Tomando un café… (Victoria Black)

Estaba cansada,en los últimos días no había parado ni un momento y mi cabeza pedía un descanso de mínimo una semana,pero como tampoco me lo podía permitir tenía que coger pequeños momentos para disfrutar.
Me levanté de mi cómoda cama y me vestí con mi corsé favorito color negro,unos leggins morados y mis zapatos que utilizaba para salir,unos tacones de aguja negros con la punta abierta,me miré al gran espejo que tenía en mi habitación y sonreí,mis ojos acostumbrados a ser de un color azul grisáceo ahora lucían totalmente negros,sin más color que ese,los cambié por unos ojos de color mundano,cogí mi bolso y salí dando un paseo por la ciudad,dejé que mis pies y pensamientos me guiaran y me encontré en un establecimiento de café.
Qué mejor que un buen café para relajarse-afirmé en mi cabeza,entré en la tienda y fui directamente al mostrador,pedí un cappucino y un bollo de chocolate y me dirigí a una mesa libre que justamente no tenía silla,miré a mi alrededor con fastidio y maldije a los mundanos,siempre eran igual de egoístas.
Me acerqué a una chica con la mejor de mis sonrisas y señalé una silla.
-Perdona,¿está libre esta silla? Al parecer la gente de por aquí no piensa mucho antes de hacer las cosas y hay una mesa sin sillas-dije refiriéndome a los mundanos,puse cara de asco y la miré directamente a los ojos.

Miré a la chica que se encontraba enfrente de mí,me resultaba conocida,hice memoria y como no conseguí acordarme me encogí de hombros y suspiré,sentándome por fin en la maldita silla.Tomé un buen sorbo de mi café y sonreí,era una de las cosas que me gustaba de los mundanos,hacían cosas de vez en cuando merecedoras de alabanza.
-Que aproveche.Por cierto soy Victoria,Victoria Black ¿y tú?-le dije con una de mis mejores sonrisas,ella había sido muy amable conmigo y no quería estropearlo siendo borde o descortés,para una vez que salgo no me apetecía crearme enemigos.
Mordí el bollo y al instante supe que me iba a encantar,el chocolate era una de los sabores que me encantaban,ya fuera en tableta,bollo o en taza.Dejé el bollo en el plato y saqué de mi bolso un espejo pequeño,me miré los ojos,arreglé mi pelo y me sonreí a mi misma,este color de ojos tan mundano no estaba del todo mal.
-¿Eres de por aquí? Me suena mucho tu cara pero no recuerdo donde nos podremos haber visto-dije mientras guardaba el espejo,cerraba el bolso y la miraba,sonriendo.

Off Rol:

Aquél nombre activó algo en mi mente,un recuerdo,una imagen.Estaba lloviendo y unos nefilim me habían contratado para cosas...Secretas,y la ví,junto a ellos,como una más.Sonreí satisfecha de que no me hubiera hecho falta un hechizo para averiguarlo,bendita memoria.

-Encantada Valentina.Se nota que no eres de por aquí-dije mientras la escuchaba,aunque puedan caerme un poco mal,los nefilim,la mujer que se encontraba enfrente de mí había sido amable y parecía bastante normal.

-No estoy del todo segura de si eres una subterránea o por el contrario una nefilim,¿qué me dices?-arqueé una ceja divertida y le mostré el verdadero color de mis ojos,si resultaba una humana sería sencillo hacerla creer que todo esto no había ocurrido y si era un subterráneo,entonces sería de los míos,pero apostaría mi preciosa ropa a que no era ninguna de esas opciones.

-No te preocupes,no soy peligrosa,al menos no con gente amable-volví a mi color de ojos habitual,un precioso azul grisáceo y sonreí satisfecha,de nuevo me había encontrado a nefilim sin quererlo,parecía que me perseguían...
Suspiré y me terminé el bollo y el café que ya estaba frío,delicioso,quizá me llevaría otro para más tarde.Esperaba que no la molestara que fuera una bruja y mucho menos,que me montara un espectáculo delante de toda la tienda,aunque no lo creía.

La miré expectante esperando como iba a demostrar de que raza era,y cuando me mostró la runa solo pude reírme,no estaba tan mal encaminada al fin y al cabo.
-Sí,soy bruja.Amable o no...Depende,tengo mis días de oscuridad,como todos supongo-dije divertida mientras le hacía un gesto a la camarera que entendió perfectamente lo que quería decir,otro café,igual,rápido.Los mundanos aunque parezcan demasiado egocéntricos tenían el instinto bastante desarrollado,podían notar cuando alguien era más poderoso que ellos y actuar en concordancia con ese poder,no eran tan idiotas como pensábamos.
-Qué casualidad qué en mi día libre te encontrara,parece que me seguís-dije en tono de broma,segundos más tarde tenía un nuevo bollo y un café caliente en la mesa,le pagué con una sonrisa no del todo buena y dejé que se fuera,le di un trago largo dejando que me quemara la garganta y sonreí.
-¿Te puedo hacer una pregunta? Aunque bueno...En realidad ya te estoy haciendo una,bueno,voy al grano.¿Vives en el instituto o por el contrario tienes casa propia?
Podía contestar o no,realmente no me importaba si no lo hacía,solo me aburría en aquella ciudad y poder conversar con alguien sin que hubiera dinero por medio me podría sentar muy bien,además parecía muy amable y eso en realidad me atraía,ya que por lo general todos eran unos bordes y creídos.Lo sabía por experiencia.

Bien,no era la única que necesitaba un descanso al parecer,bebió de su ya casi inexistente café y le dio el último bocado a ese delicioso bollo mundano,se podía pasar la tarde bebiendo ese brebaje y comiendo esos bollos.
-No sé que le veis a ese instituto para que todos esteis ahí metidos,es grande cierto,pero frío y solitario-la miré con cara de pena fingida y segundos después sonreí,en realidad no estaba tan mal eso de estar con más gente de edad relativamente cercana a la tuya.
-Vivo en un apartamento muy mono,la verdad.Y no,vivo sola,eso de compartir espacio...No va conmigo,soy de tirar la ropa en cualquier sitio y plantarme en ropa interior mientras hago la cena o le doy de comer a mi mascota
Esta vez si que puse cara de asco al pasarse la posibilidad de compartir apartamento con alguien más,era demasiado mía y solitaria para si quiera pensarlo y bueno,si hablabamos de si a Black le caería bien...Ya es otro asunto,es tan parecido a mí que me da incluso miedo a veces,no en realidad no.
Me di cuenta de que me había quedado pensando y había ignorado a Valentina y la sonreí,ups.
-Perdón,estaba pensando en mis cosas.¿Y tú tienes algún animal?,¿quizá un gato? El mío es un cuervo,muy apropiado ¿verdad?-dije señalando mis ojos,negros como las plumas de mi pequeño.

Miré a la joven y sonreí,había visto ese brillo en sus ojos,el brillo de un hogar,de algo cálido y seguro.Recordé el pasado,hace tantísimos años que no recordaba la fecha exacta en la que era una joven inexperta en la vida que jugaba a ser la Diosa del mundo y que cuando regresaba a casa siempre había comida caliente en la mesa.Sacudí la cabeza y atendí a lo que la decía la joven,los gatos eran cuquis y tiernos pero algo aburridos.
-Patos-puse cara de asco y luego me reí,tenía un par experiencias con patos nada agradables-Los lagos son bonitos salvo por esos seres impulsivos y vengativos.Sin embargo un caballo es bonito y...Práctico
Se me ocurrió una idea algo descabellada,no era de pasar mucho tiempo con cazadores de sombras pero Valentina me había caído muy bien,me levanté y la miré desde arriba con una sonrisa.
-Es hora de que empecemos a movernos,tengo algo que enseñarte que te gustará-me acerqué en un momento a la barra y pagué lo que había tomado,luego volví a la mesa y cogí mi bolso dispuesta a mostrarselo,estaba impaciente.
-Espero que confíes un poquito en mí,tranquila,no voy a hacerte nada,solo quiero mostrarte un lugar muy chulo y que puede que te guste.Es mi lugar favorito en la ciudad-intenté mostrarme lo más sincera y segura de mis palabras posible,no me apetecía que lo tomara como una forma para llevarla a algún sitio extraño y hacerla daño.