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Valyria Silversun
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Valyria Silversun
Valyria Silversun
I couldn’t see your dark intentions, your feelings for me…
Nombre completo: Valyria Silversun Edad: 17 años Raza: Nefilim Bando: Neutral Orientación sexual: Heterosexual. De todas formas no ha conocido hombre por el momento. | Descripción física: Valyria es una joven realmente preciosa. De largos cabellos castaños ondulados, dulces ojos turquesa, labios carnosos y sonrosados, piel pálida de porcelana y algunas pecas con sus mejillas y su nariz que le dan un aspecto muy aniñado y alegre. Es esbelta y con curvas ligeramente pronunciadas, sobre todo en la zona de sus pechos, que suelen realzarse sin que ella lo potencie por el estilo de ropa que suele llevar. Es de estatura media, y aunque tiene una apariencia delicada, ha sido educada como cazadora de sombras, y como tal es más fuerte de lo que parece, aunque sus puntos fuertes son más la agilidad, la rapidez y la elasticidad, que la fuerza o la capacidad de hacer daño. Suele llevar su melena castaña ligeramente ondulada, ya sea suelta o con medios recogidos de tipo medieval, aunque raras veces puede hacerse una coleta alta o algún moño con todo el pelo. Pese a que tiene un equipo de cazadora de sombras, heredado de su madre, no le gusta demasiado la ropa oscura y prefiere los tonos claros y los vestidos sencillos al cuero negro de los nefilim. Se siente más femenina y cómoda llevando faldas, ni muy por debajo de la rodilla ni muy por encima, y le gustan los vestidos con escotes más bien medios, aunque no suele percatarse de que a veces potencia más su físico de lo que realmente le gustaría. Da la apariencia de una chica delicada, sencilla y dulce, e incluso cuando viste en tonos más oscuros no puede ocultar esa expresión amable y cálida que comparte con todo el mundo. Aunque suele llevar runas marcadas como los otros nefilim, su sangre de ángel hace que en su piel las runas no sean negras, sino doradas y con un leve brillo en los bordes. Al desvanecerse, las marcas que dejan en su piel no son blancas, sino con un leve reborde plateado brillante. |
Personalidad
El aspecto de Valyria muestra exactamente su personalidad, siendo tan transparente como el cristal.
Es una chica dulce y atenta, además de que su sangre de ángel potencia sus sentimientos positivos. Siente un gran amor por la naturaleza y los animales, particularmente suele tener debilidad por aquellos más desprotegidos, a los que brinda todo su cariño.
No hace diferencias en cuanto a mundanos, nefilim o subterráneos, para ella toda criatura con un alma, o con algo de humanidad, aunque sea una pizca, merece ser tratada con respeto y, pese a sus actos, jamás castigarla con la muerte, pues para ella toda vida es sagrada. Únicamente tiene a los demonios puros como excepción, pero ni siquiera los odia. Solo siente lástima por el hecho de que haya criaturas tan corruptas que no sean capaces de sentir y solo existan para dañar todo lo que tocan.
Es una chica bastante sensible, y al igual que por norma general suele ser amistosa y alegre, también puede llorar con facilidad, ya sea por daño a sí misma, pero sobre todo por daño a otros. Es muy empática y comprensiva, intentando ponerse siempre en el lugar del otro y sin juzgar a nadie sin conocer absolutamente todos los hechos, por lo que rara vez lo hace.
Suele mostrarse abierta y cariñosa con todo el mundo, debido a su pura naturaleza de ángel. También es bastante enamoradiza, pero ve el amor como una conexión más espiritual que física y aún no ha conocido gente suficiente como para llegar a sentirlo, debido a que ha pasado gran parte de su vida oculta.
Por su sangre de ángel posee permanentemente las virtudes de caridad, humildad, generosidad y paciencia. Es algo continuo en ella el ayudar a los más necesitados. Muestra una actitud humilde pese a su belleza y sus habilidades, pues siempre considera que hay quienes están por encima de ella en ambos casos. Es feliz compartiendo no solo lo que tiene de forma material, sino también sus emociones y su tiempo, al igual que le alegra que otros lo hagan con ella. Tiene mucha paciencia, sobre todo con los niños, pero también con aquellos que a veces no parezcan merecerlo, por realizar actos poco nobles, llegando a dar no solo segundas oportunidades, sino más aún, pues considera que con el tiempo todo el mundo puede cambiar y ser mejor persona.
Aunque no es algo que sabe si va a mantener toda su vida, por el momento mantiene también la virtud de castidad, y aunque admira en otros la templanza y la diligencia, lamentablemente no es tan aplicada con ellas, pues a veces resulta demasiado transparente y emotiva, y no tiene la experiencia suficiente como para que sus recados, sobre todo como nefilim, sean impecables, dejándose llevar igualmente por sus emociones en cuanto a subterráneos.
A veces es algo tímida e inocente, pero no idiota. Aunque siempre tiene buena fe y procura confiar en los que la rodean, eso no significa que no se dé cuenta de lo que ocurre a su alrededor, aunque a veces no lo parezca o se muestre más ingenua por dar a las personas la oportunidad de cambiar su actitud negativa por ellos mismos.
Es una chica dulce y atenta, además de que su sangre de ángel potencia sus sentimientos positivos. Siente un gran amor por la naturaleza y los animales, particularmente suele tener debilidad por aquellos más desprotegidos, a los que brinda todo su cariño.
No hace diferencias en cuanto a mundanos, nefilim o subterráneos, para ella toda criatura con un alma, o con algo de humanidad, aunque sea una pizca, merece ser tratada con respeto y, pese a sus actos, jamás castigarla con la muerte, pues para ella toda vida es sagrada. Únicamente tiene a los demonios puros como excepción, pero ni siquiera los odia. Solo siente lástima por el hecho de que haya criaturas tan corruptas que no sean capaces de sentir y solo existan para dañar todo lo que tocan.
Es una chica bastante sensible, y al igual que por norma general suele ser amistosa y alegre, también puede llorar con facilidad, ya sea por daño a sí misma, pero sobre todo por daño a otros. Es muy empática y comprensiva, intentando ponerse siempre en el lugar del otro y sin juzgar a nadie sin conocer absolutamente todos los hechos, por lo que rara vez lo hace.
Suele mostrarse abierta y cariñosa con todo el mundo, debido a su pura naturaleza de ángel. También es bastante enamoradiza, pero ve el amor como una conexión más espiritual que física y aún no ha conocido gente suficiente como para llegar a sentirlo, debido a que ha pasado gran parte de su vida oculta.
Por su sangre de ángel posee permanentemente las virtudes de caridad, humildad, generosidad y paciencia. Es algo continuo en ella el ayudar a los más necesitados. Muestra una actitud humilde pese a su belleza y sus habilidades, pues siempre considera que hay quienes están por encima de ella en ambos casos. Es feliz compartiendo no solo lo que tiene de forma material, sino también sus emociones y su tiempo, al igual que le alegra que otros lo hagan con ella. Tiene mucha paciencia, sobre todo con los niños, pero también con aquellos que a veces no parezcan merecerlo, por realizar actos poco nobles, llegando a dar no solo segundas oportunidades, sino más aún, pues considera que con el tiempo todo el mundo puede cambiar y ser mejor persona.
Aunque no es algo que sabe si va a mantener toda su vida, por el momento mantiene también la virtud de castidad, y aunque admira en otros la templanza y la diligencia, lamentablemente no es tan aplicada con ellas, pues a veces resulta demasiado transparente y emotiva, y no tiene la experiencia suficiente como para que sus recados, sobre todo como nefilim, sean impecables, dejándose llevar igualmente por sus emociones en cuanto a subterráneos.
A veces es algo tímida e inocente, pero no idiota. Aunque siempre tiene buena fe y procura confiar en los que la rodean, eso no significa que no se dé cuenta de lo que ocurre a su alrededor, aunque a veces no lo parezca o se muestre más ingenua por dar a las personas la oportunidad de cambiar su actitud negativa por ellos mismos.
Historia
Aunque la historia de Valyria ha sido más bien sencilla durante toda su vida, merece la pena remontarse a la historia de su madre, para explicar los detalles de su nacimiento y el proceso de su concepción, pues es algo bastante complejo.
Con apenas 17 años, su madre, Evelyn Silversun, se enamoró de un joven cazador de sombras de 19 años, William Darkmoon, que formaba parte del Círculo, apoyando las ideas de Valentine y llegando a admirarle hasta tal punto que rozaba la obsesión. Para él, Evelyn no era más que un capricho pasajero, y aunque se casó con ella, no lo hizo por amor, sino por sentirse más útil para Valentine, dando nuevos nefilim a su causa. Sin embargo, para Evelyn, realmente era el amor de su vida, o eso es lo que creía, ciega por sus sentimientos hacia su amado.
En contra de su familia y enfrentándose a su único hermano, Marius, Evelyn se fugó para vivir junto a su reciente esposo, comprando una casita a las afueras de Idris, pero al contrario que otras nefilim que se habían unido a Valentine, ella permanecía en casa, a la espera de que su marido volviese cada noche, pues él no deseaba que fuese un estorbo en la que creía que era una estrecha relación de amistad con el poderoso Valentine.
Cegado por su admiración hacia Valentine, William intentó aprender el arte de invocar demonios, como él hacía, pero una noche, mientras lo intentaba, Evelyn se dio cuenta y, asustada, salió con la intención de detenerle. Esa noche ni su amor pudo obviar lo que vio cuando un horrible demonio salió del círculo de invocación, ante la atenta mirada orgullosa y satisfecha de su esposo, pero fue algo que le duró poco. A falta de la experiencia y potencial que Valentine poseía, el demonio fue más fuerte que William, y liberándose, lo despedazó ante los ojos aterrados de Evelyn, sabiendo que ella sería la siguiente…
Pero cuando el demonio se abalanzó sobre ella, algo ocurrió. Un haz de luz se manifestó entre ella y el demonio, dando paso a un hombre corpulento de larga melena rubia y ojos plateados. Su torso desnudo mostraba unas runas nefilim que brillaban como si fuesen de oro líquido, y en una de sus fuertes manos sostenía una pesada espada de plata con la empuñadura dorada en forma de cruz. Pero lo más sorprendente eran las enormes alas blancas de plumas que sobresalían de su espalda.
El demonio retrocedió asustado, pero de un hábil mandoble, el ángel lo partió en dos, haciéndole desvanecerse. Entonces se volvió hacia Evelyn con la sonrisa más dulce y protectora que ella había visto jamás y le tendió la mano, ayudándola a levantarse.
Se presentó como Verien, un joven ángel de apenas 300 años. Aunque Evelyn aún no lo sabía, algunos ángeles a veces bajan a la tierra, mezclándose con los mundanos, y así había sido como hacía un par de años, él la había visto en una misión con su familia en Praga. Apenas vio en su momento a la joven nefilim de 15 años supo que un vínculo se había forjado entre ellos y desde entonces había estado protegiéndola a cierta distancia.
Durante el mes siguiente, Verien se quedó con Evelyn, pues al perder a su marido y sin saber cómo tratar con Valentine, temiéndole con lo que William había aprendido de él, no sabía cómo seguir con su vida. Pese a que el ángel había intentado convencerla de recuperar el contacto con su familia, el dolor de ella aún era muy grande, pero durante ese mes, el apoyo de Verien hizo que Evelyn volviera a sonreír, hasta que una noche, sin saber siquiera cómo, sucumbió a lo que había empezado a nacer entre ellos, entregándose a él sin saber que pocos días antes de morir, su marido la había dejado embarazada.
Después de esa noche, Evelyn prometió a Verien que hablaría con su familia, pero ambos sabían que lo que tenían no era posible, y que era demasiado peligroso. Se conocía de pocos nefilim que hubiesen tratado con ángeles y era precisamente esa fe ciega en ellos la que les guiaba. Ambos pensaron que con Valentine alimentando el rencor de jóvenes cazadores hacia los subterráneos, la idea de que un ángel se hubiese comportado de forma más terrenal con una de ellos podría suponer una pérdida de fe, y aunque Verien prometió que jamás se alejaría del todo, desde entonces nunca volvieron a encontrarse.
Evelyn escribió a su hermano Marius, que fue a buscarla sin dudarlo a su casa a las afueras de Idris. Siendo él fiel a la Clave y con la amenaza de Valentine, Marius se llevó a Evelyn a la Ciudad de Cristal, de vuelta a la casa de sus padres, descubriendo poco después que estaba embarazada.
Durante un tiempo, Evelyn pensó que podría ser de su ángel, pero al hacer las cuentas del tiempo no le quedó más remedio que asimilar que el hijo que esperaba era de su difunto esposo. Aun así en ningún momento dudó sobre tener a su bebé, y con el apoyo de su hermano, permanecieron juntos en la capital hasta que las actividades del Círculo cesaron por la desaparición de Valentine, al que se había dado por muerto. Poco antes, había nacido una pequeña niña, a la que Evelyn llamó Valyria, queriendo darle un nombre cuya inicial fuera la misma del ángel que le había salvado la vida, en todos los aspectos en los que podía salvarse a alguien.
Una vez se consideró que la amenaza de Valentine se había controlado, Marius se trasladó de nuevo con Evelyn a la casa de campo de ella, de inicio con la idea de recoger sus cosas, pero a pesar de todo, Evelyn decidió quedarse allí y criar a su hija lejos de todo, con la idea de mantenerla fuera de influencias que, como le había ocurrido a ella, pudieran ser perjudiciales para su pequeña en el futuro. Aun así, Marius las visitaba con frecuencia, e incluso con el paso del tiempo, Evelyn permitió que su pequeña Valyria visitase la ciudad, con cinco y con siete años.
Fue al cumplir los ocho, cuando su tío le puso su primera runa, la runa de la visión, que tanto él como su madre se dieron cuenta de que su pequeña no era una nefilim normal. La runa no se marcó en negro, como la de otros cazadores, sino que apenas puesta, se tornó de un color dorado con los bordes de un brillo similar al oro. De alguna forma, la noche que Evelyn pasó con su ángel estando embarazada, había afectado a su hija, otorgándole una parte algo más latente de sangre de ángel.
Desde ese momento, Evelyn no dejó que Valyria volviese a tratar con otras personas, salvo con ella y su tío Marius.
La pequeña creció en un entorno controlado, demostrando desde su más tierna infancia la presencia de su sangre de ángel en su carácter dulce, pacífico y confiado. Con su madre estudió sin necesidad de asistir a clases de ningún tío, y su tío se encargó de instruirla en el combate, pero aunque aprendió lo básico con los cuchillos serafín y armas similares, su sangre de ángel la hacía demasiado pacifista, por lo que al final su tío intentó enseñarla a disparar con arco. Eso pareció gustarle más, pero ante la sola posibilidad de cazar, o incluso herir a alguien con ello, Valyria se negaba.
Finalmente su tío consiguió el arma perfecta para ella, y en su 14 cumpleaños, la regaló un bastón de plata con runas grabadas que podía dividirse en dos y plegarse. De esta forma podría llevarlo siempre encima. Marius la enseñó entonces a utilizarlo como defensa, ya fuese a dos manos, fragmentado en dos, o unido en una sola pieza y utilizándolo con ambas manos.
Al no tener otra vida desde los ocho años que con su madre y su tío, Valyria se dedicó a aprender a tocar música, estudió Francés, Griego y algo de Italiano, y aunque siempre se le dieron mejor las runas que las armas, demostró un especial talento con las runas curativas, pese a que eso debilitaba ligeramente sus runas de combate.
Mantuvo su carácter dulce y cálido, pero a veces se sentía sola, y por mucho que intentaba que su madre la dejase salir a ver mundo o a conocer a otras personas, ella se había negado por todos los medios.
Hace poco, cuando Valyria cumplió 17 años, los rumores sobre una posible vuelta de Valentine volvieron a Idris, y de allí llegaron de boca de su tío Marius, alarmando a su madre. Por fin Evelyn decidió que su hija debía conocer la verdad, hablándole de su historia, de su verdadero padre, y del ángel que le otorgó su gracia la noche que pasó con su madre, convirtiéndola en la muchacha hermosa y pura que los años habían hecho de ella.
Tras unos días en los que Valyria asumió su naturaleza, aceptando con más madurez de la esperada la historia de su madre, su tío Marius volvió a la capital, pues la Clave solicitaba a los nefilim reunirse para tratar el asunto de Valentine. Aunque Valyria se ofreció a acompañarle, de inicio su madre no lo permitió, pero unos días después de la partida de su tío, ella logró convencerla. Prometió que estaba preparada, que sabría cuidarse, y logró que su madre entendiese que debía salir al mundo. Finalmente y con las bendiciones de ella, Valyria decidió ir por sí misma hasta Idris, a casa de su tío, donde se presentaría ante la Clave y se convertiría por fin en una nefilim reconocida.
Su historia no ha hecho más que empezar, y aunque la joven Valyria ha iniciado su camino con entusiasmo y optimismo, no sabe lo que el futuro puede depararle. Solo espera que, a pesar de todo, realmente esté lo bastante preparada como para no tener que volver, dándole la razón a su madre. Sabe que el mundo no es perfecto, pero a pesar de todo está dispuesta a vivir en él.
Con apenas 17 años, su madre, Evelyn Silversun, se enamoró de un joven cazador de sombras de 19 años, William Darkmoon, que formaba parte del Círculo, apoyando las ideas de Valentine y llegando a admirarle hasta tal punto que rozaba la obsesión. Para él, Evelyn no era más que un capricho pasajero, y aunque se casó con ella, no lo hizo por amor, sino por sentirse más útil para Valentine, dando nuevos nefilim a su causa. Sin embargo, para Evelyn, realmente era el amor de su vida, o eso es lo que creía, ciega por sus sentimientos hacia su amado.
En contra de su familia y enfrentándose a su único hermano, Marius, Evelyn se fugó para vivir junto a su reciente esposo, comprando una casita a las afueras de Idris, pero al contrario que otras nefilim que se habían unido a Valentine, ella permanecía en casa, a la espera de que su marido volviese cada noche, pues él no deseaba que fuese un estorbo en la que creía que era una estrecha relación de amistad con el poderoso Valentine.
Cegado por su admiración hacia Valentine, William intentó aprender el arte de invocar demonios, como él hacía, pero una noche, mientras lo intentaba, Evelyn se dio cuenta y, asustada, salió con la intención de detenerle. Esa noche ni su amor pudo obviar lo que vio cuando un horrible demonio salió del círculo de invocación, ante la atenta mirada orgullosa y satisfecha de su esposo, pero fue algo que le duró poco. A falta de la experiencia y potencial que Valentine poseía, el demonio fue más fuerte que William, y liberándose, lo despedazó ante los ojos aterrados de Evelyn, sabiendo que ella sería la siguiente…
Pero cuando el demonio se abalanzó sobre ella, algo ocurrió. Un haz de luz se manifestó entre ella y el demonio, dando paso a un hombre corpulento de larga melena rubia y ojos plateados. Su torso desnudo mostraba unas runas nefilim que brillaban como si fuesen de oro líquido, y en una de sus fuertes manos sostenía una pesada espada de plata con la empuñadura dorada en forma de cruz. Pero lo más sorprendente eran las enormes alas blancas de plumas que sobresalían de su espalda.
El demonio retrocedió asustado, pero de un hábil mandoble, el ángel lo partió en dos, haciéndole desvanecerse. Entonces se volvió hacia Evelyn con la sonrisa más dulce y protectora que ella había visto jamás y le tendió la mano, ayudándola a levantarse.
Se presentó como Verien, un joven ángel de apenas 300 años. Aunque Evelyn aún no lo sabía, algunos ángeles a veces bajan a la tierra, mezclándose con los mundanos, y así había sido como hacía un par de años, él la había visto en una misión con su familia en Praga. Apenas vio en su momento a la joven nefilim de 15 años supo que un vínculo se había forjado entre ellos y desde entonces había estado protegiéndola a cierta distancia.
Durante el mes siguiente, Verien se quedó con Evelyn, pues al perder a su marido y sin saber cómo tratar con Valentine, temiéndole con lo que William había aprendido de él, no sabía cómo seguir con su vida. Pese a que el ángel había intentado convencerla de recuperar el contacto con su familia, el dolor de ella aún era muy grande, pero durante ese mes, el apoyo de Verien hizo que Evelyn volviera a sonreír, hasta que una noche, sin saber siquiera cómo, sucumbió a lo que había empezado a nacer entre ellos, entregándose a él sin saber que pocos días antes de morir, su marido la había dejado embarazada.
Después de esa noche, Evelyn prometió a Verien que hablaría con su familia, pero ambos sabían que lo que tenían no era posible, y que era demasiado peligroso. Se conocía de pocos nefilim que hubiesen tratado con ángeles y era precisamente esa fe ciega en ellos la que les guiaba. Ambos pensaron que con Valentine alimentando el rencor de jóvenes cazadores hacia los subterráneos, la idea de que un ángel se hubiese comportado de forma más terrenal con una de ellos podría suponer una pérdida de fe, y aunque Verien prometió que jamás se alejaría del todo, desde entonces nunca volvieron a encontrarse.
Evelyn escribió a su hermano Marius, que fue a buscarla sin dudarlo a su casa a las afueras de Idris. Siendo él fiel a la Clave y con la amenaza de Valentine, Marius se llevó a Evelyn a la Ciudad de Cristal, de vuelta a la casa de sus padres, descubriendo poco después que estaba embarazada.
Durante un tiempo, Evelyn pensó que podría ser de su ángel, pero al hacer las cuentas del tiempo no le quedó más remedio que asimilar que el hijo que esperaba era de su difunto esposo. Aun así en ningún momento dudó sobre tener a su bebé, y con el apoyo de su hermano, permanecieron juntos en la capital hasta que las actividades del Círculo cesaron por la desaparición de Valentine, al que se había dado por muerto. Poco antes, había nacido una pequeña niña, a la que Evelyn llamó Valyria, queriendo darle un nombre cuya inicial fuera la misma del ángel que le había salvado la vida, en todos los aspectos en los que podía salvarse a alguien.
Una vez se consideró que la amenaza de Valentine se había controlado, Marius se trasladó de nuevo con Evelyn a la casa de campo de ella, de inicio con la idea de recoger sus cosas, pero a pesar de todo, Evelyn decidió quedarse allí y criar a su hija lejos de todo, con la idea de mantenerla fuera de influencias que, como le había ocurrido a ella, pudieran ser perjudiciales para su pequeña en el futuro. Aun así, Marius las visitaba con frecuencia, e incluso con el paso del tiempo, Evelyn permitió que su pequeña Valyria visitase la ciudad, con cinco y con siete años.
Fue al cumplir los ocho, cuando su tío le puso su primera runa, la runa de la visión, que tanto él como su madre se dieron cuenta de que su pequeña no era una nefilim normal. La runa no se marcó en negro, como la de otros cazadores, sino que apenas puesta, se tornó de un color dorado con los bordes de un brillo similar al oro. De alguna forma, la noche que Evelyn pasó con su ángel estando embarazada, había afectado a su hija, otorgándole una parte algo más latente de sangre de ángel.
Desde ese momento, Evelyn no dejó que Valyria volviese a tratar con otras personas, salvo con ella y su tío Marius.
La pequeña creció en un entorno controlado, demostrando desde su más tierna infancia la presencia de su sangre de ángel en su carácter dulce, pacífico y confiado. Con su madre estudió sin necesidad de asistir a clases de ningún tío, y su tío se encargó de instruirla en el combate, pero aunque aprendió lo básico con los cuchillos serafín y armas similares, su sangre de ángel la hacía demasiado pacifista, por lo que al final su tío intentó enseñarla a disparar con arco. Eso pareció gustarle más, pero ante la sola posibilidad de cazar, o incluso herir a alguien con ello, Valyria se negaba.
Finalmente su tío consiguió el arma perfecta para ella, y en su 14 cumpleaños, la regaló un bastón de plata con runas grabadas que podía dividirse en dos y plegarse. De esta forma podría llevarlo siempre encima. Marius la enseñó entonces a utilizarlo como defensa, ya fuese a dos manos, fragmentado en dos, o unido en una sola pieza y utilizándolo con ambas manos.
Al no tener otra vida desde los ocho años que con su madre y su tío, Valyria se dedicó a aprender a tocar música, estudió Francés, Griego y algo de Italiano, y aunque siempre se le dieron mejor las runas que las armas, demostró un especial talento con las runas curativas, pese a que eso debilitaba ligeramente sus runas de combate.
Mantuvo su carácter dulce y cálido, pero a veces se sentía sola, y por mucho que intentaba que su madre la dejase salir a ver mundo o a conocer a otras personas, ella se había negado por todos los medios.
Hace poco, cuando Valyria cumplió 17 años, los rumores sobre una posible vuelta de Valentine volvieron a Idris, y de allí llegaron de boca de su tío Marius, alarmando a su madre. Por fin Evelyn decidió que su hija debía conocer la verdad, hablándole de su historia, de su verdadero padre, y del ángel que le otorgó su gracia la noche que pasó con su madre, convirtiéndola en la muchacha hermosa y pura que los años habían hecho de ella.
Tras unos días en los que Valyria asumió su naturaleza, aceptando con más madurez de la esperada la historia de su madre, su tío Marius volvió a la capital, pues la Clave solicitaba a los nefilim reunirse para tratar el asunto de Valentine. Aunque Valyria se ofreció a acompañarle, de inicio su madre no lo permitió, pero unos días después de la partida de su tío, ella logró convencerla. Prometió que estaba preparada, que sabría cuidarse, y logró que su madre entendiese que debía salir al mundo. Finalmente y con las bendiciones de ella, Valyria decidió ir por sí misma hasta Idris, a casa de su tío, donde se presentaría ante la Clave y se convertiría por fin en una nefilim reconocida.
Su historia no ha hecho más que empezar, y aunque la joven Valyria ha iniciado su camino con entusiasmo y optimismo, no sabe lo que el futuro puede depararle. Solo espera que, a pesar de todo, realmente esté lo bastante preparada como para no tener que volver, dándole la razón a su madre. Sabe que el mundo no es perfecto, pero a pesar de todo está dispuesta a vivir en él.
Datos extra:
* Las runas que graba en su piel no son negras como las de otros cazadores, sino doradas con un leve brillo en los bordes. Al borrarse dejan una cicatriz con borde plateado brillante, como purpurina alrededor. * Su estela es de color dorado, con pequeñas estrellas plateadas grabadas formando una fina espiral alrededor. Al utilizarla despide un brillo de un blanco marfil, en lugar del habitual blanco azulado de las piedras de luz mágica. * Pese a que sabe usar cuchillos serafín, como cualquier otro nefilim, no le gusta usar armas demasiado agresivas, por lo que se ha especializado más en tiro con arco, aunque las flechas las use solo como último recurso y únicamente para heridas superficiales. En caso de necesidad, prefiere una pelea cuerpo a cuerpo. * La única arma que siempre lleva con ella es un bastón de plata con runas grabadas que se divide en dos. Cada mitad puede plegarse, lo que resulta de gran utilidad para llevar en un bolso, cuando no lleva su equipo, o en unas fundas especiales que ata en cada pierna las escasas veces que usa pantalón. Es su arma predilecta y puede utilizarla ya sea como bastón entero o con una mitad en cada mano. Es un arma más defensiva que de ataque, lo que encaja con su personalidad. * Sus runas de curación son algo más potentes que las de otros nefilim, por su sangre de ángel, pero a cambio las runas más ofensivas tienen menos poder, al ser pacifista. * Detecta con facilidad a otros subterráneos, más en el caso de los que poseen sangre de demonio, pero su poca experiencia hace que no funcione con demonios muy superiores. Esto sumado a su particular confianza innata hace que, aunque pueda sentir algo sospechoso o extraño en alguien, no le de importancia mientras dicho ser no muestre tendencias oscuras. * Aunque no tiene instrumento propio, adora la música y sabe tocar el piano, el arpa y la flauta. También tiene una voz muy dulce, y aunque suele ser tímida para cantar en público, adora hacerlo con los animales o los niños pequeños. * Lo más delicioso que ha probado en su vida, el chocolate con leche. * Color favorito, el dorado. |
By Nightshadow for I am Shadowhunter
Valyria Silversun- Nefilims
- Mensajes : 33
Fecha de inscripción : 03/05/2014
Localización : Idris, aunque últimamente tiene más libertad de movimiento.
Re: Valyria Silversun
Ficha Aceptada Bienvenida al foro, cazadora de sombras tan especial. En sentido estricto, tú eres más nefilim que el resto, y espero que tu bondad sirva de ejemplo a muchos otros que carecen de la capacidad de ver la luz en todos. Ahora puedes pasar a hacer tus registros y cobrar tus dólares. |
Kyosuke Nightshadow- Brujo Admin
- Mensajes : 1083
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