No se que sucede conmigo, hermanita (Isabelle)

Entra en la cocina, siguiendo un aroma que no era muy agradable, pero que era señal de que Izzy estaba cocinando. Sentía el piano siendo tocado por Jace en la sala de música, por lo que sabía que podría hablar a solas con su hermana, sin ser interrumpidos ni tener que guardarse nada. Quería contarle lo que le sucedía, estaba cada día mas confundido.

Desde que había vuelto de pasar la noche en lo de Magnus, luego de haber discutido con Jace, se sentía aun más perdido que antes, y albergaba una pequeña esperanza de que su hermana, quien al fin, tenía mas experiencia en citas, pudiera ayudarlo, o al menos, intentar explicarle porque se sentía asi.

Se sentó a la mesa, mirando a su hermana revolver una olla que parecía estar llena de una mezcla dudosa. Hizo una mueca, pensando que al menos tendría que probarlo, ya que su hermana insistiría y la única manera de salvarse sería escapar de allí en ese mismo momento, lo que significaría que no podría conversar con ella. Suspiro, intentando llamarle la atención.

-Iz... Crees que podemos hablar un momento? -  preguntó, tímidamente, a pesar de que su hermana era su confidente, se sentía extraño pidiéndole consejos amorosos a su hermana pequeña. - No se que sucede conmigo, hermanita... - la miró, con ojos implorantes, detestaba reconocer que necesitaba ayuda, aun frente a su hermana quien, al fin y al cabo, siempre resguardo todos sus secretos con el mayor recelo posible, y quien nunca lo juzgaba. Ella había sido la primer persona en saber que era homosexual, y la primera en saber que estaba saliendo con Magnus, o algo así, ya no sabía como llamarlo y eso era parte de sus problemas.

Suspiró, e hizo una mueca cuando accidentalmente olisqueó el aire, aquello olía fatal, pero comería un poco sólo para que Izzy no se sintiera mal. Frunció el ceño al ver los potes vacíos de ketchup, eso no era buena señal.  La miro, dudando, ahora que se esperaba que él hablara no tenía la más pálida idea de por donde comenzar. Miró la mano de su hermana sobre la suya, e intento relajarse. - Ayer discutí con Jace... Casi me obliga a confesar lo de Magnus... Anoche... No quería cruzarme de nuevo con Jace y... Bueno, salí del instituto y volví a lo de Magnus. Dormimos juntos, en la misma cama - mira a su hermana alarmado negando con la cabeza, antes que esta pudiera suponer algo equivocado - No tuvimos relaciones. Nada de eso... Sólo dormimos. - cierra los ojos, sintiendo de nuevo el alivio. Era la primera vez que dormía con otra persona, con otro hombre y era algo nuevo para él. Lo llenaba de ilusiones, aunque tampoco quería hacerse ilusiones con el brujo, ya que aún no entendía que veía en él. - Fue... Muy agradable... despertarse en  los brazos de alguien... Alguien que... te cuida... - en su cara se notaba cierto embobamiento - ¿Sabes? Él me tapó antes de dormirse, y me abrazó toda la noche, como para protegerme... o por lo menos así lo sentí yo. - niega con la cabeza, siguiendo la cadena de recuerdos, luego todo se ponía peor.

Creo que me gusta... Pero... Ese no es el problema. Cuando volví... Quise disculparme con Jace - las lágrimas comenzaban a correr por su rostro, aún le dolía la manera en que el otro lo había interrogado - Y discutimos... Y el sabe lo de Magnus... Creo... Creo que me desprecia por ser asi - dice, antes de romper  en llanto, su día había sido demasiado para sobrellevar, desde despertarse en paz, en una sensación nueva para él, junto a otra persona, a haberse escondido del mundo por las cosas que Jace le había dicho... Y ahora volvía a llorar, delante de su hermana, que siempre lo había apoyado, pero que en este momento no creía que pudiera hacerlo sentir mejor. Era gay, y sabía que Jace no lo aceptaría... De seguro cuando lo encontrara le diría que no quería ser mas su parabatai. Escondió su rostro entre sus manos ante la idea, y lloró, con más fuerza,  con los hombros moviéndose al ritmo de sus sollozos, rogando que nadie los encontrara allí, no mientras el estuviera así. Este era uno de esos momentos en que odiaba quien era, odiaba ser menos que los demás, que no sólo no fuera el mejor cazador de sombras ni siquiera se acercara a serlo, sino también que le gustaran los hombres, algo que la clave no tenía bien visto, debido a que era muy costumbrista, y no sabía adaptarse a los nuevos tiempos.

Estaba acostumbrada a proteger de todo a sus hermanos, quizás ella no fuera mayor que Alec pero sentía como si tuviera que protegerlo. De alguna manera lo veía frágil y fácil de lastimar. Su hermano tenia un gran y enorme corazón, era fácil verlo pero también sabia que cuando uno tiene un corazón tan grande, eso te hace vulnerable y es fácil romper esos corazones. Alec tenia una pureza en si que no veía en nadie mas. Por eso quizás ella se comportaba diferente con el, simplemente no podía ponerse la coraza dura y fría de guerrera con el. No podía fingir ser alguien mas porque su hermano tenia que tener a la autentica Izzy, y se lo merecia.
Lo escucho hablar y sintió como la ira bullía dentro de ella, Jace se había pasado de la raya. Es verdad puede ser que el solo se haya preocupado a su estúpida manera de preocuparse por los demás. Pero esa discusión no había sido un simple chascarrillo su hermano se había tenido que ir del instituto para no verle la cara. No estaba segura de querer saber que palabras se habían dicho en esa discusión, quizás acabaría peleándose ella también con Jace y era algo con lo que no quería tener que lidiar hoy. Decidio callarse hasta que el acabara de hablar, si lo interrumpia no podría acabar de saber todo al completo. Aunque estuvo muy tentada de acotar algo cuando le conto que había dormido con Magnus. Simplemente alzo una ceja sonriendo pícaramente, la idea de su hermano con el brujo le gustaba cada vez mas. Se veía en su rostro que el le hacia bien, lo hacia feliz y eso era lo que ella quería, mientras Alec fuera feliz, podría bien hasta salir con un elefante y Isabelle lo aceptaría perfectamente. Y por el tono de su voz al hablar de el, Isabelle entendio que su hermano estaba mas que loco por Magnus, eso era bueno.
-¿Qué Jace sabe?!- eso era malo, muy malo, no sabia como se lo tomaría. El era su mejor amigo, su Parabatai, pero no sabia que tan bien se tomaría ello. Si se habían peleado nuevamente… -oh por el angel- nada bueno podía salir de eso. Se puso de pie y se sento junto a Alec acogiéndolo en un abrazo fuerte. Su hermano lloraba, era raro verlo llorar, pero el lo estaba haciendo y el dolor que expresaba hacia que el corazón de Izzy se rompiera. –Ya, Jace lo entenderá, has pasado una noche estupenda y no tienes que preocuparte por esas cosas. Magnus y tu están echos el uno para el otro, lo que los demás digan no importa-hablo despacio por miedo a que alguien lo oyera, pero estaba segura de que no seria el caso. –Sabes que Jace esta algo tenso por todo el tema de Valentine y Clary, pero ni bien todo eso pase volverá a ser el mismo. Estoy segura de que no quiso lastimarte en ningún momento y ahora se esta sintiendo la peor basura del mundo.-paso la mano por las mejillas de Alec secándole las lagrimas. Sus hermosos ojos azules estaban enrojecidos y eso lo hacia ver como un angel sufriendo-No se como ayudarte, pero si tengo que patear el culo de Jace para que te pida perdón lo hare y lo sabes- le sonrio de lado, ella daría la vida por Alec y haría lo que fuera por el.- Ademas no puedo permitir que arruine el momento sexy de mi hermano con el gran brujo de Brooklyn- rio una risa traviesa pero aun asi preocupada, el la tenia preocupada, quería verlo bien, feliz.

Negó con la cabeza - No creo que lo entienda Iz... Él... Él no... Él no sabe que me pasan o me pasaron cosas con él. Ya no se lo que siento... Él se cree que no entiendo lo que es estar enamorado de alguien que es tu hermano. Porque Jace es uno de nosotros. Y... - se le quiebra la voz, no quería pensar en eso, cada vez se sentía peor - Yo creo que me odia... Me desprecia, él... Él se cree dueño de todo el sufrimiento... ¿Acaso se da una idea de lo que significó para mí que dejara todo por la pelirroja esa? ¿Acaso...? No importa... Sólo debo haber sido un trámite para él, algo con lo que debía cumplir para ser el mejor - sabía que quizás estaba exagerando, pero así se sentía. ¿Cómo podría aceptarlo alguien así como era, defectuoso? Una deshonra para su familia y la clave, estar saliendo con un hombre y encima subterráneo.

Cuando menciona que él y Magnus se correspondían la mira con una expresión de duda, casi dejando de llorar - ¿Tú crees que... que sea así? ¿Que estemos destinados a estar juntos? - no entendía como él, Alec Lightwood, podía ser correspondido por alguien como Magnus, experimentado, atractivo y encima poderoso. Nunca sabría que vio en él, ni porque le gustaba de la manera que Izzy decía que lo hacía, ya que en el espejo el solo veía a un muchacho corriente, con ojos claros, si, pero corriente en fin, sin la gracia de Jace o la elegancia de Izzy, uno más del montón.

- Ya se que lo de Valentine y Clary lo ha afectado... Pero... Pero yo sólo quise ayudarlo... No merecía que me pateara como a una cucaracha - intenta limpiarse las absurdas lágrimas que insistían en seguir cayendo por su rostro, se sentía como un niño estúpido que no conseguía que le consintieran un capricho y por eso lloraba, tenía que dejar de llorar, ser un hombre valiente, no un chiquillo cobarde que lloraba porque se había peleado con Jace.

No puede evitar sonreír, aún con lágrimas cayendo, cuando su hermana habla del "momento sexy" que había vivido con el brujo... Si ella supiera... Sintió un escalofrío recorrerlo al recordar sus besos, sus caricias, y como su cuerpo lo había incitado a que siguiera, a que fuera más allá, pero se había contenido. Magnus lo había respetado, y sabía que había puesto cuidado en sus besos, intentando no sobrepasarse para que Alec no se sintiera incómodo o presionado. De pensar en eso, las lágrimas pronto dejaban de caer, y subía cierto calor a su cara, pensando en que desearía acostumbrarse a eso, a dormir con él, siendo abrazado, cuidado... Tendría que escaparse cuando pudiese, pero no sería en ningún momento pronto, no con la discusión con Jace tan fresca, no sabiendo que su parabatai se comportaría como un idiota y saldría de cacería sólo. Ya se ocuparía de detenerlo la próxima vez.

Sin embargo, había algo que ahora debía preguntarle a su hermana. Enrojeció aun más, y bajo su mirada, avergonzado por lo que iba a decir - Iz... Tu has... Ya sabes... Hecho eso... - le hacía sentir terriblemente incómodo hablar de sexo con ella, pero necesitaba saber si ella lo entendería, si ella... Si ella sabría decirle como saber si estaba listo... Le daba vergüenza, pero sabía que era la única en quien podría confiar. La miró de reojo, pensando que quizás la otra nunca respondiera y le callara, antes de seguir cocinando ese mejunje que parecía estar comenzando a quemarse.