Stephen Calderwood #Ficha

Stephen es una persona muy responsable y cumplidora, jamás deja las cosas para último momento. Es perfeccionista, odia tener errores en su trabajo, además de que también es muy celoso con sus cosas, no le gusta que nadie las toque o mueva de su lugar porque siente que invaden su espacio.

Es gracioso, en ocasiones, sólo cuando se siente en confianza. No deja que nadie lo llame por su nombre, la mayoría de las personas lo conoce como Calderwood simplemente, pocos saben que su verdadero nombre es Stephen, sólo deja que su hija lo llame así... Sobre todo porque le recuerda a su adorada esposa, que tanto extraña.

No es una persona conformista, siente que las cosas siempre pueden estar mejor, siempre siente que hace las cosas mal, y busca hasta por debajo de las piedras la forma de que mejorar.

Con su hija es un amor de persona, es gracioso, bromitas y un tanto sarcástico, es cariñoso, le gusta abrazarla... Es un celoso en su totalidad, detesta la idea de ver a su hija con un hombre, digamos que jamás la verá como una mujer hasta que tenga un vestido de novia y esté dispuesta a casarse, lo cual resulta casi un trauma para él de sólo imaginarlo, pero supone que tarde o temprano lo aceptará, sólo que no por ahora.

Un cazador de sombras que no sabía hacer otra cosa que lo que había aprendido durante toda su vida, sus padres habían sido muy estrictos con él, aunque siempre entendió que era por su propio bien. Todos los días se exigía más y más trabajo en sus entrenamientos, trataba de sentirse el mejor y demostrarlo frente a todo el mundo, sobretodo frente a sus padres... Era un fanático de las runas, el combate cuerpo a cuerpo, los libros referentes a los demonios, todo acerca del mundo donde vivía le resultaba fascinante.

En su primera caza no le fue del todo bien, pero resultó vencedor, aunque muy mal herido, sus entrenamientos después de eso se volvieron más arduos, su vida ya no era la de un niño que pasaba el día explorando libros, era el de un cazador de sombras y amaba su trabajo, era más que un deber, era su vida.

"Su vida" no duró demasiado, quién iba a decir que un día de caza, se iba a convertir en un momento fundamental para su futuro. Era una pelea muy fuerte, un demonio estaba a punto de matar a una humana cuando el llegó, no era un demonio común, un demonio poderoso, pero demasiado arrogante y confiado, tal cosa lo llevo a su derrota, la mujer presenció todo lo que pasaba, pero no parecía del todo sorprendida, simplemente horrorizada por haber visto morir al demonio. Stephen ni siquiera se había fijado bien en la mujer hasta que sus ojos se encontraron con los suyos, fue amor a primera vista, o era al menos lo que él podía pensar, jamás se había preocupado por sentir algo más que no fuese adrenalina y valentía en momentos importantes... Porque eso eran para él las peleas, cosas importantes, pero desde ese día, esa mujer se volvió su posesión más importante.

Tres años después, llegó algo más importante, aunque pensaba que no podía haber algo que le importara tanto como su bella esposa, una pequeña bebé a la que ambos llamaron Catherine, tal y como se llamaba su madre. La crío como su más grande tesoro, aunque vivía con el temor de que creciera y ya no fuese su pequeña, estaba dividida entre el mundo de los humanos, y el de los nefilims, antes que nada, Stephen pensaba que corría peligro entre los humanos, estaba todo repleto de demonios, vampiros, licántropos y hasta los mismos humanos resultaban peligrosos para su propia existencia, ella debía de tomar su decisión, aunque de todas formas, él le enseñó todo lo que sabía de autodefensa, todo lo que había aprendido de sus padres, consejos para ser una buena cazadora de sombras. De cualquier manera, estaría preparada para ambos mundos.

Su esposa falleció, pero aún le queda su más grande tesoro, su pequeña cazadora de sombras.

»Gustos:
Que todo esté ordenado.
La música clásica.
Sentarse a leer un libro y tomar café.
Escribir.
»Disgustos:
Los Demonios.
Perder discusiones o batallas. (Lo cual nunca pasa)
»Marcas Personales: El cuerpo de Stephen está adornado por un gran número de runas, siempre lleva las mismas; Agilidad, Desvio, Equilibrio, Fortaleza, Su matrimonio, Poder Angelical, Precisión, Resistencia y Visión. También, no puede faltar su cuchillo serafín y su espada.