Tell Me What You Wanna Be [Kira] [+18]

Desperté al sonido del maldito celular, y tras apagarlo tres veces, supe que ya no podía aplazarlo más.  Le grité a Kira y envíe a mi gatito negro con su ojo violeta y su ojo azul a despertarlo y me metí a bañar lo más rápido que pude.  Salí y me vestí con jeans negros, botas negras, cuidé de ocultar bien mis alas dentro del tatuaje de la espalda, playera blanca y me peiné.  Revisé una última vez traer todo lo necesario en la mochila negra que antaño cargaba con mi laptop y ahora carga con un iPad mini y mis cosas para modelar.  Me había pasado varios días decidiendo qué llevar y ahora sólo revisé que tuviera específicamente un pequeño alhajero con varias piezas para mis piercings.  Está en mi contrato que no voy a quitármelos y que no pueden taparme los tatuajes con maquillaje, pero no significa que no pueda ponerme otra pieza.  

Me cuelgo la mochila del hombro izquierdo, y en cuanto Kira sale de la habitación, sé que Jinx le dio el mensaje.  Debía comprar, conseguir o fabricar una botella grande de agua muy fría, una de Gatorade de limonada y algo que pudiéramos llevarnos como lunch.  Sé que sería maravilloso tener un bento, pero aquí no siempre dan algo bueno de comer y no voy a tenerlo muerto de hambre, aunque lo pido como si fuera a ser para mí.  

- Buenos días, esclavo, ¿cómo sigues?

Con un pequeño hechizo, le acerco la mochila que levita hasta ponerse frente a él y las llaves de mi modesto Honda Celic negro.  Luego cargo a mi gatito y le hago cariñitos mientras hablo.

- Te toca guardar lo que te pedí ahí dentro sin hacer mucho desastre, o te doy otra bolsa si quieres.  Debes llevarme hasta el acantilado, pasando el parque de diversiones y cerca del observatorio, tengo la ruta grabada en el gps del auto.  Cargarás mi mochila, aunque se supone que me darán camerino, trailer o un espacio para dejar la mayoría de las cosas.  Eres libre de elegir si llevamos algo a la locación, apreciaré tu ingenio.  

Mejor sí le aparezco otra bolsa, de esas de concierto idol.

- Acá guarda lo que llevaremos.  Debe incluir el agua y el Gatorade o moriré porque seguro dan agua caliente.  Serás mi manager del día de hoy, asistente o llámale como quieras.  Obvio que no te diré esclavo, me fastidian los modelos diva, así que no lo seré, pero debes estar consciente de que no quita que eres mi esclavo, ¿ok?  Y bueno, sólo tendrás que quedarte atrás de los que traen la cámara y como dije, cargar las cosas, fin.  Por amor a lo sagrado, no te lleves 500 mil armas, con un par de cuchillos serafín no activados y tu estela debe bastarte, vamos a un lugar con puros mundanos.

Dejo al gatito, le sirvo agua y comida con un movimiento de la mano y dejo que Kira salga primero.  En la puerta, me acerco un trozo de papel, me pincho un dedo con un hechizo y con mi sangre dibujo unos kanji.  Salgo de la casa, cierro la puerta, y mientras Kira mete las cosas, lanzo el papel transformado en un sello shinto hacia la puerta, donde se pega.  Luego, subo al auto, en la parte de atrás.

- No es personal, pero para mí esto es la madrugada así que voy a dormirme.  Eres libre de poner la música que se te dé la gana y despiértame en el punto que marqué en el gps como "despertar al Príncipe de las Tinieblas".  Mejor si lo haces con un beso.

Paso unos instantes quitándome el barniz de uñas que tan bonito me había quedado para anoche, pero al menos me pinté las uñas con magia y también se despintan igual.  Aunque me siento raro sin el barniz, esto es un sacrificio apto para un modelo.  Luego me quito las botas y me acurruco sobre un cojín que ya estaba dentro, abrazo el otro y me duermo hasta que me despierte Kira.

Después de un día muy raro con Night-sama termino dormido de inmediato apenas me acuesto, no quería pensar en lo que me había preguntado, sé que él lo ve bien y que no le importa, pero a los neflins sí y yo soy parte de esa comunidad, además aún no sé si sea gay pero él parece que sí lo sabe y no me gusta porque me estará molestando todo el tiempo que me quede con él.

Despierto cuando escucho que grita mi nombre, y luego veo a su gato, trato de acariciarlo pero no sé si se dejé, siempre me han gustado pero no tengo ninguno porque creo que no le daría la atención que necesita. Me levanto y me meto al baño, me doy un regaderaso con agua fría, me visto de negro como siempre y salgo para verlo. Me da instrucciones, tengo que comprar agua y llevar algo para comer, en lo que se termina de alistar reviso su refrigerador y con lo que veo preparo un poco de pasta fría, le pongo jamón y queso picado, elote y un toque de crema, sal y un poco de pimiento. Preparo tres sándwiches, dos para él y uno para mí, después de todo yo sólo estaré viendo que hace, le pongo lechuga, tomate, un poco de mayonesa.

Me da una bolsa y acomodo las cosas, lo que necesitara para tomar lo compraré de camino, cuando estoy listo salgo con las bolsas para acomodarlas en el coche, pongo todo en la parte de atrás, veo lo que hace y levanto una ceja.

-¿Por qué hace eso?

Me gustaría tutearlo pero creo que está mal, pero así lo siento muy distante y no me agrada. Cuando se sube me dice que dormirá todo el camino, sonrió divertido y asiento. Dejo que duerma mientras yo manejo, me va guiando el GPS, me detengo en una tienda para comprar las cosas para tomar, le compro el Gatorede, dos botellas de agua bien helada y dos tés. Continuo manejando hasta que veo que señala que ya es hora de despertarlo y recuerdo que me pidió que lo despierte con un beso pero como me dijo donde así que le doy un beso en la mejilla y en seguida quedo rojo, no sé ni cómo me atreví a dárselo espero que no lo haya sentido.

-Llegamos al lugar Nightshadow-sama.

Estaciono el coche, dejo que se despierte a su ritmo mientras me bajo y saco las bolsas y las cargo, lo miro y me da pena por lo que acabo de hacer pero quería hacerlo, quería darle un beso.

Salimos de la casa y le pongo un sello, y Kira ya está preguntando. Parpadeo un par de veces y luego sonrío. En este momento la verdad pienso que es tonto y no le enseñaron nada en Nefilimlandia.

- ¿Conoces la runa de apertura? Bueno, pues si sólo cierro mundanamente, cualquier nefilim idiota puede entrar a mi casa, así que la protejo con un sello y nada puede entrar sin que lo quiten. Y sólo yo puedo quitarlo.

Subo al auto, le doy las últimas instrucciones a Kira y me duermo, acurrucándome con un par de cojines. De verdad me pierdo, hasta que siento algo suave en la mejilla. Lentamente abro los ojos y bostezo. Me paso una mano por el cabello y miro a Kira. Aunque cuando miro por la ventana es obvio que ya pasaron unos minutos.

- Tienes cero como príncipe. ¿Y mi beso?

Me estiro en cuanto llegamos y me peino con los dedos, aunque no traigo gel ni nada porque aquí me peinarán como se les dé la gana. Salgo del auto y cierro bien con un pase, luego miro a Kira de nuevo, y con un movimiento elegante de mi mano, aparezco mis lentes oscuros y me los pongo.

- Puedes decirme Kyo-san. Si te lo ganas, quizá puedas decirme sólo Kyo, pero por ahora no te lo has ganado por ser un príncipe mediocre. Bueno vamos.

Camino con él hasta el acantilado y voy deshaciéndome poco a poco de la faceta amo de un esclavo nefilim. Saludo con una reverencia y con un hechizo sé que llegamos 10 minutos antes, cosa que es perfecta y da muy buena impresión, particularmente porque es mi primer trabajo... o eso se supone. Me asignan a un camerino y me explican cómo debo ponerme la ropa, porque iré quitándomela a lo largo de la sesión. Recibo el storyboard y la explicación breve, y me dirijo con Kira hasta donde me asignaron. Es espacioso, un trailer con baño, vestidor, y una zona especial para maquillaje además de un minibar.

- Pues instálate. Primero vendrán a peinarme.

Tomo la mochila y saco mi bata negra, luego me quito la chamarra y se la arrojo, divertido.

- ¿Huele a mí?

Entro al vestidor y cierro. No puedo desconcentrarme coqueteándole a mi esclavo. Reviso la ropa y la contrasto con las instrucciones. Luego me desnudo y me pongo la ropa interior que me dieron, unos trunks como me gustan, negros y muy pegados, y me pongo encima la bata. Cuando salgo, ya ha llegado la maquillista, así que me siento donde debo y dejo que hagan maravillas, mientras hago conversación trivial como decir mi nombre varias veces hasta que se lo aprenden, y decir que es mi primer trabajo como modelo, que mademoiselle Voinchet me reclutó.

Cuando salimos Night-sama le pone algo a la puerta pero no alcanzo a ver que es así que pregunto, asiento a su pregunto y luego me dice que es lo que hace lo que acaba de poner. Sonrió ligero, me gusta todo lo que puede hacer, en realidad no se me había ocurrido eso, pero tiene mucho sentido.

Manejo, paso a comprar el agua y todo lo que me pidió y continuo manejando hasta que el GPS me dice que lo despierte, dijo que con un beso pero como no dijo donde pues se lo doy en la mejilla y luego me hago al tonto porque me da demasiada pena. Me pongo a hacer otras cosas, cuando despierta y habla lo miro, abro la boca pero la vuelvo a cerrar. Agarro una de las bolsas y lo miro.

-Yo... se.. lo dí. En... la mejilla. No me dijo donde.

Dije muerto de la pena, desvió la mirada y agarro la otra bolsa, veo que se pone unos lentes oscuros. Me acerco y me dice que le puedo decir Kyo-san, sonrió ampliamente porque así ya no lo sentiré tan lejano y me gusta como suena, de nuevo me dice príncipe mediocre, ruedo los ojos, porque no es verdad. No soy un príncipe para empezar, más él lo parecía cuidando demasiado su cuerpo, su ropa y todo eso. Lo sigo, voy detrás de él como su asistente, veo el lugar, me encanta es hermoso, le dan instrucciones, entramos a un trailer, me dice que me ponga cómodo, dejo las cosas sobre la mesa y pongo lo de beber en el frigobar y guardo la pasta ahí también. Me siento en un sofá, me tira su chaqueta, la atrapo en el aire y me encojo de hombros.

-Supongo que sí, ya que es suya.

Entra al vestidor y huelo la chaqueta, sí olía a él. La doblo y la dejo a un lado, mientras espero a que salga, antes de que salga entra el que lo va a peinar, le digo que ya está por salir, se estaba cambiando, se sienta en el sofá junto a mí y comenzamos a platicar, me pregunta si lo conozco, y si es especial. Le comentó que no lo conozco mucho pero que si era un poco especial pero se adaptaba a la situación así que no tendría problemas al tratar con él.

Suspiro fastidiado y pongo los ojos en blanco.

- ¿Eres o te haces? Si de verdad hay tantas chicas detrás de ti, ¿no es porque algo haces? Conmigo eres demasiado tímido y respetuoso, cosa que es adorable, no lo niego, pero luego no te quejes que pasen ideas interesantes por mi cabeza.

Ahora sí no voy a dejar que se escape. Ya tuvo tiempo de sanar y cada actitud tímida sólo me incita a lanzarme sobre él.

En el trailer le dejo mi chamarra y luego dejo que la maquillista y el estilista me arreglen la cara y el cabello. Me explican que están considerando que el comercial final sea en blanco y negro, pero por si es en color, les gustaría que mi cabello se viera un poco más oscuro. Y tienen un gel especial y todo. El estilista se ofrece a retocarme el tinte azul después, pero niego. Después de todo, no es tinte.

- Está bien y no hay problema por eso, yo me lo retoco solo, sin problema. Mojado se ve azul marino, por si sirve de algo.

Después de todas las condiciones que puse, esto les parece extraño, pero no me niego y tampoco a quitarme los piercings de los labios durante el maquillaje. Vuelvo a ponérmelos al terminar y veo satisfecho que les agrado. Luego agradezco, me levanto y vuelvo al vestidor. Me visto como me lo indicaron, y salgo para toparme con Kira.

- Bueno, ¿qué opinas?

Le digo a Kyo-san que sí le di un beso pero como no me dijo donde se lo di en la mejilla, y me da muchísima pena decirle que sí lo bese, veo como se pone, lo miro cuando dice que algo debo hacer si hay muchas tras de mí, me encojo de hombros.

-No creo hacer nada que haga que ellas quieran saltarme encima o sean demasiado encimosas. No me gustan que estén así porque luego si lo ve otra que igual le gusto luego se pelean y se me hace una tontería pelear por alguien que ni siquiera está interesado en ellas o en una relación. Hay cosas más importantes que una relación, como las misiones y esas cosas.

La verdad no quería ninguna relación con ellas, tal vez con un chico.... pero cosas estoy pensando. En el trailer me deja su chaqueta, me pongo a platicar con el estilista, veo que lo preparan, y luego se va a vestir, yo me entretengo con su celular. Cuando sale ya vestido no puedo apartar mi vista de él.

-Me gusta mucho como se ve, parece que va a acampar o a escalar o algo así.

Me levanto y me acerco a verlo, todo le quedaba muy bien. Sonrió y lo miro.

-¿Listo para salir?

Salimos del camión, yo cargo una mochila pequeña con agua helada y un sandwich por si le da hambre, estoy siempre junto a él, aunque soy su esclavo auqnue ellos no lo sepan, debería estar atrás pero no me gusta estar ahí así que permanezco junto a él. Cuando lo llaman para darle indicaciones, me alejo y me quedo parado viéndolo, se veía muy guapo. No puede ser posible, creo que me gusta Kyo-san. Sacudo la cabeza y dejo de verlo. Espero que no se entere o no dejara de molestarme.

Enarco una ceja al escuchar la forma en la que vuelve a hablar sobre las mujeres. Ahora resulta que no le gusta que se peleen por él, ni le gustaría tener una relación porque no es tan importante.

- A ver, déjame ver si estoy entendiendo. La cosa número uno que adoran los hombres heterosexuales a ti te fastidia. No quieres una relación, ok, yo tampoco así que eso lo puedo entender. ¿Pero qué hay del sexo? Sólo cogételas y ya, qué más da. El sexo es rico y no tiene nada de malo darle gusto al cuerpo. Y no necesitas tener una relación para eso.

Me acerco a él y lo miro divertido.

- ¿Sabes? Cada vez pienso más que eres gay. Eso, o en realidad nadie te ha dado una buena sesión de sexo.

Rodeo su cuello con mis brazos y me acerco a susurrarle al oído con voz baja y sensual.

- Deberías empezar a considerar que una chica no sabe todos los secretos de un cuerpo masculino.

Me aparto y continúo con lo mío, como si nada. Tengo que trabajarlo poco a poco porque está muy santurrón. La verdad es que se pasa de inocente, sí que a los nefilims les lavan el cerebro.

Dejo que me arreglen y luego me visto con la ropa que me dieron, toda por supuesto que cara y a mi medida. Aunque no tendría por qué, le pido opinión a Kira.

- Oh, voy a escalar por el acantilado, ya lo verás. Estoy listo, así que vamos.

Me cuelgo la mochila que me dieron y en cuanto me llaman, me acerco al director. Escucho toda la explicación y aunque particularmente no me hace muy feliz la indicación de que no puedo quitarme la mugre, ni apartarme mucho el sudor para que todo sea más realista, acepto. Luego busco a Kira.

- Dame el Gatorade. No voy a poder tomar más que un trago y hasta que llegue allá arriba. Lo que hace un chico guapo por ser modelo.

Bebo un par de tragos y luego lleno un termo vacío dentro de la mochila que me dieron, con una miserable cantidad. Cierro la mochila y en cuanto me llaman estoy listo para empezar. Asumo que Kira no será tan estúpido como para hacer escándalo.

Empiezo caminando desde unos treinta metros de distancia hasta el acantilado. Pese al terreno, no puedo evitar moverme con gracia, con la mochila sobre el hombro izquierdo y sin mirar al equipo de grabación. Llego cerca del acantilado, me quito el sombrero y lo dejo sobre el pasto, dejo caer la mochila y levanto la vista, como sopesando el obstáculo.

Un corte después, me coloco en cuclillas y abro la mochila. Saco todo el equipo de escalada, me pongo el arnés y me quito la camisa. La hago bola y la guardo en la mochila. Luego hay otro corte y el instructor de alpinismo me da algunas indicaciones y me arregla el arnés, que en mi mundo se siente como manoseo.

La toma empieza de nuevo y yo debo arrojar un gancho que debe quedar prensado de la montaña. A los cinco intentos fallidos empiezo a desesperarme, pero a los diez ya quiero matar a alguien. Así que tras masajearme la sien varias veces, hago trampa. Lanzo el gancho con todas mis fuerzas, y con un toque de magia, así que por supuesto queda donde yo quise.

Es entonces cuando viene la pausa más larga y me siento sobre el césped a recuperar el aliento.

- Dame agua, Kira, anda. Que después de esto, hasta que escale hasta arriba.

Creo que esta vez hable de más con Kyo-san, lo escucho pero hago como que no me interesa lo que esta diciendo, odio que sea tan fijado de lo que digo, no entiendo porque le presta tanta atención a mis palabras.

-No todos los hombres nos tenemos que parecer ¿o sí? Se me hace un pensamiento estúpido pensar que todos quieren lo mismo sólo por el hecho de ser hombres o de ser mujeres.

Sé que seguro me gana una bofetada, un golpe o algo, pero era lo que pensaba. Aunque en ningún momento aclaro nada sobre lo heteresxual ni menciono lo del sexo. Cuando se acerca retrocedo medio paso, y lo miro a los ojos.

-¿Y sí resulta que lo soy, qué? ¿Me correrás de tu cuarto de huespedes? Y si soy heteresoxual ¿no te daría repulsión?

Y de nuevo saco verdades de la manera que no debería, Kyo va a matarme acá mismo, me alejo más porque no quiero que me haga algo acá, pero sé que e estoy contestando de manera irrespetuosa. Cuando se aleja respiro porque cuando me rodeo por el cuello deje de respirar por tenerlo tan cerca.

Me dice que va a escalar, me parece perfecto eso, salimos y a él le dan instrucciones, mientras yo miro alrededor, cuando regresa me pide su Gatorede, se lo paso y me quedo mirandolo. Me acerco hasta donde me dejan y lo veo caminar, sonrió al verlo hacer su trabajo. Cuando se acerca me pide agua, saco la botella y se la paso.

-Me gusta su trabajo de modelo. Creo que lo hace bien, quisiera ver el resultado final porque seguro le editan algo.

Le acomodo su ropa, y saco el sandwich que prepare y se lo muestro.

-¿Tiene hambre? Hay esto, la ensalada esta en su camerino.

Enarco una ceja pero no digo nada cuando empieza a insistir en que no todos tienen que ser iguales por el simple hecho de ser hombres. De hecho, todo mi esfuerzo va a no reírme en su cara. Esto empeora cuando prácticamente admite ser gay.

- Si eres gay, entonces no sufrirás tanto cuando te viole. Y si eres heterosexual, te demostraré que los chicos somos mejores que las mujeres. Lo que me da repulsión son las mujeres excitadas tirándome la onda.

Salgo y comienzo a trabajar, olvidando por el momento la confesión del nefilim, porque para mí, eso es lo que fue. Es gay y se lo calla por la estúpida Clave, pero no entiende que lo que está logrando es solamente que tenga más motivación para saltarle encima.

Cuando debo esperar hasta que el instructor de escalada ponga bien la cuerda, vuelvo con mi esclavo y le pido que me dé agua. Mientras bebo, escucho sus palabras, pronunciadas con una nueva actitud.

- No, no tengo hambre. Puedes comértelo.

Me recuesto sobre el césped y observo así lo que están haciendo, aunque me distraigo bastante. En parte, esta es mi oportunidad.

- Así que eres gay y te da miedo admitirlo... interesante. Descuida, no le diré a nadie.

Sabía que no debía de decirle porque rápido capta que no soy heterosexual o al menos que ahora me gusta un chico, no cualquier chico sino él, eso espero jamás lo descubra. Kyo-san tiene fama de acostarse con cualquier cosa que se mueva, creo que en verdad lo hace y yo no soy de esa mentalidad.

-Osea que de cualquier manera piensa violarme, tanto si soy como si no soy gay.

No quiero que vaya contando esto, mi intención es llegar a ser líder del Instituto en Tokyo y un rumor así podría costarme el cargo o si me lo dan muchos no estarían de acuerdo, sé que decirle a Kyo-san que no hable es inútil porque terminará haciendo lo que quiera. Desvió la mirada porque en verdad me gustaría tener ese cargo, sé lo que significa porque mi padre lo fue y sé que es mucha responsabilidad y tengo que velar por el bien de todos, pero es algo que quiero lograr. No le he dicho a nadie de esto, en realidad no tengo amigos cercanos a quienes les pueda confiar algo así.

Lo veo trabajar, cuando se acerca le doy el agua, y pregunto si quiere comer y le muestro el sandwich, me dice que no, que la puedo comer yo, me encojo de hombro, abro el empaque y le doy una mordida, casi me voy de espaldas cuando dice que soy gay como afirmación, volteo a verlo mortificado. Aún con sus palabras creo que hablara.

-Por favor... ni yo mismo lo sé, pero no diga nada. Quiero... quiero el puesto que tenía mi padre. Quiero ser líder del Instituto, si hay sólo el rumor de que pueda ser gay seguro no me querrán en ese lugar. Si resulta que efectivamente soy gay, no veo porque eso tenga que interferir en mis habilidades para ser líder.

Mi voz se nota nerviosa, dejo de comer y bajo la vista, esto en verdad me afectaba, sé que no tiene porque callarselo pero en verdad le agradecería si lo hace. Me siento y abrazo las piernas, recargo la cabeza sobre las rodillas y veo a otro lado, no quiero ver su cara, no quiero que se burle de mis aspiraciones, sí soy chico pero eso quiero y he estado trabjando duro para eso, lo primero es que me acepten como parte del consejo.

- Exacto. Pero yaoi style,, si es que logras entender eso. Significa que te va a doler, pero te va a gustar y querrás más y más. No veo lo malo de eso.

No, no hay nada de malo con eso. De hecho estoy convencido de que le gustará y saldrá del clóset, aunque por supuesto que al ser nefilim en algún punto lo mandaría al diablo. Tener un amante nefilim no es rentable, aunque tienen su morbo particularmente si terminan casados y frustrados sexualmente por la esposa, pero no es algo que yo soporte mucho tiempo habiendo peces mejores en este océano.

Grabo la primera parte del comercial y luego tengo tiempo de descansar y juntar fuerzas para escalar algo que me parece gigantesco e imposible. Aunque claro que no lo es, y menos porque me pagaron clases dos semanas para poder hacerlo bien hoy. En todo caso, aprovecho para seguir fastidiando al nefilim. Me basta una mirada de reojo para saber que estoy en lo correcto. O, si le hago caso a sus palabras, quizá es bisexual. Me anoto un triunfo y sonrío malvado, pero luego me toma por sorpresa saber que quiere ser líder del Instituto de Tokio. Me enderezo y me siento para poder verlo mejor.

- Te dije que no lo contaré. Pero eso que dices es cierto, no importa la orientación sexual para ser nefilim ni líder ni absolutamente nada. Aunque tienes mi voto y mi alianza. Nunca he visto un líder de Instituto que no sea heterosexual. Seguro que eres mejor y que no tienes ideas tan retrógradas.

Me estiro un poco y bostezo, en un intento por prepararme. Kira sigue ahí hecho bola creyendo que divulgaré un secreto que de hecho, le ganaría la simpatía de más de un subterráneo. Me acerco a él, lo tomo de la barbilla y lo beso. Suavidad mezclada con intensidad, alternando emociones y alternando lo profundo del beso, moviendo mi lengua dentro de su boca, incitando a la suya a que me responda.

Escucho que me llaman, pero me tomo todavía unos segundos para terminar el beso.

- Mi hechizo de buena suerte, así que seguro que te dan el puesto.

Le hago un guiño, le sonrío y me levanto y voy a continuar con la grabación.

Me sincera con él cuando se entera que soy gay, o bueno puedo serlo ni yo mismo lo sé. Le pido que no diga nada porque quiero ser líder como mi papá. Creí que se burlaría de mí, o que me diría que jamás podría serlo porque soy un mocoso, no sé cosas así esperaba, pero no. Me dice que no lo dirá y piensa como yo, si ser gay no afecta en como soy lider o como pueda llevar la escuela, y de hecho no, dice que me ayudaría con su alianza.

-¿En serio me das tu voto de confianza? Es bueno saber que contaría con alguien y claro que me gustaría hacer una alianza contigo.

Dije animado, me alegra saber que un subterraneo piensa que lo haría bien, tanto como para decirme que haría una alianza conmigo. Pensar que si llego ya tengo al Gran Brujo de Tokyo de mi lado es una gran apoyo, sea como sea Kyo-san es muy bueno, me alegra tenerlo de amigo, aunque seguro el sólo me ve como un neflin fastidioso.

Pero lo que hace luego me toma por sorpresa cuando me besa, sonrió ligeramente en el beso pero luego me quedo petrificado, no se que hacer, entra su lengua en mi boca y yo ni me muevo, creo que si hago algo estará mal, pero el beso es muy rico así que muevo un poco mi lengua, jugando con la suya. Cuando se separa yo estoy completamente rojo, lo miro asustado y me dice que es su hechizo para que me den el puesto. Lo veo alejarse.

Me toco los labios, y una sonrisa se dibuja en mi rostro, estaba feliz de que me hubiera besado, pero era algo que no volvería a pasar, no puedo dejar que Kyo-san me haga eso, me destruiría porque a mi en verdad me gusta pero para él sólo soy uno más del montón. Me levanto y me acerco a ver su trabajo, recupere mi postura seria.

Debí imaginar que el pequeño cazador de sombras tendría tan arraigada la idea de que ser nefilim LGBT debía significar que todo el universo estaría en su contra. Asiento firme, porque es la verdad.

- Hice un trato con tu padre esa vez que te salvé y que fui a ayudarlos contra los locos del Círculo. Mientras me respeten, soy medianamente aliado de los nefilims del Instituto. O sea que sí les cobro, pero no exijo que me paguen antes y créeme, les cobro mucho menos. En parte soy más aliado tuyo porque lo fui de tu padre y yo no olvido que fue la primera vez que me dieron el trato que merezco como alguien mayor y como Gran Brujo. Pero si tú te conviertes en líder de instituto, tendrás mi apoyo por completo. Y más descuento, pero no trabajaré gratis que de algo tengo que vivir.

Como si me fuera a morir de hambre, ya parece.

- Te daría apoyo extra y una alianza más fuerte justamente porque no eres heterosexual. Tal vez para ti sea algo que tengas que callar, negar, olvidar, todo eso que dictan las costumbres retrógradas y estúpidas de los imbéciles de la Clave. Pero para mí, significa que eres humano y que si sabes vivir tu vida como se te dé la gana en lugar de amargarte por ser diferente a lo que los nefilims creen que es lo correcto, entonces será señal de que eres un hombre de mente abierta. Y eso es beneficioso para nosotros los subterráneos, porque significa que estás dispuesto a dialogar y a pensar diferente a como te obliga a pensar la Clave. Y por eso, creo que serías capaz de emitir juicios justos en casos en los que sean necesarios y escuchar y considerar las circunstancias para un subterráneo. Por eso tendrías mi apoyo. Los heterosexuales dan todo por sentado y jamás se preguntan por qué diablos son heterosexuales. El resto nos hemos preguntado muchas veces por qué no somos hetero y por eso mismo podemos entender también otros puntos de vista y podemos entender la discriminación. Un mundano gay lo entiende, pero no un nefilim hetero.

Tal vez le suene estúpido y lo miro con una sonrisa de lado que no denota mis negras intenciones con su cuerpo, porque no tienen que ver con esto.

- Quizá te suene loco, pero en realidad si salieras del clóset, yo creo que te ganarías a los subterráneos. No lo diré, pero quizá deberías considerarlo cuando te ganes el puesto. Como mínimo nos parecería divertido pero lo aplaudiríamos porque va en contra del sistema y en contra de la Clave, y te haría uno de los nuestros, uno de los discriminados. Pero no creo que seas tan valiente.

Es picarlo un poco, pero en realidad sé que no lo haría. Aunque con un rumor sería más que suficiente, pero le di mi palabra.

Verlo asustado, verlo sonreír genuinamente porque le ofrezca mi alianza por algo que haría que todos los nefilim lo repudiaran, ver todas esas emociones escritas claramente en su cara lo hace ver tan adorable que lo beso. A diferencia de esa vez cuando fue a buscarme de adolescente y yo estaba todavía medio ebrio y en parte me pregunté cómo diablos había besado a un estúpido nefilim, ahora estoy perfectamente consciente. Cada reacción, cada duda, y la forma en la que empieza a corresponderme pese a que está como asustado, me encanta. Y ha mejorado, pero no evita que lo moleste. Además está rojísimo y tan asustado como si me hubiera visto animando un cadáver o invocando a Lucifer.

Al mirarlo de reojo durante el camino no puedo evitar sonreír y reír divertido. Parece como un niño al que le robaron su primer beso y le encantó, pero debo dejarlo de lado porque ahora me toca trabajar y el comercial es serio y sexy.

Ahora viene la parte cansada y una vez revisan todo el equipo, comienzo. Primero me pongo la mochila, preparo el arnés, reviso el freno y hacen una nueva pausa para verificar que lo haya hecho bien. Nada le puede pasar al precioso modelo recomendado por la misma jefa, por supuesto, aunque si me pasa algo, yo extiendo mis alas y me salvo, al diablo lo demás.

La acción comienza de nuevo y entonces empiezo a escalar justo como me lo dijeron, olvidando la presencia de las cámaras a ambos lados y centrándome en vivir por un momento en la piel de un aventurero guapo y sexy. No tardo en sentir el sudor, aunque sólo me lo aparto de los ojos en una ocasión. Se ve real y es lo que me pidieron. Voy bastante bien hasta que paso la mitad del muro. Entonces viene el desastre.

Piso roca suelta y me rebalo. No grito porque bien que mal esto es realismo y yo soy un profesional. Uno que quiere gritar como nena que se mata, pero también uno que piensa que esto me hará genial. En todo caso, los mundanos sí que saben hacer las cosas, y me deslizo solamente un metro. La parte mala es que por el movimiento, me golpeo contra la estúpida pared, pero logro sujetarme de un par de rocas. Luego tanteo con los pies hasta que logro apoyarlos también y cierro los ojos y tomo aire. Nadie me dice nada, pero cuando abro los ojos veo la preocupación. Y eso me impulsa a continuar. Me toco el lado izquierdo de la cara, donde me di los golpes y noto que me sale sangre del pómulo izquierdo y de la ceja. Me quito un poco de mugre y volteo hacia la cima con decisión. Y continúo subiendo ante las miradas de respeto de quienes están grabando todo.

Al acercarme a la cima debo hacer un esfuerzo enorme, pero pronto estoy ahí, en una extensión hermosa que ni miro mucho, y sólo me suelto de la cuerda y me tiro boca arriba. Detienen la grabación y me revisan pero digo que estoy bien y realista, lo que les parece broma y ríen, pero iba muy en serio. Abro la mochila y me bebo el poco Gatorade que puedo y vuelvo de nuevo a la grabación. Me acerco al inicio de una cascada y finjo beber agua. Me lavo la cara y me echo agua en el cabello. Relleno la botella que me dieron y luego me levanto y me quito el arnés. Con la elegancia y maestría de cuando fui actor de otro tipo de videos, me quito el pantalón y también lo guardo en la mochila, quedándome sólo en un short y la camiseta negra de tirantes. Llevo un cuchillo de buzo sujeto a la pantorrilla izquierda.


Vuelvo a ponerme el arnés y me hinco cerca de la otra orilla, sobre la que cae la cascada. Finjo pensármelo y luego cierro la mochila y la arrojo hacia el lago que hay abajo. Flota y por supuesto que esto es para demostrar eso y que es impermeable. Yo sólo agradezco quitarme el estorbo. Reajusto la soga, la dejo caer a un lado de la cascada y tras la pausa para la revisión, comienzo con la última parte. Bajo a rapel, con cuidado, pero de forma que me vea genial y el agua de la cascada me salpique un poco. Como ya tuvieron su escena realista, esta vez procuro no caerme ni nada, y pronto llego al final de la soga. Pongo el freno del arnés y finjo estar molesto porque estoy a unos tres metros por encima del agua, tal y como estaba planeado. Movieron la mochila y flota cerca de la orilla para que no me estorbe y yo afianzo mis pies sobre la roca para sacar el cuchillo de buzo. Aunque supongo que no lo hacen así los profesionales, yo corto la soga.

El momento en el que quedo suspiendido en el aire es completamente familiar para mí porque puedo volar, sólo que esta vez, caigo completamente vertical al agua. Al salir a la superficie echo la cabeza hacia atrás y me quito el cabello de la cara con ambas manos y los ojos cerrados para que se vea más sexy. Luego miro a la cámara antes de nadar hacia la mochila para recogerla. Piso una roca y saco la mochila del agua, pero yo me quedo dentro, dejando que el agua me llegue a la cintura en esta zona y se note el frío que hace notorios mis pezones, más por los piercings. Esta industria es puro sexo y a mí no me hacen falta muchas de las instrucciones.

Cruzo los brazos frente a mí y me quito la camiseta. Se verán todos mis tatuajes, y también mis piercings y la idea me agrada porque no he visto modelos que luzcan modificaciones corporales. Paso a quitarme los zapatos y los calcetines, los echo hacia el pasto de la orilla y nado hacia la cascada. Hacen otra pausa y vuelven a preguntarme si estoy bien y a recordarme que viene la parte sexy. Ni cuando fui actor porno me recordaban tantas veces la parte sexual, pero sólo asiento amable y espero a que vuelvan a grabar.

Sigo nadando hasta llegar a la cascada y salgo del agua. Hay algunas rocas cubiertas de algas verdosas así que se sienten hasta suaves bajo mis pies. Y esta es la parte que más quiero que vea mi esclavo. El arnés por supuesto, hace que se me pegue demasiado el pantalón y se me marque la entrepierna. Siento el close up de la cámara justo ahí y abro lento el broche del arnés. Me lo quito y me quito el short.


La ropa interior es por supuesto que lo último. Me baño en la cascada de agua helada, de frente a las cámaras, con los ojos cerrados y parándome de modo que más que baño, parezca que el agua me acaricia la piel. Pese al frío, el agua me reconforta y me hace sentir mejor después del cansancio de trepar una pared y actuar sexy cuando me acabo de golpear en la cara en público. Hasta se me olvida molestarme porque tendré que dejarme esas heridas para que nadie piense que no soy un mundano.

Todavía me tomo un par de minutos después de que digan "corte", porque el agua está deliciosa a su modo, pero no pasa mucho antes de que continúe la grabación. Luego vuelvo a mojarme y salgo de la cascada, me tiro un clavado perfecto y nado hasta la orilla y salgo del agua. Abro la mochila y saco la camisa, seca por supuesto y con ella me seco la cara.

La última toma es con la cascada de fondo, yo de pie, mojado y preguntándome si se me verá el Príncipe Alberto a través de la tela, con expresión seria, mirando fijamente a la cámara. Cuando dicen "corte y queda" siento cómo me invade el cansancio, pero todavía tengo que nadar hasta la orilla y salir del agua. Recibo las felicitaciones, escucho que estuve increíble y llaman a alguien para revisarme mejor las heridas de la cara.

Pero yo sólo busco a Kira con la mirada, y no exactamente porque es el que trae mi toalla.

Me sorprende de sobremanera que Kyo-san me diga que haría una alianza fuerte conmigo si es que soy gay, creo que él espera que de verdad lo sea, hasta ahora no sé si lo soy, la verdad me gusta Kyo-san pero no sé si con eso sea suficiente para catalogarme como gay, además él no lo sabe. Y algunas chicas me parecen bonitas, muy pocas si soy sincero. Habla de que mi padre lo trato con respeto y creo que yo también lo hago, sino ya se hubiese alejado de mí.

-Me alegro que hayas encontrado el respeto en mi padre. Él creía que todos somos capaces de tener actos de bondad, claro los demonios no, pero los demás sí. Mi padre respetaba a todos y me enseño a respetar a los mayores, y tú has vivido mucho así que sólo por eso te respeto. Además yo creo que eres el mejor brujo y eso te gano mi respeto. Me gustaría que tuvieras la alianza porque ves en mí la capacidad de llevar el Instituto y no porque soy hijo de mi padre.

Escucho que me dará algo que no se puede comprar sólo por ser diferente a lo que la clave quiere, pero su razón para creer esto me gusta, yo creo que ya soy capaz de hacer eso. Lo hago con él aunque no diga nada. No creo en todos los rumores tontos, lo que yo conozco es algo opuesto. Lo miro y niego ligeramente.

-No lo diré, si soy gay o no, sólo tú lo sabrás y nadie más. Y sólo te lo diré porque no dirás nada. No sé si alguien más lo sea en el instituto, seguramente es difcil más sí alguien le gusta o si tiene novio o novia. No sé si pueda cambiar la forma en la que los demás vean las gay o lesbianas que sean neflins, lo cierto es que seguro hay más y son minoría, temen el rechazo de los demás, yo lo hago.

Y ya dije mil tonterías, desvió la mirada, y luego viene el beso, me descoloca pero le respondo torpemente porque no había dado un beso a un chico, él que el me dio hace años no cuenta, estaba borracho pero ahora está en sí y me está besando. Cuando se separa y se va yo me quedo como tonto y sonrió cuando me toco los labios con el dedo. Recupero mi postura seria y me acerco a ver que trabaje.

Resbala y se da un golpe, lo miro preocupado, sé que se podría curar y eso no es nada para él pero de todos modos me preocupo. No esperaba que comenzara a quitarse la ropa, no puedo dejar de verlo, me gustan ese tipo de ropa interior, y creo que se ve bien él, además el tatuaje de alas se ve genial. Cuando sale del agua quisiera estar más cerca para verlo mejor, cuando termina saco su toalla y cuando me dejan me acerco para darle su tolla, cuando me acerco no puedo quitarle la mirada y sin querer lo repaso con la mirada, trago y le doy su toalla evitando mirarlo a los ojos.

-Buen trabajo. Te puedo curar eso en el trailer me parece que hay un botiquin.

Aunque seguro lo puede curar con magia, pero no dejaría cicatriz y creo que un golpe así dejaría morado y una cicatriz.

Me encanta que Kira diga que soy el mejor brujo. No lo soy, aunque quizá dentro de los brujos oscuros que todavía no enloquecen irremediablemente, quizá sí esté entre los mejores o hasta el mejor. Pero eso no evita que me levante el ego.

- Me halagas, Kira-kun, hasta mi corazoncito dio un vuelco. Y lo lamento, pero eres hijo de tu padre, y esa es una razón por la que te tengo aprecio. La otra es porque sabes pelear, defiendes a los que te importan, has defendido subterráneos y porque veo en ti la capacidad de llevar el Instituto. Todo eso, que no es incompatible entre si. Tampoco te hago el favor por tu padre, si es lo que pensaste. Para mí el linaje no es tan importante como lo es para los nefilims.

Sabe bastante bien cómo tenerme contento y no disimulo mi sonrisa al saber que únicamente yo sabría su orientación sexual. Closetero hasta morir, igualito al que se consiguió Magnusín. Aunque al menos a mí no me trae idiota, yo sólo le traigo ganas.

- Pues entonces, conviértete en líder y haz que en tu Instituto no los rechacen. ¿O no crees que tienen derecho a ser felices?

Bien que mal, siento que estoy influyéndolo para hacer algo que yo quiero que haga, porque me molesta que hasta a mí que soy subterráneo los nefilims me vean como fenómeno más por ser gay que por tener sangre de demonio.

Lo beso y bastante bien, más motivado por su torpeza que por otra cosa. Al menos ahora no se queda como idiota como hizo la primera vez que lo besé. Creo que piensa que no lo recuerdo, cuando en realidad lo que hice fue escudarme en la borrachera para besarlo. Yo siempre sé lo que hago, sin importar mi nivel de alcohol en la sangre.

Me levanto y vuelvo a trabajar y esta vez es bastante pesado. Empezando por el golpe, el ejercicio físico y el hecho de que para el realismo en el anuncio, no puedo recuperar el aliento del todo. Termino mojado y en ropa interior y no hago nada por ponerme ropa, sólo por mi adorado e inocente esclavo. Lo busco con la mirada y creo que entendió que quiero la toalla, pero yo sólo la tomo, particularmente porque está mirándome justo como quiero que mire, y sentir frío bien lo vale.

- Gracias, y acepto. Me arde.

Me seco la cara y el cuerpo y me ato la toalla a la cintura. Pregunto si es todo y me dicen que espere un poco, así que lo hago. Si tengo que repetir la toma, van a salirme chispas de los ojos, lo juro. Me acerco a Kira y le tiendo la mano.

- Por amor a los 9 mil kami, dame Gatorade, que me muero de sed.

En cuanto me lo da, bebo tragos cortos en lo que se deciden y terminan por pedirme disculpas y decirme que van a intentar otro final. Por un instante, creo que me brillan los ojos del coraje, pero me explican que sólo me ponga la camisa, me moje y me vuelva a parar frente a la cascada en silencio y tomarán algunas fotos.

- Ok, ¿y entonces me quito el boxer?

La cara del mundano no tiene precio, tampoco su tartamudeo. Le devuelvo el Gatorade y la toalla a Kira y vuelvo a tirarme al agua. Suelto una expresión de dolor cuando me arde la cara, pero ya estoy donde debo y esto ya se va a acabar. Me ayudan a salir del agua y me dan la camisa completamente seca. Me la pongo, no la abrocho y me mojo en la cascada. Camino al frente y me detienen. Creo que el director está enamorado de mí, porque dice que eso es justo lo que quieren, que vuelva a hacerlo y me detenga. Sonrío ligero y asiento, pero en realidad toda esta atención es alimento para mi ego. Me mojo de nuevo y me quedo ahí hasta que escucho que puedo comenzar. Sólo entonces bajo la cabeza y miro al frente, sintiendo la camisa pegada al cuerpo y el agua resbalando por mi piel. Me detengo a un par de pasos de la cascada, con los labios entreabiertos y miro a la cámara. Escucho los clicks de las fotografías y no cambio mi pose hasta que me piden ponerme en cuclillas, toman unas cuantas fotos, vuelvo a levantarme y me paso una mano por el cabello, luego dejo las dos detrás de la nuca y los miro de ambos lados.

Cuando por fin tienen suficiente material, vuelven a dar por terminada la sesión y hasta me piden perdón. Por supuesto que con falsa modestia digo que sólo es mi trabajo y vuelvo a tirarme al agua para volver con Kira. Me quito la camisa y se la doy al de vestuario, me envuelvo en la toalla y saco unas sandalias para volver al trailer.

Espero a que nos empezamos a alejar para quejarme.

- Ahora me arde peor. ¿En serio sabes curar al estilo mundano? Porque voy a tener que andar así hasta que se cure sola. ¡Mi ceja! ¿Qué voy a hacer? ¡Mi pómulo tan lindo! ¡Quiero llorar!

Lloriqueo sin lágrimas y tiemblo de frío aunque traigo la toalla sobre los hombros. Abro la puerta y me meto temblando.

- Voy a bañarme, no tardo. Aunque tienes permiso de entrar a frotarme la espalda o lo que quieras.

Le hago un guiño y me meto a bañar con agua caliente.

Sonrió divertido cuando dice que su corazón dio un vuelco porque dije que era el mejor mago, no sé los demás, pero mí es el mejor. No sé como explicarlo cuando dice que me tiene aprecio por ser hijo de mi padre, no es que no me guste, es sólo que quiero que la gente vea que soy capaz de hacer buenas cosas, no quiero vivir a la sombra quien fue mi padre, pero parece que eso no pasará, aunque me sorprende que no me hace el favor por mi padre, lo miro sorprendido y asiento con la cabeza.

-Entiendo, está bien. Es difícil salir de la sombra de quien fue mi padre con los neflins, sólo quiero que puedan ver más allá. Disculpa, no debo estar contando estas cosas. Me alegra mucho que quieras hacer alianza conmigo, sean por los motivos que sean.

Le digo que si llego a ser homosexual, sólo él lo sabrá, a nadie le importa, que ni espere que lo diga abiertamente en el instituto, a ellos no les agradan los homosexuales, sonrió ligero cuando lo veo sonreír, se ve bien cuando sonríe así debería hacerlo más seguido. Me quedo pensando lo que dice.

-Claro que lo creo, todos tienen derecho a ser felices. No entiendo porque lo aborrecen tanto, pero si soy sincero aunque me convierta en líder no creo que los haga cambiar de parecer. Pero... puedo empezar porque en el instituto no se les discrimine... tanto, no sé... algo así.

Genial, hablar de esto con él no es lo más apropiado, pero me da buenas ideas y creo que su punto es cierto, creo que todos merecen ser felices. Sacudo la cabeza porque no debería pensar en eso, ni siquiera era parte del consejo. De la nada me besa, respondo torpemente, besa muy bien, se va dejandome como bobo, cuando recupero la postura voy a ver que trabaje.

Se lastima mientras trabaja, me preocupa y apenas cortan me acerco y no puedo evitar mirarlo, le doy la toalla y le digo que puedo curarlo en el trailer, se pone la toalla en la cintura y le paso el Gatorade, continuo mirando su cuerpo hasta que le dicen que aún tiene que hacer algo más. Veo lo que hace ahora, no me gusta este comercial sólo hace que reafirme que me gusta mucho Kyo, y no quiero que me guste porque creo que esta mal... sé que es por todo lo que dicen los neflins. Al fin ya se terminó todo... vamos al trailer, asiento cuando me dice que si sé curar como mundano, la herida no se ve grande, sonrió divertido por como se pone por algo así.

-Sí, se curar al estilo mundano, es una de las cosas que me enseño mi papá primero. Y tranquilo, después de un tiempo no se verá nada.

Sonrió divertido, cuando llegamos me dice que se va a bañar y que puedo entrar a darle un masaje, cuando me guiña el ojo quedo rojo, odio que haga esas cosas conmigo. Me siento y respiro profundo un par de veces, quería entrar con el como me dijo, pero no es correcto. Y así empieza un debate interno entre si entrar o quedarme acá y esperar, no sé como termino entrando al baño, no digo nada sólo me quedo parada viendolo, trato de salir pero no puedo es como si estuviese clavado en mi lugar. Ni siquiera me quite la ropa, no sé que estaba pensando.

Termino el trabajo, pero tengo la raspada del pómulo y de la ceja y realmente me parece molesto. Aunque no esperaba que sanador fuera parte de las funciones de esclavo, en realidad lo agradezco.

- Ya sé, y podría borrarme cualquier cicatriz con magia, pero tengo que estar así en lo que sana para que crean que soy un mundano y no es algo lo que se dice agradable.

Lo molesto antes de irme a bañar y entro al agua. Dejo que el agua me haga entrar en calor porque sí que estuvo fría el agua de la cascada. Uso gel de baño de cereza, como jabón y como shampoo, y justo cuando estoy enjuagándome el cabello y dejando resbalar la espuma por mi cuerpo, escucho la puerta. No pensé que fuera Kira, pero efectivamente es él. Acaricio mi cuerpo con el pretexto de enjuagarme, pero no soy inmune al hecho de que me esté viendo. Me gusta, adoro que me miren y no voy a desperdiciar esta oportunidad.

Sin que lo note, cierro la puerta del trailer con llave en un simple movimiento y con un murmullo que no se escucha entre el sonido del agua. Esta vez es mejor que en la cascada. Sólo para Kira, extiendo mis alas porque sé que le gustan, y toqueteo mi piercing genital. Poco a poco mi miembro comienza a levantarse y no me basta con eso. Disminuyo el chorro del agua al mínimo, sólo para que caiga sobre mis hombros y no entorpezca la visibilidad. Lamo dos de mis dedos y cuando tienen una generosa cantidad de saliva, levanto una pierna, encogida, y jugueteo también con mi entrada. No dejo de mirar a Kira y cada reacción suya a mis manos, que de ociosas no tienen nada. Cómo adoro provocarme por el frente y por detrás.

Le digo que yo lo puedo curar y que sólo se verá por un tiempo, sonrió divertido cuando dice que la puede quitar con un hechizo pero tiene que dejarla para que crean que es mundano. Creo que exagera mucho por eso, no le quitara su atractivo una cicatriz.

Cuando se mete a bañar me guiña un ojo y me dice que puedo entrar a darle un masaje, quedo rojo pero me siento. No sé cómo rayos termino en la ducha. No puedo quitarle la vista de encima a Kyo-san, se ve tan bien, ya no me importa lo que los demás crean, me gusta Kyo-san y eso era lo importante, y seguro que si hago algo ahora él no dirá nada. Continuo viendo como se toca, como se mueve y todo lo que hace. Trago fuerte y me acerco un paso.

Luego es como si alguien más se apoderara de mi pasos, termino pegandome a él, lo tomo por el cuello y busco sus labios, pongo más empeño en este beso, sigue siendo algo torpe pero me esfuerzo porque sea mejor que el anterior, acaricio su espalda y con cuidado sus alas. Cuando me separo sonrío ligeramente, comienzo a quitarme la camisa, sé que estoy rojo pero no hace que me detenga, de hecho quiero más.

No logro terminar de quitarme la camisa pero me acerco de nuevo a él, lo pego a la pared y acaricio su pecho y bajo una mano hasta su miembro que ya estaba erecto y me sorprende y me asusta un poco, pero me gusta como se siente, lo masturbo con violencia o eso creo yo, mientras no me corra todo estará bien. Lo beso mientras me restriego contra su cuerpo, pero siento que la ropa me estorba, y que no traje otra... así que creo que me iré con la ropa mojada porque no creo que Kyo-san haga un hechizo para que se sequen.

Estoy loco por estar haciendo esto, pero se siente tan bien.

De vuelta en el trailer tomo una ducha, pero al ver entrar a Kira, por supuesto que no dudo en modificar mi plan inicial y adelantar el provocarlo. Va a ser mío, por las buenas o por las malas, pero al venir, se nota que desea esto. Le doy espectáculo, pero termina por acercarse y eso me encanta. Creí que era mucho más inocente y bobo. Lo rodeo con mis brazos y con la pierna que tenía encogida, correspondiendo a su beso y ayudándolo a deshacerse de la ropa, ahora mojada.

Dejo que tome las riendas del asunto, en ningún momento lo detengo ni lo freno, ni siquiera cuando siento la pared de mosaico contra mi espalda y mis alas. Acaricio su cabello y veo cómo tantea el terreno. Le sonrio divertido, particularmente al ver que está asustado.

- No tengas miedo, no hay nada de malo en esto.

Con ayuda de un poco de magia termino de quitarle la playera y acaricio con una mano su pecho, rodando sus pezones entre mis dedos, mientras él me masturba de forma rápida, pero algo torpe. Un trabajo singular, pero no por ello menos placentero.

Se pega a mí, acorralándome contra la pared y por primera vez empiezo a mirarlo de forma un tanto distinta. Menos como el chico que tomaré y más como uno que quiere tomarme a mí. Mordisqueo su cuello y me pego finalmente a su oído para susurrarle.

- ¿Quieres tomarme, Kira? Puedes hacerlo, yo también te deseo... desde esa vez.

Meto mi mano entre su ropa hasta encontrar su entrepierna y todo y acaricio sin prisas, pero con maestría.

Debo estar loco para acabar en la ducha con Kyo-san, pero termino por acercarme a él y besarlo, me gusta ver que él me abraza y me pega más a él cuando me rodea con su pierna. Me ayuda con la ropa mientras yo trato de mejorar mi beso pero creo que es evidente que es la primera persona a la que beso. Lo pego contra la pared, olvido sus alas por un momento y lo acorralo. Lo miro con miedo porque no sé si seguir, y aún hay una parte de mi que piensa que esto esta mal. Sonrió y asiento cuando me dice que no hay nada de malo en esto.

-La clave piensa que está mal, pero aún no sé porque.

Murmure bajo, no lo dije para que lo escuchara, sólo fue algo que pensé que dije en voz alta. No me detengo a pensar mucho en eso porque me siento bien cuando me abraza. Me quedo sin camisa en un instante y me da pena que me vea, no soy alguien guapo y seguro que él ha salido antes con varios que están mucho mejor que yo.

Gimo cuando siento que juega con mis pezones, dejo de masturbarlo por unos instantes y luego sigo con lo mío. Jadeo cuando me muerde el oído y casi en automatico respondo con la cabeza que sí, pero luego me separo y lo miro confundido.

-¿Lo recuerdas? Pero estabas borracho, no creí que lo recordaras, además nunca lo mencionaste, creí que lo habías olvidado. ¿Por qué no dijiste nada antes?

Dije confundido, ahora tenía mucha más pena que antes pero no me da tiempo para pensar porque ya está masturbandome, respiro entrecortado, trato de decir algo pero no puedo, ya no pienso con claridad. Me acerco a sus labios que ya son como una droga para mí y lo beso apasionadamente. Me separo y lo miro algo confundido, me escondo en su pecho para no ver que se burle de mí por lo que voy a decir.

-Yo... no sé que hacer ahora.

TENÍA que arruinarlo mencionando a la estúpida Clave. Frunzo los labios, visiblemente molesto, pero en un instante, decido que son más mis ganas de acción que mi disgusto.

- No importa lo que piense la Clave, y no necesitas mencionarlos. Te perteneces a ti mismo, Ky-chan, así que tú decides si esto está mal.

Acaricio con un dedo el hueco de su cuello y subo hasta su mandíbula en una pequeña caricia. Le sonrío, como si en verdad fuera un ángel caído que le trae la promesa del pecado.

- ¿Pero cómo sería posible que algo que se siente bien sea malo?

Veo que le da pena que vea su pecho desnudo, así que le demuestro con atenciones que no veo nada de malo. Voy también tras su oído y le susurro para provocarlo. No miento, porque es cierto. Su inocencia me atrajo y me atrae ahora, es realmente excitante lograr atraer a alguien a lo que muchos llamarían el camino del mal.

No dejo que se separe mucho, lo tomo de los hombros y lo miro a los ojos, divertido.

- ¡Claro que lo recuerdo! Fue como si se me hubiera aparecido un ángel... o bueno, un chico guapo que venía buscándome. Siempre me pareciste guapo y tu inocencia ya me atraía, pero sabes que no me agradan los nefilims. Pese a eso, te besé, escudándome en eso de que había bebido. En realidad yo no dije que estuviera borracho, tú lo asumiste porque yo olía a alcohol, que era justo lo que quería que hicieras. Y no veo por qué tendría que mencionarlo. Mi versión era que besé a un chico heterosexual que a veces se sonrojaba frente a mí, pero que no admitía que pudieran gustarle los hombres. Además, ¿en serio querías que dijera algo? Sabes cómo son los nefilims, te hubieras metido en problemas. Y tú no dijiste nada tampoco. Yo fui el que te besó y tú no me buscaste ni me besaste otra vez, creí que me guardabas rencor por haberte besado, y tenía suerte de que no fueras a buscarme para acuchillarme.

Bajo la vista, en un gesto que cualquiera interpretaría como de arrepentimiento, y quizá lo es por un instante porque me arrepiento de no haberlo buscado antes para esto, pero luego comienzo a masturbarlo. No es indiferente y volvemos a besarnos, esta vez mucho mejor. Le acaricio el cabello y justo cuando me relamo, él se esconde. Me abstengo de suspirar, pero sí pongo los ojos en blanco, aprovechando que no me ve.

Lo tomo de los hombros y cambio la posición con él, dejándolo contra la pared.

- Dejarte...

Le sonrío maquiavélico y me muerdo el labio. Paso mis manos por su pecho y hasta su entrepierna al tiempo que me pongo de rodillas. Bajo su pantalón y su ropa interior, y una vez que los tiene hasta los tobillos, se los quito con un hechizo.

- Ansiaba verte así... Eres mucho más guapo de lo que imaginé.

Tomo su miembro y le doy un par de lamidas, sólo en la punta.

- ¿Ves? ¿Se siente rico, no?