniendo muy débil….

Hago una serie de hechizos para transformarme, aunque mantengo la raza y por ende, los ojos rasgados. Está tan cerca de una de mis marcas, que es muy cansado si intento tener ojos occidentales. Cambio también mi voz y me doy un ligero toque de agilidad para no caerme con los tacones. Espero a que ella lo intente y mientras la observo, aparezco otro pequeño frasco. Aunque pronto, se me pierde el hilo de pensamiento. Hombre guapo a la vista y no puedo dejar de mirarlo... o mirarla, transformada. Hasta que claro, habla y tiene voz de mujer.

- Que creí que me había transformado en una chica heterosexual y te iba a saltar encima... y luego hablaste. Cielos, ¡qué mata pasiones es tu voz! ¿Qué no te dije que lo cambiaras? Cambia primero tu garganta, ponte manzana de Adán y luego piensa en engrosar tu voz. Y ya.

Doy un sorbo al fraquito que traje y a la poción azul.

- Bébete esto y luego deberíamos salir a divertirnos. ¿Qué tal bailar? Mejor no al Pandemonium, pero a algún lugar donde frecuenten esos tipos que te dan tanto miedo. Para que compruebes que esto funciona.

Normalmente no hago estas cosas transformado, pero podía ser divertido.

Pese a que esto podría considerarse extraño, de todos modos me gusta el chico en el que se convierte Jane y hasta estoy pensando en saltarle encima, así sólo por el puro gusto. Aunque es obvio que no lo haré porque en el fondo sigue siendo una mujer, mientras que yo en el exterior ahora soy una mujer. Estas cosas eran raras. Pero vuelvo a la realidad y a la poción cargada de cafeína, así qeu le digo que debe cambiarse la voz. Le indico los pasos que debe seguir y le dejo el frasco, pero no lo logra. Suspiro fastidiado, un fastidio que crece cuando veo que incluso recobra su forma de mujer y así no le encuentro el atractivo.

Camino hasta el sofá y levito la poción frente a ella.

- Bebe. Lo que pasa es que te quedaste sin energía. Te dije que esto no sería fácil.

Me estiro, colocando la cabeza sobre el respaldo y mientras me paso la lengua por los labios, voy desapareciendo mis conjuros, poco a poco. Mi cabello vuelve a ser azul, mis facciones las de el hombre que siempre he sido, y pronto el cuerpo y también la ropa. También estoy cansado, pero no tanto porque traigo el subidón de la poción.

- Cansa, porque debes hacer varios hechizos. Es más fácil camuflarte para desaparecer que convertirte en otra persona, aunque se puede. Alguna droga, alcohol o poción de energía te ayudan a mantener el disfraz por más tiempo, pero tendrás a lo sumo un par de horas. Insisto que borrar mentes o matarlos es tu mejor opción.

Vuelvo a ser yo mismo, y aunque pareciera curioso, cruzo una pierna y me siento con mucha más elegancia que cuando me había puesto apariencia de mujer. Hay cosas que no puedo hacer si no soy yo mismo, y desde siempre he detestado tener que ocultarme, aunque en el caso de mis alas, por desgracia sí que fue necesario. Aunque prefiero mil veces ocultarlas bajo el tatuaje que ponerles glamour. Ocultarme sin una razón, sólo porque los estúpidos nefilims lo digan, me es completamente repulsivo, así que aunque sé hacer hechizos como este, rara vez los hago sobre mí mismo.

Recupero la taza de té y bebo un poco mientras Jane se quita sola los estragos de la serie de hechizos que se hizo. Y no es que yo sea malo, pero ya hice bastante con darle la lección y la poción energizante. Y la forma en la que me lo agradece es demostrándome que es mucho peor bruja de lo que había imaginado. Ruedo los ojos y suspiro.

- En serio, ¿cómo has podido sobrevivir? Pienso que sólo sabes volverte rubia, ¡qué aburrido! Por supuesto que puedes borrar de la memoria el recuerdo que sea. Brujos milenarios se han borrado recuerdos de la infancia. Es más fácil si tienes la fecha completa, pero qué más da, son tus enemigos, bórrales toda la mente y sería como si tuvieran Alzheimer avanzado. Y es mucho más sencillo que rebuscar en sus mentes hasta encontrar lo que buscas. Insisto, ¿y qué más da?

Me bebo el té y dejo la taza vacía sobre la mesa para poder cruzar los brazos.

- Creo que eres una cobarde. De esos que prefieren ocultarse a pelear y les encanta vivir intimidados. Ya habrías hecho algo si realmente te interesara.