Nuevos amigos

"Gracias glamours" fue mi primer pensamieto, mientras me adentraba por las calles de New York, los autos mundanos estaban tan atascados, uno detrás del otro y avanzaban casi a paso de hombre, por ello es genial cuando nadie te ve y puedes caminar por las calles entre las interminables filas sin recibir ninguna grosería por parte de algún mundano irritado. Después de hora y media caminando por la misma debí subir a la acera, debido a que el tránsito ya se estaba descongestionando. Dos cuadras adelante pude visualizar el instituto, cubierto por un glamour, no muy fuerte pero lo suficiente para que ningún mundi notara alguna anomalía.

Al llegar pasé la reja, sin antes percatarme que tras de mí había otra persona, voltié tan brusca y rapidamente como me fue posible, para encontrar una muchacha alta rubia pero con raices azabache, "tintura" pensé, poseía unos ojos de un brillante y penetrante azul, acompañados por una tez blanca al igual que la mía, con sus brazos cubiertos con las marcas del angel, muy bonita.
No pude resistir mis impulsos y hablé.

- Hola - dije demasiado entusiasta.- ¿Recién llegas también?

Yo y mis preguntas tontas, obviamente que recién llegaba, traía sus maletas como yo.

U: Arregle el post para que se vea como que ya tengo unas semanas aquí ¿vale? Para llevar la cronología con mis otros temas 

Había pasado el fin de semana en el departamento de mi hermano y todavía podía escuchar su “Seria mejor que te mudaras y no tendrías que cargar todas esas bolsas cada semana o cada que te quedas” y luego su sonrisa burlona porque al fin del día no podía acomodar todas mis cosas en la maleta y tenía que ayudarme a cerrarla pero siempre declinaba su oferta por pensar en mi parabatai y mis hermanos.
Después de todo había sido un buen fin de semana pero tenía un par de grandes ojeras bajo los ojos que ni con maquillaje era posible disimularlas –menos videojuegos para nosotros- musite en un susurro mientras con trabajo subía mi maleta y no sé cuántas mochilas más, una voz hizo que me girara rápidamente de manera defensiva; me tranquilice a ver a una cazadora, solté aire y e ofrecí una sonrisa –hola- dije sin ser capaz de levantar la mano pues la tenía bastante ocupada –si… algo así- asentí con la cabeza –tiene un par de semanas que llegue, ahora llego de unas mini-vacaciones- le explique de manera amable –pero bienvenida- dije de inmediato, sonriendo más al escuchar su acento –tienes acento inglés- me atreví a decir de inmediato; tenía el acento marcado igual que yo –te diría que te ayudo pero…- deje la frase inconclusa y mire las maletas a mi alrededor –supongo me tocara enseñarte tu recamara- añadí animada porque otra nefilim se instalara con nosotros.

¿Vacaciones? wow eso si que es Snob para un cazador de sombras, ¿estaré demasiado atrasada con respecto a la moda? - Sí, como tú - respondí amable, por más de haber pasado pequeña parte de mi infancia en Inglaterra, el acento lo llevé conmigo durante toda mi vida - Gracias pero no te hagas problemas, entra tus cosas y asiéntate supongo que habrá alguien más para mostrarme mi habitación - sonreí compungida, ella debería estar tan o más cansada que yo y se ofreció a guiarme... - Por cierto, ¿Cómo te llamas? - pregunté mientras le daba la espalda y comenzaba a enfilar hacia la puerta, esperando que me siguiera.

Entré al instituto, buscando el ascensor, cuando un gatito persa con cara de pocos amigos, se paró en la puerta del mismo - ¡Qué lindo nombre!, eres pariente de la cabecera del instituto verdad? - pregunté caminando hacia el ascensor - y ¿quién es este bonito animalito? - agregué sin antes intentar acariciar al pequeño, el cual esquivó friamente mi gesto - pero que simpático - comenté sarcasticamente sin esperar respuesta por parte de ninguno de los dos.

Luego de cargar todo al ascensor subimos al tercer piso, las habitaciones. Me pareció demasiado extraño no haber encontrado a nadie en el recibidor, considerando las circunstancias actuales, se creería que habría mucho ajetreo. - Anna, ¿Puedo llamare así?, digo si no hay problema alguno - Caminamos animadamente por un pasillo con una decoración antigua, digamos mediados del siiglo XVIV, simplemente encantador. Nuestra caminata acabó frente a una puerta de caboa con mas o menos dos metros de altura - Gracias Anna por guiarme, nos vemos en la cena - dije mientras cruzaba con la última de mis maletas el umbral y cerraba tras de mí, la puerta.

Reí al ver si expresión cuando mencione mis vacaciones -no creas que me fui de vacaciones... Así tan literal- dije de inmediato, sintiéndome un poco obligada a explicarle la razón de la palabra vacaciones, tampoco quería verme como una loca que era más mundana que Nefilim -sólo pase el fin de semana en el departamento de mi hermano, que para mi son vacaciones- termine diciéndole, enseguida me encogí de hombros cuando su respuesta fue que mi acento era igual que el suyo; una media sonrisa apareció pero olvide el tema de nuestras respectivas nacionalidades; aunque, de algo que estaba orgullosa era mi acento.
-no! Para nada, no te preocupes que puedo darte el tour completo por el instituto, ahora será tu hogar- añadi eso último en un tono formal, como el que siempre utilizaba Maryse cuando llegaba alguien nuevo y después reír -no me imagino como será llegar a un lugar y no conocer a nadie; pero bueno, ahora me conoces a mi- termine diciendo y comencé a caminar para poder entrar al instituto -cierto... Soy Annabeth Lightwood ¿y tu?- pregunte con curiosidad.

Asentí ante si era pariente de los responsables del lugar -yep, son mis tios- reí al ver como iglesia aparecía de repente por el pasillo y la esquivaba de una manera más rápida de lo que ese gato solía moverse, camino directo hacia mi y se froto en mis piernas mientras ronrroneaba -hola, iglesia- dije en un susurro pero el minino se alejó de inmediato, ofendido, al ver que no me inclinaba para acariciarle el lomo o algo por el estilo, pero es que tenía las manos repletas de cosas.

Llegamos al pasillo donde estaban las habitaciones y asenti a eso de que me llamara Anna, al fin todos me decían así.
Estaba apunto de comentarle lo del baile cuando ella prácticamente me despido de ahí muy partes mente cerrando la puerta a sus espaldas: me encogí de hombros y camine directo a la habitación; tenía mucho que arreglar para en la noche.

A las nueve en punto un golpe en la puerta hizo que colapsara de mi sueño, sobre mi cama. No podía creer que un viaje dejara tan agotado a alguien. Antes de abrir grité un "Enseguida" y tomé el cepillo para arreglar la maraña de "rizos" que colgaban al rededor de mi rostro. Al abrir era Anna, la hice pasar mientras buscaba mis pulseras, aros y collares en mi armario y me colocaba mis tacones.

- Gracias por venirme a buscar para cenar Anna, si fuese por mí, hubiese seguido de largo - Revelo con cierta timidez, el Hecho ocurrido hace meses con Aline, me provoca tener cierta precaución con las otras chicas. Sonrío con un asentimiento de cabeza.

Cuando me encontré presentable y a mi manera decidimos salir del dormitorio y comenzar el "tour" por el instituto ya que la cena comenzaba a las diez y apenas eran las nueve y quince.

La sala de armas eras espaciosa y estaba muy bien equipada, no pude hacer un inventario completo con la mirada ya que me concentré más en recordar el camino hacia ella, para luego volver y husmear como toda curiosa. Las habitaciones disponibles para huespedes eran tan iguales unas con otra incluyendo la mía que cada vez que veo una puerta, quiero entrar pensando que es la indicada, pero no. Cuando llegamos al área de la cocina puedo deducir que estamos cerca, muy cerca del comedor. Anna presenta a las cocineras y por último vamos a cenar.