Seamos normales solo por un rato (Dominick)

Se había sacado su uniforme y lo había dejado en su placard, aunque pudiera usar un glamour para pasar desapercibida por las calles de New York con su uniforme de cazadora, no era algo que se le antojara demasiado. A decir verdad, tenia muchas ganas de disfrutar un momento a solas y lo mas posiblemente humano que pudiera ser. Si, era un poco improbable que eso sucediera, al fin y al cabo siempre surgía algo con lo que tenia que lidiar. Hacia unas horas atrás, estaba enfocada en seguir durmiendo, ya que quería dormir hasta bastante tarde. Ese día, y muy raro en ella, se sentía mas que perezosa. Pero habían alertado de un cadáver en uno de los callejones no muy lejanos al instituto y ella fue llevada a rastras por Dan y Tobias.
Quiso insultarlos, en realidad, los insulto un poco, mas cuando Dan se la cargo al hombro y la metió en la ducha diciéndole que tenia exactamente cinco minutos para estar lista. -Idiota-mascullo mientras se duchaba y fue renegando todo el trayecto hasta el lugar.

Habían tenido que entrar en un pequeño edificio abandonado, donde se toparon con un demonio, ah decir verdad no era algo muy serio, solo por el echo del cadáver, pero no se trataba de un nefilim si no que era un humano. El demonio intento atacarlos pero solo basto con que ella le lanzara una flecha en medio de su viscoso y asqueroso pecho y así lo redujo hasta que se largara a su dimensión. No tenia ni una gota de sangre, mucho menos una manchita de tierra en su ropa negra y no había sudado nada. Una misión bastante fácil.

Tras ponerse un Jean, sus zapatillas rojas y una camisa a cuadros a juego, salio del instituto evitando a su hermano y a Tobias a como de lugar. No tenia la necesidad de toparselos, aunque por lo que sabia ellos estaban tratando de averiguar sobre la muerte del humano, eran  muy curiosos los dos y no es que ella fuera una desalmada pero de veras necesitaba salir de allí y pasar un rato con su mente fuera de cualquier pensamiento que tuviera que ver con clavarle cuchillos a algo.

Sin rumbo alguno empezó a recorrer las calles viendo algún lugar que le llamara la atención, en realidad había muchos pero no le había apetecido andar a ninguno, afuera se estaba bastante bien aunque el viento fuerte y las nubes amenazaran con una fuerte tormenta. Eso era lo de menos, ni bien sintiera una gota caer se metería dentro del primer lugar que viera.
y tras algo así como una hora, un chaparrón comenzó a caer sobre la ciudad y llevo a Abby hacia un lugar llamado Java Jones, era pintoresco, no era ni muy elegante ni muy marginal. Entro y se dirigió a la barra pidiéndose un café con leche y chocolate. Una vez con su pedido se sentó en una de las mesas vacías a escuchar la banda que tocaba. Se notaba que eran mas que principiantes, pero ella no tenia ganas de juzgar a nadie, así que solo se conformo con disfrutar.

No era muy dificil que la castaña se perdiera en sus pensamientos, aun con todo el ruido del lugar ella estaba mas sumida en su mente que enfocada en el grupo que tocaba y en las voces que la rodeaban. Era uno de los pocos momentos en los que se podía permitir bajar la guardia así, sabia que en ese lugar nada le pasaría o nada ocurría, aun así eso no quería decir que si algo acontecía ella no saltaría lista para pelear.

Le dio un trago a su café al mismo tiempo que una persona se sentaba frente a ella, al no estar pendiente de eso, pego un brinco y se quemo los labios con el café- Maldición Dominick!- dijo mientras se pasaba una servilleta por la boca-Gracias por el cumplido pero, ¿quien te dio permiso para sentarte en mi mesa?- cruzándose de brazos y enarcando una ceja, dejo que una sonrisa burlona se formara en sus labios.

El Gran brujo de Queens, así se hacia llamar, la verdad era que le debía la vida. Aunque le costara admitirlo, si en este momento estaba allí era porque el había llegado en el momento adecuado, en el lugar adecuado. Le estaba agradecida, pero por supuesto no lo admitiría, así no era Abby. Ese día ella solo le había dedicado una sonrisa fastidiada y le había dejado bien en claro que no necesitaba su ayuda. Mentirosa, muy mentirosa. Pero en fin, que se le iba a hacer, tras una vida comportándose de esa manera, ya era un poco tarde para cambiarlo.

Abby no era mala... solo un tanto especial. Tenia bastantes pocos amigos porque la realidad era que tenias que ganarte muy bien su confianza. Dan solía decirle que tenia que ser mas amable. Seh! claro, lo de amable se lo dejaba a el, ella era como era y punto, ademas ser así la había ayudado a afrontar situaciones difíciles. Ademas que mejor para alejar a tipos molestos que ese gran carisma suyo.

Observo a Dominick frente a ella con la expresión de -nomeimportanadahagoloquequiero- que siempre tenia en su rostro. Su apariencia de chico malo era llamativa, del tipo que toda chiquilla adolescente muere por tener por novio. Todas piensan que pueden cambiar a un chico malo, que el cambiara por ellas. Por favor!! su padre era el peor y termino pateando a su madre como si fuera un objeto desechable. Era una de las tantas razones por las que lo odiaba, ademas de que claro, el tenia mayor preferencia por Dan que por ella, culpa de que había nacido mujer. Una idiotez machista, Tobias decía que por eso ella era tan condenadamente cruel con los hombres. Y lo era, pero ella no tenia la culpa de toparse con puros idiotas.

Le dedico una mirada envenenada al brujo, su manera de echarle en cara que la había salvado le daba ganas de darle una buena golpiza y demostrarle que ella no era ninguna niña indefensa, que podría haber encontrado la manera de salir sola de esa situación. Pero se quedo sentada, al fin de cuentas, el la había salvado y no se podía cambiar el pasado. Iba a contestarle algo sarcástico cuando el se acerco a tocar sus labios. La tomo por sorpresa por lo que su reacción fue quedarse quieta hasta que oyó su burla y se alejo bruscamente- la próxima que me toques así, te arrancare el dedo de un mordisco, ¡me has oído?- se había puesto nerviosa sin querer, los únicos hombres que la tocaban eran Dan y Tobias, y nunca había sido algo tan así. -Ademas no necesito que hagas otra cosa por mi, luego también me lo echaras en cara y no me gusta tener deudas con nadie- dijo mientras le daba un trago a su cafe, para tratar de bajarle a su temperamento.

Ella sabia cual era su rostro en ese momento, cada vez que hablaba de matar demonios o de una buena pelea sus ojos se encendían y su humor mejoraba a un cien por ciento. No podía decirse que fuera una asesina, pero disfrutaba impartiendo justicia. Seguramente si fuera una mundana hubiera acabado siendo una policía o algo por el estilo. De todas formas era para lo que había sido entrenada toda su vida, era lo que sus padres habían echo y lo que ella llevaba en la sangre. Era imposible no emocionarse durante una buena pelea.

El brujo ciertamente le caía bien, ¿pero de ahí a Admitirlo? no, menos frente a el para que se gozase con ello. En su lugar cuando escucho lo que decía dejo escapar una sarcástica risa y negó con la cabeza- Sigue diciéndotelo hasta que te lo creas Dom- y cuando se dio cuenta de que le había puesto un apodo se quiso amputar la lengua. ¿De donde demonios había salido eso? ¿Dom? ¿enserio? miro fijo su taza que estaba ya vacía y estaba a punto de levantarse para irse antes de contestar otra cosa o seguir hablando hasta que el le hizo la propuesta.

Solo mirarlo a los ojos supo que aunque sonaba a broma, no era ninguna broma, la habían invitado a salir innumerables veces y ella las había rechazado todas. No tenia tiempo para preocuparse en esas cosas y ya se había aferrado demasiado a Dan y a Tobias, no necesitaba aferrarse a nadie mas, después de todo eran mas personas de las que podía proteger. Desvió la mirada de Dominick y se encogió de hombros-Veras, mi idea de una cita romántica es salir a cazar demonios a la luz de las farolas o sin luz, me da igual- rio divertida- no me van los romances- y sin mas se levanto dejando el dinero del café en la mesa y se dirigió a la puerta

No era que huyera, pero no tenia intención de quedarse allí mientras un brujo intentaba conquistarla. Es decir, ya era de por si  muy absurdo el echo de que él la haya salvado, ¿ahora también tenia que soportar sus segundas intenciones? Para nada, Abby no estaba para ese tipo de cosas. Ademas lo que había ido hacer, lo había echo, había bebido su café y era hora de volver al Instituto por si la necesitaban. Quizás ella estaba allí jugando al tira y afloja con un tipo que quizás podría tener mas de mil años mientras algún demonio estaba atacando a algún humano inocente. No quería ni pensar lo que dirían Dan y Tobias si se llegaban a enterar que es lo que había estado haciendo fuera todo ese tiempo. Seguramente uno de los dos se alteraría mas que el otro.

De todas formas no llego mas allá de la puerta antes de que el la tomara del brazo y la mirara a los ojos, podía jurar que sus intenciones eran diferentes, quizás quería refrenarla o besarla ¿quien sabe? pero ahora, en sus ojos había una alarma que ella entendió muy bien lo que decía: Peligro. Aun así, el formulo las palabras advirtiendo que había demonios cerca. No pensó en nada lo siguió sin mediar palabra preocupada por alejarlos de toda la gente ignorante del peligro que allí se encontraba. Tenia que llamar a los demás, alertarlos de que había peligro, pero no hasta que viera cuantos eran y cual era su grado.

Al llegar al callejón no tuvo que forzar mucho la vista para ver las sombras moverse, distinguió enseguida a los demonios y la adrenalina comenzó a agitarse en ella. Su corazón bombeando mas rápido  y sus sentidos agudizándose mas. Se sentía como si fuera un animal a punto de cazar a su presa. y si, eso seria exactamente lo que haría...
Claro, solo había un pequeño problema. A excepción de su estela, no llevaba ningún arma encima-Doble maldición-mascullo buscando algo con lo que defenderse mientras veía las manos de Dominick cambiando en puños de hierro. Ser un brujo seria útil en ese momento para ella.

Pudo ver un caño tirado en el piso, el tamaño y el peso eran bastante manejables, lo tomo y lo hizo girar en sus manos probando que funcionara-Bien Dom, ya no puedo quejarme de que no sepas como divertir a una dama- y con una radiante sonrisa se echo encima del primer demonio pateándolo lejos mientras se quitaba de encima al otro con el fierro. Tomando su estela trazo rápidamente una runa de fortaleza en su brazo y fue derecho a clavarle el caño al desgraciado, este se doblo y volvió a su dimensión, pero aun quedaban mas y uno de ellos se le echo directamente encima haciendo que su arma improvisada cayera fuera de su alcance- Eres fuerte, ¿verdad insecto asqueroso?-escupio las palabras mientras le daba golpes intentando sacárselo de encima.

El maldito y asqueroso demonio chasqueaba sus dientes en el rostro de la castaña mientras esta intentaba esquivar sus dientes dandole puñetazos cada vez que se le daba la oportunidad. Su aliento, si eso era lo que tenia, era totalmente asqueroso hasta el punto de marearla, pero no podia permitirse sentir nauseas ahora, tenia que alcanzar su arma improvisada y atravesarle esa horrible cabeza suya. Oyo un silbido justo cuando el demonio estaba a punto de morder su mano, este se volteo hacia Dominick el tiempo suficiente para que ella lo golpeara una vez mas y luego una bola de fuego lo saco de encima de ella. No tenia tiempo para sorprenderse, enojarse o sentir gratitud. Corrio hacia el fierro y lo hundio en el pecho del demonio, yendo enseguida a por otro.

No tenia tiempo, tenian que deshacerse de ellos enseguida, habian echo mucho ruido y alguien los descubriria en cualquier momento. Rapidamente acabaron con los tres Moloch, era raro estar luchando espalda con espalda con un brujo, pero tampoco era algo malo, la verdad era que Dominick era abstante util. Ahora la preocupacion iba en aumento al ver al Demonio Kuri, el habia estado esperando demasiado paciente y ella no sabia si el tenia preparado un movimiento exterminador o todo esto era un trampa. Miro a Dominick esperando que captara la indirecta. "Seamos cudiadosos" esa fue la mirada que le envio, mientras empezabana acercarse al demonio. Pero asi como ellos se acercaron, el muy maldito desaparecio.

-Carajo!-gruño ella con frustracion, ¿porque demonios habia escapado?-Justo cuando las cosas se estaba poniendo interesantes y....- miro hacia la boca del callejon y escucho pasos y las sirenas de la policia-Mierda, lo unico que nos faltaba- tiro el fierro al piso y acorralo a Dominick contra la pared.- Tu sigueme el juego- Lo abrazo como si se hubieran separado de una larga sesion de besos y miro avergonzada hacia el oficial que se encontraba de pie alumbrando el callejon. Una gran actriz sin duda alguna, pero es que habia que serlo cuando tenias que safar de algo asi y no tenias tiempo para invocar un galmour. Lo unico que esperaba es que el oficial se creyera lo de la pareja pegandose el lote en el callejon.

Lo mas comico de todo esto, es que Abby habia ido a la cafeteria para tener una vida normal. Ahora, estaba alli, en un callejon con un brujo y fingiendo que estaban en medio de una seccion de cachondeo cuando en realidad eso habria sido mas normal que andar peleando con demonios. Queria patearse a si misma por haberse permitido estar tan cerca del brujo, lo unico que faltaba era que el empezara a molestarla con que ella solo habia aprovechado para estar cerca de el. Es verdad, el le gustaba, habia algo en sus extraños ojos y en la manera de ser que la atraia. Pero Abigail Prior nunca habia sido famosa por admitir algo, ella nunca admitia nada de nada.

Cuando el policia se fue ella de inmediato le acesto un golpe en la nuca a Dominick, el habia echo algunas bromas que enserio hiceron que se sonrojara hasta el nacimiento del cabello. El policia la habia mirado de una manera burlona y divertida cuando el brujo habia alegado que los gritos se debian a otras actividades... no tan peligrosas. Ella ni siquiera queria imaginarselo porque de ser asi se pondria color bordo.-Dudo que hubiese gritado mientras me besaras, eran solo besos!- lo miro enojada y volvio a golpearlo esta vez en el brazo. Suspiro pasandose una mano por el cabello y se apoyo contra la pared-Creo que necesito una ducha, una muy buena ducha y una excusa de porque llego sudada y sucia al instituto- No queria ni pensar en el sermon que se comeria en cuanto llegara.

Miro a Dominick divertida- Bueno, al menos tuviste tu cita- le guiño un ojo antes de caer en cuenta de que se estaba empapando. Habia comenzado a caer la lluvia nuevamente y esta vez con mas fuerza. Al parecer la ducha al aire libre tambien serviria, de esta manera podria quizas safar un poco de las miradas inquisitvas de su hermano y Tobias. Se restrego la cara un poco y luego bostezo quedandose debajo de la lluvia. No le molestaba en lo absoluto un poco de agua, es mas, adoraba caminar bajo la lluvia.

El brujo tenia un buen punto, ella podia ser una cazadora de sombras, podria ser fuerte y llevar la sangre del Angel en sus venas, pero eso no quitaba que pudiera enfermarse como una mundana comun y corriente. Era algo bastante, uno pensaria que el angel tendria cubierto eso, asi como Lilith lo cubrio con los brujos que los hizo bastantes inmune a variedades de cosas. Los nefilims eran de alguna manera superiores... pero en otras bastantes fragiles.
La lluvia ya la habia calado bastante, sentia como su pelo escurria y sus ropas se le pegaban. Los jeans se sentian pesadisimos y moviendo los dedos dentro de las zapatillas podia chapotear en el charco que habia alli dentro. No hacia frio, pero de pronto empezo a hacerlo y Abby tuvo que abrazarse a si misma para mantener el calor. Si seguian alli acabaria por coger un buen resfriado y tendria a Dan y Tobias preocupados por ella.

-Sabes, creo que si, vamos a tu casa, creo que el cafe ya cerro- en efecto, las persianas estaban bajando y de seguro hasta que la lluvia parara no podria volver al Instituto. Tenia que volver con la ropa seca y alguna buena coartada-Si tienes alguna manera de prestarme tu ducha y conseguirme ropa, estaria bien- comento mientras se dirigia hacia la boca de callejon chapoteando. Si alguien se llegaba a enterar, estaría en graves problemas. Pero ya que! quizas el tuviera alguna informacion que ella necesitaba.