Últimos temas
Navegación
Noticias
Bittersweet [Camille Belcourt]
Página 1 de 1.
Bittersweet [Camille Belcourt]
La noche había caído hace cosa de un par de horas, pero yo no prestaba en realidad mucha atención. Había salido a pasear, sin la moto, sólo con mi par de botas de motero, mi ropa de cuero y poco más. No me importaban las reacciones de los idiotas nefilims a mi grito de libertad, en realidad quien había llenado mi mente era mi discípula. Pero debido a que mi corazón funciona a base de "un clavo saca otro clavo", ahora pensaba bastante en Magnus. El idiota de Magnus quien jamás me quiso de verdad, con quien tuve algo esporádico, breve en términos de dos inmortales y a quien había vuelto a ver hace poco sólo para que hiciera lo mismo de siempre: romperme el corazón. El objeto de su amor era ahora un idiota nefilim, más marica que yo, llorón, que había sido abandonado en un momento crítico por su parabatai y que en mi mundo no merecía ni que lo mirara dos veces. Pero claro, Magnus es tan tonto que cualquiera con cabello castaño y ojos azules le roba el aliento.
Aunque por desgracia o fortuna, la historia de mí enamorado de mi mentor se estaba repitiendo en Xaminé enamorada de mí. Y aunque es una mujer, su simple confesión ya me hacía más llevadero pensar en el maldito brujo.
Me siento en una de las bancas, el respaldo sobre uno de los antebrazos y las piernas estiradas sobre el respaldo y cruzadas a la altura de los tobillos. Necesitaba pensar y estar solo, por eso no me había metido a la corte Seelie a buscar a algún hado guapo con quien distraerme. La cabeza pareciera darme un montón de vueltas, todo esto es realmente confuso.
Aunque por desgracia o fortuna, la historia de mí enamorado de mi mentor se estaba repitiendo en Xaminé enamorada de mí. Y aunque es una mujer, su simple confesión ya me hacía más llevadero pensar en el maldito brujo.
Me siento en una de las bancas, el respaldo sobre uno de los antebrazos y las piernas estiradas sobre el respaldo y cruzadas a la altura de los tobillos. Necesitaba pensar y estar solo, por eso no me había metido a la corte Seelie a buscar a algún hado guapo con quien distraerme. La cabeza pareciera darme un montón de vueltas, todo esto es realmente confuso.
Kyosuke Nightshadow- Brujo Admin
- Mensajes : 1083
Fecha de inscripción : 05/07/2013
Localización : Fastidiando a la Clave y a los nefilims ^_^
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
Estaba harta de estar encerrada, más sabiendo que el inepto de Raphael estaba haciendo migas con los nefilim. Traidor. Suspiró para calmarse. Sólo debía esperar, algún día... Algún día tendría la cabeza del desgraciado en una de sus bellas manos, y el poder de ser de nuevo la jefa del clan de todos esos inútiles chupasangres con aspiraciones a vampiros en la otra. Oh, sí, pensó, es sólo cuestión de tiempo. Siempre obtengo lo que quiero. Siempre.
Decidió salir del inmundo banco. Una baronesa escondida en un banco destruido, habrase oído... Todo culpa del inepto ese, bueno para nada, traidor, ambicioso, y encima tan sentimental que aún seguía visitando a su familia. Ridículo. Todo era tan absurdo que enfurecía a Camille a sobremanera, haciéndola desear estar sola, alejada de todos, para poder planear su venganza, como tomar lo que siempre fue suyo y nunca dejaría de serlo.
Despreció facilmente a Archer y Walker, ordenándoles que se quedaran en el banco, con alguna absurda excusa, después de todo, no tenían muchas luces encendidas. Ella, en cambio, deambuló por las calles de Nueva York, buscando alguna presa, algo que la hiciera sentir viva, algo que la emocionara por un rato, que la sacara de su sosiego. Pronto llegó a Central Park, donde supuso que podría encontrar a un atractivo muchacho que estuviera corriendo a deshora. Se relamía de sólo pensarlo, y no precisamente por la sed de sangre, sino, porque en contra de lo que los padres enseñan a sus hijos, a los vampiros les gusta jugar con la comida.
Divisó a un joven alto sentado en una banca. Lo olfateó a la distancia. Dios. Amaba la inmortalidad. Sus sentidos, en vez de disminuir, como en los mortales, se volvían mejor a cada momento. Su regocijo se vió interrumpida al captar cierta impureza en la sangre del joven. Un submundo. Y algo le decía que había algo especial con ese submundo, su instinto probablemente, porque en vez de alejarse a buscar algo que fuera divertido de beber, se acercó. Estando a poca distancia, lo reconoció... Era uno de los tantos amantes de Magnus que habían aparecido después que ella, pero que no le habían llegado ni a los talones. A ninguno había amado como a ella, pensó con una sonrisa. Era un brujo, algo fácil de adivinar por su aspecto, aunque ignoraba su nombre... y tampoco le era de mucho interés, al menos, no todavía, cuando no sabía si le era o no de utilidad. Se sentó a su lado como si fuera la dueña del lugar, y él sólo había sido honrado con su presencia y el hecho de que ella le permitiera estar sentada en el mismo lugar. Lo miró, enarcando una ceja, como si esperara que el otro se presentara como era debido.
Decidió salir del inmundo banco. Una baronesa escondida en un banco destruido, habrase oído... Todo culpa del inepto ese, bueno para nada, traidor, ambicioso, y encima tan sentimental que aún seguía visitando a su familia. Ridículo. Todo era tan absurdo que enfurecía a Camille a sobremanera, haciéndola desear estar sola, alejada de todos, para poder planear su venganza, como tomar lo que siempre fue suyo y nunca dejaría de serlo.
Despreció facilmente a Archer y Walker, ordenándoles que se quedaran en el banco, con alguna absurda excusa, después de todo, no tenían muchas luces encendidas. Ella, en cambio, deambuló por las calles de Nueva York, buscando alguna presa, algo que la hiciera sentir viva, algo que la emocionara por un rato, que la sacara de su sosiego. Pronto llegó a Central Park, donde supuso que podría encontrar a un atractivo muchacho que estuviera corriendo a deshora. Se relamía de sólo pensarlo, y no precisamente por la sed de sangre, sino, porque en contra de lo que los padres enseñan a sus hijos, a los vampiros les gusta jugar con la comida.
Divisó a un joven alto sentado en una banca. Lo olfateó a la distancia. Dios. Amaba la inmortalidad. Sus sentidos, en vez de disminuir, como en los mortales, se volvían mejor a cada momento. Su regocijo se vió interrumpida al captar cierta impureza en la sangre del joven. Un submundo. Y algo le decía que había algo especial con ese submundo, su instinto probablemente, porque en vez de alejarse a buscar algo que fuera divertido de beber, se acercó. Estando a poca distancia, lo reconoció... Era uno de los tantos amantes de Magnus que habían aparecido después que ella, pero que no le habían llegado ni a los talones. A ninguno había amado como a ella, pensó con una sonrisa. Era un brujo, algo fácil de adivinar por su aspecto, aunque ignoraba su nombre... y tampoco le era de mucho interés, al menos, no todavía, cuando no sabía si le era o no de utilidad. Se sentó a su lado como si fuera la dueña del lugar, y él sólo había sido honrado con su presencia y el hecho de que ella le permitiera estar sentada en el mismo lugar. Lo miró, enarcando una ceja, como si esperara que el otro se presentara como era debido.
Invitado- Invitado
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
Estaba distraído, sumido en pensamientos extraños protagonizados por ese estúpido brujo. Fue en la Era Meiji, ¡ya debería haberlo superado! Aunque claro, secretamente aún no supero a Ryô, y él fue durante el shogunato Tokugawa, ¡más de 300 años y sigo añorando un maldito beso como ese!
Paso una mano por mi cabello, odiándome a mí por estúpido y odiando a Ryô por morirse y a Magnus por ser un imbécil. Tal vez, sólo tal vez estaba pasando por un período de bajón, donde mi cuerpo increíblemente guapo e inmortal se cobraba por todo el exceso de sexo, alcohol, drogas y magia. Aunque no parecía probable, teniendo en cuenta que en realidad, soy un mago de edad mediana y no un viejo como Bane o algún otro loco, el anterior gran brujo de Tokyo, por ejemplo.
Estaba pensando en mandar al diablo mi decisión de no precipitar las cosas y conseguirme alguna sustancia fuerte, cuando una femme fatale se sienta en la banca como si este fuera su reino. Levanto una ceja y sólo la contemplo por un momento, hasta que ella me mira como maestra regañona que exije una explicación.
- ¿Y tú eres..? No es que intente monopolizar la banca ni mucho menos, pero alguien que se sienta como si el mundo entero le perteneciera es alguien de quien merezco saber el nombre. Yo soy Kyosuke Nightshadow, Gran Brujo de Tokyo.
Paso una mano por mi cabello, odiándome a mí por estúpido y odiando a Ryô por morirse y a Magnus por ser un imbécil. Tal vez, sólo tal vez estaba pasando por un período de bajón, donde mi cuerpo increíblemente guapo e inmortal se cobraba por todo el exceso de sexo, alcohol, drogas y magia. Aunque no parecía probable, teniendo en cuenta que en realidad, soy un mago de edad mediana y no un viejo como Bane o algún otro loco, el anterior gran brujo de Tokyo, por ejemplo.
Estaba pensando en mandar al diablo mi decisión de no precipitar las cosas y conseguirme alguna sustancia fuerte, cuando una femme fatale se sienta en la banca como si este fuera su reino. Levanto una ceja y sólo la contemplo por un momento, hasta que ella me mira como maestra regañona que exije una explicación.
- ¿Y tú eres..? No es que intente monopolizar la banca ni mucho menos, pero alguien que se sienta como si el mundo entero le perteneciera es alguien de quien merezco saber el nombre. Yo soy Kyosuke Nightshadow, Gran Brujo de Tokyo.
Kyosuke Nightshadow- Brujo Admin
- Mensajes : 1083
Fecha de inscripción : 05/07/2013
Localización : Fastidiando a la Clave y a los nefilims ^_^
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
Sin poderlo evitar, soltó una carcajada. ¿Qué comían los brujos que le hacía creer que no sólo eran el ombligo del mundo, sino que estaban por sobre éste, y que, además, merecían saber las cosas? Dios, todos eran unos completos gallitos, intentando llevarse el mundo puesto… Como lo había sido Magnus alguna vez. Aunque, por supuesto, era imposible comparar la clase de Magnus con la del brujo que estaba sentado frente a ella. De hecho, era imposible comparar la clase del famoso Magnus Bane con cualquier ser que hubiera pisado ese planeta, inmortal o mortal. Tenía estilo, inteligencia, y debajo de su armadura, se encontraba una persona de buen corazón, que daba todo cuando se enamoraba.
Se deleitó al darse cuenta que ella había identificado con facilidad al brujo, mientras que el brujo ignoraba quien era ella… Habría llegado a mucho en Tokio, pero bastante quedado debía ser si desconocía a quien se sentaba enfrente suyo. Siendo tan conocida en el submundo, desde hacía siglos, ¿cómo alguien podía no haber oído hablar de sus rizos rubios o de su piel marfileña? Le divertía a sobremanera disponer de más información que el chicuelo que tenía enfrente, después de todo, una de las cosas que había aprendido durante sus muchos años pisando la faz de la tierra, aunque fuera de noche, es que la información es sinónimo de poder.
Cruzó las piernas con toda la tranquilidad del mundo, como si en vez de estar sentados en un sucio banco de Central Park estuvieran sentados en una antigua y bella mansión, a punto de tomar el té… Aunque el aspecto del brujo no lo favoreciera para encajar en aquella escena, y la vampira sintiera asco de pensar en beber cualquier cosa que no fuera sangre. Suspiró – Es increíble como cada vez los brujos vienen más ignorantes – decidió azuzarlo un poco más, le resultaba sumamente ameno – ¿Se puede saber quién te entrenó? Probablemente me haya servido en algún momento… Como todo el submundo… Después de todo, somos pocas las baronesas que vivimos eternamente. – sonrió, permitiendo que se vieran sus colmillos, que quedaban como dos diamantes blancos en contraste con el rojo de sus labios.
- Por si aún no te has dado cuenta de quién soy, lo que sólo sería otro indicio de tu falta de educación, soy la Baronesa Camille Belcourt. Y me gusta morder, aunque intento que sean más... Heterosexuales. Sirven para entretenerme más – le confesó, con una sonrisa de esas que le habían permitido comprar a tantos hombres en el mundo.
Se deleitó al darse cuenta que ella había identificado con facilidad al brujo, mientras que el brujo ignoraba quien era ella… Habría llegado a mucho en Tokio, pero bastante quedado debía ser si desconocía a quien se sentaba enfrente suyo. Siendo tan conocida en el submundo, desde hacía siglos, ¿cómo alguien podía no haber oído hablar de sus rizos rubios o de su piel marfileña? Le divertía a sobremanera disponer de más información que el chicuelo que tenía enfrente, después de todo, una de las cosas que había aprendido durante sus muchos años pisando la faz de la tierra, aunque fuera de noche, es que la información es sinónimo de poder.
Cruzó las piernas con toda la tranquilidad del mundo, como si en vez de estar sentados en un sucio banco de Central Park estuvieran sentados en una antigua y bella mansión, a punto de tomar el té… Aunque el aspecto del brujo no lo favoreciera para encajar en aquella escena, y la vampira sintiera asco de pensar en beber cualquier cosa que no fuera sangre. Suspiró – Es increíble como cada vez los brujos vienen más ignorantes – decidió azuzarlo un poco más, le resultaba sumamente ameno – ¿Se puede saber quién te entrenó? Probablemente me haya servido en algún momento… Como todo el submundo… Después de todo, somos pocas las baronesas que vivimos eternamente. – sonrió, permitiendo que se vieran sus colmillos, que quedaban como dos diamantes blancos en contraste con el rojo de sus labios.
- Por si aún no te has dado cuenta de quién soy, lo que sólo sería otro indicio de tu falta de educación, soy la Baronesa Camille Belcourt. Y me gusta morder, aunque intento que sean más... Heterosexuales. Sirven para entretenerme más – le confesó, con una sonrisa de esas que le habían permitido comprar a tantos hombres en el mundo.
Invitado- Invitado
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
Contrario a lo que debería ser permitido legalmente en este universo a menos de que se desée que colapse, esta mujer es mucho más presuntuosa que yo. O no, no mujer, vampira. En serio que de repente me siento como una persona buena, altruista y hasta con complejo de inferioridad a comparación con la femme fatale.
- Me entrenó Magnus Bane.
Empezaba hasta a molestarme, pero a ver qué opina de que me haya entrenado un brujo como ese. Por supuesto sólo es la mitad de la información. La magia en la que me especializo no la aprendí totalmente de él, pero no confieso todos mis secretos.
- Seguro consideró que había cosas sin importancia que no eran dignas de mención y se enfocó en lo que era realmente importante.
No sólo ella podía jugar al jueguito de fastidiar al otro. Aunque baronesa es un título occidental obviamente y a mí me han tenido sin cuidado los occidentales durante mucho tiempo. Históricamente he vivido en un país aislado de ellos durante mucho tiempo, y el resto, la verdad no me importaron.
- La falta de educación es mutua. Yo he vivido en mi país preocupándome por las cosas de los míos, no por los extranjeros.
Río cuando me llama gay por omisión, como si eso pudiera insultarme. También en parte río porque sus encantos no me hacen nada, soy completamente inmune justo por eso. Y porque los rubios no me agradan.
- Sí, soy gay, ¿y? No hay nada más maravilloso en este planeta que encamarte con un hombre, ¿cierto? Es más o menos lo que dijiste, así que bien que me entiendes, ¿no? Y no sabía que hubiera vampiras que bebían sangre de brujos, pensé que era como un alucinógeno y no les gustaba.
- Me entrenó Magnus Bane.
Empezaba hasta a molestarme, pero a ver qué opina de que me haya entrenado un brujo como ese. Por supuesto sólo es la mitad de la información. La magia en la que me especializo no la aprendí totalmente de él, pero no confieso todos mis secretos.
- Seguro consideró que había cosas sin importancia que no eran dignas de mención y se enfocó en lo que era realmente importante.
No sólo ella podía jugar al jueguito de fastidiar al otro. Aunque baronesa es un título occidental obviamente y a mí me han tenido sin cuidado los occidentales durante mucho tiempo. Históricamente he vivido en un país aislado de ellos durante mucho tiempo, y el resto, la verdad no me importaron.
- La falta de educación es mutua. Yo he vivido en mi país preocupándome por las cosas de los míos, no por los extranjeros.
Río cuando me llama gay por omisión, como si eso pudiera insultarme. También en parte río porque sus encantos no me hacen nada, soy completamente inmune justo por eso. Y porque los rubios no me agradan.
- Sí, soy gay, ¿y? No hay nada más maravilloso en este planeta que encamarte con un hombre, ¿cierto? Es más o menos lo que dijiste, así que bien que me entiendes, ¿no? Y no sabía que hubiera vampiras que bebían sangre de brujos, pensé que era como un alucinógeno y no les gustaba.
Kyosuke Nightshadow- Brujo Admin
- Mensajes : 1083
Fecha de inscripción : 05/07/2013
Localización : Fastidiando a la Clave y a los nefilims ^_^
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
Oh, Dios bello de la inmortalidad, cuanto tiempo llevaba sin divertirme tanto, pensó Camille, mientras contenía una carcajada que hubiera salido de su alma mientras escuchaba al brujo explicar quien lo entrenó. Como si fuera algo nuevo que Magnus se acostara con sus aprendices. Como si nunca hubiera ocurrido. Como si él fuera especial, sólo porque Magnus lo había entrenado. Más risas debieron ser contenidas mientras el burjo continuaba hablando. Ay, querido, pensó, sintiendo algo parecido a la pena por el brujo, si no me mencionó fue para que no te pusieras celoso... O para que no te dieras cuenta de que no te amaba de verdad...
Camille estaba haciendo un buen trabajo conteniéndose. Se estaba guardando toda la diversión en su interior, pero el último comentario fue demasiado, simplemente no pudo resistirse, por lo que decidió juguetear con el brujo, o mejor dicho, con el ego del brujo. - Por supuesto que los vampiros bebemos sangre de brujo... ¿O acaso Magnus nunca te contó de lo mucho que le gustaba que bebiera de él? - preguntó, intentando aparentar dolida, aunque la sonrisa era imposible de ocultar - Lo enloquecía.
Se giró en el banco y se quedó por unos instantes mirando al frente, mientras dejaba que el tal Kyosuke picara el anzuelo. Necesitaba herirlo un poco más, no sabía porque, pero tenía la sensación de que podría sacar interesante información si lo picaba lo suficiente. Quizás pudiera incluso convencerlo de algunos beneficios completamente efímeros que podría obtener si decidía servirla. Y parecía que tenía las suficientes agallas como para deshacerse de Raphael Santiago.
- Si Magnus no me mencionó... Bueno, parece que eres un chico inteligente... Puedes hacer cálculos tu sólo y asumo que tambien te vistes sin ayuda... ¿No es obvio? Te hubieras puesto celoso... Después de todo yo fui uno de sus grandes amores, y no una simple diversión. - le dedicó una sonrisa perfectamente enmarcada en sus labios rojo carmesí. A cualquier hombre heterosexual le hubiera resultado más encantadora que el canto de una mítica sirena, y a pesar de que no surtiría efecto en el brujo, probablemente se diera cuenta de que tenía cierto encanto. Rio suavemente, echando la cabeza hacia atrás, ya sin poder contener su diversión por mucho más tiempo.
Camille estaba haciendo un buen trabajo conteniéndose. Se estaba guardando toda la diversión en su interior, pero el último comentario fue demasiado, simplemente no pudo resistirse, por lo que decidió juguetear con el brujo, o mejor dicho, con el ego del brujo. - Por supuesto que los vampiros bebemos sangre de brujo... ¿O acaso Magnus nunca te contó de lo mucho que le gustaba que bebiera de él? - preguntó, intentando aparentar dolida, aunque la sonrisa era imposible de ocultar - Lo enloquecía.
Se giró en el banco y se quedó por unos instantes mirando al frente, mientras dejaba que el tal Kyosuke picara el anzuelo. Necesitaba herirlo un poco más, no sabía porque, pero tenía la sensación de que podría sacar interesante información si lo picaba lo suficiente. Quizás pudiera incluso convencerlo de algunos beneficios completamente efímeros que podría obtener si decidía servirla. Y parecía que tenía las suficientes agallas como para deshacerse de Raphael Santiago.
- Si Magnus no me mencionó... Bueno, parece que eres un chico inteligente... Puedes hacer cálculos tu sólo y asumo que tambien te vistes sin ayuda... ¿No es obvio? Te hubieras puesto celoso... Después de todo yo fui uno de sus grandes amores, y no una simple diversión. - le dedicó una sonrisa perfectamente enmarcada en sus labios rojo carmesí. A cualquier hombre heterosexual le hubiera resultado más encantadora que el canto de una mítica sirena, y a pesar de que no surtiría efecto en el brujo, probablemente se diera cuenta de que tenía cierto encanto. Rio suavemente, echando la cabeza hacia atrás, ya sin poder contener su diversión por mucho más tiempo.
Invitado- Invitado
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
Así que todo este acto es justamente porque compartimos a Magnus Bane. Gracias dioses, lo mío con él fue hace bastante tiempo. Quizá en ese momento, estas provocaciones infantiles sí me habrían tenido lloriqueando por la calle de la amargura, haciendo invocaciones peligrosas y magia oscura sólo para soltar mi dolor. ¿Ahora? Ahora me había jodido lo del nefilim idiota, pero no tanto como cabía esperar y mucho menos con todo el asunto con mi propia discípula. Y en todo caso, Magnus no es el hombre a quien más he amado. Así que me encojo de hombros.
- Los vampiros junkies tienen lo suyo. Comparto el gusto de Magnus, si hay algo que me gusta de los vampiros valientes, son sus colmillos. Esas mordidas son insuperables, salvo quizá por las de los licántropos. Y no, no me contó. Si ni siquiera me contó sobre ti, ¿cómo iba a contarme esto?
Sonrío de lado, divertido.
- No va a funcionar, nena. Yo no vivo atado al pasado.
En realidad ya esas cosas no importaban. Dejo que ella mire al vacío o lo que sea, que planée su siguiente "golpe de gracia" que no funcionará. Soy inmune a su encanto y yo aprendí hace muchos años a perder en el asunto Bane. Ya daba igual, en realidad sólo resta esperar a que se le muera su nefilim idiota y buscara a alguien más, y entonces al menos no me dará vergüenza admitir que estoy con alguien que se coge algo que es peor que la basura. Al menos que tenga estilo, que escoja uno que sí pueda hacer las cosas, y no uno que no pueda ir al Pandemonium sin que casi lo maten.
Levanto una ceja y luego suelto la carcajada, cuando me confiesa que fue el gran amor de Magnus. Ay nena, ¿acaso no todos lo creemos? Y nunca es cierto, el amor de Magnus Bane, es el siguiente.
- ¿Tú, un gran amor? Pues ya no está contigo, está con el nefilim más idiota que he visto. Si en verdad te amara, estaría contigo. Es lo normal, si amas a alguien, te quedas con él, le soportas todo el mal genio, todas las tonterías, que le apeste la boca por las mañanas y te quedas a su lado. Y si un inmortal se enamora de otro inmortal, ¿acaso no es eso lo mejor del universo? Puedes quedarte con esa persona hasta el fin de los tiempos. Pero si no lo haces, es porque en realidad no lo amas. Así que deja de intentar ponerme celoso de algo que tiene más de cien años que es historia vieja para mí. Al menos yo asumí hace mucho tiempo que Bane es de esos como yo, saltaremos de flor en flor hasta el fin de los tiempos y ya. Algunas flores serán más preciadas que otras, pero no más.
En mi caso no era del todo cierto. Yo había tenido mi flor especial y lo había amado aún cuando ya no estaba conmigo. Y de algún modo, quizá también amo al idiota de Bane, pero sólo un poco, ni siquiera la sombra de lo que lo amé cuando lo tuve por un momento. Al principio me dolía su ausencia y la presencia de otro a su lado, ahora sólo me jode y me divierte el pésimo gusto que tiene. Sé que no me amó y acepté la especie de amor intelectual que siempre tendremos, y esperaré. Algún día vendrá a tocar a mi puerta, porque él respeta a los que saben de magia que él no maneja a la perfección, y algún día me pedirá ayuda para magia oscura. En realidad, es mil millones de veces mejor ser amigo de Magnus, hasta fanboy, pero novio no. Esa fue la lección que me enseñó el tiempo.
- Así que, ¿por qué no cambiamos el tema? Me da igual el corazón del gran brujo de la purpurina, le empiezan a pesar los años y está enloqueciendo, fin. Mejor cuéntame por qué eres baronesa, nunca he entendido bien los títulos occidentales. Tampoco es como si me hubiera importado.
- Los vampiros junkies tienen lo suyo. Comparto el gusto de Magnus, si hay algo que me gusta de los vampiros valientes, son sus colmillos. Esas mordidas son insuperables, salvo quizá por las de los licántropos. Y no, no me contó. Si ni siquiera me contó sobre ti, ¿cómo iba a contarme esto?
Sonrío de lado, divertido.
- No va a funcionar, nena. Yo no vivo atado al pasado.
En realidad ya esas cosas no importaban. Dejo que ella mire al vacío o lo que sea, que planée su siguiente "golpe de gracia" que no funcionará. Soy inmune a su encanto y yo aprendí hace muchos años a perder en el asunto Bane. Ya daba igual, en realidad sólo resta esperar a que se le muera su nefilim idiota y buscara a alguien más, y entonces al menos no me dará vergüenza admitir que estoy con alguien que se coge algo que es peor que la basura. Al menos que tenga estilo, que escoja uno que sí pueda hacer las cosas, y no uno que no pueda ir al Pandemonium sin que casi lo maten.
Levanto una ceja y luego suelto la carcajada, cuando me confiesa que fue el gran amor de Magnus. Ay nena, ¿acaso no todos lo creemos? Y nunca es cierto, el amor de Magnus Bane, es el siguiente.
- ¿Tú, un gran amor? Pues ya no está contigo, está con el nefilim más idiota que he visto. Si en verdad te amara, estaría contigo. Es lo normal, si amas a alguien, te quedas con él, le soportas todo el mal genio, todas las tonterías, que le apeste la boca por las mañanas y te quedas a su lado. Y si un inmortal se enamora de otro inmortal, ¿acaso no es eso lo mejor del universo? Puedes quedarte con esa persona hasta el fin de los tiempos. Pero si no lo haces, es porque en realidad no lo amas. Así que deja de intentar ponerme celoso de algo que tiene más de cien años que es historia vieja para mí. Al menos yo asumí hace mucho tiempo que Bane es de esos como yo, saltaremos de flor en flor hasta el fin de los tiempos y ya. Algunas flores serán más preciadas que otras, pero no más.
En mi caso no era del todo cierto. Yo había tenido mi flor especial y lo había amado aún cuando ya no estaba conmigo. Y de algún modo, quizá también amo al idiota de Bane, pero sólo un poco, ni siquiera la sombra de lo que lo amé cuando lo tuve por un momento. Al principio me dolía su ausencia y la presencia de otro a su lado, ahora sólo me jode y me divierte el pésimo gusto que tiene. Sé que no me amó y acepté la especie de amor intelectual que siempre tendremos, y esperaré. Algún día vendrá a tocar a mi puerta, porque él respeta a los que saben de magia que él no maneja a la perfección, y algún día me pedirá ayuda para magia oscura. En realidad, es mil millones de veces mejor ser amigo de Magnus, hasta fanboy, pero novio no. Esa fue la lección que me enseñó el tiempo.
- Así que, ¿por qué no cambiamos el tema? Me da igual el corazón del gran brujo de la purpurina, le empiezan a pesar los años y está enloqueciendo, fin. Mejor cuéntame por qué eres baronesa, nunca he entendido bien los títulos occidentales. Tampoco es como si me hubiera importado.
Kyosuke Nightshadow- Brujo Admin
- Mensajes : 1083
Fecha de inscripción : 05/07/2013
Localización : Fastidiando a la Clave y a los nefilims ^_^
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
Sonríe encantadoramente, sin siquiera inmutarse por las replicas del brujo que tenía enfrente. ¿Intentar hacerla sentir mal porque Magnus no estaba con ella? Dios, la gente perdía el respeto cada vez más por los mayores, aquellos que había recorrido mundo, que lo habían pisoteado y encima de todo no guardaban cariño alguno, para el mundo o sus ocupantes. No entendían lo que se sentía que te quitaran lo único que de verdad importaba, además de la propia existencia, ese gran amor que se da sólo una vez en la vida, pensó, aunque recordaba de una excepción, por la epoca en que ella salía con Magnus. De todas maneras, a pesar de tener dos grandes amores había llegado el momento en que el destino terminó encargándose de ese detalle que se le había escapado. Recuerdos, que parecían frescos, aunque no tanto como las caricias de Ralf, que siempre permanecerían sobre su piel a carne viva.
- Oh, creo que te pierdes un detalle. Yo fui quien lo dejó a él, y no él a mí. Créeme cuando te digo que poco me importa con quien este. Sólo una persona desee para toda la eternidad, y de seguro no fue Magnus. Después de todo, un amor que sea tan... perfecto, según tu lo describes, sería aburrido... - la serenidad inunda su voz, y habla con cierta sabiduría, pensar en Ralf la dejaba con la guardia un poco baja, al menos desde que vengó su muerte - A veces es bello ir contra las normas, contra lo esperado... Y Magnus piensa igual que yo... El en algún momento tambien era... Poco permitido para mi... Fuera el peligro, aburre. - la dureza regresa a sus palabras conforme se acerca al final, como si sólo importara la diversión que suponía el riesgo, y nada más.
Se quedó en silencio unos instantes. En su mente desfilaban esas imágenes que se le repetirían por el resto de la eternidad... De Quincey y sus secuaces irrumpiendo en su especie de refugio privado, bueno, suyo y de Ralf Scott. Recordaba la muerte de su amante, y la "clemencia" que le demostraron sólo por ser vampira y alguien de cierta importancia. Odiaba a los vampiros, en especial a aquellos que seguían a rajatabla unas estúpidas normas que fuérase a saber quien las inventó.
Registra la última pregunta del brujo, aún inmersa en sus pensamientos. Sonríe de costado, casi en una mueca - Quien diría que de golpe tomas respeto por mi titulo - respondió con sorna - Digamos que el rey de Francia estaba... Cautivado por mi belleza - murmura, riendo suavemente, recordando lo fácil que había sido enamorar a aquél idiota - Siempre fui bella... Después de todo, en ese entonces sólo era una insulsa mundana cortesana.
- Oh, creo que te pierdes un detalle. Yo fui quien lo dejó a él, y no él a mí. Créeme cuando te digo que poco me importa con quien este. Sólo una persona desee para toda la eternidad, y de seguro no fue Magnus. Después de todo, un amor que sea tan... perfecto, según tu lo describes, sería aburrido... - la serenidad inunda su voz, y habla con cierta sabiduría, pensar en Ralf la dejaba con la guardia un poco baja, al menos desde que vengó su muerte - A veces es bello ir contra las normas, contra lo esperado... Y Magnus piensa igual que yo... El en algún momento tambien era... Poco permitido para mi... Fuera el peligro, aburre. - la dureza regresa a sus palabras conforme se acerca al final, como si sólo importara la diversión que suponía el riesgo, y nada más.
Se quedó en silencio unos instantes. En su mente desfilaban esas imágenes que se le repetirían por el resto de la eternidad... De Quincey y sus secuaces irrumpiendo en su especie de refugio privado, bueno, suyo y de Ralf Scott. Recordaba la muerte de su amante, y la "clemencia" que le demostraron sólo por ser vampira y alguien de cierta importancia. Odiaba a los vampiros, en especial a aquellos que seguían a rajatabla unas estúpidas normas que fuérase a saber quien las inventó.
Registra la última pregunta del brujo, aún inmersa en sus pensamientos. Sonríe de costado, casi en una mueca - Quien diría que de golpe tomas respeto por mi titulo - respondió con sorna - Digamos que el rey de Francia estaba... Cautivado por mi belleza - murmura, riendo suavemente, recordando lo fácil que había sido enamorar a aquél idiota - Siempre fui bella... Después de todo, en ese entonces sólo era una insulsa mundana cortesana.
Invitado- Invitado
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
No sé si esta mujer es patética o divertida. Yo no soy el que está armando un escándalo de celos para picarla por Magnus, sino ella. Así que me encojo de hombros.
- Si en verdad no te importa, deja de mencionarlo. Sólo quedas como alguien incapaz de superarlo, bonita.
Encojo una pierna y la abrazo, sólo para cambiar un poco de posición. Que yo sigo teniendo mi parte humana que se cansa de mantener la misma posición.
- Yo no dije que fuera perfecto un amor en el que no sientes que asesinarás al otro sólo por sus defectos. Por lo visto, no tenemos el mismo estilo, pero perfecto... eso no existe. Hasta los groupies cansan, y en todo caso, esos sólo intentan ser perfectos y fallan increíblemente.
No, ni siquiera el buen Ryô había sido perfecto en realidad, aunque en su momento, sí que lo veía como tal. Pero la vida te hace madurar, y en todo caso el primer paso para ser samurai es aceptar la propia muerte, y por eso dejé de desear que volviera a mí demasiado pronto. Otra época, otra mentalidad, y un mundo realmente distinto de este. La parte que sí querría de vuelta es el poderío de los demonios.
Cambio el tema, porque no entiendo para nada a esta mujer. Nunca entiendo a las mujeres, lloran y se enojan por cosas que nunca entiendo y pasan de lo uno a lo otro en un segundo y sin avisar.
- Curiosidad no es lo mismo que respeto.
La historia es corta, pero no por eso deja de ser divertida, y río al imaginarme a la femme fatale de cortesana. Le queda, se nota que siempre ha sido de esas mujeres que saben aprovecharse de su encanto. Y hombres, claro, como yo.
- Así que no somos tan diferentes en realidad. Bueno, salvo en lo de insulsa mundana, que jamás fui una. Eso de encamarte con personas de poder es increíble para el ego.
- Si en verdad no te importa, deja de mencionarlo. Sólo quedas como alguien incapaz de superarlo, bonita.
Encojo una pierna y la abrazo, sólo para cambiar un poco de posición. Que yo sigo teniendo mi parte humana que se cansa de mantener la misma posición.
- Yo no dije que fuera perfecto un amor en el que no sientes que asesinarás al otro sólo por sus defectos. Por lo visto, no tenemos el mismo estilo, pero perfecto... eso no existe. Hasta los groupies cansan, y en todo caso, esos sólo intentan ser perfectos y fallan increíblemente.
No, ni siquiera el buen Ryô había sido perfecto en realidad, aunque en su momento, sí que lo veía como tal. Pero la vida te hace madurar, y en todo caso el primer paso para ser samurai es aceptar la propia muerte, y por eso dejé de desear que volviera a mí demasiado pronto. Otra época, otra mentalidad, y un mundo realmente distinto de este. La parte que sí querría de vuelta es el poderío de los demonios.
Cambio el tema, porque no entiendo para nada a esta mujer. Nunca entiendo a las mujeres, lloran y se enojan por cosas que nunca entiendo y pasan de lo uno a lo otro en un segundo y sin avisar.
- Curiosidad no es lo mismo que respeto.
La historia es corta, pero no por eso deja de ser divertida, y río al imaginarme a la femme fatale de cortesana. Le queda, se nota que siempre ha sido de esas mujeres que saben aprovecharse de su encanto. Y hombres, claro, como yo.
- Así que no somos tan diferentes en realidad. Bueno, salvo en lo de insulsa mundana, que jamás fui una. Eso de encamarte con personas de poder es increíble para el ego.
Kyosuke Nightshadow- Brujo Admin
- Mensajes : 1083
Fecha de inscripción : 05/07/2013
Localización : Fastidiando a la Clave y a los nefilims ^_^
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
La vampiresa sonríe, con cierta travesura pululando a su alrededor - Tampoco me molesta hablar de él... Aunque parece que a ti si... Acaso aún ronda por tu corazoncito? - le preguntó, riendose en su interior por lo fácil que era ofuscarlo, después de todo, cuando uno supera las cosas, hablar de ellas daba igual, eran sólo eso, cosas. Además, tratandose de Magnus... Bueno, aquello sólo había sido un juego, divertido mientras duró.
No puede evitar hacer una mueca al ver como se sienta, no podía comprender como la gente iba perdiendo la clase. Inquieta, invierte el cruce de sus piernas, alisando distraídamente su vestido para quitarle cualquier posible arruga.
- Estas equivocado si crees que son personas con poder. A la larga, los únicos dueños del poder somos aquellos que decidimos, no los que llevan la corona - siseó por lo bajo, al fin y al cabo, el verdadero poder no se representaba por tener un cargo, sino por ser alguien... y sobre todo, en el caso de Camille, por tener tantas aptitudes para la supervivencia. - ¿Y tú? ¿Te acostaste con alguien para recibir el título de Gran Brujo en Tokio? - le pregunta, algo molesta porque rebajara a simple sexo todo lo que había hecho para hacerse importante, para inventarse.
No puede evitar hacer una mueca al ver como se sienta, no podía comprender como la gente iba perdiendo la clase. Inquieta, invierte el cruce de sus piernas, alisando distraídamente su vestido para quitarle cualquier posible arruga.
- Estas equivocado si crees que son personas con poder. A la larga, los únicos dueños del poder somos aquellos que decidimos, no los que llevan la corona - siseó por lo bajo, al fin y al cabo, el verdadero poder no se representaba por tener un cargo, sino por ser alguien... y sobre todo, en el caso de Camille, por tener tantas aptitudes para la supervivencia. - ¿Y tú? ¿Te acostaste con alguien para recibir el título de Gran Brujo en Tokio? - le pregunta, algo molesta porque rebajara a simple sexo todo lo que había hecho para hacerse importante, para inventarse.
Invitado- Invitado
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
Pongo los ojos en blanco de nuevo. Lo malo es que me atrapó de algún modo, porque sin importar la respuesta que dé, ella va a pensar que estoy completamente enamorado de Magnus, cosa que en verdad, ya no es cierta.
- Un poco, pero como dije, es algo más intelectual. Lo que me molesta es ver que alguien tan capaz y tan único, salga con un idiota nefilim. Odio a los nefilims.
Noto su incomodidad al ver cómo me siento, y entonces de verdad que sólo me sentaré mal frente a ella para que se enoje. Es demasiado pulcra, como una geisha. Todo debe estar en orden y elegante... molesto. Aunque me recuerda épocas pasadas, y el hecho de que tenía que huirle a las geishas o dejarles las cosas muy claras.
- A veces los que deciden son los que llevan la corona. Si no en donde has estado, en donde yo he estado sí que ha pasado.
Me refería por supuesto, a mi padre. Era la muestra de que ostentó el poder, controló prácticamente un país y además era un demonio. Señal de que se puede.
Le echo una mirada a mis uñas negras, y en eso Camille me pregunta si me acosté con alguien para obtener mi título. Suelto la carcajada, porque sonaba demasiado divertido.
- ¡Por supuesto que no! Simplemente aproveché que después de la Segunda Guerra, con el caos en el que estaba mi país y con la destrucción, el anterior Gran Brujo que ya estaba bastante viejo y loco, pues no hacía las cosas como se debían. Se convocó a un duelo, y fui el mejor. Sí me he acostado con gente importante, shogunes, militares, daimyos... pero no para ser Gran Brujo. Gané como se debía.
Y estoy orgulloso de haber ganado. Aunque también estoy orgulloso de haberme metido a la cama con personas de gran poder.
- ¿Y tú? ¿Tienes un clan de vampiros con puros amantes?
- Un poco, pero como dije, es algo más intelectual. Lo que me molesta es ver que alguien tan capaz y tan único, salga con un idiota nefilim. Odio a los nefilims.
Noto su incomodidad al ver cómo me siento, y entonces de verdad que sólo me sentaré mal frente a ella para que se enoje. Es demasiado pulcra, como una geisha. Todo debe estar en orden y elegante... molesto. Aunque me recuerda épocas pasadas, y el hecho de que tenía que huirle a las geishas o dejarles las cosas muy claras.
- A veces los que deciden son los que llevan la corona. Si no en donde has estado, en donde yo he estado sí que ha pasado.
Me refería por supuesto, a mi padre. Era la muestra de que ostentó el poder, controló prácticamente un país y además era un demonio. Señal de que se puede.
Le echo una mirada a mis uñas negras, y en eso Camille me pregunta si me acosté con alguien para obtener mi título. Suelto la carcajada, porque sonaba demasiado divertido.
- ¡Por supuesto que no! Simplemente aproveché que después de la Segunda Guerra, con el caos en el que estaba mi país y con la destrucción, el anterior Gran Brujo que ya estaba bastante viejo y loco, pues no hacía las cosas como se debían. Se convocó a un duelo, y fui el mejor. Sí me he acostado con gente importante, shogunes, militares, daimyos... pero no para ser Gran Brujo. Gané como se debía.
Y estoy orgulloso de haber ganado. Aunque también estoy orgulloso de haberme metido a la cama con personas de gran poder.
- ¿Y tú? ¿Tienes un clan de vampiros con puros amantes?
Kyosuke Nightshadow- Brujo Admin
- Mensajes : 1083
Fecha de inscripción : 05/07/2013
Localización : Fastidiando a la Clave y a los nefilims ^_^
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
La vampiresa sonríe al recordar a Will, aquél cazador que hechizo al brujo... Y a quien había visto besarlo. No puede contener una carcajada, y pregunta - Dejame adivinar... ¿Ojos azules, pelo negro, Herondale? Parecen ser debilidad suya ese tipo de nefilims - señala, a la vez que continúa riendo, como si fuera una clase de chiste personal.
- Alguien en un alcoba puede tener tanto o más poder que quien lleva la corona, nunca olvides eso - le comenta, con una sonrisa provocativa, picando con un dedo su mejilla, como quien enseña algo con sobra a alguien más pequeño. Después de todo, Camille se creía superior, no por ser vampira o por su título de nobleza, sino, porque era una superviviente. Había sobrevivido atodos y cada uno de aquellos que habían decidido entrometerse en su camino. Los había superado, pisado, y visto morder el polvo, pensó, con cierta satisfacción.
Cuando el brujo menciona lo del clan, la sonrisa se esfuma de su rostro. Se tensa su mandíbula, y su postura se hace más rígida. - El mundo es decadente, al igual que esta ciudad y su apestoso clan de vampiros ineptos y buenos para nada, dirigido por el rey de los imbéciles, tambien conocido como Raphael Santiago, ese maldito. - habla furiosa, sintiendo como la sed de venganza hierve en su garganta. Deseaba destruirlo, aniquilarlo, hacer de él sólo un mal recuerdo, y, por fin, añadirlo a su lista de revanchas. - Ese imbécil, en buena relación con los nefilim. Es su estúpida mascota, hasta que estos se harten de él y lo hagan desaparecer. Carece de lo esencial para ser líder de clan... Carece de instinto de supervivencia. El clan se ha reducido a una barbarie sin sentido. Y lo peor de todo es que ninguno de ellos conoce la fragilidad del piso en el que esta parado. Pero me asegurare de que la conozcan, ya lo veran. - Su rostro había enrojecido con la furia, y reflejaba lo peligrosa que era, y sólo una parte de lo que podría llegar a ser si la situación lo requería.
- Alguien en un alcoba puede tener tanto o más poder que quien lleva la corona, nunca olvides eso - le comenta, con una sonrisa provocativa, picando con un dedo su mejilla, como quien enseña algo con sobra a alguien más pequeño. Después de todo, Camille se creía superior, no por ser vampira o por su título de nobleza, sino, porque era una superviviente. Había sobrevivido atodos y cada uno de aquellos que habían decidido entrometerse en su camino. Los había superado, pisado, y visto morder el polvo, pensó, con cierta satisfacción.
Cuando el brujo menciona lo del clan, la sonrisa se esfuma de su rostro. Se tensa su mandíbula, y su postura se hace más rígida. - El mundo es decadente, al igual que esta ciudad y su apestoso clan de vampiros ineptos y buenos para nada, dirigido por el rey de los imbéciles, tambien conocido como Raphael Santiago, ese maldito. - habla furiosa, sintiendo como la sed de venganza hierve en su garganta. Deseaba destruirlo, aniquilarlo, hacer de él sólo un mal recuerdo, y, por fin, añadirlo a su lista de revanchas. - Ese imbécil, en buena relación con los nefilim. Es su estúpida mascota, hasta que estos se harten de él y lo hagan desaparecer. Carece de lo esencial para ser líder de clan... Carece de instinto de supervivencia. El clan se ha reducido a una barbarie sin sentido. Y lo peor de todo es que ninguno de ellos conoce la fragilidad del piso en el que esta parado. Pero me asegurare de que la conozcan, ya lo veran. - Su rostro había enrojecido con la furia, y reflejaba lo peligrosa que era, y sólo una parte de lo que podría llegar a ser si la situación lo requería.
Invitado- Invitado
Re: Bittersweet [Camille Belcourt]
Esta mujer sí que conoce a Magnus. Su maldita debilidad sin sentido.
- Ea, ¿así que te cambió por uno así y Herondale? En realidad no tengo ni idea de cómo se apellida el modelo de este año, pero es justo así, ojos azules, cabello negro, nada adentro de la cabeza. No se ve de esos que lo hacen soberbio, es malagradecido y con esa prepotencia nefilim. Ni siquiera me pareció guapo. Tú y yo estamos mucho mejor, pero qué se le va a hacer. Mi querido mentor se vuelve idiota con eso y se lo puede poner a cualquiera que al menos tenga media neurona.
De nuevo me vuelve a dar lecciones como si yo tuviera cinco años.
- Ya lo sé, encanto. Lo aprendí antes de los quince, y créeme, eso fue hace más de tres siglos. Ah y házme el favor de no usar el acto de seducción. Puede funcionarte con todos los hombres no homosexuales del planeta, pero a mí me incomoda. En todo caso conmigo no te llevará a ningún lugar, así que ahórratelo.
Mujeres... siempre creen que lo saben todo. ¿Y qué onda con esas actitudes sexosas? Empiezo a pensar que es ninfómana o algo así, que miren que yo no es que me vea tan macho como Wolverine, por todos los dioses. Y una cosa es Xaminé, pero no una vampira loca con actitudes de femme fatale que insulta mi ego.
Burlón, pregunto si se armó un clan de amantes. Lo que sea de cada quien, soy gay pero no ciego, y sé que es guapa y debe serle irresistible a un montón de hombres. Sin embargo, ella se enoja y no por lo que imaginé. Menciona al tipo que sé que es el líder del clan en Nueva York, aunque no lo conozco. A algunos de los de ese clan, sí, por mis frecuentes visitas al Pandemonium.
- Últimamente hay epidemia de amor por los nefilims, ¿cómo pueden ser tan estúpidos? Es como si nunca hubieran ido a una de esas horrendas reuniones que hacen para exponer su supremacía y pedir que seamos sus esclavos, que actuemos en contra de su naturaleza y los ayudemos porque son lo mejor del mundo. Aunque...
Me acomodo y me siento bien, cruzando la pierna derecha sobre la izquierda.
- Si los matas a todos, tendrás que crear nuevos, ¿no es así? Y los estúpidos nefilims se darían cuenta porque extrañarán al tipo ese que dices, Santiago. Deberías calmarte y pensar en algo que no sea sólo matar matar. Dejarte llevar por la ira no te ganará nada. Sólo digo.
- Ea, ¿así que te cambió por uno así y Herondale? En realidad no tengo ni idea de cómo se apellida el modelo de este año, pero es justo así, ojos azules, cabello negro, nada adentro de la cabeza. No se ve de esos que lo hacen soberbio, es malagradecido y con esa prepotencia nefilim. Ni siquiera me pareció guapo. Tú y yo estamos mucho mejor, pero qué se le va a hacer. Mi querido mentor se vuelve idiota con eso y se lo puede poner a cualquiera que al menos tenga media neurona.
De nuevo me vuelve a dar lecciones como si yo tuviera cinco años.
- Ya lo sé, encanto. Lo aprendí antes de los quince, y créeme, eso fue hace más de tres siglos. Ah y házme el favor de no usar el acto de seducción. Puede funcionarte con todos los hombres no homosexuales del planeta, pero a mí me incomoda. En todo caso conmigo no te llevará a ningún lugar, así que ahórratelo.
Mujeres... siempre creen que lo saben todo. ¿Y qué onda con esas actitudes sexosas? Empiezo a pensar que es ninfómana o algo así, que miren que yo no es que me vea tan macho como Wolverine, por todos los dioses. Y una cosa es Xaminé, pero no una vampira loca con actitudes de femme fatale que insulta mi ego.
Burlón, pregunto si se armó un clan de amantes. Lo que sea de cada quien, soy gay pero no ciego, y sé que es guapa y debe serle irresistible a un montón de hombres. Sin embargo, ella se enoja y no por lo que imaginé. Menciona al tipo que sé que es el líder del clan en Nueva York, aunque no lo conozco. A algunos de los de ese clan, sí, por mis frecuentes visitas al Pandemonium.
- Últimamente hay epidemia de amor por los nefilims, ¿cómo pueden ser tan estúpidos? Es como si nunca hubieran ido a una de esas horrendas reuniones que hacen para exponer su supremacía y pedir que seamos sus esclavos, que actuemos en contra de su naturaleza y los ayudemos porque son lo mejor del mundo. Aunque...
Me acomodo y me siento bien, cruzando la pierna derecha sobre la izquierda.
- Si los matas a todos, tendrás que crear nuevos, ¿no es así? Y los estúpidos nefilims se darían cuenta porque extrañarán al tipo ese que dices, Santiago. Deberías calmarte y pensar en algo que no sea sólo matar matar. Dejarte llevar por la ira no te ganará nada. Sólo digo.
Kyosuke Nightshadow- Brujo Admin
- Mensajes : 1083
Fecha de inscripción : 05/07/2013
Localización : Fastidiando a la Clave y a los nefilims ^_^
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Vie Nov 21, 2014 9:49 am por Magnus Bane
» Unborn Children {Afiliación Normal - Cambio de nombre y botón}
Miér Nov 05, 2014 7:55 am por Invitado
» Comidas Graciosas... y ¿Paparazzi? || Valentina Devereaux
Dom Nov 02, 2014 1:03 pm por Valentina Devereaux
» Isabelle Lightwood
Sáb Nov 01, 2014 7:15 pm por Adhara D. Herven
» Parque de Diversiones….
Sáb Nov 01, 2014 6:42 pm por Yrenne Shadehound
» TALES OF BAGAROK {El alma medieval} - Cambio de botón (Élite)
Miér Oct 29, 2014 10:17 pm por Kyosuke Nightshadow
» Shadow Flames || Cambio de botón { Élite }
Dom Oct 26, 2014 10:44 pm por Kyosuke Nightshadow
» Soy Divergente. (ELITE) - Cambio de URL + Botón
Vie Oct 24, 2014 8:40 pm por Kyosuke Nightshadow
» Hola, hola
Jue Oct 23, 2014 6:47 pm por Alec Lightwood