Sometimes life brings surprises (Casstiel Sheeran)

En cuanto entre a la tienda me quede aturdida, era peor de lo que había imaginado. Bueno, probablemente exageraba debido a que estaba acostumbrada a comprar ropas en tiendas de segunda mano pero ese lugar parecía un extraño sueño de borracho, o al menos esa era mi opinión. En cualquier caso no entendía porque Kyo estaba tan empecinado en que renovara mi vestuario, llevaba desde nuestro regreso de Japón hostigandome y no habría aceptado de no ser porque no dejaba de criticar mi ropa, cada vez que me descuidaba o iba a hacer algo y ya lo tenia diciéndome que lucia como una vagabunda. En realidad no me importaba mucho eso, la ropa no era algo que me quitara el sueño pero tener a Kyosuke respirandome en el cuello todo el día no me agradaba así que finalmente cedí. Y ahora eme aquí sin la mas remota idea de que hacer ahora.
El almacén estaba repleto de adolescentes vestidas a la moda mirando ropa como si se tratara de la cosa más maravillosa del mundo y yo me sentía de nuevo tan diferente a todas ellas.
-Mierda-maldigo por lo bajo empezando a recorrer la tienda con paso de condenada. Vi un par de blusas de colores alegres y juguetee con ellas sin demasiado interés.

Recorrí toda la tienda mirando cosas, examinando vestidos, viendo carteras pero sin llegar a probarme nada, simplemente no me gustaba nada de lo que veía. Habría regresado de inmediato a casa de no ser porque Kyosuke enloqueseria cuando supiera que me había dado una Black Card y yo no había comprado nada de manera que me dirijo a la zona de los zapatos, por lo que había oído las mujeres amaban los zapatos, esperaba que fuera cierto y le encontrara cierto gusto a eso.
En cuanto vi los tacones sentí vértigo ¿como demonios se suponía que iba a caminar con esas cosas? Y luego finalmente vi algo que me gusto, un par de botines marrones de suela baja, eran realmente hermosos.
Probablemente un par de zapatos no era todo lo que Kyosuke esperaba que comprara pero para mi era una gran cosa. Me dirigí a la caja más feliz de lo que imaginaba que estaría, incluso iba dando saltitos y todo, tal vez fue por eso que choque con la chica que iba pasando por el pasillo. Y en cuanto lo hice hubo luz, mucha luz.

Esta aburrida de pasarme los días en el departamento sin hacer nada, exacto "nada", a pesar de que mis amigos tuvieran bastante trabajo para mi, y el RounHause no fuera tan malo, pero mi paga seria dentro de dos semanas así que siendo tonta o no, no aseptaria eso, así que con el poco dinero que me quedaba fui hacer una compras para la comida del día de hoy, no había pasado a cobrar lo que me habian depositado del trabajo de cazadora, eso contaba como mucho dinero para una comida elegante pero aun así no quería darme la vida en grande, quería recordar mis viajes como "pobre" y asi fue.

Al salir del cajero, tome el dinero, lo metí en mis jeans obscuros y salí del apartamento haciendo un moño con mi pelo, como sea, las calles estaban atascadas de gente pero cuando entrábamos a F21l ,bueno las cosas cambiaban, la gente eran vendedores ambulantes, era un ambiente muy diferente a donde me había crecido, nada que ver con la supuesta reputación de mi familia y la verdad eso era a lo que había venido, a ser diferente en ciertos aspectos, claro, había otros en los que prefería quedarme.
Pasando con un pretsell en la mano, escuche una melodía que reconocí en un instante.

Pero al darme vuelta un chica me tira la poca ropa que ya había comprado y mi comida del día "fantástico sin comida" . Tome la ropa y no me detuve a saber si estaba bien, reconocí esa aura, reconocía ese olor, ella sabia de nosotros, de todos -compermiso- dije evitando su disculpa y corriendo atreves de la gente para que no me hiciera preguntas...Mierda, las llaves de la moto. Tenia que regresar.

¿Que demonios? Miro a la chica, unos grandes ojos marrones y dulces me devuelve la mirada un segundo antes de echar a correr como un ciervo asustado.
-Pero que...-no tardo mucho en recuperarme y, sin importarme dejar tiradas mis compras hecho a correr detrás suyo. Ningún subterraneo destellaba esa luz, ninguno que yo conociera al menos, y no había más subterraneos que los que ya se conocían. Entonces ¿que era esa chica?
Probablemente no debería estarla persiguiendo, probablemente seria mejor no saber pero aun así corro lo más rápido que puedo atravesando la multitud con facilidad, delante mio ella parecía una especie de centella pero seguí corriendo hasta que estoy suficientemente cerca como para tocar su cabello, entonces ella se detiene de golpe y volvemos a chocar hasta caer al suelo.

Aprovecho la oportunidad para inmovilizarla como puedo, no planeaba dejarla escapar, a nuestro alrededor la multitud se movió y algunas personas nos lanzaron miradas molestas sin embargo las ignore completamente.
-Puedo dislocarte el hombro así que yo que tu no me movería, ahora dime que demonios eres-susurro a su oído con severidad. Claro que no pensaba dislocarle el hombro en serio a menos que se decidiera a pelear, entonces no me quedaría más remedio pero parecía tan frágil y angelical que solté un poco mi agarre temiendo hacerle daño.

Cuando las dos terminamos en el piso me pegue fuertemente en la cabeza lo que hizo que se me borrara muy bien en que situacion en la que estaba; Segun yo estaba en la escuela de mi hermana, mi hermana...¡MI HERMANA!- -Que haces aqui Lucy - sonrei amigablemente, entonces reaccione y regrese a mi -que demonios te pasa loca- dije viendo a la chica que me amenazaba a lo cual solte una risa burlona a mis anchas -tu...humano...hacerme algo, en que mundo- ahora sabia que no me estaba enfrentando a nada malo.

Por un momento pense que era alguien que queria casarme o incluso alguien de mi familia...mi hermana, si hubiera sido asi, no se como hubiera reaccionado -te vas a levantar a la cuenta de tres antes de que te parta el cuello en dos...- pero recorde lo que ya habia hehco y negue -ok no, pero ya dejame en paz, no se quien eres, y tampoco tiene smotivo para hacerme algo- asenti -soy Casstiel SHeeran, ahora dejame- conclui.

Mire su rostro con cuidado, Lucy, en cuanto lo dijo supe que se trataba de alguien importante así que no podía ser un demonio, a los demonios nunca les importaba nadie realmente pero eso ya lo sabía, había visto demonios antes y sus auras eran oscuras, negras como el petroleo. Pero ella era toda luz, era todo lo contrario a un demonio, era...
Pero que estupidez, los ángeles no existían, nadie había visto uno nunca, ridículo si te ponías a pensar en que en realidad los demonios rondaban libres a sus anchas pero los ángeles eran diferentes, tal vez porque el mal era fácil y el bien era eternamente difícil.

La suelto y me aparto poniéndome de pie, se muy bien que no hay forma de que pueda ganarle y en cualquier caso ya he oído lo que quería saber.
-No eres una mundana pero tampoco eres una subterranea o un demonio, entonces ¿que eres?-en realidad lo digo más para mi que para ella,  tal vez seria una buena idea llamar a Kyosuke, probablemente debería estar preocupada por mi seguridad pero si era lo que yo creía que era entonces había muchas posibilidades de que saliera viva de allí.
Vuelvo a mirar a la chica y le tiendo una mano para ayudarla a ponerse en pie.
-Me fió de ti, seas lo que seas, y tal vez termine muerta pero me fió de ti-digo mientras mi subconsciente se golpea contra una pared. Primera regla para sobrevivir en el mundo de las sombras, no te fíes de nadie, y allí estaba yo, la débil e idiota mundana que no sabía mantenerse a margen.
-A veces me sorprende no haber terminado muerta ya-me quejo.

Me quede viendo su mano con cara de sorprendida, rara en mi por que no era de las que daba la mano a cualquiera desconocido que fingía saber de mi. Mal error haber mencionado a Lucy, mi hermana, esa niña hermosa que lamentaba dia a dia haberla dejado pero a la larga y como en cada noche me lo repito era mejor para ella.
-Si es un grave error- asenti tomando su mano. En eso un Kaledoscopio de recuerdo de esta chica me paso, creo que lo que mas me gusto fue la admiración que tiene por Kyo ..o aglo asi se dice.

Sonreí -muy bien soy un angel del señor- asenti sabiendo que ella no me lo creria -vamos Eva, creeme- me burle de nuevo de ella  por que no sabia como yo podia saber su nombre -tranquila puedo leer tus recuerdos si asi me lo permites- bufe -bajar la guardia es malo para todos y mas para un extraño que acepta tomar tu mano sin conocerte-

Pero era demasiado tierna para se real -Dime Cass, vamos a tomar un cafe, no me gusta que la gente nos vea de esta manera- y mire alrededor como 800 personas al mismo tiempo nos miraba de una manera muy extraña, pero algo muy..bonito, que no me sentia mal cuando me fui con esta chica, es como si perteneciera a alguien a un lugar despues de estar tan lejos de casa.

No puedo evitar una sonrisa cuando acepta mi mano, ahora parece mucho más tranquila, supongo que porque ya no hay una loca saltándole encima. Viéndolo así probablemente se me había pasado la mano, pero sinceramente no veía otra forma de reaccionar.
-Así que un ángel del señor-lo digo despacio como saboreando las palabras. Parte de mi, la parte mundana, se siente reticente a aceptarlo sin embargo también debería saber muy bien que en el mundo de las sombras todo era posible...incluso un ángel.

Me llama Evan cosa que me hace mirarla sorprendida, había tratado antes con lectores de mentes, brujos poderosos, demonios...incluso algunas hadas pero usualmente lo que buscaban no eran tu nombre. Niego con la cabeza antes de soltar una risa burlona, bien, me estaba burlando de mi misma pero al demonio-Así que leer mentes-es el único comentario que hago antes de volver a reír-Debo estar loca

Por un momento me digo a mi misma que definitivamente debo haber enloquecido, no había cosas como ángeles o magia o demonios ni criaturas similares, no había...no había nada de eso. Pero claro que lo había y la locura seria negarlo. Suelto un suspiro y suelto su mano, no con fuerza ni con precaución, por alguna razón realmente me fiaba de ella y, aunque fuera la estupidez más grande de todas, no temía que supiera mi secreto, porque al verla pensaba que el suyo era mucho más grande.
Miro a la gente a nuestro alrededor, definitivamente es mucha la que se ha detenido a vernos con obvia curiosidad, mundanos ignorantes pienso con cierta burla, mundanos que a diferencia mía no tenían ni idea de que se encontraban ante un ángel. Porque por más raro que sonara le creía, una vez más me fiaba de ella.
-Conozco un café donde sirven un strudel de manzana delicioso, es al cruzar la calle-señalo-Estoy segura de que te encantara

Asiento rápidamente tomando las bolsas que se me habían caído de repente cuando ella me había saltado cosa que me enfado en es emomento ahora hasta reia al colgarlas de nuevo en mi hombro.
No tarde mucho en reconocer el café del que me habla aquí había venido a ver a..bueno eso no importa, de todas maneras eos había sido hace mucho tiempo y se que no vendría al caso decirle a esta nueva amiga extraña o algo que se le pareciera, me resultaba gracioso como me había puesto a Eva y amiga en una misma frase por que yo, mi naturaleza mas alla de ser un angel era no tener amigos.
Ya los había tenido una vez y había terminado callendo de mi gracia, por lo tanto no lo volveria hacer y mas cuando tenia ahora un plan y objetivo para recuperarla.
Antes de que pudiéramos salir de ese callejón alguien me tomo del hombro cosa que hice que me detuviera pensando que Eva me iba a decir aglgo -dejala- dije rugiendo viendo al demonio a los ojos -ella no tiene nada que ver en esto- había tratado de cazar a este demonio, y lo habi dejado ir, ahora entiendo que era otra señal que dio me cagaba cada error que hacia.
Sin pensalo dos veces toma a Eva y la tape con mi propio cuerpo, lanse mi mano hacia atrás y unos rayos que quemaban salían de mi mano; Estaba bien, pero aquel poder me dejaba exausta y con una que otras partes de mi cuerpo quemada, pero al menos mandaba a los demonios al infierno directamente -lo siento, no tenias que haber visto, eso- me levante acariciando mi espalda -si quieres puedo borrar de tu mente lo que paso- dije señalando mi mano también quemada.
-Pero...- bufe -ves lo que hice- me burle de mi misma -estuve dispuesta a quemarme por ti- nege recogiendo por segunda vez las bolsas esta vez con un poco mas de dolor al agacharme.

No oí al demonio aparecer, de hecho no note su presencia hasta que Cass se dio la vuelta para enfrentarlo. Curioso, usualmente podía sentir su llegada con relativa facilidad pero mis sentidos parecían tan concentrados en la luminosa aura ella que no notaron el roce frío de la presencia del demonio. Cass reacciono casi al instante empujándome para quedar detrás suyo, parecía más irritada que preocupada pero mi instinto hizo que me tensara a pesar incluso de su compañía.
Los rayos si que fueron una sorpresa, al demonio con la sorpresa realmente quede impactada, apostaba que ni Kyo podría hacer eso. El demonio desapareció de manera tan repentina como había llegado, casi me había parecido una pelea de anime o algo por el estilo, es decir que todo aquello era...tan irreal.

-¿Lo que he visto? Dulzura los demonios no son nada nuevo para mi, vivo entre ellos aunque debo admitir que eso de los rayos si que me ha impresionado, por lo demás ha sido una de las peleas menos sanguinarias que he presenciado-admito relativamente tranquila, no era que los demonios no me asustaran, les temía, pero tampoco iba a dejar que el temor me controlara.
Me preocupa que luzca tan cansada, se de sobra que cada acción tiene su reacción, cada magia dejaba secuelas y entre más poderoso eras más daño podías causarte.
La ayudo a recoger sus cosas pero ella aun parece débil, aun sabiendo que mi contacto le servia para poder ver mis recuerdos la agarro por la cintura dejando que se apoye en mi.
-Deja que te ayude-le digo. Parece una ridiculez que luzca tan frágil luego de una demostración de poder como esa, sin embargo hay algo en ella que me recuerda a una muñequita y siento algo similar a la preocupación loca que siento por mi hermana.
De manera que atravesamos la calle con precaución, lento y sin soltarla ni un momento logramos llegar a la cafetería sin más percances y nos sentamos fuera.
-Como ya sabes soy Evangeline y lamento lo de la tecleada, usualmente soy bastante más agradable cuando conozco a la gente pero es que me has dado una gran sorpresa.

Me quite la chamarra cuando nos sentamos, la rasgue, y maldije en un principio por haber roto mi chamarra hermosa de cuero cafe, pero los brazos me ardian y si no cubria mis heridas alguien mas me las iba a ver, asenti, silenciosa a todo lo que ella me dijo, si no era muy habladora cuando estaba bien, ahora que cuando estaba mal, menos lo ib a ser, pero, no se de donde, me salieron las fuerzas para contestarle y mucho mas para continuar aquella platica.

-Lose, lo vi en tus recuerdos,- la mire -no es tu culpa aquella muerte- no me acuerdo si fue de ella o solo fue un recuerdo de mi, pero tube la necesidad de decirlo -perdona..- agache mi cabeza y mire mis tatuajes de los barzso riendo -nadie los habia visto antes, eres la primera chica o..persona en todo este mundo que los ve- a excepción de las personas que habia masacrado y de...Christian -pero no te tienes que fiar de mi, no por que te halla salvado ahora, es que siempr eando por la calle tratando de ayudar, la verdad es que es lo ultimo que yo hago- me burle -entre los angeles, me llaman Lucy, y no por que asi se llamara mi hermana.

Quite os trozos de tela machados y frios de sangre y la mire cuando ya no tenia niguna cicatriz -recuerda a Lucifer, el era tambien un angel y cayo, cayo por desobedecer, si quieres saber mi historia, no es muy alejada a la de el, sin embargo..- la mire tratando de penasr que no iba a salir corriendo con lo que iba a decir -no termino e fuego, si no es sangre, sangre y muchas muertes, por eso estoy aqui.

Parpadeo sorprendida pero no hablo, me parece que ella necesita desahogarse, como si llevara demasiado tiempo escondiéndose y ahora que no tenia que hacerlo pudiera sacarlo todo. Lo entendía, al menos en ese aspecto no eramos muy diferentes.
Ella habla sobre Lucifer, sobre el cielo y el infierno y sobre muchas cosas que yo difícilmente podría entender. Pero también hablaba de sangre y de dolor, también me mostraba cicatrices y en cierta forma lo podía entender, podía entender su dolor y su perdida y su ansiedad y todos esos sentimientos que pasaban por su rostro. Infinitamente frágil, tremendamente fuerte
Pensé en lo triste que seria perder el cielo, perder su hogar y me di cuenta de que de cierta forma yo también había perdido el mio; imagine lo terrible que habría sido perder su familia y de nuevo pensé en mi; pensé en como había perdido su gracia...como había sido arrojada fuera del cielo. Al menos en eso eramos diferentes, yo había huido, había sido mi decisión y sin embargo suponía que ella también había tomado una decisión que la había llevado a su caída.

-El bien, el mal...no lo se, siempre me ha parecido algo más bien relativo-murmuro cuando ella finalmente acaba-No creo que nadie sea eternamente bueno, tampoco creo que haya alguien completamente malo. En el fondo supongo que solo somos nosotros.
Cass parece temer que salga corriendo asustada y eso me hace sonreirle con cierta ternura, con cuidado como si se tratara de un pajarito asustado coloco mi mano sobre la suya, su piel se siente un poco fría y esta ligeramente temblorosa, definitivamente sus recuerdos no eran nada agradables si le producían aquella reacción.
-Todos tenemos pasados, algunos buenos, otros malos; todos cometemos errores y en cierta forma creo que todos dañamos a personas tanto si lo sabemos como si no.  Mi pasado tampoco es precisamente un cuento de hadas, sufrí y derrame sangre, me lastimaron y me usaron como un arma, como un perro de caza que obedecía a su amo. Pero si no hubiera pasado por todo eso no seria yo ¿entiendes? Gracias a eso aprendí que el amor no te hace daño, que voy a ser lo suficientemente fuerte para enfrentar lo que venga. No puedo, y no quiero, pasarme el resto de mi vida lamentándome y sufriendo por un pasado que no puedo cambiar. Tú tampoco deberías, a quien sea que heriste, a quien sea que mataste...no puedes revivirlos Cass.

Yo asenti sabiendo que en una pequeña parte de su humanidad tenia razon, pero eso er alo malo; Era humana, y los huamnos tenia permitido eso, cometer errores tan atrsoses que podia pasarse todo la vida si queria, en la iglesia para que nuestro padres los escuchara y tratar de ayudarlos para que cuando murieran lo acojiera en su gran gracia.
Pero yo no era un humano...era un angel, y yo, como ejemplo de mis hermanos, ejemplo de pureza a la humanidad, no me podia permitir cometer esos errores, por que simplemente no estaba en mi naturaleza los errores.
-Es muy facil para ti decirlo Eva, pero, eres un huamno, yo un angel, es muy diferente tu tienes esa malicia, yo...yo no podria- negue sabiendo que habia hecho -me deje seducir por un Demonio, era muy niña pero eso no justifica lo que me hizo hacer, no recuerdo si fue el, el que provoco que matara a toda esa gente en una pillamada, pero de algo estoy segura- la mire relamiendo mis labios -no hice nada para evitarlo, y yo...en ese momento perdi mi gracia.

Se me llenaron los ojos de lagrimas -fue doloros, por que senti que algo se me habi arrebatado de la nada, fue doloros, como si toda mi felicidad se fuera de la nada...- me limpie los ojos y recorde que ya estaba mi plan para recuperar mis alas...

Frunzo fuertemente el ceño, no me gusta verla de esa manera, parece infinitamente triste y es como ver a un pajarito lastimado, simplemente no puedes quedarte allí y no hacer nada. Llamo al camarero para pedir un té de manzanilla que es con lo que usualmente logro tranquilizar a mi hermana cuando se siente asustada a perdida. Ese es el aspecto que de Cass, sin duda parece deprimida y hasta cierto punto creo que incluso se odia a si misma. Eso me llena de enojo, a pesar de que acabo de conocerla me parece realmente cruel que se sienta de esa manera por algo en lo que ella en realidad no tenia elección.
-Pero tú no pediste ser un ángel de la misma forma que yo no pedí ver lo que veo. Si no hubieras tenido malicia o lo que sea entonces no estarías aquí y si tu lo sentiste entonces otros deben haberlo hecho ¿acaso eres la única caída? No lo creo. Y si, perdiste tu gracia, mataste gente y eso te hizo daño pero te arrepientes de ello-a pesar de que mis palabras son duras mis ojos se suavizan-Por mucho que me digas que los ángeles deben ser perfectos no me lo creo, ni siquiera me interesa. No conozco a "los ángeles" pero te conozco a ti, te conozco a pesar de que no llevamos ni una hora juntos, de que no se casi nada de tu pasado ni tu del mio; te conozco y si pudieras ver lo que yo veo cuando te miro...si pudieras ver la manera en que brillas.

Suspiro sonoramente y me recuesto en la silla sintiéndome particularmente cansada, era realmente difícil imaginarme todo lo que había pasado Cass, el mundo en el que había vivido parecía tan diferente al mio. Y el solo imaginarme que se esperara que fueras perfecta...Me estremezco.
-Puede que hayas perdido tu gracias Cass pero sigues siendo un ángel y si no te das cuenta de eso quedaras estancada revolcándote en el lodo de un pecado que ya paso.

-es bueno que me trates de entender, nadia mas lo habis hecho, realmente los demás hasta me juzgaban por haber hecho lo que hice y la verdad me eh quedado con esa idea de años y años atras-
Me levante apretando mi mano que aun sangraba de la nada, como es que no podia ya sanar, por que.
Para este momento ya tendria que haber sanado era un angel y la curacion era algo muy comun para mi, entonces por que demonios no sanaba de una vez -tenemos que ir a un lugar lejos de aqui- sonrei y le mostre mi muñeca -no esta sanando- me sente por el dolor -tu no sabes por que-

-A veces la gente que más debería ayudarnos es quien menos lo hace-digo con sensatez. A pesar de lo triste de mis palabras se que es la cruel realidad, en cierta forma...estamos solos. Pero no pienso decírselo tan directamente, de hecho preferiría no decírselo porque si ya lo sabe no le veo el caso a agrandar la herida y si aun no es consiente de ello...pues ya quisiera yo disfrutar de tal ignorancia.

Observo su herida recordando repentinamente su existencia, realmente se ve mal lo que es sorprendente ¿acaso no sanaba como los nephilims? ¿mas rapido incluso? Pero algo esta mal y de nuevo parece que estamos en el lugar menos adecuado.
-Vamos-digo simplemente recogiendo las cosas y dejando un par de billetes sobre la mesa. La tomo del brazo y salimos del café.
-¿Y ahora a donde?