¿Qué escondes Parabatai? (Alec)

Se sobresaltó al sentir que alguien le hablaba, estaba perdido en la nebulosa de sus pensamientos, debatiendo internamente que era lo que estaba sucediendo por el. Hacía poco había vuelto del departamento de Magnus, y aun recordaba estar abrazado a él, besándose, perdiendo los límites entre ellos. Le gustaba el brujo, pero luego veía a Jace y... Además, no creía que el brujo lo tomara completamente en serio, Magnus era hermoso y popular, y él era solo un nephilim callado que ni siquiera se animaba a decir que era gay.

Miró a su parabatai y se sonrojó, agradeciendo que quizás en la poca luz que había en la cocina este no pudiera notarlo - Vine por un vaso de leche - mintió, en realidad estaba escondiendose de Izzy, quien estaría gustosa de conocer todos los detalles de su nueva cita - Pero creo que me olvide de servirlo... Me sirves uno? - pidió, intentando fingir que no sucedía nada y maldiciéndose a sí mismo por ahora verse obligado a tomar un vaso de leche, cuando en realidad sólo quería estar sólo con sus pensamientos... Y Jace lo distraía de ellos, lo distraía de lo mucho que le gustaba Magnus, y le aterrorizaba que supiera que salía con él. No sólo porque las relaciones amorosas con subterráneos no estaban bien vistas, sino porque el brujo era, al fin y al cabo, un hombre. Él, Alexander Gideon Lightwood, salía con un hombre, y temía que su parabatai se avergonzara de él por ello.

Y tú dónde estabas? No te vimos en la cena - mintió de nuevo, jugándose a que estuvo ausente en ella y por eso tenía tanto apetito. Sólo esperaba que no se notara que él acabara de llegar, ni que cruzara palabras con Izzy, pudiendo darse cuenta de su mentira. Si tan sólo él llegara antes a hablar con ella... Aunque eso significaría darle todos los detalles sobre su cita... Se sonrojó solo de pensarlo, Izzy podia ser muy insistente cuando se lo proponía, y además, si bien él sabía que ella nunca lo traicionaría, sabía que simplemente podría no acceder a mentir por él... Al menos en lo que a su presencia en la cena respectaba.

Se sonrojó - No veo como eso es asunto tuyo. Dudo que hayas estado en Taki's... No te estarías zampando esa torre de sándwiches. - le dijo, mirándole de reojo pero sin inquirir demasiado, temía que eso lo obligara a comentar mas de porque había estado ausente. - Y no veo que te hace dudar de mi palabra... No estuviste aquí, no puedes saberlo. Yo sí estuve. Puedes preguntarle a Izzy si lo dudas. - mintió de nuevo, intentando parecer mas seguro ésta vez.

Miro a su parabatai y además de los sentimientos fraternales, y del amor que en secreto le profesaba, que cada vez se parecía más al sentimiento que comenzaba a despertarle Magnus; sintió pena. Estaba cada vez mas ojeroso. Se notaba que no dejaba de pensar en la pelirroja esa, Clary, quien había llegado para trastornarle la vida a los hermanos Lightwood y robarles la atención de Jace para salir de cacería con ellos. Y que, para colmo de males, era la hermana de Jace. Ambos eran hijos de Valentine, el mayor mal entre los cazadores de sombras. Él lo entendía. Al fin y al cabo, Jace era su hermano, su parabatai, su guerrero aliado... Y aún así el albergaba sentimientos románticos por él.

Tomo su vaso de leche y le dio un sorbo, conteniendo una sonrisa al pensar en Presidente Miau durmiendo en su falda hasta que Magnus y él habían comenzado a besarse. "Nunca salgo con alguien que no le agrade a mi gato", había dicho el brujo. Y él le agradaba a Presidente. Y mucho. Suspiró y volvió la atención a Jace - Y? Me vas a decir que sucede, o prefieres mantenerme en ascuas?

Intento desviar el tema, aunque se estaba comenzando a sentir incómodo con tanta pregunta. Como si en realidad el estuviera haciendo algo malo. - ¿De cacería? ¿Tú solo? ¿Acaso has perdido el juicio? - le replicó, lo más enfadado que pudo aparentar estar. En realidad lo comprendía, entendía esa necesidad de esforzar los músculos al máximo y quemar todas esas energías, para quedar tan cansado como era posible y acostarse a dormir y no pensar en cosas, como en lo mucho que te gusta cuando tu parabatai se cambia la remera delante tuyo o en los besos que te dejan sin aliento de un brujo que cada vez es mas importante en tu vida.  Lo entendía, de verdad, pero... ¿Y si su parabatai descubría quien era él en verdad? ¿Que le gustaban los hombres? ¿Que estaba enamorado de él? Se estremecía de sólo pensarlo.

Vació lo que quedaba del vaso de leche de un sólo trago, y apoyo con fuerza el vaso sobre la mesa, se estaba comenzando a poner algo nervioso. Intentó disimularlo una vez más, ya ansiaba escaparse de nuevo para ir donde Magnus, para que éste lo distrajera y le enseñara. Sonrió pensando en eso y dijo, rogando que su hermano no se diera cuenta de como se le había iluminado el rostro - Supongo que no soy yo el que esconde cosas. Podrías haberme avisado... Parece que alguien esta cercano a ganarse el premio al parabatai más desconsiderado del mundo.

Se levantó, como si fuera a abandonar la cocina, pero se detuvo cerca del marco de la puerta, no podía estar peleado con Jace. No soportaba la idea de irse a dormir habiendo discutido con él, por lo que se giró a medias y dijo - Lo siento... No fue mi intención ser tan grosero... Pero... Últimamente... Pasas más tiempo fuera que con nosotros. Nunca salimos de cacería... Nunca comes con nosotros... Entiendo que tengas sentimientos encontrados con tu hermana... Pero nosotros estuvimos siempre... No te olvides de eso... Nosotros estuvimos ahí cuando apareciste con el corazón roto. Y estamos mientras continúas sin armarlo. - parecía que un dejo de esperanza se oía en esta última frase. Alec se sintió extraño... ¿Aún seguía esperando que Jace se fijara en él? No logró comprenderse a sí mismo, y se quedó en silencio, allí, de pie, intentando descubrir en su interior una respuesta.

Presiono los dientes, intentando mantenerse callado, no quería soltar lo que quería decir, sería demasiado, sería ir demasiado lejos, pero ¿cómo podía seguir pensando en Valentine como en su padre? Era un ser malvado que había puesto en peligro a todos por fines egoístas y nunca había lamentado una muerte.

Intentó controlarse y lo logró en gran medida, pero aún así debía de responderle algo, para que se diera cuenta que no podía ignorarlos así sin mas y luego arreglarlo con unas disculpas. - No es fácil... Pero crees que suicidándote o logrando que te lastimen de gravedad lo arreglaras? Que nos harás algún bien? Soy tu parabatai... Ya... ya sabes que sucede si uno... - tragó saliva, no quería ni mencionar esa posibilidad, era demasiado horripilante - No puedes deshacerte de nosotros. - se acercó y le puso una mano en el hombro - Estamos contigo... Siempre lo hemos estado... desde que apareciste luego de aquello.

Suspiró, volviendo a la puerta, y deteniéndose un segundo junto al marco de aquella, para volverse - No pasa por pedir disculpas. Pasa... Pasa por cambiar la actitud. Puede que sea demasiado para sobrellevarlo tu sólo... Pero nosotros podemos acompañarte... Quizás... te resulte más fácil - dice, antes de salir de la cocina y dirigirse a su cuarto, no quería seguir discutiendo con Jace, sabía que además en cualquier momento terminaría poniéndose del lado del otro... Y no quería hacerlo. En ese momento quería estar lejos de Jace y se mordió el labio al pensar en el único lugar al que podría ir.